El Destructor llamó a Carl nuevamente para realizar uno de los planes que se tienen pensados. Carl va acompañado de su hermano y junto a ellos va James, un muñeco títere muy chiflado y psicópata. Llegaron con él.

- Muy bien, mis hijos no deseados, espero que estén listos para su próximo encargo.

-Claro, mi amo- dijo Carl quien sufre de tics por todos lados, su cuerpo se mueve mucho involuntariamente. Hans lo agarra del hombro.

-¿Quieres que destruya otra ciudad?- Hans mira al Destructor con una mirada desconfiada.

-Sí, ¿para qué otra cosa usamos a Carl? Recuerda que ustedes son Seres supremos de Creación y Destrucción. Nacieron para eso respectivamente.

-Eso ya lo saben, señor- James toma la palabra- pero, ¿cómo puedo servir yo?

-Tú, James... creo que te dejaré para otra ocasión, ve a ver a Dimensia para más información.

-Como diga, amo y señor- James se retira.

-Bien, supongo que hay algo en esa ciudad lo cual quieres destruir específicamente.

-Exacto, y cuando lo hagan, quiero que se detengan, no quiero que me manden la factura- ríe- en fin, les avisaré luego, por ahora pueden retirarse.

-Claro.- Carl y Hans se encaminan a su habitación compartida.

-A veces no me gusta como te trata, para él solo eres un animal salvaje, un descuidado, un alocado...

-Pues claro que sí, Hans, así soy yo. Al menos mi padre ya me usa para algo, casi siempre me la paso sin hacer nada.

-A decir verdad tienes mucha suerte con eso.

-Dejemos esto y sólo vayamos a dar un paseo, ¿tienes hambre?

-No, pero podría comerme algo.

-Yo invito las alitas

-Me gusta tu manera de pensar, pero más te vale no fingir que no traes dinero.

-No prometo nada- ríe.

Star y Marco se tomaron la tarde para relajarse, Rike había salido con Maby a algún lado, por lo que ellos estaban solos en la casa sin nada que hacer. Un rato más tarde, estaban en la sala sentados en el sofá, Marco enciende la televisión. En la pantalla estaban pasando el comercial de un restaurante muy famoso y elegante en la Tierra; Marco piensa en lo que le dijo Rike. Star ve que Marco, quien está sentado a su lado, enciende la televisión y ve el mismo comercial; piensa en lo que le dijo Maby. Ambos están indecisos, muchas cosas del pasado parecen ponerlos incómodos acerca de intentarlo o no. Marco sabe que siente algo por Star y tras pensarlo un poco cree que va a hacerlo. Star tiene en su cabeza a Marco dándole muchas vueltas y sabe que es imposible evitarlo, pero en sus pensamientos también estaba la presencia de Tom, lo cual la ponía tensa.

-Oye...- hablan los dos al mismo tiempo, ambos vuelven a voltear en sentido opuesto y se vuelven a sentir incómodos.

-No estoy segura de esto, quizá deba darle más tiempo a esto para ya sentirme lista para esto, además está Tom y...- Star piensa dentro de sí- ¿qué es lo quiero? ¿Tom? ¿Marco? No lo sé... creo que me daré una oportunidad, quien sabe que puede pasar.

-Ufff, eso fue incómodo- piensa Marco- debo intentarlo de nuevo, Star y yo hemos pasado por muchas cosas y ahora es el tiempo de enfrentarlo, creo que Rike tiene razón. Es hora de afrontarlo y bueno, admitir que Star me gusta- se sonroja un poco.- ¿Te gustaría ir a comer un poco ahí? Muero de hambre y así sirve que hablamos un poco, sólo pasemos un rato divertido, como antes de todo esto; ya sabes, Tars y Eclipsa y el conflicto político entre monstruos y mewmanos; cuando éramos muy buenos amigos y pasábamos un buen rato, pero esta vez en una cena.

-Está bien, iré a mi cuarto para arreglarme...

-Claro...

Rike y Maby regresan, Rike le susurra algo al oído a Maby, ella asiente emocionada y Rike le pide que se relaje. Maby se dirige al cuarto de Star con unas cuántas bolsas que traían. Rike, por su parte, va con Marco.

-¿Listo, galán?- Rike entra de manera simpática.

-Eso creo- Marco ríe nervioso.

-Pues haremos lo posible- Rike lo levanta de la cama donde estaba sentado.

-Estoy nervioso, ella y yo jamás hemos hecho algo así en concreto, sólo hemos bailado y comido juntos, pero algo como una cita en particular es un tanto... fuera de lo común.

-Sí y por fin dejarán de mentirse a ustedes mismos, sin embargo,, aún queda un obstáculo. No importa como salga está noche, todo será como deba de ser.

-Está bien, pásame la ropa...

-Ay que emoción- declama Maby por su lado mientras entra en el cuarto de Star.

-Oh, Maby, no te vi entrar- Star la saluda.

-Y bien, ¿te irás así o te pondrás un vestido?

-¿Tiene algo de malo? Casi siempre estoy así con Marco.

-Pero que cosas dices, ¡estamos hablando de una cita! Al menos, mira- Maby saca de los bolsos un vestido de color morado; lo suficientemente formal para una cita o fiesta y un tanto casual para una salida común. A Star le encanta.

-Wow, ¿dónde lo conseguiste?

-Rike tiene un contacto que hace diseños exclusivos y, ¿recuerdas las pinturas locas que vimos el otro día?

-¿Sí...?

-Pues lo confirmé y el también los hizo. Te dije que tenía una idea sobre a quién se le ocurría tales cosas.

-Si lo vuelves a ver, dile de mi parte que es muy ingenioso, ahora dame ese vestido.

-Por supuesto, pruébatelo, Rike dice que los pidió a la medida.

-Te preguntaría cómo sabe mi medida, pero últimamente me he dado cuenta que tiene muchas capacidades.

-Aparte de que te conoce demasiado bien- pensó Maby.

-¿Y qué tal?... ¿Te gustó?- Marco se ve en el espejo de su cuarto; Rike lo miraba sonriente.

-Vaya, dame el nombre de quien hace esta ropa; no es casual pero tampoco es demasiado formal.

-Gracias, yo los pedí así a uno de mis amigos. Puedes conservarlo por ahora, disfrútalo y goza de una noche maravillosa. Aquí está el dinero- Rike mete una faja de billetes en el bolsillo de su pantalón.

-Bueno, aquí voy... no, no; espera, necesito peinarme.

-Deja que yo me encargue de eso...-

-¿Y bien?...- Maby mira a Star con la cara sonriente.

-Es maravilloso, pero creo que me falta algo- Star se mira en todos lados.

-No creas que olvidé los zapatos y los pendientes- Maby le da dos cajas de diferentes tamaños.

-Sólo tengo una pregunta de todo esto, ¿por qué traen esto y lo estoy usando yo?

-Porque los compramos para ti, obvio, a Marco también le trajimos algunas cosas.

-¿Sabían que saldríamos?

-Rike... lo predijo- Maby se rasca la nuca- pero bueno, lo que importa ahora es que tú y Marco tengan una bonita velada.

-¿Sabes algo Maby? Hay algo que me inquieta. Digo, Tom volvió a entrar en mi corazón y siento que ahora es mejor de lo que era antes; ha tratado de cambiar y me ha apoyado; es alguien bueno ahora... a pesar de que trató de asesinarnos

-Bueno Star, esto es una decisión que tendrás que tomar por tu cuenta; tu corazón y tus pensamientos deben estar conectados a la hora de estar con alguien más. Dime, ¿qué sensación sientes al estar con cada quién?

-He sentido muchas cosas... pero, la verdad no quiero dar muchas ilusiones.

-Sólo inténtalo, quien sabe. Pero si de plano no te convences, sólo déjalo fluir.

-De acuerdo...

-Y... listo, ya estás mi querido Marco, ahora sólo te perfumo un poco por aquí y un tanto por allá y... ya está.- Rike se siente orgulloso.

-No puedo creer que seas tan bueno en esto, ¿qué no sabes hacer?

-Nada, literalmente nada. Sé hacer de todo, pero ese es otro tema, ahora lo importante es enfocarse, si quieres que está noche todo funcione, tienes que hacer que funcione, ¿de acuerdo?- Marco asiente.- Muy bien, ahora, debemos hablar sobre lo que dirás en la mesa, como esto es nuevo para ustedes, tendrás que ser muy cauteloso, pero a la vez amigable, como eres siempre con ella. Así que, veamos...

-Espero que te haya gustado...

-¡Por supuesto que sí! Debo admitir que tienen un muy buen gusto ustedes dos.

-Sí, es algo que tenemos en común. Por cierto, Rike me dijo que te llevaras la varita por cualquier cosa; oh, y también me pidió que te dé esto- era un dulce.

-¿Un dulce? Muy bien- Star se iba a comer el dulce, pero Maby la detuvo.

-¡Espera! No es para ti, es para el unicornio que se encuentra en tu varita. Rike dice que le dará una gran potencia y serás capaz de lanzar hechizos muy fuertes, lo malo es que sólo es temporal, por lo que úsalo con cuidado.

-Claro.

-Oye, hay otra cosa que debo decirte.

-Dime.

-Rike me comentó que si usarás la varita, digas "súper" antes de un hechizo: así activas el potenciador.

-Muy Buen, lo tomaré en cuenta.

-Y entonces así quedó: mencionarás lo bien que se ve al salir, pero siendo sutil, no muy halagador. Cuando lleguen ahí, la mirarás a los ojos un poco de tiempo sin que se dé cuenta en lo que se te ocurre algo bonito que decir; los ojos siempre son una inspiración, pero no hables de ojos, ¿está bien?-

-Entendido, creo que vamos bien...

-Obviamente al salir te dirá lo bien que te ves, conociendo a...- Maby iba decir algo, pero fingió toser y siguió- Rike, es lo primero que le dirá que haga, así que sugiero un simple "Gracias, tú también"- dijo actuando.

-Está bien...

-¡Excelente Marco! Creo que ya estás listo.

-¿Funcionará?

-Star es muy impredecible, la verdad, te sugiero que vayas en paz; no te confíes mucho. Siendo sincero, sólo debes ser tu mismo; las dimensiones lo acomodarán todo para que el universo salga adelante. En otras palabras, pasará lo que tenga que pasar.

-Vaya Rike... algo me dice que esta noche será un fracaso.

-No lo veas así, velo como una experiencia a recordar, siempre habrá alguien que se cruce en tu camino.

-Debo admitir que haces sonar todo muy normal...

-Bueno, tengo muchas cualidades. Sin embargo, hay veces en las que quisiera volver a conectarme con mi hermano, quien no he podido convencer de pasar un rato juntos desde hacía ya un tiempo.

-Vaya, eso es triste- Marco se acerca a abrazar a Rike- y, ¿por qué no intentas una vez más?

-Porque estoy muy seguro de que ahora se encuentra demasiado ocupado.

-¿Él también es como tú?

-Algo así...

-Así que, sólo estate atenta, puede que Marco haga algo inesperado..

-No creo que vaya a pasar nada...

-Bueno, eso será tu decisión. Al menos un abrazo sería suficiente. Pues, ya estás lista para esta noche- Maby saca una flor de su bolsillo y se la pone a Star en la oreja- tal vez no sea tu estilo, pero pensé que se te vería bonito.

-¿Sabes...? No se ve tan mal. Creo que ya es hora de irnos- Star se dirige a la puerta.

-Muy bien, Marco, llegó la hora.

-Sí...

-Salgamos de aquí- Rike abre la puerta.