Las nubes del cielo se volvían grises conforme pasaban las horas, la gente se iba resguardando de la posible lluvia que iba a azotar las calles de Pinwheel, una gran ciudad y con poca gente.

La mayoría de habitantes rondaban entre los diez años y los cuarenta, era una ciudad bastante avanzada y con escuelas muy buenas, así que la mayoría de familias con hijos iban hacia allí para una buena educación.

Aún así, era un lugar muy lindo y hogareño, perfecto para vivir una vida buena y crecer sin problemas.

Por eso Wonwoo amaba recorrer la ciudad, teniendo siempre la cámara colgando de su cuello y sus auriculares reproduciendo alguna canción de las miles que había en su playlist.

Muchas veces solía caminar sin rumbo y cuando anochecía, regresaba a su casa para hacer su rutina de noche, eso solo cuando no estaba tan ocupado con su carrera.

Estaba feliz estudiando lo que más le gustaba: la astronomía.

Pero sería más feliz si su corazón no doliera tanto como lo hacía en cualquier momento.

Mucha gente piensa que sentirse así por amor es ridículo, muchas veces él mismo también lo pensó. Ahora se da cuenta del dolor inmenso que se puede llegar a sentir por algo tan mínimo.

Se ha negado a llorar por el momento, siempre ha odiado sentir la sensación de las lágrimas corriendo por sus mejillas.

Pero esta vez, sentado en una pequeña banca que daba vista hacia el lago y la ciudad debajo de él, se dio la oportunidad de llorar por todos sus sentimientos reprimidos.

Mordió sus labios bajando su cabeza, no había nadie cerca pero aún así no quería ser descubierto por alguien más.

No quería ser burlado nuevamente por llorar.

Los ríos cristalinos fueron bajando, dejando la puerta abierta para sus sentimientos escondidos.

Sentía sus ojos dolorosos y secos, curioso.

Limpió con el dorso de su mano ambas mejillas queriendo detener esas lágrimas pero cada vez salían con más intensidad, estresandolo porque no quería llorar por Jun.

Jun estaba siendo feliz con Mingyu, no debía llorar cuando sus dos amigos estaban felices, siendo pareja.

Solo ellos dos.

Muchas veces pensaba que habría pasado en su vida si fuera él en vez de Mingyu, como se sentiría besarlo, abrazarlo o simplemente tenerlo a su lado.

¿Cómo se sentiría dormir a su lado?

¿Cómo se sentiría despertar siendo besado por él?

¿Cómo se sentiría compartir una familia con él?

¿Cómo se sentiría morir de amor por él?

No lo sabía, jamás lo iba a saber.

Nunca podría aprender eso, no estaba dentro de su destino.

A pesar de que Minghao tratara de ayudarlo siempre, todo era en vano.

Jun estaba enamorado de Mingyu y Mingyu estaba enamorado de Jun.

Wonwoo no cabía en esa relación, no pertenecía.

Su lugar era ser el mejor amigo soltero y triste, sin un amor correspondido y solo viéndolos ser felices.

No, eso sonaba muy triste.

Bueno, triste es.

Pero Wonwoo no quiere eso, quiere ver a sus amigos felices aunque eso cueste su propia felicidad.

Ha pensado en alejarse, pero no está seguro de eso, porque eso significa quedarse solo para toda su vida sin los pilares esenciales de su destino.

Destino... odiaba este destino.

Odiaba más llorar por amor.

Sentía sus lágrimas arder y no sabía el porque, podría ser la vergüenza de estar abriendo sus sentimientos a la naturaleza, la luna y las estrellas.

Sus únicas acompañantes.

Se sentía juzgado por ellas, como si no mereciera estar ahí, llorando frente a ellas y transmitiendoles su tristeza.

La luna estaba enojado con él, las estrellas lo odiaban por egoísta.

Lo odiaban por llorar.

Su condena siempre ha sido llorar.