Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 48


Parte 10. Contienda

Han pasado algo más de dos semanas desde que vi a Finn más serio de lo que lo había visto nunca. Me pilló por sorpresa y no abrí la boca en todo el día siguiente. Después se disculpó, y supongo que será buen actor porque casi me lo creo. Pero no, no me lo creí porque fue tan impactante para mí que no se me va a olvidar. Yo conocía a Finn, y a fondo. He pasado mucho tiempo a su lado, sé cuándo algo le hace gracia o le enfada, sé cuáles son sus gustos, conozco cada una de sus facetas, lo que puede llegar a hacer por conseguir lo que quiere, sé cómo manipula con sus palabras... Pero jamás creí que fuese capaz de llegar a las manos y menos conmigo. Aquel día me asusté de verdad, vi su parte oscura, la que nunca muestra a nadie y no es nada agradable. Desde entonces, ando con pies de plomo, evitando comunicarme con él más de dos frases y sin cabrearlo demasiado.

Mientras tanto, he comenzado a pensar las formas con las que podría borrar todas las pruebas que tiene sobre Asher y así librarlo a él de todo esto mientras me ocupo de eliminar a Finn de mi vida para siempre. Sus ordenadores están bloqueados con contraseña, lo he comprobado y también estuve sorteando posibles claves para desbloquearlo, pero ninguna era la correcta. Las pruebas en papel de poco me sirven, aunque las tengo localizadas para cuando deba eliminarlas también. Así que, la conclusión no es otra que la de buscar un buen informático, o más concretamente un hacker.

— ¿Y cómo se supone que vas a conseguir un hacker? —cuestiona Kenzie echada sobre el mostrador de la pastelería.

— Pues no sé, ¿no hay anuncios por ahí o algo?

— Sí, claro. "Me ofrezco como hacker, lo hackeo todo" —dice en el más puro esplendor del sarcasmo.

Las acciones de los hackers suelen ser ilegales, Sky —se le escucha decir desde el altavoz del teléfono a Lizzie, la cual se encuentra de becaria en estos instantes.

— Lo sé, pero tiene que haber un lugar donde pueda contratarlos, ¿no?

— Sí, la darkweb —ruedo los ojos ante el comentario de mi rubia amiga.

A ver, el primo del amigo de mi tía creo recordar que era un fanático de la tecnología y creo que se licenció en informática. Podemos recurrir a él.

— ¿Y se puede saber de qué conoces al primo del amigo de tu tía? —cuestiono perpleja.

Me arregló el ordenador el año pasado.

— Está bien, quedemos con él.

De acuerdo, le diré mi tía que me pase el contacto y os cuento.

Finalmente, Lizzie consiguió que el informático nos diese una cita para ir a verle al día siguiente. Las tres viajamos al sur de Kansas City, y acabamos en un barrio de casas adosadas. Lizzie afirma que es el lugar correcto y llamamos a su puerta cuando las tenemos delante. Al abrirse la puerta, deja ver a un chico de algo más de treinta años, con barba de tres días, pelo castaño oscuro y revuelto, su piel es blanca incluso más que la leche y debajo de sus ojos cubiertos por unas gafas, hay signos de no haber dormido todo lo que debía hacerlo.

— Debes de ser la chica que llamó, pasad. Siento el desorden.

Cuando pasamos al interior nos encontramos con una casa algo estrecha, pero ideal para una persona. Lo esperaba más desordenado cuando lo dijo, pero solo hay un plato sucio sobre la mesa que quita enseguida y alguna que otra prenda de ropa sobre el sofá.

— Sentaos, por favor.

Las tres le hacemos caso y nos sentamos hasta tenerlo de frente.

— Podéis llamarme Tony. ¿Qué es lo que buscáis?

— Encantada, mi nombre es Sky. Verás —comienzo a hablar sin saber muy bien por dónde empezar—. Hay alguien que tiene información que no debería tener y que quiero borrar. La cosa está en que no sé cuál es su contraseña por lo que no puedo acceder, y aquí es donde entras tú.

— Eso es fácil. Pero, ¿sabéis qué? Va en contra de mis principios hacer esas cosas.

— ¿Qué cosas?

— Meterme en ordenadores ajenos sin el consentimiento del dueño.

— Pero es que resulta que esos archivos son muy importantes y es algo que él no debe tener. Aquí serías un héroe, no un criminal —añade Kenzie para echarme un cable.

— Hacer estas cosas tiene un coste, y por hacerlas de este modo, mucho me temo que tengo que subir el precio.

— ¿De cuánto estamos hablando? —cuestiono entrecerrando los ojos.

— Doscientos pavos.

— ¿Doscientos? ¿Por entrar en un ordenador? —Abro los ojos ante la sorpresa.

— ¿No nos estás estafando? —dice Lizzie con una ceja levantada.

— Es parte de mi tiempo y esfuerzo, además de que va en contra de las normas.

— Pagaré lo que haga falta con tal de terminar con esto —concluyo, después de todo no voy nada mal de dinero desde que no tengo que pagar nada por vivir en la mansión de Finn.

— Necesitas darme los datos del router al que esté conectado el ordenador —informa el chico tecnológico.

— De acuerdo, no hay problema.

— Y otra cosa más, siempre pido el dinero por adelantado y en este caso tan peculiar, en metálico.

— ¿Te traemos un café también? —añade mi rubia amiga desde su posición en el sofá con una ceja levantada.

— ¡Kenzie! —la regaño para después devolver la mirada al muchacho—. Iré a sacar el dinero y te lo traigo, necesito hacer esto cuanto antes.

Le entregué el dinero que pedía, que, aunque parezca caro, mi libertad no tiene precio así que estaré dispuesta a pagar lo que hace falta. Solo espero que funcione y consiga eliminar todo lo que haya en él.

Al volver a la casa, tengo en la cabeza ir directa al router y hacerle fotografías para enviárselas al informático. Sin embargo, nada más entrar al salón, encuentro a Finn viendo la televisión. No puedo hacer las fotos si está aquí delante, no dejará de hacer preguntas y al final sospecharía, así que no me queda otra que esperar al mejor momento.

— Sky, qué bien que has vuelto. Siéntate aquí —palpa con su mano el asiento a su lado.

— No me apetece ver la tele, iba a darme una ducha.

— Te la darás, pero ahora vente un momento aquí.

— De verdad, quiero ponerme cómoda.

— Sky, siéntate aquí y mira el televisor —su tono ha cambiado a uno más grave y amenazador, así que procuro hacer lo que me dice.

Me siento a su lado, pero no demasiado pegado, aunque él se encarga de hacerlo colocando un brazo por encima de mis hombros. En la televisión solo están echando las noticias, concretamente sobre una inundación en un pueblo, mostrando el descontento de los habitantes, por lo que no sé qué es lo que quiere que vea exactamente.

— ¿Qué tengo que ver?

— Espera —ordena sin quitar la mirada.

Minutos después, comienza otra noticia distinta captando completamente mi atención cuando aparece Asher en primera plana. Arrugo las cejas y miro a Finn con extrañeza.

— Dijiste que no querías que lo viera ni si quiera en la televisión.

— ¡Shh! Estoy escuchando la noticia.

Sin entender nada, vuelvo a mirar a la pantalla y presto atención también.

"La estrella de fútbol ha sido denunciado por agredir y violar a una mujer la pasada semana, la chica alega que le ha destrozado la vida. Al parecer existen unos vídeos como prueba realizados por la mujer en cuestión. Pronto será el juicio donde todo se decidirá."

Las piernas comienzan a temblarme, el corazón bombea con fuerza y algo falla en la respiración. No puede ser, he escuchado mal, no puede haber dicho su nombre junto a esa palabra, es imposible.

— No es posible —digo con firmeza a pesar del estado en el que me encuentro.

— Son las noticias, cariño.

— ¡¿Y qué!? Sé que él jamás haría algo así, es mentira.

— ¿Y cómo estás tan segura? La gente puede defraudarte.

— Porque una violación es algo bastante serio, y le conozco como para saber que no haría eso nunca.

— Pues parece que el Santo Asher Jackson ahora es el centro de atención por algo "bastante serio" —termina de burlarse para acercarse a mi oído mientras aun mantengo la mirada sobre la tele—. Y esto es lo que pasa cuando me cabreas, Sky.

Abro los ojos más de la cuenta al escuchar sus palabras en mi oído. Su declaración provoca que se me corte la respiración. ¿Ha sido él? ¿Esto es cosa suya? De todas las cosas que podía imaginarme, nunca pensaría que se trataba de algo relacionado con él y a causa de mis acciones. Todo esto es culpa mía.

— Has sido tú —digo casi en un susurro con los ojos llenos de lágrimas—. Lo sabía, sabía que no podía ser cierto.

— Te dije que habría consecuencias.

— Pero esto es incluso peor que lo de la aplicación y yo no incumplí nada, ¡no es justo!

— No es lo mismo, amor. Esto es algo falso que se descubrirá en un par de juicios y cuando eso ocurra, la gente sentirá pena por él porque hay chicas que buscan su dinero con estas mentiras. Lo que yo poseo gracias a ti, es algo real e irrefutable, que le perseguirá de por vida. Así que, cierra la boca la próxima vez si no quieres que suelte rumores y te aseguro que no serán falsos.

Dicho esto, apaga el televisor y se levanta del sofá bruscamente dejándome sola con mis pensamientos que intentan asimilar lo que está ocurriendo. Es por lo de aquel día, y durante este tiempo ha estado planificando todo esto. No me está haciendo daño a mí directamente, sino, de forma indirecta sabiendo que así me dolería aún más. Acaba de hacer que todo el país se ponga en su contra con una sola noticia, que, aunque es mentira, hasta que no demuestren lo contrario, no van a cambiar de parecer. Solo porque estuve viéndole en la televisión. Esto es una locura. Tiene que parar, siento que estoy destrozando su vida.

Inmediatamente me levanto y corro hacia el router que con mi móvil le hago fotos por todas partes, no quiero que haya algo que falte y ralentice el proceso. Vuelvo al sofá y se las envío, obteniendo como respuesta:

"Se me olvidó decirte que el ordenador en cuestión, tiene que estar encendido".

¿Encendido? Mierda, no sé si se ha ido a su despacho.

Con pasos lentos subo las escaleras y observo el pasillo con detenimiento. Todas las puertas están abiertas salvo la de la habitación en la que dormimos. Camino siguiendo con el sigilo hasta llegar a la puerta del despacho, aparentemente vacío. Entro y miro el alrededor, debe de haberse encerrado en la habitación porque no hay rastro de Finn por ningún sitio. Dejo la puerta entornada y procedo a acercarme al ordenador para encenderlo. Pulso el interruptor y la pantalla se enciende automáticamente causando un ruido que no puedo callar ni tocando todas las teclas, provocando que mis nervios aparezcan ante la posibilidad de que lo haya escuchado. Vuelvo a asomarme por la puerta y compruebo que todo está tranquilo, así que vuelvo con el ordenador cuya pantalla ya muestra que ingrese la contraseña. Decido avisar a Tony de que todo está listo y enseguida se pone manos a la obra.

Espero que no tarde demasiado, estoy comenzando a sudar y tengo un nudo en la garganta que me impide tragar con facilidad. Cuento los minutos hasta que pasa la primera media hora. Le mando mensajes para meterle prisa afirmando que le quedan unos minutos y conseguirá entrar en él.

— ¿Sky? —escucho hablar a Finn desde el pasillo. Inmediatamente dejo el móvil sobre la mesa y me pongo de pie.

No me da tiempo a improvisar alguna razón por la cual estoy aquí porque al ver la luz encendida, entra por la puerta tambaleándose ligeramente y con los ojos ligeramente abiertos. Me observa con detenimiento porque le cuesta bastante sostener la mirada, no sé qué hacer o decir en este momento, solo sé que tengo que entretenerle hasta que el informático acabe con la labor por la que estoy en esta situación.

— ¿Qué estás haciendo aquí? Nunca habías entrado.

— Estaba pensando.

— ¿En Asher? ¿Pesabas en él verdad? —da un paso hacia delante y yo uno hacia atrás, aunque no me queda más espacio porque ya estoy rozando la mesa—. No sabes lo mucho que se repite en mi cabeza lo que dijiste aquel día, y me está atormentando demasiado.

— No estaba pensando en él.

— Sí, sí que lo hacías y detesto que lo hagas, odio que solo pienses en él cuando me tienes a mí, cuando eres mía, joder. Te he dado todo lo que querías, mira dónde vives, incluso te conseguí unas prácticas con el estúpido chef ese para que seas feliz, y aun así no me lo agradeces como merezco.

— Te dije gracias por eso —contesto con una voz quebrada.

— No me refiero a eso, Sky.

Veo como se acerca a mí tambaleándose, agarra mí mandíbula con fuerza y me besa mientras que con su otra mano masajea una de mis nalgas. Me siento demasiado incómoda en este momento, pero si lo mantiene entretenido, soportaré lo que sea.

Finn ha bebido demasiado, su aliento huele al whiskey que bebe constantemente, ha debido de meterse en la habitación a beber.

— Llevo mucho tiempo queriendo follarte, Sky. He respetado tu espacio esperando a que tú me lo pidieras, pero no puedo esperar más.

— Finn, estoy cansada, no es el momento.

— Va a ser rápido no te preocupes.

— Finn... 

Intento oponerme, pongo toda mi fuerza en mis manos las cuales quieren empujar su pecho, pero es imposible. Me empuja hacia atrás hasta que choco con la mesa, insiste tanto que acabo tumbada sobre ella y con Finn encima de mí metiéndome mano. Sigue besándome para minutos después pasar a mi cuello y es entonces cuando aprovecho para girar la cabeza dirección a mi teléfono que se encuentra justo encima de mi cabeza, pero sigue sin existir ningún mensaje y debo seguir antes de que se dé cuenta de algo. Con sus manos, comienza a subir mi vestido y manosea mis piernas para después besarlas haciéndome sentir como una autentica muñeca hinchable.

Esto es una maldita tortura.

Sube sus grandes manos hasta mis pechos y se toma libertad de tocarlos, masajearlos con dureza y sin tacto, llegando a hacerme daño. Los besos se vuelven bruscos y cada vez me aprisiona más contra la mesa dificultando mi respirar. No dejo de echar la vista al móvil esperando escuchar ese sonido que me dará la gloria. Cierro los ojos esperando a que todo esto termine, que la angustia se transforme en buenos momentos, y deseando que todo esto quede en una pesadilla. Pero no, no es así cuando siento que destapa mis pechos dejándolos a su vista, que los quema con ella hasta que se mete uno de ellos en la boca provocando que me retuerza del asco.

Entonces suena, el maldito móvil suena. Alzo mi mano y lo cojo para comprobar que es lo que esperaba:

"He entrado, Sky, lo he conseguido."

Juro que son las palabras más bonitas que me han dicho últimamente, porque siento algo de felicidad a pesar de saber en qué estado me encuentro.

— ¡Basta! ¡No! —estallo en gritos empujando a Finn fuera de mi cuerpo y ocultando mis pechos con el brazo—. ¡Te he dicho que no quería, Finn! ¡Déjame, joder!

Se queda de pie frente a mí algo perplejo y mareado a causa del alcohol. Aprovecho su estado para coger mi móvil y salir de la habitación para meterme en la de invitados y cerrar la puerta. Respiro profundamente para tratar de calmarme, aun sigo de los nervios por lo que acaba de pasar y necesito buscar algo de paz. Decido llamar a Tony para saber si ha conseguido encontrar algo, es lo único que me tranquilizaría en estos momentos.

He entrado, Sky. ¿Qué es lo que quieres buscar exactamente?

— Son archivos, fotos, documentos, sobre Asher Jackson.

¿Ese no es futbolista?

— ¿Qué más da? ¡Solo busca! —grito desesperada dando vueltas por la habitación.

— Vale, vale.

Se toma unos minutos para consultar todo tipo de archivos que se encuentran tanto en su ordenador como en la nube procedente de él, comienza a decirme el nombre de algunos, pero todos están referidos a temas de los hoteles. Mi paciencia se agota, ¡necesito algo ya!

Solo queda un archivo que se encuentra en la nube, más bien una carpeta. Pero está bloqueada, es decir, tiene contraseña.

— Debe de ser eso, solo algo así lo guardaría con otra contraseña.

Hay un problema con esto, Sky. Esto no es una simple seguridad que proporcionan los propios sistemas operativos, esto es una seguridad con firma.

— ¿Qué quiere decir?

Que aquí ha entrado otro informático creando una seguridad propia pensada para que ninguna persona como yo pueda intentar entrar.

— ¿Qué? ¿Pero no puedes hacerlo? ¿No existe posibilidad de entrar?

Por poder... sí puedo hacerlo.

— Pues hazlo entonces.

Es más complejo de lo que parece. Voy a necesitar a más gente y crear algo con lo que abrir esto, y no es un proceso ni rápido y ni barato.

— ¿De cuánto estamos hablando?

Cincuenta mil más o menos.

— ¿C-cincuenta? Santo cielo, jamás he visto tanto dinero junto —coloco una mano sobre mi frente y me siento al instante sobre la cama.

Ya te he dicho que es complejo, pero no imposible. Si me das la pasta, haremos un contrato para que te sientas segura dándome el dinero y comenzaré con los preparativos.

No tengo esa cantidad, ni si quiera juntándolo con mifamilia y amigas, no puedo.

No puedo hacer nada sin el dinero, lo siento, Sky. De todas formas, siempre estaré aquí si cambias de opinión.

— Gracias...

Cuelgo la llamada con lágrimas cayendo por mi mejilla, viendo cómo mi única esperanza se iba lejos de mí siendo inalcanzable. Mi vida se rompe a pedazos y no puedo recoger los trozos, mucho menos pegarlos.

Un fuerte sonido a cristal suena en la habitación de al lado provocándome un sobresalto, es como si lo hubieran lanzado con fuerza. Y entonces suenan los pasos de alguien muy cabreado. Los pelos se me ponen de punta cuando la puerta se abre chocando con fuerza con la pared, mostrando a un Finn que jamás había visto. Está colorado, los puños los aprieta violentamente, sus facciones son bastante rudas y los ojos están inyectados en sangre.

— Juro que es la última vez que vas a desobedecerme, Sky.

La puerta vuelve a cerrarse, pero esta vez dejándome encerrada con su presencia. Entonces solo puedo ver luces destellantes, parpadeantes, solo se escuchan gritos y se siente cada vez que toca mi cuerpo como si de un trozo de carne fuera. Y pasó, aquella noche sucedió, cruzó la línea que yo misma puse, la que tanto tiempo me las ingenié para que no la tocara y lo hizo sin mi consentimiento. Se convirtió en la noche más fatídica de toda mi vida, marcando un antes y un después en mí, sellándose a fuego en mi piel para que nunca sea olvidada.






Apenas hay espacio para salir de la comisaria, la gente se ha agrupado en masa en la puerta y solo puedo ver flashes de las cámaras de los paparazis que sacan fotos sin parar. También hay cadenas de televisión que formulan preguntas sin parar, intentando pegar sus micros a la zona de mi boca para captar cualquier cosa que diga. Una de las personas que trabajan conmigo junto a mi padre, intentan abrir paso entre la multitud para por lo menos subirme al coche.

Acabo de prestar declaración en comisaria sobre lo sucedido hace algo más de una semana. A mi madre casi le da un infarto solo de conocer la noticia, mi hermana no daba crédito por lo que esa chica se había inventado y mi padre está que se sube por las paredes. La noticia se ha expandido tan rápido como yo recibí la denuncia y no se habla de otra cosa ahora mismo.

— ¿Qué has dicho? —cuestiona mi padre con seriedad nada más subir al coche.

— He dicho la verdad detalladamente de lo que ocurrió las dos únicas veces que he estado con esa chica. Les he enseñado las conversaciones con ella, no las fotos que me enviaba desnuda sin que yo se lo pidiera y además de que ella era la que insistía en verme.

— He dicho la verdad detalladamente de lo que ocurrió las dos únicas veces que he estado con esa chica. Les he enseñado las conversaciones, las fotos que me enviaba desnuda sin que yo se lo pidiera y además todo deja claro que ella era la que insistía en verme.

— ¿Cómo se te ocurre quedar con alguien así? ¡Mira donde te ha metido! —grita, enfadado, últimamente solo sabe gritarme.

— Joder, no soy de piedra, papá. Intento seguir adelante con mi vida y pensé que me ayudaría distraerme un par de días.

— Pues por intentar pasarlo bien, ahora estás siendo acusado por violación justo cuando acabamos de sacar tu marca y antes de empezar la temporada. Los de los Chiefs no están contentos contigo y quieren esto resulto ya. ¿Y quién lo va a resolver? Papá, claro que sí.

— No te he pedido ayuda, puedo resolver esto, pero no de un día para otro, créeme que si pudiera lo haría.

— Vamos a intentar adelantar el juicio lo antes posible, llevaremos al mejor abogado y lo resolveremos, ese es el plan.

Me quedo callado ante sus órdenes, es lo que suelo hacer últimamente, escucharle y callar. Me echo sobre la ventanilla del coche y miro a las personas que caminan por la calle, esas personas que tienen problemas de a pie, normales como intentar llegar a final de mes, buscar trabajo, aprobar exámenes... A veces quiero ser así, deseo no ser famoso porque cuando llega la parte oscura, no es nada agradable tu vida.

— No me puedo creer que esto te esté ocurriendo. Está claro que siempre quiso sacar dinero, si llega a ser cierto le habrían dado un buen pico y tu carrera estaría acabada, aunque eso no importaría porque yo te habría matado antes por hacer algo así.

Nada más llegar a casa, mi padre continúa dándome el sermón de su vida mientras se cabrea con el mundo. En momentos como este odio estar con él, no soporto que sea mi mánager y maldigo el momento en el que me pareció buena idea. Quiero dejar de escucharle, de escucharle a todos por un momento. Me siento en el sofá colocando los codos sobre mis rodillas y cubro mi rostro con las manos deseando perderme para siempre. Escucho que enciende la televisión y las noticias suenan como he estado escuchando estos últimos días desde que todo se supo, es lo único que resuena en la casa. Entonces vuelve a salir mi nombre de la boca de los presentadores.

"La superestrella, Asher Jackson, ha estado esta tarde en la comisaria de Kansas City para prestar declaración sobre la acusación de violación en su contra".

"La chica en cuestión, afirmó que Asher estaba bastante violento, bebido y que tuvieron relaciones en contra de su voluntad".

"La acusadora dice que le fue muy difícil asimilar que lo que pasó fue una violación y que está destrozada".

— Papá, ¿puedes apagar eso? —le ruego.

— Tenemos que saber qué se dice de ti para actuar de la mejor manera.

— Pues no me estoy sintiendo mejor, no soporto escuchar cómo todos piensan que he hecho algo así.

— Si dejaras de actuar como un puto crío quedando con la primera que te hable por Instagram, esto no estaría pasando. Estarías a punto de comenzar la pretemporada con el puesto más alto en el que se puede comenzar, serias el rey al que todos admiran y el equipo estaría contento con ello. ¡Ahora todos están mirándonos, esperando que se solucione!

— ¡Tengo vida más allá del fútbol! ¡No soy una jodida máquina, tengo mis necesidades! Tengo veinticinco años, soy joven y quiero poder llevar mi vida privada como se me antoje.

— Siento decirte que no puedes llevarla como te dé la gana, tienes que pensar en tu bien, en que nadie pueda acusarte falsamente por violación, por ejemplo.

— ¡Qué iba a saber yo que esa tía solo quería dinero!

— ¡Eso es lo que tienes que pensar, en todas las probabilidades!

— A veces no te soporto —susurro con intención de que no me escuche.

Hay un silencio por parte de ambos, lo que quiere decir que lo ha escuchado y no le ha sentado bien, entonces comienzo a sentirme culpable.

— Solo quiero que entiendas, hijo, que no puedes correr más riesgos. Me preocupa que cualquiera de estas acciones rompa lo que hemos estado creando juntos, tu imagen. Yo no voy a estar siempre ordenando tu vida, tienes que saber hacerlo solo para cuando no esté.

— No digas eso, yo quiero que estés.

— No lo creo, siempre dices que no quieres que nadie dirija tu vida, y yo intento darte espacio y dejarlo en tus manos. Por eso tienes que comprender que me ponga así cuando te acusan de violación, tengo que protegerte.

— Estoy de acuerdo con eso, mi único problema contigo es la forma en la que hablas, cómo le hablas a todos los trabajadores, a todo el mundo. Cometo errores e intento resolverlos de la mejor manera, de forma tranquila y sin armar un alboroto. Lo haría de otra manera, porque hablándome así solo haces que sea mucho peor de lo que es, siento más presión en el pecho hasta tal punto que me crea ansiedad. Sé que he hecho cosas malas, pero no creo que sentirme peor de lo que me siento, ayude mucho.

— Te hablo así porque necesito que entiendas la gravedad de todo, necesito asegurarme de que has aprendido de los errores. A veces hay que ser así para que todo vaya bien, porque de otro modo, cualquiera puede jugártela, Asher. Te hemos educado para que te conviertas en alguien responsable y con valores.

— Lo sé, pero tu problema es que nadie puede contradecirte, crees que esto lo llevas solo tú, no escuchas mis propuestas o las de otras personas, la gran mayoría del tiempo solo asiento a lo que dices por no crear un conflicto entre nosotros, porque no soporto las peleas.

— Muy bien. Dime, cuál es tu propuesta ante todo esto.

— Lo he estado pensando y creo que lo mejor es que hable ante las redes sociales, tengo que dar mi versión.

— No puedes hacer eso, pueden usarlo en tu contra.

— ¿Ves? Nada te parece bien. Pero esta vez lo voy a hacer a mi manera.

— Asher, no lo hagas.

Cojo mi teléfono y camino hacia mi habitación seguido de sus pasos.

— Me da igual, papá, ya he tomado la decisión.

Cierro la puerta con pestillo para que no me interrumpa. Busco el mejor lugar donde se me vea bien y abro la cámara del teléfono colocando la interna para poder grabar mi rostro. Mi aspecto muestra cansancio, después de todo no estoy pasando los mejores días de mi vida, pero siento que no puedo dejar que la presa siga inventándose cosas, que la gente me insulte por algo que nunca haría. Le doy a grabar y comienzo a hablar:

— Hola a todos, espero que estéis bien allá donde estéis —carraspeo para después comenzar—. Como muchos sabréis, recientemente he sido acusado por agresión y violación. Estoy aquí grabando esto para deciros que no es cierto, ni si quiera puedo creer que esté haciendo un video para desmentir algo tan grande como es una violación —cojo aire porque siento que me falta, las ganas de ponerme a llorar no me faltan, pero debo mantener la compostura—. Quienes me conocen saben que yo jamás haría algo así, nunca. Por eso creo que estoy en mi derecho de contar mi versión y os prometo que es real. Aquella noche había quedado con una chica que contactó conmigo por redes sociales, nos vimos en una fiesta donde estaba con mis amigos. Estando allí, ella me dijo que podíamos ir a un hotel, yo estaba un poco bebido y mis amigos pensaron que era buena idea, así que accedí. Finalmente la llevé a un hotel cercano donde nos liamos sin ir más lejos. Y allí no solo no hicimos nada, sino que comenzó a ser grosera conmigo sin razón alguna, tuve que defenderme de alguna forma y tuvimos una pequeña discusión que terminó bien. Tan bien que volvió a querer quedar al día siguiente, yo accedí de nuevo porque lo pasamos bien al final. Entonces tras entrar en la habitación del hotel y comenzar a liarnos de nuevo, empezó a golpearme y a decir varias veces que le hice algo malo, que merecía cada golpe. Yo solo le pedí que dejara de golpearme e intenté tranquilizarla para después pedirle que se fuera, pero al final decidí irme yo. Días después, me entero que me ha denunciado por agresión y violación, algo que es más que evidente que no hice. Creo que es un tema bastante serio como para dar una falsa acusación, y estoy en contra de cualquier acto que haga daño a una persona, nadie merece algo así. Solo espero que pronto se acabe esto y que la justicia haga su parte.

Corto el vídeo porque siento que voy a explotar si continuo, pero creo haber dicho todo lo que tenía pensado decir, dar mi versión de los hechos y la única verdad posible porque no fue de otra manera. Comienzo a subirlo a las redes sociales esperando que de esta manera puedan dejar de verme como alguien que no soy.

¿Qué está pasando en mi vida? ¿Por qué todo va cuesta abajo últimamente? Primero lo de Sky, que aun perdura en mí y luego esto. No me encuentro con ánimos de hacer nada, en los entrenamientos estoy totalmente fuera de sí y me veo incapaz de darlo todo. Estoy mentalmente agotado, solo deseo cerrar los ojos y que cuando los abra, todo haya vuelto a la normalidad sin ninguna complicación.

Esa es mi única ambición.












Acá estoy. ¿Cómo vais? 🧝🏼‍♀️

Disculpad la tardanza, a veces a que ordenar las ideas para verlas más claras.

Se vienen capítulos más seguidos 🙆🏻‍♀️


Oz como 💜😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro