"La hora de la verdad" (3/3)
En la dimensión desconocida...
Tars estaba en su cuarto, viendo por la ventana, hasta que recibe la visita inesperada de uno de sus cinco hermanos.
- ¡Vaya, vaya, vaya! ¿A quién tenemos aquí? A la futura reina de este pequeño multiverso- entró diciendo Yasir, de manera burlona. Tars sólo bufó.
- Hola, Phill- saludó con una sonrisa traviesa.
- Hmm... creí haber dicho que ese nombre sólo se pronuncia cuando estoy en mi forma original, pero ya que tanto lo han mencionado, pues porque no hacerlo- Yasir pasó de ser un adolescente de cabello rubio, a tener un cuerpo hecho de piedras geométricamente perfectas con forma rectangular; su cabeza se transformó en una pirámide y pasó a tener un solo ojo y una enorme sonrisa de dientes afilados; su cabello desapareció y su color de piel era similar al color de las primades del viejo Egipto. Su vestidura se quedó tal y como estaba: pantalones negros, zapatos negros, muy finos a decir verdad, un saco negro y un moño del mismo color, y además contaba con un bastón echo de fibras de luz, aparentemente.
- Siempre alardeando, ¿no es cierto?- comentó Tars negando con la cabeza.
- Ya me conoces hermana- le guiña con su único ojo- aún recuerdo cuando apenas y era una simple pirámide- dijo Phill soltando un leve suspiro.
- ¿Cómo se siente?- cuestionó la hija única de uno de los entes más poderosos del multiverso.
- ¿Qué cosa?- contestó Phill confuso devolviéndole otra pregunta.
- Estar allá afuera- señaló la puerta de su habitación. Phill no aguantó soltar una pequeña carcajada.
- Se siente... genial- dijo tras una pequeña pausa- es como si solo estuvieras tú contra el mundo, el universo. ¿Sabes... ? No es algo que aquí se comente mucho, más porque fue una pérdida total, pero admito que la última vez que me tocó a mí tratar de conquistar un universo fue totalmente fantástico y único. Cuando estás ahí, parado enfrente de todos, y sientes esa emoción de victoria... es sumamente increíble, es... es...- Phill hace una pausa y suspira- es indescriptible.
Tars trataba de asimilar todo lo que su hermano le había dicho, era el favorito de su padre y seguramente contaba con ciertas habilidades y capacidades que sus otros hermanos no poseían. Phill era alguien especial y un tanto terrorífico si llegabas a ver ese lado maligno suyo; pero sin duda, siempre sería alguien confiado de sí mismo, alguien que nunca se rinde y siempre ve por su familia, más específicamente, sus hermanos menores. Tars suelta una pequeña risilla antes de volverlo a ver.
- Quiero sentirme así como tú- recalcó Tars viendo a su hermano directamente al ojo- y tener la oportunidad de sentir la victoria en mis manos- observa su varita obscura y fija la mirada nuevamente en su hermano- Oye...
- ¿Sí?- Phill, aunque no lo admitía, le tenía mucho afecto a su hermana pequeña que, al igual que él, no nació por una necesidad; sino por el simple hecho el cual, su padre, solamente quería agrandar su pequeña familia, conformada ahora de un total de 6 integrantes.
- Y, ¿hay algo que recuerdes acerca de tu última vez?
-...- Phill se mantiene en silencio un momento, pero luego se atreve a comenzar a hablar- Bueno, si hay algo que quisiese recordar, tal vez sería el momento en que pude ser yo mismo otra vez- comenzó- pues, digamos que en ese entonces yo no podía adquirir esta forma. Todo se debió a que tuve que liberar una parte de mí para así crear un ser cuyos poderes fueran tan inimaginables como los míos, pero sin caer en la exageración. Otorgándole el 35% de mi poder total, quitándome la posibilidad de estar en mi forma original y, sinceramente, me gustaba mi cuerpo "humano" por así llamarlo. Es por eso que ya la mayoría del tiempo me ven en mi forma de "Yasir". Elegí ese nombre porque me gustó. En fin, tras recuperar a ese demonio echo por mí, pude volver a quien solía ser antes- se señala así mismo- y me vino la locura y, en vez de ocasionar una muerte lenta y de mero sufrimiento, quise destruirlo todo de una vez por todas, y lo hubiera logrado de no ser por Rike y Maby- frunció el ceño- sólo no digo su nombre real porque nuestro padre nos lo prohibió- suspira- en fin, nos vemos luego Tars, espero que te vaya bien- camina campante hacia afuera.
- ¡Adios, Phill!- culmina Tars volviendo a su vista hacia la ventana- me hubiera encantado verlo en acción- pensó con una sonrisa.
- ¡Hija mía!- entra el Destructor alegre.
- ¡Papá!- corre a abrazarlo.
- Ya pronto será la hora- dijo poniéndose a la altura de su hija.
- ¿Y estaré lista?- pregunta ansiosa.
- Y si no lo estás, no importa, siempre vivirás con nosotros- le regala una sonrisa- en fin, debemos modificar tu varita antes de que empiece la confrontación.
- De acuerdo...- ambos salen de la habitación para dirigirse a la habitación de su padre.
Ya dentro de ella, el Destructor sonríe y comienza a hablar con su hija antes de verla partir como un pájaro que ya ha crecido lo suficiente para abandonar el nido.
- Hija, tal vez tú, como mucha gente, se pregunte, ¿por qué siendo tú, uno de los seres más poderosos del multiverso, no les das a tus hijos el poder necesario para acabar con sus enemigos? Bueno, pues la respuesta es tan sencilla como la de un verdadero padre que sí se enfoca en educar a sus hijos, pues, ¿cómo podrías sentirte orgullosa de haber ganado, sino fue por tu esfuerzo la victoria? Sería como comer un helado que yo te compré en vez de haberle comprado tú con tu propio dinero, ¿no crees?- comentó sonriente, tratando de que su hija entendiera la situación.
- Sí papá, lo entiendo- agarra las manos de su padre.
- Pero siempre soy bueno con mis hijos y, a pesar de que seas la única que no hará nuestra tradición familiar, te otorgaré un pequeño empujón. Si no ganas con eso, pues ya puedes formar parte de la banda con tus hermanos, aunque lamentablemente para todos nosotros, eso ocurrirá en un largo tiempo después- suspira- pues tú perteneces a este Universo dependiente y no hay nada que pueda hacer yo para sacarte de él, y, aunque sí fuese, habría ciertas anomalías. Será duro para mí y los demás, pero el día en que regreses, estaremos esperándote con los brazos abiertos, a menos claro, que consigas conquistar el Universo- le regala un guiño. Tars suelta una risilla nerviosa.-. De acuerdo- se levanta y coloca su mano enfrente de su hija- voy a hacerlo- sus ojos brillan y con su reconocida voz monstruosa empezó a recitar las siguientes palabras.
"El poder de la destrucción en tus manos recaerán, la energía de las magias y las almas obscuras obtendrás; Universos enteros ante tu mano sucumbirán, ¡Oh gran poder! Que de esta mano a ti va a descender. Todo pueblo y reino tendrás a tu merced, y todo aquel que se oponga a tu magia ha de temer. Así cumplo mi promesa y mi deber, cuando digo que ante fuerzas inferiores será imposible perder. Matar o no matar, una decisión fácil de tomar; pues el poder de la máxima destrucción en ti vas a llevar y depende de ti como al Universo vas a condenar"
Al dictar estas palabras, una esencia obscura salió de su mano para rodear la varita que poseía su hija. Tars sintió una gran alegría y no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas de color sangre, pero entonces, algo dentro de ella surgió, ¿y si perdía? Antes de abalanzarse contra su padre para propinarle un buen y duradero abrazo, la pequeña contraparte de Star soltó una de sus lágrimas a la estrella de la varita; dicho acto cometió que la estrella, que antes era de un color gris, se tornará de rojo. Ahora sí, Tars se lanzó, hacia su padre para abrazarlo.
- ¿Para que hiciste eso, hija?- a pesar de ser un ser cuyas habilidades le permitían saber todo, le tenía un gran afecto a sus hijos como para querer entrometerse en sus pensamientos.
- Papá- Tars se seca las lágrimas-, quería que supieras que si llego a fallar en este combate- extiende su varita- quiero que te quedes con la estrella.
- Pero para eso tendrías que...- antes de terminar la frase, su hija lo abrazo y le sonrió cálidamente.
- Así es... y espero que nos lleguemos a encontrar pronto, cuando termine eso- ríe levemente mientras continuaba en el abrazo.
- Por supuesto, hija mía- el Destructor cerró los ojos y dejó fluir ese cálido y acogedor abrazo.
En la casa de Rike...
Ya después de haber hablado entre ellos y terminar con una comprensiva sonrisa, Rike ordenó a Maby que trajera a los demás a la misma habitación. Transcurridos unos cuantos minutos, Tom, Ponyhead, Kelly y Marco (quien ya se había despertado un tanto desequilibrado) llegaron a la habitación, mostrándose un tanto escépticos ante la ausencia de cosas en ella, a excepción de las sillas y el mueble de la esquina.
- ¡Bien!- alzó Rike la voz- ¡es hora!- dijo esto señalando la estrella- el confrontamiento final se aproxima y es el momento de realizar este ritual- Rike sacó todos los elementos recopilados de aquel mueble, haciéndolos levitar hasta cuatro puntos de la estrella, la cual, ya contaba con dos elementos puestos en ella (siendo estas la muestra de ADN y la esencia de Tars).
- Pero aún faltan cuatro- resaltó Marco adormilado.
- ¡Error!- finiquitó el Guardián cayando a Marco- ustedes son esos cuatro elementos faltantes- dictó Rike autoritario.
- ¡¿Qué?!- reaccionaron todos asombrados, a excepción de Maby.
- ¡Así es!- señala la estrella- ahora coloquense en los puntos correspondientes- ordenó. Tom fue el primero en avanzar.
- Yo te apoyo Star- dijo el demonio hacia la chica, cuya posición se encontraba en el centro de la estrella.
- Yo igual- intervino Kelly con una sonrisa interna.
- Pues para eso están las amigas- repuso Ponyhead con una sonrisa forzada, sintiéndose nerviosa por dentro.
Marco, sin decir palabra, entra en aquella estrella. Todos empiezan a emanar una energía azul que se acumulaba arriba de Star, para luego descender hacia ella y hacer que irradiara una intensa luz.
- ¡Y de esta forma, con el poder que se me ha concedido, uno estos fragmentos de vida para otorgarte el poder del Guardián, cuya alma debe tener la dureza de un roble y un corazón puro y noble!- dictó Rike soltando una lágrima- ¡Así regresaremos a tu parte maligna al recinto de donde perteneció toda la vida, siendo resguardada en los confines más remotos y olvidados!- terminó Rike, para que todos los elementos dejasen de brillar y terminaran en el suelo.
- Venceremos al Destructor...- mencionó Rike acercándose lentamente hacia Star.
- Así será... aunque me muera- dijo Marco interviniendo repentinamente. Rike no hizo más que asentir con la cabeza, orgulloso. Y de su boca, salieron las siguientes palabras.
"En ti reposan ahora energías de paz y armonía, que regalan a los demás una esperanza nueva en el cada día; tu luz van a seguir y te convertirás en su guía, dejando atrás toda esencia maligna. Protección y curación, además de servicio, son promesas que no tienen un propósito vacío. En ti quedan las llaves para a los esclavos liberar, de aquellas cadenas que los tienen presos del mal, así mi poder eres digna de aportar, sin duda alguna, heredera legítima del Guardián"
Luego de pronunciar dichas palabras, una energía turquesa rodeó la varita cubriéndola con su basto y peculiar poder. Star se quedó asombrada y dudosa. Ahora más que nunca sabía que la hora llegaba, era la hora... la hora de la verdad.
- Hermano, aquí vamos, una vez más- pensaron dos de los seres más peculiares en el multiverso entero.
Muy buenas mis queridos lectores, y amigos, espero que estén ansiosos por saber el desenlace de esta historia. Quiero agradecer a todos aquellos que han votado y dado buenos comentarios a mi historia, sin duda es algo de mucho aprecio. Como les voy a comentar a continuación, el último capítulo se va a conformar de una sola parte, así es, tendrán que esperar una semana completa para saber el final, JIAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA (Risa del Destructor) pero ya en serio, después de hacer el final, como ya había comentado antes, haré un final alternativo para aquellos curiosos de saber cómo hubiera terminado si... y para dicho propósito, tengo planeado escribirlo en un libro aparte, así es, será un libro con solo un capítulo en su interior. Pero, ¡mejores noticias! A la par, cuando publique este final alternativo, también publicaré mi segundo fan fic, ¡así es! La precuela de este libro, que como también ya mencioné, es otra serie animada, no la misma. Espero que estén tan emocionados como yo!!!
En fin...
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Nos leemos la próxima semana!!!
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