-Sí, claro, sólo voy a estar ahí de compañía por si me llegan a necesitar, hay unos tipos muy raros aquí, no sé quienes son, pero supongo que serán de ayuda. Tal vez hubiera podido si me lo hubieras dicho un poco antes, apenas me pidieron que fuera. En serio, perdón, bye, te quiero.- finalizó Tom.- Que lástima, me hubiera encantado quedarme con Star, más vale que estas malditas reuniones sean importantes o...- se enfurece por dentro, pero recuerda que debe de calmarse- o bueno Tom, cálmate y recuerda que estás cambiando por Star- suspira.- aparte no puedo creer que deba decir que es algo peligroso, pero al ser algo tan aburrido e inevitable, ¿qué más le podía decir?

Tom caminaba en el inframundo hasta llegar a una sala donde unos demonios con túnica obscura lo guiaron, le dijeron que esperara afuera, primero tenían que hablar con alguien; Tom preguntó por ese alguien, pero se le ocultó dicha información, eso le dio mala espina. Cuando al fin salió uno de esos demonios, le pidió a Tom que pasara. Él tomó asiento en una gran mesa redonda, miró a todos pero ninguno mostraba sus rostros.

-Muy bien, para empezar, ¿quiénes son ustedes?

-Nosotros somos los enviados por el creador del creador de este inframundo, estamos aquí para hablar de asuntos serios, jovencito, no venimos a jugar ni nada por el estilo- dijo uno de ellos.

-Así es y tenemos muchos temas que tratar, para su infortunio, sólo serán cosas políticas sobre el inframundo.

-Está bien, sólo hagamos esto- dijo Tom en un tono aburrido.

Tras mucha plática y parloteo acerca de las tareas y los nuevos tratamientos de tortura en el infierno, los demonios abrieron un nuevo tema.

-Escuchamos que se deshizo de uno de sus demonios internos, ¿no es así?

-Eso no se lo dije a nadie...- Tom los mira desconfiado.

-Tenemos nuestros contactos, Tom, pero eso no es importante, lo que cabe destacar es que esos demonios se reproducen dentro de usted, por lo que eliminarlos resultaría inútil.

-¿En serio?- pensó asombrado.

-Y aún si lograra deshacerse de todos, volverían a crearse nuevos dentro de usted, es su naturaleza, no lo puede cambiar, por lo que controlar su ira depende solamente de usted.

-Pero su ira lo hace quien es, nuestro mejor consejo es que deje fluir esa ira dentro de usted para que sea expulsada paulatinamente mientras pasa por el resto de su ser. Así es como lo hacemos todos nosotros, concentramos nuestra ira en el centro de nuestra alma y al expandirse por la misma, se vuelve más fácil de manejar, sólo concentrarse, seguro servirá.

-Bueno, lo intentaré.

-Seguramente nos volvamos a reunir pronto, príncipe.- todos en la reunión se retiraron y regresaron de donde vinieron, menos Tom, él se quedó pensando ahí en su lugar.

Tenía algunas preguntas sobre esos tipos, no le quedó muy claro quiénes eran, además, ¿quién es el creador del inframundo? ¿Quién es el creador de ese creador? Lo que no se imagina, es que tendría la respuesta más pronto de lo que esperaba. Miró la hora y ya era noche, se quedó pensando en el porqué Star quería que él fuera a dormir con ella. Eso lo hubiera emocionado mucho, pasar la noche junto a su chica era algo que quería. Salió del salón y al cruzar la puerta se topó con un tipo de pelo rubio; este chico lo miró sonriente y Tom sólo lo ignoró, cuando volteó para verlo otra vez, ya no estaba, ¿quién habrá sido? Se dirigió a su habitación y encontró una nota en su cama, dictaba lo siguiente: "No importa cuánto lo intentes Tom, tú siempre serás un demonio del inframundo, así eres tú sin importar qué- Y" En tan sólo un día, muchas personas le habían dicho que no podía cambiar su naturaleza, ¿a qué va todo esto? Tom empezó a preocuparse. En ese momento, ya se encontraba confundido y muy molesto, lo único que quería era descansar. Se tumbó en la cama y viajó al país de los sueños.

Al día siguiente, se despertó y tuvo un día como cualquier otro, pero pensando en Star, decidió llamarle, pero al hacerlo, nadie contestó; era muy raro que Star no le contestara, ¿dónde estaría? Planeaba salir del inframundo para buscarla, pero antes de hacerlo, los demonios de túnica obscura le dijeron que tenía que aplicar todo lo hablado anoche, Tom se molestó, pero el deber era primero. Pasó todo el día atendiendo los asuntos del inframundo y fue a su habitación, ya era noche, se acostó y miró hacia la puerta, donde encontró otra nota pegada. Tom se levantó a recogerla y decía lo siguiente: "Te esperamos en la sala de reuniones, esta vez, sólo irás tú- Y" ¿Quién era el tal "Y"? Se desconfío más cuando leyó que iría él solo, ¿qué le esperaba ahí? Se vistió y se encaminó hacia allá. Extrañamente no había nadie ni nada en su camino rumbo al salón. Cuando llegó, estaban todos los demonios con túnicas negras, quienes se arrodillaron ante él, y le dijeron: "Has sido escogido por el creador del creador del inframundo"; al oír esto, Tom se sorprendió. Uno de los demonios le abrió la puerta y Tom entró; fue cuando se encontró con ese chico rubio otra vez. El chico seguía sonriendo mientras tenía la mirada agachada, le indicó que tomara asiento, Tom obedeció.

-Bien, niño, vayamos directo al grano, yo soy: el Creador de este inframundo: Yasir; has sido convocado para una misión importante, Tom, mi amo y señor está trabajando en algo súper importante y es de suma importancia que tú colabores- dijo con las manos entrelazadas, luego alzó la mirada.

-¿Y yo que tengo que ver con todo esto?- preguntó Tom inseguro con los brazos cruzados.

-Pues bien, tú eres el príncipe del inframundo y necesitamos de tus servicios para que el mal se divulgue, ya sabes, el inframundo es perverso y tienes que formar parte de el- Tom lo miró con negación.

-No aceptaré- dijo firmemente.

-Hay un problema con eso- Yasir acerca su mano a su chaqueta y la alza un poco- no es que quieras o no, es que tienes que hacerlo- en voz baja dice- bloquen la puerta.

-¿Qué dijiste?- se escuchó mucho ruido del otro lado de la puerta- ¿Qué está pasando?

-Pasa que hablarás directamente con él, así que, no te esfuerces en escapar y solo presta atención- Yasir chiscó los dedos y Tom se vio amarrado en su asiento, acto seguido, Yasir presionó un botón y descendió una pantalla gigante, la habitación se oscureció- Bien, me voy, te dejaré hablando con él.

-¿A dónde vas?

-No te incumbe- en un abrir y cerrar de ojos, el chico de pelo rubio ya no estaba; por otra parte, se encendió la televisión y de ella sólo se veían dos ojos rojos muy grandes.

-Hola, Tom, yo soy el Destructor, y has sido convocado para servirme el día de hoy.

-¿Qué hay si me rehúso?- preguntó desafiante.

-Entonces no me dejas opción- los ojos brillaron y algo dentro de la mente de Tom pareció haberse activado, dejándolo pasmado. Sus ojos se tornaron completamente rojos.

-Estoy para servirle, mi amo y señor Destructor.

-Así me gusta... Ahora, quiero que te infiltres a un lugar para dejar inconscientes a dos personas y las traigas ante mí. Te daré la ubicación a continuación.

-Sus deseos, son órdenes...

Mientras en la casa de Rike, Star despertaba y se frotó los ojos, jamás se sintió tan bien. Se levantó y olió un delicioso aroma proveniente del comedor, ahí se encontraban Marco, Rike y la chica castaña, Maby, teniendo el desayuno.

-Oh, hola Star, buenos días. Ven, siéntate.- Star se sienta.

-Bien, ¿ahora qué haremos?- preguntó Marco.

-De acuerdo, esto es lo que hay que hacer: para liberar a Star de Tars es necesario reunir un conjunto de elementos que se encuentran dispersos en varias dimensiones de su universo, por lo que no será sencillo recolectarlos. Sinceramente, conozco bien al Destructor, y sé que no lo iba a dejar tan fácil, por lo que uno de los elementos se encontraba en otro universo, por eso, me encargué de eso anoche- Rike saca un bote de un cajón- muestra de ADN.

-¿De quién es?- preguntó Marco.

-Eso... no te lo puedo decir aún, pero, al menos es un elemento menos del cual preocuparse. Ahora bien, la ubicación más cercana de uno de los elementos parece ser... el que está en el sótano del castillo donde hiciste una fiesta entre mewnianos y monstruos, ¿lo recuerdas?

-Como olvidarlo, salió fatal- dijo Star desanimada al recordarlo.

-Yo no diría que tan fatal- añadió Marco.

-Entonces, ¿están listos para partir?

-¿No irás?- preguntó Star confundida.

-No, tengo ciertas cosas que hacer, además, Maby no puede quedarse sola tanto tiempo, nosotros también tenemos una fuerte amistad y, la verdad, quisiera estar un tiempo con ella. Por otro lado, no hay nada de que preocuparse- Rike les da un aparato, como una alarma- sólo aprieten el botón y estaré ahí enseguida.

-Me parece bien- Marco la guarda en su bolsillo.

-Marco, sino es molestia, prefiero tenerla yo... al menos tú tienes a tu guardián, mi transformación resulta inútil contra Tras, además de que... creo que ya no puedo transformarme.

-Buen punto- saca la alarma y se la da a Star.

-Bien, antes de que se vayan, hay otro detalle que deben saber sobre los elementos y también es muy importante. Los elementos no pueden ser tocados por seres de corazón noble o puro.

-Pero, Star y yo tenemos un corazón así, ¿qué haremos?- preguntó Marco desconcertado.

-Aunque eso sea cierto, me temo que técnicamente por tener un guardia de destrucción, Star no tiene el corazón tan puro- dijo Rike apenado.

-Eso tiene sentido- Star se rasca la nuca.

-Pues entre más pronto empecemos, más rápido acabará esta locura- añadió Marco.

-No te juzgo, ya saben donde está; pero estén atentos, algo me dice que no será tan sencillo... ¡oh! Una cosa más, debo decirles que es lo que van a buscar porque sino, seguro que se tardarían más.

-Cierto, cierto- Marco, quien ya se dirigía a la puerta, regresó la mirada.

-Es una muñeca que es igual a Star, se la regalaron cuando tenía dos años.

-¿En serio? ¿Por qué no la recuerdo?- Star preguntó entrecerrando los ojos.

-Fácil, eras muy pequeña, además, por varios factores terminó en esa habitación, sólo que se extravió en un rincón donde nadie la vio por años- explicó- de hecho yo se la hice para que sus padres tuvieran un lindo regalo que darle- pensó.

-Muy bien, es todo lo que necesitamos saber; ahora, Star, vámonos- Marco se dirige a la puerta.

-Voy Marco- Star se levanta y voltea- adiós Rike, ya volvemos- Star y Marco salen.

-Bien Rike, ¿me llevarás al parque de dulces como prometiste?

-Por supuesto que sí, Maby, incluso hay una fuente de chocolate- Rike ríe a sus adentros.

-¡Maravilloso!