El amor suele ser frío en un principio, llegar de la nada causando confusión los primeros días y después va cambiando hasta ser cálido y reconfortante.

Wonwoo ya había pasado por ambas fases, pero después de lo cálido vuelve le frío nuevamente.

Muy frío.

Y solo hay una razón para eso, estar enamorado de la persona más perfecta que puede existir.

Jun llegó a la universidad un día frío de enero y Wonwoo sintió una calidez extraña en su corazón.

Lo primero que vio fueron esos ojos mieles y cabello castaño frente a él. Su voz tan linda fue la siguiente en hacerse notar, preguntándole con acento marcado donde quedaban los edificios de medicina.

Estaba encantado con el estudiante de intercambio frente a él, sin notar que parecía tonto sin decirle nada y solo mirarlo fijamente.

Se conocieron, se hicieron amigos rápidamente y al siguiente año entró su mejor amigo de toda la vida, Mingyu.

Los presentó y Jun al instante presentó también a Minghao, su hermano, mejor amigo y estudiante de intercambio.

Los cuatro empezaron a salir y se dio cuenta que estaba enamorado de Jun, tanto que empezaba a hacer cualquier cosa por él, incluso se dejó inyectar para que el chino practicará con él y mantenerlo cerca.

Se volvieron cercanos, que volvieron casi uno mismo.

Pero seguía habiendo una barrera que Jun siempre establecía cada vez que lo llamaba mejor amigo frente a otras persona.

Cada vez que esa palabra salía de los hermosos labios del castaño, el corazón de Wonwoo se partía y sus ojos empezaban a arder buscando liberar lágrimas, pues Jun nunca se dió cuenta de que Wonwoo no tenía las intenciones de ser su mejor amigo, quería ser algo más que eso.

Su novio, su pareja, su confidente. Su todo.

Nunca podría ser su todo, ese lugar no le pertenecía a él. Le pertenecía a alguien más.

A Mingyu.

Mingyu era el dueño del corazón de Jun y viceversa.

Jun se lo confesó un día y al siguiente, sus dos mejores amigos eran novios.

En toda su vida nunca había sentido un dolor tan grande, el dolor de ser rechazado antes de intentar algo.

Pero no podía hacer nada al respecto, amar es dejar ir.

No puede amar dejando ir si Jun lo sigue amando como su mejor amigo y quiere contarle detalles de todo lo que hace con Mingyu, incluidos sus sentimientos.