CHAPTER THIRTEEN; ¡messy days!
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Danielle pov's

Había decido dejar de molestar a Rubén e Irina y regrese al hotel donde anteriormente me estaba quedando junto a ness, a demás de que ella me lo pidió ya que me amenazo con irse de nuevo a Los Ángeles si no pasaba tiempo con ella.

Quackity yo Ayer estuvimos toda la tarde jugando, al llegar la noche nos juntamos en el setup de Ruben y vimos algunas películas y cuando menos lo pensé el estaba recargado en mi hombro dormido, lo admire por un buen rato no iba a mentir hasta que komanche llegó a interrumpir el momento y Alexis se despertó.

No sabía cómo sentirme después de todo, supongo que éramos amigos, pero todo se sentía tan diferente, no era una relación de amigos como las demás. Era definitivamente diferente.

Pero deje de pensar en ello cuando llegue al hotel y ness iba de salida, literalmente me hizo regresarme para saber que ella saldría a "un lado a comer con no se quien", no quiso darme detalles ya que emocionada me dijo "conocí a un chico, luego te cuento", y se largo.

Ahora estaba sola, escuchando música y haciendo un par de proyectos que tenía pendientes de la universidad, si, una putada estudiar en medio de unas "mini vacaciones", aún que literal no lo eran. Mientras intentaba distraer mi mente en mis apuntes, otra parte de ella solo pensaba en mis padres, no me habían buscado desde hace tiempo y justamente el otro día le hablo a osvaldo preguntándole por mi.

¿Por que no me llamaban a mi? Tenían mi número, se supone que soy su hija. ¿Por que era tan difícil?

Me frustraba pensar siempre en eso, y tratar de adivinar que estaba haciendo mal, o cual era el problema. O simplemente era yo el problema.

Volviendo a la realidad mi teléfono que estaba Justo al frente mío en la cama se prendió, me di cuenta que tenía tres mensajes de Alexis.

Automáticamente sonreí como una niña enamorada.

"Quackity :)"

"Estarás todo el día en el hotel?"

"Si te aburres dímelo, puedo ir, vemos alguna película o hacemos algo"

" yo también estoy aburrido :("
Sent at 4:30 pm.

Inmediatamente le respondí diciéndole que si no estaba haciendo nada podría venir a cualquier hora. La compañía de quackity últimamente me está gustando cada vez más, Rubén me había advertido que una vez que tomarás confianza con el, jamás pararías de hablar y hablar con el. Y era cierto, no podía dejar de hablar con el, o de estar con el.

No sabía si era normal. O era distinto, pero solo estaba dejándome llevar en realidad.

De tanto nerviosismo tire la libreta a un lado en la cama y trate de calmarme refregando mis manos en mi cara, suspire contando en mi cabeza hasta al diez hasta que el sonido de una llamada entrante me hizo distraerme.

Cuando pensé qué tal vez sería quackity respondiéndome de vuelta; al fijar mi mirada bien en la pantalla de nuevo siento como la sangre se baja hasta mis tobillos.

Madre.

No supe cómo reaccionar, en realidad me quede en shock, justamente estaba pensando en ella, y decide hablarme después de tanto tiempo.

— Hola? — respondí insegura en cuanto decidí tomar el celular entre mis manos y colocar el alta voz.

Escuché como la respiración de mi madre subía y bajaba con pesadez hasta que después de unos cuantos segundos hablo.

— Cuando pensabas decirnos que dejaste tus estudios para irte a la playa? — reprocho.

Bufé. — Madre no deje los estudios.

— Cuando pensabas decirnos que estabas en los cabos?

Bueno, por lo menos no se a enterado que estoy en andorra.

— Quien te lo dijo? — le pregunté.

— Eso no te importa Danielle. — me respondió enseguida.

— Claro que si, y también me importa el como le hablaste por llamada a Osbaldo preguntando por mi, sabiendo que puedes llamarme a mi misma, tienes mi numero, no tienes por qué molestar a mis amigos! — Me quejé.

— ¡Por dios danielle, nunca contestas el maldito teléfono!— Alzó la voz.

— Ustedes nunca llaman. — solté dolida.

— No tenemos que hablar siempre nosotros primero, hija. — se excusó.

— Siempre me mandan al buzón, siempre encuentras un pretexto tonto para hacerme sentir mal. — solté intentando no enojarme.

Su actitud no me estaba ayudando.

— No te llame para que me hagas saber que te quejas de lo mismo danielle, te hablé para que me expliques por qué dejaste tus clases por irte a una playa con tus amigos a emborracharte. — soltó molesta, rodé los ojos. — sabes lo irresponsable que es hacer eso?, lo sabes, no es así?

— Por dios mamá, no vine a emborracharme ni mucho menos, aún estando acá sigo haciendo las clases. A demás no tengo por qué avisarte a donde vaya todo el tiempo, ya estoy grande. — Me anime a decirle aún así con una cierta pizca de miedo.

Ella soltó un suspiro indignada.

— Eres una irresponsable blair, no sabes lo qué haces, siempre que te juntas con esos chicos te vuelves muy rebelde, esta no es la hija que yo crié..

— ¿Que tú criaste? Enserio, mamá? — pregunte indignada. — ni siquiera sabes cual es mi maldito color favorito, ni siquiera me enseñaste a andar en bicicleta. Nunca estuviste cuando yo te necesite de pequeña y ahora vienes y me dices esto?

Moví la cabeza de un lado a otro sintiendo como las lágrimas amenazaban con salir.

— No seas dramática Danielle, y no empecemos con lo mismo de siempre. — dijo con un tono harto. — Ya me harté de que te comportes de esta manera, tu padre supo que te fuiste de tu casa y está muy decepcionado de ti.

— ¿Decepcionado? — quise reír.

Era lo único que sentían por mi. Decepción.

— Si blair, y si sigues así las cosas serán diferentes, tendrás reglas. Y también tendrás que cumplir con lo que tu padre te ordene! — Me exigió con reproche.

— No tengo por que seguir reglas de el, ya no vivo en el mismo techo, yo tomo ya mis propias decisiones. — Solté con dureza.

— Bien, si así quieres comportarte entonces también no más viajes, no más amigos, y no más cry. No más universidad, no más carrera, no más coche. — Me contó hasta por los dedos, yo solo estaba alucinando.

— No pueden prohibirme nada, ya no pueden hacerlo. — solté entre dientes.

No me había dado cuenta que estaba llorando en silencio.

— Ya sabes qué pasa si no nos obedeces, acordamos algo blair. — me recordó.

Maldecí en voz baja. Pasando saliva con dificultad solté un sollozo, lloraba con enojo, estaba más furiosa que nada, no podía gritar, no podía hacer nada.

— Okay. — murmuré.

— Ni se te ocurra hacer una locura por que sabemos bien lo qué haces y donde estás, y más te vale regresar a la universidad. Alégrate que respetamos que estudiaras esa carrera que quieres, pero si desobedeces..olvídate de tu gran sueño. — Me amenazo con un tono duro que me hizo temblar de miedo.

Apreté los puños por debajo de mis mangas, mis dientes rechinaban de lo fuerte que estaba apretando la mandíbula. Y mis ojos nublados juraban que no aguantaban más de las lágrimas que estaban rodando por mis mejillas.

— Se que me estás escuchando Danielle, así que solo te avisaré que tu padre te llamará en estos días, le responderás, le harás caso y responderás a todo con un "si". No más fallos o sabes lo que pasará hija. — Fue lo último que escuché de su parte.

Me dolía.

Sus palabras me dolían mucho, estaba destrozada por dentro y aún que ellos no lo notaran sabía que muy al fondo sabían el daño que me hacían con tan solo un par de palabras.

Cuando la llamada se cuelga, gracias a ella, mi vista se dirige a donde el pasillo.

Alexis estaba ahí, mirándome con pena, Justo lo que no quería que pasara. Ni siquiera me dio tiempo a pensar en cómo rayos había entrado, solo me agaché y fingí no haberle mirado hasta que el carraspeó y yo me dediqué a aislar mi mente.

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Quackity pov's

No podía creer lo que estaba viendo.

Estaba destrozada, toda indefensa, lo único que quería era tenerla entre mis brazos y hacerla sentir segura. Que no tuviera miedo ni dolor de nada.

— Perdón, se supone que no tenías que escuchar eso. — ella me miró brevemente para bajar nuevamente su mirada y limpiarse discretamente las lágrimas que rodaban por sus rosadas mejillas.

Me acerqué con cautela y sin hacer tanto ruido, me senté a su lado y coloque mi mano en su hombro esperando que eso le hiciese captar que yo estaba aquí.

— ¿Por qué son así contigo? — y tal vez no debí preguntar eso.

Ella pareció pensar algo para después mirarme de reojo.

— No quiero hablar de eso. — se estrujó las manos sobre su cara con nerviosismo.

Fruncí el ceño.

— Conozco ese tono de voz. Y se que estás desesperada por sacarlo de encima. — mi mano bajo de su brazo lentamente hasta acabar en su mano, la dejé allí. Encima de la suya con miedo a que me rechazara.

— Yo..solo no se que hacer con tanto, siento que no puedo-no puedo. — se quebró y no supe cómo reaccionar.

— Tu puedes hacer lo que tú quieras, el problema es que dejes que tus padres sigan manejándote. — fue lo único que salió de mi boca.

Ella giró hacia mi, aún sin quitar mi mano sobre la suya.

Se veía tan hermosa incluso con lágrimas en toda la cara, sonrojada hasta la nariz y con el cabello despeinado. Quería sonreír tan fuerte pero sabía que no era el momento de mostrar cómo está chica me atraía tanto.

— No puedo alejarme de ellos ni aún que quisiera, no se como hacerlo. — soltó en un hilo de voz.

Ladeé mi cabeza para mirarla mejor, ella no despega sus ojos de los míos y si no estuviéramos en esta situación juro que haría algo loco con ella en este momento.

Lo bueno es que solo lo pensé.

— Solo tienes que soltar, se que son tus padres, pero también ellos te pueden hacer mucho daño. Son como los amigos.. pero ya sabes, un poco diferente solo por la relación, aún así, no te sientas mal por alejarlos de tu vida. — le aconsejé con el tono más suave que pudiese existir. — está bien que les tengas un rencor escondido por que te rompieron el corazón. Pero lo que sí no está bien es que permitas que te traten de esa forma y no veas por ti misma.

Sus labios se curvearon hacia arriba y no pude evitar sentirme tan pleno al ver que yo la hice sonreír.

¡Yo!

— Como sabes siempre que decir?..— me pregunto pareciéndome la cosa más tierna del mundo.

— Se decir las cosas correctas en el momento correcto pero sin embargo.. en realidad no soy bueno dando consejos. — Admití en voz baja soltando una pequeña risa al final.

— Eres bueno animando a la gente, con eso basta. — me sonrió.

— te hice sentir mejor? — pregunté con ilusión.

Ella asintió lentamente. — Estoy cómoda, creo que necesito..

Ella se cayó enseguida y yo le mire extrañado, su mirada divago por todo mi rostro pero sin embargo no dijo nada, sentí como me dijo todo con tan solo un mirar y yo simplemente me arriesgué a darle lo que ella quería.

Un abrazo.

Mis brazos rodearon su pequeño y fino cuerpo, sentí como ella se aferró a mi por encima del suéter, sus manos se colocaron en mi espalda y me obligó a cortar la poca distancia que quedaba entre nosotros. Su rostro se escondió en mi pecho y yo solo di suaves caricias a su cabellera.

La sentí sonreír.

No podía explicar lo bien que me sentía a su lado, con ella entre mis brazos, sentía que estaba seguro, y también quería que ella supiera que estaba a salvo conmigo a su lado, que nadie le iba a volver a sentir mal, que nadie le rompería el corazón por que yo no lo iba a permitir.

Mis pensamientos se fueron a la borda cuando siento que ella se separa un poco de mi aún sin soltarme, la miró y me doy cuenta que estábamos peligrosamente cerca. Podía sentir su respiración chocar con la mía, la punta de su nariz rozó con mi barbilla al alzar la cabeza, me agache más a la forma de tener mejor vista de ella.

Agradecí que tenía los lentes obscuros puestos por que parecería un loco mirándola embobado, aún que creo que ella ya lo había notado.

— Gracias alexis..

— No me agradezcas nada, dani. — murmuré bajando mi mirada a sus labios.

— No se que haría sin ti aquí, ahora.. — imitó mi tono de voz.

— bueno, entonces soy oficialmente tu superman, llegando en los momentos que más me necesitas. — bromeé.

Esta río por lo bajo aún sin separarse de mi.

— Oficialmente eres mi superhéroe. — susurró en un hilo de voz.

Ladee mi cabeza para atraerla más a mi, un poco más, ella bajo su mirada a mis labios, mi mano acaricio su mentón con lentitud y la poca distancia me estaba matando. La sentí dejar de respirar y cuando estuve apunto de estampar mis labios en los de dani. Ella coloca su mano sobre mi mentón y con dos de sus dedos tapa mis labios, me quede helado, estático con los ojos bien abiertos y confundido. La mire y con su otra mano me quitó los lentes.

Esta me sonrió de lado, y negó con su cabeza, hasta que por fin habló.

— Todavía no..— soltó con tranquilidad.

Es cuando entendí que la había cagado, me había dejado llevar por mis ganas, por mi enorme tentación, y cuando reaccione me había dado cuenta de lo que estaba apunto de hacer.

— Lo siento, lo siento.. no sabes cuanto de verdad yo, perdóname Dani. — me disculpe avergonzado separándome de ella.

Esta río. — No te disculpes, no pasa nada.

Negué con las manos en la cabeza, me levante de la cama y camine de un lado a otro en mi lugar, sentí como Dani me tomó de los hombros y me obligó a mirarle.

— Yo también quiero esto, pero es muy rápido, no quiero que nuestra amistad se arruine por algo precipitado.. — Me dijo dejándome totalmente sorprendido.

Asentí dudoso, aún no captaba lo que salió de su boca.

— Espera.. tu? — La mire sin poder créerlo, esta se encogió de hombros inocentemente.

Ella acaba de decir que también quería esto, ella quiere lo mismo que yo.

¡ELLA TAMBIÉN!

— Vamos a comer? — Me preguntó como si nada hubiese pasado.

Aún en shock asentí y cuando menos lo pensé; dani me tomó de la mano y me obligó a que la siguiera.

Definitivamente esta chica me estaba volviendo loco.