"El baúl aventurero" (2/2)
Parte dedicada a iStarButterfly
- ¿Pasa algo?- preguntó la joven, quien miraba confundida a las invitadas.
- No, pero... eres igual a mí- comentó Star acercándose confusa hacia la chica.
- Bueno, eso tiene explicación- comentó el padre de la chica mientras se acercaba.
- ¿Cuál?- interrogó Maby intrigada.
- Antes de contar eso, quisiera presentarme- mencionó la chica tímidamente- yo soy Elizabeth... Elizabeth Butterfly- efectivamente, era igual a Star, cabello rubio, ojos azules, mismo cuerpo y tamaño, la única excepción eran los corazones de sus mejillas, los cuales eran color morado- y tuvimos que viajar a otro universo después de que el nuestro fue destruido, milagrosamente, un joven de color turquesa nos salvó antes de presenciar nuestra muerte. Nos invitó a vivir aquí, pasando desaparecidos. Mi papá extrañaba las cosas que teníamos en nuestra dimensión (o universo paralelo) así que, como era igual a ti, me dedicaba a recolectar cosas del castillo que nadie ocupara... lo increíble de eso, es que desde que papá obtuvo esa reliquia de su cuello, se le vino la idea de exhibir estas cosas al público y conseguir réplicas de las cosas para venderlas y, en menos de dos días, su idea resultó fructífera y ahora gozamos de una buena vida.
Por otra parte, como ya dije, quiero disculparme por tomar cosas que no me correspondían... así que, perdón, pero gracias a ustedes, tenemos lo que antes habíamos perdido.
- Oh...- Star se queda pensativa.
- Es una triste historia, pero lo bueno es que ahora están sanos y salvos y, ¡con mucho dinero!- animó Maby alzando los brazos de manera alegre.
- Sí, y todo es gracias a ustedes, nos han dado una gran vida; estamos en deuda con usted- dijo el señor caballerosamente mientras hacia una reverencia hacia Star.
- No es necesario que haga eso- ríe Star nerviosamente.
- Y bien, Elizabeth, ¿entonces tienes ese baúl?- recordó Maby.
- ¿Un baúl?... ¡Oh sí! Tomé uno que parecía olvidado, estaba recubierto de polvo, quería abrirlo pero no contábamos con la llave; incluso mi padre llamó a un cerrajero pero este le dijo que tenía una cerradura especial- indicó la joven de pelos rubios- síganme, está en mi cuarto.
Las tres chicas se dirigen a la habitación de Elizabeth, la cual tenía un gran espacio y tenía una muy elaborada decoración.
- Vaya, ¿quién construyó esto tan rápido?- preguntó Star asombrada.
- Un tal Owen, decían que era veloz, pero no creí que tanto- explicó Elizabeth un poco maravillada. Fue a su cama y se agachó para sacar algo que había debajo de ella- aquí está- muestra el baúl. Star lo toma.
- Entonces aquí está...- pronunció de manera nostálgica, sonriendo. Saca la llave que le dio Rike y la inserta en la cerradura. Luego de unos segundos, gira la llave y la abre. Unas cuantas rocas y hojas estaban ahí, junto algunas esmeraldas y diamantes; fotografías de animales extraños, paisajes asombrosos e increíbles, además de unas cuantas notas acerca de sus aventuras- recuerdo cada cosa de estas, me alegra saber que tuve una gran infancia...
- Que increíble- mencionó Elizabeth admirando aquel baúl.
Star cierra el baúl y se lo da a Maby. Ella lo toma y lo guarda en un bolso que traía con ella. Después de esto, las tres salieron del cuarto y se dirigieron a una zona exclusiva del lugar, ya que como se mencionó anteriormente, la mansión también era un museo. Tomaron rumbo a una gran habitación, seguramente la sala. Ahí se encontraba la puerta de salida.
- Bueno, creo que es hora de irnos...- dijo Star un tanto apenada.
- ¿Tan pronto? Oh... ¿no quisieran algo de tomar? ¿Un té, un refresco, agua, jugo?- insinuó Elizabeth.
- No, gracias, pero si me entiendes, sabes que tengo algunos asuntos pendientes que arreglar- dicho esto, Maby y Star llegaron a la puerta.
- ¡Fue un gusto conocerte Elizabeth!- exclamó Maby alegremente, Elizabeth sólo se despide con la mano. Con una última sonrisa, se despiden dejando un largo hasta pronto.
- Ojalá nos volvamos a encontrar- pronunció con cierta tristeza. Dirigió su vista hacia una pequeña mesa y se fijó que había una hoja de papel. Lo toma y ve que hay algo escrito.
"Querida hija, tuve que salir un momento para atraer a más clientela, como sabes, siempre te dejo esto para que nunca te sientas sola:
'Eres el astro que me guía
la luz que me ilumina
Tu impides que me deprima
Cuando me siento mal en el día.
Eres mi estrella, dulce y brillante
Siempre tan alegre y vibrante
Siempre seré tu acompañante
Contigo siempre salgo adelante.
En la noche puedo estar en paz
Sabiendo que tu sonrisa me vas a regalar
Y que en ella puedo descansar
Porque tu alegría me ayuda a caminar.
No hay nada más que quiera pedir
Pues a tu lado yo soy feliz
Te aseguro que nunca me voy a ir
Y estaré en cada momento de mi existir'
Te quiero, Elizabeth"
Elizabeth sólo suelta una sonrisa y ve hacia la puerta con nostalgia.
- Todo estará bien...
Mientras con Star y Maby...
Maby se quedaba pensativa respecto al baúl. Star la observa.
- ¿Pasa algo?- preguntó Star curiosa.
- Sí... ¿por qué no abriste el baúl seguido de insertar la llave? O sea, te esperaste unos cuantos segundos y luego la abriste, ¿por qué?
- No lo sé, así es como lo recuerdo... a ver, si quieres lo intentamos...- saca la llave, la inserta y trata de girarla al instante, pero esta se traba impidiendo que se abra. Star asoma su ojo a la cerradura y nota que una luz brillante sale de la llave- creo que entiendo porque decía que era especial la cerradura- mencionó Star asombrada.
- Bueno, supongo que eso lo explica- recalca Maby despejando sus dudas.
Entonces, ambas chicas se percatan que hay un cambio notable en el aire, y no es que tuviera un olor extraño, más bien, tenía una sensación pesada. Star quiso salir de ahí inmediatamente, al igual que Maby, por lo que sacó sus tijeras; sin embargo, estas traían una sustancia negra viscosa que se escurría entre los dos filos de la misma, lo que asqueó a la rubia haciendo soltar sus tijeras rápidamente. La sustancia se esparció en todas las tijeras y, acto seguido, todo alrededor se tornó obscuro. Una sombra, con contorno grisáceo, salió del suelo. Abrió sus ojos y se acercó lentamente hacia las chicas, estas se quedaron heladas de tan repentina aparición. Cuando llegó junto a ellas, él empezó a hablar.
- Qué interesante, parece que al final si sobrevivió- sonríe- y miren, conservó este preciado y a la vez patético baúl... aún puedo verte ahí, corriendo tras un destino el cual creías maravilloso.
Ahora que ella lo pensaba, y que tenía a aquel ser frente a sus ojos, podía figurar en su mente que tenía un alto parecido con Rike conforme a su silueta, sino es que idéntica. Eso le perturbaba un poco, le hacía pensar en que tal vez era el mismísimo Rike, pero con un color diferente, tal y como si se tratase de una broma, de muy mal gusto.
Y sí, el Destructor estaba parado justo en frente de ellas, con una gran sonrisa burlona y a la vez altanera; su semblante parecía transmitirte un claro mensaje: "tú no eres nadie". Sólo le falta soltar una típica risa malvada para complementar su aparición.
- ¿Qué quieres?- interrogó Maby repentinamente de forma seca, cortando el trance de Star.
- Tú dímelo, "Mabi"- dijo soltando una pequeña risa engreída, pronunciando su nombre incorrectamente a propósito.
- ¡Ya pudimos contigo una vez! ¡¿Crees que él no lo volverá a lograr?!- reclamó furiosa.
- Tanto él como tú saben que eso solo depende de una persona... ¿o acaso olvidas que vivimos en un Universo dependiente?- tras su retórica pregunta y una larga risa maquiavélica y burlona, Maby cambió su expresión a una de desesperanza. Star sólo lo miró con extrañeza.
- Sólo él decide si me llevo tu baúl o no... y según veo, tiene pensado hacerlo; porque además, le damos un poco más de intriga a todo esto; ¿podrás recuperarlo a tiempo? Siempre dejándonos en el mismo cliché de todos los días- terminó el Destructor de forma seria.
- ¿A qué vas con todo esto?- preguntó Star confusa.
- Aún tienes mucho que aprender, Butterfly, pero me temo que por ahora tendrás que conformarte con eso... el tiempo corre y necesitarás toda la ayuda posible... lo más gracioso de todo esto, es que lo único que necesitas es valentía, un Guardián y un gran amigo- dijo el Destructor mostrando en su mano el baúl que estaba en manos de Star, dejando anonada a la rubia- será mejor que me vaya, hacía un tiempo que no recibo visitas- muestra su gran sonrisa y todo vuelve a la normalidad, justo después de desaparecer.
- ¿Qué fue todo eso?- preguntó Star paralizada.
- Lo que acaba de pasar- dijo una voz familiar- fue que se llevaron lo que ocupabamos y ahora debemos ir por él- las chicas voltearon y era Marco, quien estaba acompañado de Rike. Detrás de ellos estaban Tom y Ponyhead, parece que Kelly había decidido quedarse en casa, cuidando de Eclipsa.
- ¿Y ahora qué hacemos?- cuestionó Star, aún muy distraída con todo esto, pues ni siquiera pudo reaccionar, todo fue muy rápido.
- Ustedes deberán quedarse aquí, Marco y yo nos encargamos- dictó Rike autoritario.
- También voy- insinuó Tom.
- De acuerdo, y Tom- añadió Rike.
- ¡También quiero ir!- propuso Star con energía.
- Créeme, no querrás ir B-fly- interrumpió Pony repentinamente.
- ¿Eh?- la rubia reacciona un poco despistada.
- Es algo... complicado- dijo Marco rascándose la nuca.
- Bueno, supongo que eso ha de ser algo realmente grave, ¿cierto?- mira a Rike y este niega.
- Para nada, pero necesito de alguien que cubra este lugar en nuestra ausencia, tal vez ellos estén planeando algo.
- En ese caso, está bien, me quedo, cuidalos mucho-
mencionó dándole un abrazo.
- Claro estrellita...- susurró Rike- Bueno muchachos, hora de partir.
Hola mis queridos lectores, y amigos, espero que les haya gustado. Bueno, como saben, se avecinan las dos últimas batallas, y será tiempo de terminar mi primer fan fic. Estoy muy emocionado de escribir, la verdad. Ojalá lo disfruten tanto como yo.
En fin...
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Nos leemos en cuatro días!!!
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