"Hola, Star.

No tienes ni la menor idea de lo ilusionada que estaba con tu carta, creo que es lo más bonito que he leído y que me han dicho en mi vida. He tardado en escribirte porque no podía dejar de releerla estos días. Pero, hoy que no hay nadie por casa, aprovecho para hacerlo de una vez, Kenzie se pasará más tarde a por ella y debo darme prisa.

Es tan emocionante escribir cartas, había olvidado esta sensación. Hace tiempo, hice una amiga extranjera, ella era de España, estuvo solo un año en el instituto, pero hicimos muy buenas migas. Sus padres no dejaban de viajar por trabajo, mudándose de aquí para allá y cuando acabó el curso, nos dio la triste noticia de que se mudaba de vuelta a España después de años viviendo fuera de su país. Me alegré por ella, porque eran sus raíces, volvía a su origen. Pero a la vez me entristeció saber que no volvería a verla. Sin embargo, se nos ocurrió enviarnos cartas una vez regresara a su país y así lo hicimos durante unos años, hasta que nació Facebook e Instagram, donde podíamos escribirnos al instante. Entonces ya no tenía nada de especial y dejamos de hacerlo. Así que, sí, se me hace extraño volver a hacerlo y me siento feliz de que sea a ti a quien le esté escribiendo, aunque para ser sincera, me gustaría aún más poder verte en persona de nuevo.

De igual forma, he estado pensando cómo podría contestar a tu carta, porque creo que es insuperable. Tú no dejas de sorprenderme, ¿eh? Tampoco quiero que dejes de hacerlo. El punto es, que nunca se me ha dado bien esto de escribir mis sentimientos hacia alguien, aunque bien es cierto que aquí puedo decirte cosas que nunca me atrevería a decirte a la cara porque si no, moriría de la vergüenza. Tus palabras me han llegado completamente al corazón, aun me late frenéticamente al recordarla.

Aunque debo discrepar en algo. ¿Por qué piensas que no querré volver contigo? Es lo único que más deseo en estos momentos. Tú eres la razón por la que me levanto todos los días, por la que me pido un poco de paciencia para soportar mi día a día. Eres todo lo que necesito.

Pero si es que mírate. Estás esperando por mí, alguien que no conoce muy bien cómo será su futuro, y aun así esperarías por años. Eres una estrella en el campo, pero es que además eres mi estrella que brilla en el cielo, a la que miro desde lejos para sentirme más cerca de ti. Adoro cada sentimiento que he experimentado a tu lado, incluso todos los enfados, todo ha sido especial y diferente. Amo cada parte de ti, desde tu felicidad hasta tu seriedad, pasando por la preocupación y el cariño, todo ha sido una autentica suerte. Y por no hablar de tu cuerpo, amo tus labios que tan bien besan y sonríen, amo tus ojos azules en los que me siento en el mismo cielo cuando los miro, amo tu pelo, tu piel e incluso, la peca más pequeña que tengas. Absolutamente todo. 

Y tampoco puedo dejar atrás esos momentos en los que me haces llegar a la cúspide de la vida, en la que no solo toco el cielo, sino, todo el universo. Mostrándome tu precioso dote, que más bueno no puede estar, saboreándolo con delicadeza y todo en ti se desmorona. Cuando ambos nos mostramos tal y como somos, es el momento más bonito que vivimos, sintiendo tu calor sobre mi piel. Por no hablar cuando me dejas abrillantar tu sable, tomando el control y llegar a la cima de la montaña con él, donde la nieve cae sobre la amapola. Se siente tan bien. Quiero que batalles conmigo todas las veces que quieras, yo voy a dejar que me ganes siempre, con tal de que ambos disfrutemos del momento.

Creo que todo esto sí que es amor, y lo demás son tonterías. Estoy enamorada de una estrella que sé que no dejará de brillar, aunque no quiera y tengo ganas de poder gritarlo a todo pulmón.

Así que, sí que te equivocas. Si por casualidad acabamos separados, que sea porque me he convertido en un ángel que te cuidará allá donde vayas. Eres y serás siempre la persona a la que amo de corazón con todo mi ser, tanto, que a veces duele.

Te ama, Sacher."

2/4