
12| Efimero
CHAPTER TWELVE; ¡where do broken heart go?
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— Entonces, dijiste que no tienes ni idea de cómo jugar? — Mire a quackity por segunda vez desde que entró a la habitación donde ruben me hizo un pequeño setup improvisado.
La habitación estaba justamente al frente donde quackity y komanche se estaban quedando.
— No, nada, no tengo experiencia, ni siquiera se como jugar a algo. Solo veo a Rubén hacerlo, pero es muy diferente.. — solté con vergüenza.
— Bueno tienes suerte de que tengas al mejor jugadores del mundo frente a ti, así que ve preparándote mi Dani. — soltó con egocentrismo.
No parecía cara de decir la verdad.
Reí. — Eres muy malo, verdad?
— Al chile si. — admitió entre risas.
Sonreí enternecida.
— Lo sabía.. — murmuré.
— Bueno, empecemos con algo facilito. — Dejó de reír para después mirarme.
— Bien.
— Que te parece ¿minecraft? — Me pregunto.
— Oh si, ese lo conozco. — asentí. — Me parece bien.
— Oh, espera, tengo una idea! — De repente sonrió de oreja a oreja y hizo sus cosas en la pantalla hasta que se levantó de su lugar.
Le seguí con la mirada, confundida.
— Iré al setup de rubius, tú quédate aquí, cuando te envíe una invitación por discord acéptala, bien? — Me indicó con delicadeza como si fuese una niña pequeña.
— Y por que te vas?, no se supone que me enseñarías a jugar? — cuestione.
— Lo haré, pero desde lejos. Ya verás, sera más divertido. — Me dijo para después salir de la habitación, dejándome sola.
Suspire girando hacia donde la pantalla, me encontraba en una sala del juego, y en la otra parte de la pantalla en el tal discord que alexis me había mencionado.
Empecé a tararear una canción mientras esperaba tranquilamente a que quackity me mandara una invitación, me recargue sobre mis brazos sobre el escritorio para tener mayor comodidad.
En mi pantalla aparece una invitación, más rápido que un flash la acepte tal y como el me lo había dicho, cuando lo hice automáticamente estábamos en una sala, solos. Yo y el.
La idea no pudo ponerme más nerviosa, ¿por que?, no lo sé sinceramente. Era algo que Alexis me provocaba últimamente.
— Dani? — Su voz irreconocible se escuchó a través de el discord haciéndome sonreír.
— Aquí estoy. — Avise enseguida.
Lo escuché reír por lo bajo.
— Genial, es un progreso que sepas cómo aceptar las llamadas. — se burlo.
— Hey! Tampoco estoy tan tonta. — solté indignada.
Una carcajada de su parte me hizo sentir mariposas en el estómago, la piel inconscientemente se me enchino enseguida y la gran pregunta seguía ahí.
— Sabes que bromeo dani. — soltó con suavidad.
— Me gusta que me digas así..
Oh no, pensé en voz alta.
Mi cara fue un poema, enseguida me autogolpe la frente y sin saber muy bien que hacer, solo espere a que respondiera y poder cambiarle de tema.
— Espera, que dijiste? — lo escuché preguntar con confusión.
— ¿Yo?, nada nada, dije algo? — solté nerviosa.
— Dijiste algo danielle, que fue? — Siguió insistiendo notándose el tono divertido en su voz.
— Yo no dije nada, tú estás cada vez más loco escuchando cosas que no. — Me excuse.
— Si, yo creo que si. — Dijo sarcásticamente.
Sonreí. — ¿Ya jugamos?
— Oh si, claro. — respondió después de una corta pausa. — Metete a minecraft, pero antes activa tu cam en discord.
— Y para que la cámara? — pregunte.
— P-ues, nomas, o no? — titubeó.
Una sonrisa divertida apareció en mis labios y sabía que iba a ser más divertido de lo que imaginaba.
Tal como quackity lo dijo, active la cámara, después de eso el hizo lo mismo, lo vi a través de la pantalla. Con una sonrisa cerrada, casi tímida, las mejillas levemente sonrojadas y sus ojitos a medio cerrar, parecía avergonzado pero a la vez divertido.
— Es más divertido así con la cámara supongo, no? — Pregunte de adrede.
Este sonrió de lado y asintió lentamente.
— Si, así puedo disfrutar como te enojas.
Fruncí el ceño.
— Enojarme?
— Ya veras, este juego te puede hacer sentir muchas cosas, y enojo mas. — vaciló.
Lo mire entrecerrando mis ojos esperando que solo estuviera bromeando pero al parecer sus expresiones me decían lo contrario.
[🚀🌠 ]
Quackity pov's
— ¡QUACKITY NO MAMES! — El gritó de Danielle me hizo soltar una risa que casi me caigo de la silla.
— Ahora yo que hice? — pregunte burlón al ver como moría por décima vez.
Habíamos empezado a jugar no hace diez minutos y dani ya había tenido sus muertes más graciosas, le advertí que se quedara conmigo pero le gana la curiosidad de explorar el terreno. De tan solo verle por la cámara sabía que estaba estresada por las muecas e gritos que hacía, lucia tierna cuando se enojaba.
— ¡DIJISTE QUE NO ME IBAS A DEJAR SOLA CABRON! — Gritó molesta, aún con una sonrisa divertida en su rostro.
— Pero si tú me dijiste que querías ser independiente! — Me defendí indignado.
— Pues no, ahora ya no quiero! ¡Ya morí mucho ya no quiero morirme! — Se quejo como niña chiquita mientras hacía un puchero.
Juro que si seguía así no iba a poder controlar mis emociones..
Pero alex, ¡¿Que carajo estás pensando?!
Me estoy volviendo loco.
Por ella tal vez.
— Bien, entonces quédate conmigo. — Le dije con seriedad.
Esta me miró por un momento y juraba que había dicho algo malo ya que no me respondió enseguida. Trague saliva esperando que hablara, pero no lo hizo.
— Mira..encontré un lugar donde hay gatos, querías ver uno, no? — Intenté cambiar de tema.
Esta enseguida sonrió y pude notar como sus ojitos brillaron como dos pequeñas luciérnagas. Sus pestañas largas parecían irreales, junto con sus pequeñas mejillas rosadas. No se que me estaba pasando cuando la veía.
No se por que me sentía así con ella.
¿Por qué?
— ¿Alex? — Parpadee varias veces para reaccionar y darme cuenta que estaba viéndola como un bobo.
Esta frunció su ceño aún sin dejar de sonreírme.
— ah, y-yo, esta-ba.. yo
— Me llevas a donde los michis? — me dijo con un tono vacilón al notar mi actitud.
Mierda
¡Lo noto!
Ella sabe lo que causa en mi, y le esta divirtiendo.
— ah si si, claro, sígueme. — titubeó nervioso, me relamí los labios sintiendo como la respiración se me aceleraba.
— ¿Te sucede algo? — Me pregunta divertida.
Negué; encogiéndome de hombros.
Esta río por lo bajo.
— Todo bien, todo bien..— mentí.
— Seguro? — Su mirada no se despegaba de la mía.
— Si my lady, estoy segurísimo. — Le devolví la mirada.
Su mirada se desvió cortando aquella tensión, se movió en su silla inquieta y miró hacia abajo, ahí es cuando sonrió victorioso al notar como la puse nerviosa.
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