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Capítulo 47


Parte 9. Celos

— No estoy tan segura de que hicieras tan bien.

Fue una alegría saber que Kenzie y Lizzie estaban disponibles para acompañarme a por los resultados de los análisis, y dadas las circunstancias, acepto cualquier plan con tal de estar lejos de Finn durante mi tarde libre.

Después de que las fotos se difundieran por absolutamente todas partes, los comentarios que he recibido no son nada buenos, los medios de comunicación han dado por hecho que he sido infiel a Asher, su estrella favorita. Y eso está demasiado lejos de la realidad, si ellos supieran la verdad, puede que ni si quiera se lo creyeran.

Decidí poner a Lizzie al tanto de todo esto no solo porque confío en ella, sino, porque también recibió esa visita de Finn como suponíamos. Como era evidente, la pobre no entendía nada y tuvo que pasar un mal rato al verlo de nuevo después de tanto tiempo. Ella se ofreció a ayudarme enseguida. Lizzie conoce bien cómo es Finn, fue víctima de sus juegos y la hizo parecer la mala de la película cuando solo fue una inocente chica que ni si quiera tenía intenciones de tener algo con él.

— No lo ha hecho nada bien —termina por decir una cabreada Kenzie.

— Pero ya está hecho, no hay vuelta atrás —concluyo bajando la voz, las pocas personas que hay en la sala de espera no tienen por qué saber sobre nuestra conversación.

— He visto noticias y no dicen nada bueno sobre ti —añade Lizzie.

— Lo sé, nadie habla bien de mí, creen que soy la peor persona del mundo por hacerle eso a un jugador de fútbol. Ayer en la pastelería fue un infierno, tuve que meterme en la cocina toda mi jornada de nuevo porque muchas personas solo venían a insultarme.

— La gente se vuelve completamente loca cuando de un famoso se trata, como si ellos fuesen a agradecérselo o algo —concentra una mirada preocupada en mí—. ¿Estás bien? No debe de ser agradable que te insulten.

— Estoy bien, gracias, Lizzie.

— ¿Sabes que podrías salir perdiendo? —inquiere Kenzie— ¿Qué pasaría si no te aceptaran en trabajos de restaurantes por todo lo que dicen de ti? Pasa más de lo que pensamos.

— Siempre tendré a Donna.

— ¡Odio esta parte de ti! —grita de nuevo captando la atención de nuevo de los pacientes que leen revistas o miran su teléfono. Le pido que baje la voz con las manos —. ¿Cómo puedes quedarte tan conforme? Es tu vida, Sky. Parece que no le tienes demasiado aprecio. ¡Joder, muévete, haz algo!

— Mi vida ya es una mierda, qué más me da que unos cuantos me recuerden como una zorra.

— ¡Pues debería importarte! Eres demasiado conformista, y siento decirte esto, pero es la verdad. Hay que hacer algo para limpiar tu dignidad por lo menos. Pon un comunicado en Instagram, preséntate en algún edificio de alguna revista, qué se yo.

— Kenzie tiene razón, Sky. Querías desvincularte del mundo del famoseo, pero no lo has hecho de la mejor manera, has llamado más la atención. ¿No has visto los comentarios en tus redes sociales? No hay nada bueno, algunos son bastante fuertes y nadie merece esas palabras. La gente llega a ser demasiado cruel por internet.

— Los he visto y he desinstalado la aplicación —me cruzo de brazos mirando hacia un lado.

— ¿Lo ves? La vía fácil. A veces quiero pegarte, Skylar.

— Kenz, por mucho que ponga un comunicado, salga en las noticias o lo grite desde el mismísimo Empire State, no va a servir de nada. Todo el mundo prefiere apoyar a la estrella que creer a una desconocida. Solo una persona podría solucionar esto.

— Asher —asiento intentando aparentar que escuchar su nombre no me afecta en absoluto, aunque la realidad es otra—. No puedes estar esperando a que otras personas arreglen tus problemas para siempre, cariño

Y una vez más, Kenzie tenía razón como todos sus majestuosos consejos. Ojalá existiesen los premios a mejor amiga del año porque ella los merece todos. Estuve sopesando la opción de volver a instalar Instagram y publicar mi versión, pero considero que no es una buena opción, al menos no para mí. No sé por dónde debo empezar para solucionar esto, mi plan es esperar a que todo el mundo lo olvide, y una vez lo hagan, seguir con mi vida.

— ¿Skylar Jenkins? —aparece el doctor llamando nuestra atención y poniendo fin a la conversación.

Automáticamente me levanto del asiento y paso a su consulta seguida de mis dos amigas, tomando asiento frente a su mesa. El doctor observa un papel que saca de un sobre y tras comprobar lo que pone, levanta la vista hacia mí.

— Tiopentato de sodio.

— ¿Qué es eso? —cuestiona Kenzie por mí.

— Es un medicamento derivado del ácido barbitúrico que se usa como agente anestésico. Está prohibido su uso de forma privada y por supuesto la venta de este fármaco. ¿Y dices que alguien te drogó?

— Así es. ¿Es algo malo? —cuestiono preocupada.

— No, no te preocupes, las dosis que ingeriste no son peligrosas.

— Menos mal —añade Lizzie.

— ¿No sabes quién lo hizo? —interroga el doctor.

— No —miento pues así lo pactamos, de lo contrario, probablemente insistirían en llamar a la policía y eso solo complicaría las cosas por el momento—. Ellas me encontraron dormida y sola. ¿Solo se usa para anestesiar?

— En uso hospitalario, sí. En los años cincuenta era muy popular y se usaba para ayudar a las personas a dormir, pero era muy adictivo y letal, así es que, lo prohibieron para ese uso.

— Entonces, ¿actualmente se usa para otras cosas? —pregunta Lizzie.

— Antes era legal que los policías o militares lo usaran, porque se conoce también como el "suero de la verdad" por su uso en interrogatorios. Pero eso también se acabó hace tiempo. Lo que te ocurre al consumirlo, de forma resumida, es que reduce la inhibición y la ansiedad, lo que provoca que una persona sea más propensa a hablar y revelar información. Es probable que no recuerdes la conversación puesto que distorsiona la memoria a corto plazo. Actualmente se utiliza es cirugías de corta duración puesto que es un agente anestésico que actúa de forma inmediata, pero el efecto se disuelve en poco tiempo.

— Ay, dios... —suelto lo primero que me viene a la cabeza.

— Deberías denunciar a la policía y que ellos investiguen tu caso.

— ¡Lo haremos! —se adelanta Kenzie.

Salimos de la consulta con las pruebas en mi mano y sin saber muy bien cómo deberíamos actuar. Está claro que denunciar con esto no sirve de nada porque no tengo nada que incrimine a Finn salvo que el camarero confesara que tuvo algo que ver. Por eso es que Lizzie piensa ir esta noche con un amigo a ese mismo lugar y preguntar por él. No queremos ir las tres por si lo asustamos, seguro que me recordaría a mí y a Kenzie, pero de Lizzie no tiene por qué acordarse tanto.

Cuando me despido de las chicas pidiéndoles que guardaran los resultados por mí, vuelvo a casa en mi coche, deseando que Finn tuviese otros planes mejores, pero lamentablemente su coche se encuentra aparcado en la cochera. Nada más entrar por la puerta, me lo encuentro como si llevara tiempo esperándome.

— ¡Has venido, bien!

Lo estaba haciendo. Genial.

— ¿Por qué lo dices? —cuestiono con desgana.

— Tenemos cena con los amigos.

— ¿Amigos? Con tus amigos, querrás decir.

— Ya los conoces, Sky y uno de ellos es tu hermano.

— Sí, los conozco, y por eso no me apetece ir.

— Ya he dicho que irás, así que sería de mala educación aparecer sin ti cuando ya he dicho que irías —comenta con tranquilidad.

— Sí, pero es que resulta que no me has preguntado si quería ir, así que, si hablamos de educación, tú eres el mal educado.

— Cariño, ve arriba y cámbiate para ir a cenar, no te lo voy a volver a repetir estando de buenas.

Lanzo un suspiro y finalmente me dispongo a subir las escaleras dando pasos bastante sonoros, dejándole claro que no estoy para nada conforme con su decisión. Podría encerrarme en la habitación y no salir en toda la noche, pero decido acceder solo por ver a Axel, llevo demasiado sin ver a nadie de mi familia porque solo puedo visitarlos si Finn viene conmigo. Recibo mensajes de todos y esa es toda la comunicación que tengo, pero ansío poder verles sin tener que tener un guardaespaldas que vigile cada palabra que sale de mi boca, porque sé perfectamente que teme que les cuente todo lo que ha pasado.

Tras terminar de arreglarme, no obtengo la mejor aprobación de Finn, le conozco demasiado como para saber que mi conjunto no es de su agrado, pero por alguna razón no me ha exigido que vuelva a cambiarme. Subimos a su coche y acabamos en un restaurante famoso en la ciudad por tener mucha antigüedad, no está mal para mi gusto porque es el de toda la vida. Allí se encuentran todos sus amigos ya sentados en la mesa a nuestra espera, así que llegábamos tarde. Le echo a todos un ojo con una falsa sonrisa tras saludarlos, siguen como si no hubieran pasado casi dos años, creyéndose graciosos y súper maduros cuando aún parece que siguen en el instituto. A mí, por el contrario, me desagradan ellos y sus conversaciones, a excepción de mi hermano, que se encuentra sentado junto a Regina. Al verle es como si fuese una niña pequeña con miedo que detesta el lugar dónde se encuentra y que nada más ver a un familiar, acude con ganas de llorar, deseando que la consuelen y la lleven de vuelta a casa. Él me mira cuando llegamos a la mesa, y le devuelvo la mirada con desesperación. Entonces, Axel se levanta de la silla y yo corro hacia su posición donde me recibe con sus brazos, creo que jamás nos habíamos dado un abrazo así.

— Axel... —comienzo a decir con un nudo en la garganta, evitando que salgan las lágrimas porque sería extraño que comenzara a llorar en este momento—. Hace tiempo que no nos vemos, hasta te he echado de menos.

— Mira que eres tonta, ¿y por qué no has venido por casa? Últimamente, mamá solo sabe de ti por las noticias de la prensa rosa. ¿Es cierto que le has puesto los cuernos a Asher con Finn?

— ¡No! Yo jamás haría algo así y lo sabes —suplico con una mirada que intenta decir palabras de auxilio, pero es imposible que lo entienda, sobre todo si mi hermano vive en su mundo.

— Eso pensamos todos. Cuando nos dijiste que habías vuelto con él, papá y mamá comenzaron a preocuparse. Anne y Emma se enfadaron mucho y a día de hoy siguen hablando de ti, no se explican por qué lo hiciste.

Deseo gritarle que Finn me tiene atada, que amenaza con destrozar la vida de alguien si yo no permanezco a su lado. Pero es imposible si lo tengo pegado a mi constantemente, si vigila cada uno de mis pasos sin siquiera tener la necesidad de estar presente.

— ¡Axel! —exclama el susodicho a mi espalda obligándome a separarme de él—. ¿Cómo te va?

— Procurando dormir por las noches, Marcus ha estado enfermo.

— ¿Enfermo? —cuestiono sorprendida, nadie me ha dicho nada.

— Vaya, pobre de nuestro sobrino. ¿Se encuentra mejor? 

Miro a Finn con una arruga en mi frente. ¿"Nuestro sobrino"? No es su sobrino, es mi sobrino. Quisiera dejárselo claro, pero sé qué es lo que me caería si se lo dijera delante de todos sus amigos.

— Ya está mejor, es un campeón.

— Me gustaría visitar a nuestro sobrino más a menudo, le echo mucho de menos. ¿Podemos, Finn? —le devuelvo la jugada, él no quería que visitara con frecuencia a mi familia, pero si insisto delante de Axel, no tendrá más remedio que acceder por no quedar mal.

— Claro, cuando tú quieras cariño.

Qué asco.

Le dedico una falsa sonrisa y me dispongo a sentarme en la mesa con el resto de personas, por suerte tengo a Regina a mi lado, ella es mi salvadora de la noche de no morirme del aburrimiento y tiene muchas cosas por contarme, además, sé perfectamente que tiene la misma opinión de los amigos de Axel que yo. 

La noche transcurre y maldije cientos de veces cuando se les ocurrieron a todos que debían ir a tomarse unas copas para terminar la noche. Mi hermano y Regina se despidieron con el pretexto de que debía recoger a Marcus de casa de mis padres, les envidio tanto. Le supliqué a Finn que me dejara volver a casa, pero se negó. Así que no me queda de otra que quedarme en la barra mientras él hace el idiota con sus amigos los descerebrados. Pido una copa de lo que sea para por lo menos hacer esto más llevadero. Decido observar mi teléfono para entretenerme, pero es entonces cuando veo que he recibido mensajes de números desconocidos y por las redes sociales que me quedan, a pesar de que nunca le he dado uso.

"Eres una zorra".

"Mereces morir para ir al infierno puta".

"Eres un asco de persona".

"Púdrete".

"Zorra".

"Puta".

Apago el aparato tras sentir angustia, es lo que he estado sintiendo todos estos días y que he estado ocultando sin saber bien por qué. Han conseguido mi número nuevo, me han buscado por otras redes para poder seguir insultándome y todo esto está comenzando a ser asfixiante. Deseo que el tiempo pase y que a todo el mundo se le olvide. No soporto recibir más comentarios, sé que no debo preocuparme porque no los conozco y no debería importarme cuáles son sus opiniones, porque no tienen ni idea de por lo que estoy pasando. No debe afectarme. Tengo que mantenerme estable.

Lo que más me preocupa, es que Asher no ha dicho ni una sola palabra de esto y su silencio solo admite la noticia. ¿Cómo ha debido de sentirse al ver las fotos? Me siento mal porque no pensé en sus sentimientos cuando decidí besar a Finn para las cámaras. Me merezco cada uno de esos comentarios solo por ser tan estúpida.

Finalmente, conseguí convencer a Finn de marcharnos medianamente pronto, le dije que tendría que trabajar temprano, lo cual es cierto, ya que ahora trabajo todo el día desde que acabé las clases. Nada más llegar a la casa, me pongo el pijama y me meto en la cama ignorándole por completo, no quiero que ahora que está bebido tenga la idea de que podemos hacer algo. Por suerte para mí, se durmió enseguida gracias al alcohol.

Llega el día siguiente y continuo con mi nueva rutina, la que tengo después de mudarme a esta casa donde el espacio me sobra por todos lados. Los exámenes terminaron hace unas semanas, y oficialmente solo me quedan las prácticas para obtener el título, algo que comenzaré en septiembre y que haré, gracias a Finn, con mi chef favorito. Después de todo lo malo, algo tiene que haber que sea bueno. El día en el trabajo comienza normalidad, aunque continúan viniendo algunas personas que creen que, con venir a insultarme, se van a sentir mejor. Normal dentro de lo que cabe.

Enciendo el teléfono de nuevo a mitad de mañana, dispuesta a desinstalar todas las redes sociales que aun posea y bloquear a las personas que hayan descubierto mi número. Entre los chats de insultos, está el de mi grupo de amigas, entro en él y leo los mensajes, pero me quedo con el más importante:

"Ese tío ha desaparecido y según el dueño del pub, lo contrató y trabajó muy bien, pero una semana después ya no volvió más."

Genial, sencillamente genial. Tengo pruebas de que me drogaron, pero no hay nada que incrimine a Finn, ni si quiera las cámaras que como mucho, podrían echarle la culpa al camarero. Pero debo quedarme con que tengo pruebas de que ese día me echaron algo en la bebida y puede que sirvan en un futuro.

Al llegar a casa, la encuentro en calma, no hay rastro de Finn por ninguna parte, y recuerdo que tenía algún tipo de reunión o algún evento en el que debía quedarse hasta tarde. No puedo evitar sentir tranquilidad, detesto que empiece a llamarme por apodos cariñosos o intente meterme mano cada vez que llego de un largo día. Tras cambiarme de ropa y ponerme algo más cómodo, decido bajar a hacerme algo de cena, pero antes de pasar a la cocina, pongo la tele para por lo menos tener algo de ruido. Pongo un canal cualquiera, están echando un programa famoso de toda la vida, suelen invitar a personas célebres para hacerles entrevistas. La presentadora está comenzando el programa con una amplia sonrisa en su rostro mientras el público aplaude. Me quedo mirando por un momento, hasta que comienzo a caminar dirección a la cocina pensando en qué podría cocinar esta noche que me apetezca.

"Bueno, no debo enrollarme más porque el invitado de hoy está esperando, deseando pasárselo bien en el programa de hoy. ¡Dadle un fuerte aplauso a la estrella del fútbol, Asher Jackson!"

Detengo mi paso y comienzo a dar marcha atrás sobre los mismos pasos que había dado hace unos instantes tras escuchar lo que el televisor está reproduciendo. Me giro para mirar la pantalla, para dar crédito a lo que estoy viendo y comprobar que no he escuchado mal. Asher está saludando al público con su sonrisa, lo hace hasta sentarse en el sofá de invitados donde comienza la entrevista. No puedo desviar la mirada, no puedo dejar de mirarle, de hecho, no sé ni como he acabado justo delante del televisor queriendo introducirme en él y poder tocarle. Echaba de menos su voz y escucharle solo me recuerda la mierda en la que estoy envuelta que impide que estemos juntos.

Disfruto viendo la entrevista y me alegra saber que su proyecto, el cual me había contado con anterioridad, se va a poner en marcha al fin. Se le ve con ilusión explicando la causa, al fin y al cabo, todo es idea suya. También cuenta historias sobre su paso en la temporada anterior, sobre ganar la Super Bowl, entre otras cosas más. Me quedaría toda la noche escuchándole, no quiero que este programa acabe nunca, llevo una sonrisa en la cara desde hace rato y llevaba tiempo sin sacarla.

"¿Y el corazón? ¿Cómo va? Tras las últimas noticias, debe de estar desolado. ¿Qué fue lo que pasó con Sky? ¿Es cierto lo de las fotos?"

Oh, no. Estaba tan absorta en sus palabras y en poder mirarle, que no se me había ocurrido pensar que después de todo es un programa de televisión, quieren saber cotilleos de los famosos y que esa pregunta saldría tarde o temprano. No había escuchado nada de su boca hasta este momento y no estoy muy segura de qué es lo que va a responder. Podría ponerse en mi contra si me odiara por hacerle lo que le hice, pero no lo tengo claro y eso me causa aún más nerviosismo.

"Bueno, ya no estamos juntos, eso es obvio porque ella... Digamos que decidimos irnos cada uno por su lado."

¿Qué?

¿Acaba de mentir delante de una cámara de la que está viendo todo el país?

"¡¿Así sin más? ¿No crees que ella pudiera haber estado con ese hombre mientras continuabais vuestra relación?"

La presentadora saca toda la artillería y recalca que estuve con un hombre mientras estaba con él, es lo estipulado por todos los periodistas, se han cebado con la noticia.

"No, eso no fue así, de eso estoy seguro."

"¿Aseguras que fue una ruptura limpia?"

"Sí. Estas cosas suceden. A veces las personas se separan y puede que en algún momento de sus vidas se vuelvan a encontrar, eso es así."

Me ha liberado. Me ha dejado libre de todo lo que decían sobre mí, ya no tienen que decir nada más. Ha confirmado que nunca le fui infiel, dejando a todos con la boca abierta. Yo ni si quiera pensaba que iba a hablar sobre ello, pero no solo no ha sido eso, sino que acaba de limpiar mi nombre.

"Solo digo, que la vida da muchas vueltas y quien sabe si podremos volver a hacerlo, quizás no lo hicimos en el mejor momento."

— ¿Qué haces, Sky?

La voz de Finn resuena por toda la casa provocando que los pelos se me pongan de punta. No le había escuchado llegar. Y no esperaba que viniera tan temprano, se suponía que tenía una reunión hasta tarde, como ha pasado otras veces. Me he metido tanto en el programa que se me ha pasado el tiempo volando. Giro mi cara lentamente intentando evitar su mirada todo lo que posible.

— ¿Acaso no puedo ver la tele? —me atrevo a decir—. Me gusta este programa.

— Qué curioso, porque lo echan cada noche y nunca te había visto viéndolo.

— Bueno, hoy he tenido algo de tiempo.

— Y qué casualidad que aparece hoy, el día que puedes verlo, él —señala la televisión con la mirada, concretamente en la imagen de Asher.

— Sí, lo cierto es que sí.

— Te dije que no podías verlo más.

— Finn, está a través de la pantalla, no está aquí y es solo un programa.

— ¡Me da igual que sea un programa! —vocifera con rabia provocando que dé un respingo del susto.

— Cálmate, no es para tanto.

— ¡Sí que lo es, Sky, no quiero que lo veas, lo dejé bien claro!

— ¡Y lo estoy cumpliendo! No lo he visto desde que se fue a Los Ángeles y no he hablado con él desde que corté nuestra relación por teléfono.

— Lo estás viendo ahora.

— ¡Por dios, es la tele! Es famoso y puede salir en revistas, periódicos, radio, programas, anuncios o incluso en películas. No puedes prohibirme ver o escuchar nada de eso, es imposible.

— De ahora en adelante la verás en mi presencia y si lo haces, atente a las consecuencias.

— ¡Estás loco! Me niego a ver la televisión solo en tu presencia, es una exageración y una ridiculez.

— No te atrevas a desobedecerme, Sky, o lo vas a pagar muy caro.

— Puedes quitarme todos los medios de comunicación, incluso los ojos de mi cara, pero eso no evitará que piense en él, Finn, ahí no puedes hacer nada.

Tras decir eso último, comienzo a caminar pasando por su lado para ir directa a la habitación de invitados. A punto estoy de poner un pie sobre el primer escalón de las escaleras para subir a piso superior, que siento un fuerte tirón de pelos que provoca que dé unos pasos hacia atrás. Finn me tiene cogida en su puño y el dolor viene al instante con fuerza. Me llevo las manos a la cabeza para intentar quitar las suyas, pero me es imposible, y si quisiera, podría arrancármelos con la fuerza que está ejerciendo. Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos a causa del sufrimiento y entonces siento su aliento en mi oído.

— No me está gustando este comportamiento que estás teniendo conmigo, Sky. Te he dado avisos y no te pienso dar ni uno más. Atente a las consecuencias.

Me suelta empujándome al suelo donde me quedo sobre mis rodillas, despeinada, destrozada y con lágrimas que se derraman través de mi rostro.







Holisss 🧝🏼‍♀️

Cuéntenme que están pensando 🤬😰

Siento no haber subido antes capítulo, he tenido una semana negra de trabajos y exposiciones. Estoy a punto de terminar, descuiden. Y podré volver a escribir todos los días, que ganas no me faltan.

Espero que estéis teniendo buenos días🤗

Oz quiero hasta patata😘💜💜

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