Desde que Aziraphel le pidio ayuda para recordar, Crowley se sentia extraño, estaba claro que nunca dudaba ni un segundo en ayudar al angel, no seria la primera vez que se deja engañar y pone no solo su existencia en peligro. 

Pero no podia evitar sentirse enojado, le gustara o no la idea, el angel habia preferido al cielo por sobre de el. Tenia la conciencia de que el café tubo una gran influencia en su decision, pero, siempre se preguntaba si eso realmente era lo queen el fondo su angel queria. 

Su tiempo juntos siempre fue de su parte el mejor, no era necesario el uso de palabras en ocaciones, se entendian bastante bien y eso al demonio le gustaba, podia ser el mismo con el angel sin temor a ser juzgado.

Pero el dia que lo dejo todo parecia estar mal,¿acaso el tuvo la culpa por haber demostrado lo que sentia?, ya una vez lo habian juzgado mal por hacerlo y la primera vez no salio nada bien, un momento estaba parado frente a dios preguntando las razones de sus acciones y al siguiente caia a un charco de azufre hirviendo.

-Porque soy un estúpido – se dijo a sí mismo, se encontraba estacionado justo enfrente de la librería en su lugar habitual, desde ahí podía observar a Muriel - que es lo que tienes Ángel, que es lo que me has hecho para que No pueda ver a nadie, excepto a ti. 

Suspiro ruidosamente inclinando su cabeza hacia atrás, "que patético", pensó, irritado salió de su auto para ir a la librería, al entrar Muriel lo saludo, pero este la ignoro completamente siguiendo su paso a su ya proclamado sillón.

Por su lado Aziraphel trataba de buscar información suya en los archivos del cielo, tenía que haber una carpeta con su nombre ¿no?, al sacar cajas de la bodega de archivos varios ángeles lo vieron extrañados, ningún arcángel antes había ido a ese lugar, Aziraphel al darse cuenta de esto no dudo en preguntarles que era lo que pasaba, ellos temerosos le contestaron que él era el primer alto mando en ir a ese lugar.

Aziraphel platico un rato con los ángeles y se enteró de varios temas que a estos les preocupaban y llego a su mente una idea ¿Por qué no colocar un Buzón de quejas y sugerencias?, así cualquier ángel podría expresar sus preocupaciones, opiniones y dudas sin temor a las represalias de los altos mandos. 

De repente un fuerte dolor de cabeza lo ataco, sentía que  explotaría en cualquier momento y ahí fue cuando sintió un fuerte estruendo en su interior y un mar de imagenes vino a su mente.

 Eran él y Crowley en el principio, estaban el comienzo de todo, antes de que siquiera existiera el bien y el mal y solo estaban ellos volando en la inmensidad.

-no nos corresponde asesorar a la Todopoderosa con la creación.

- y ¿a quién le corresponde? Alguien tiene que decir: "mire, jefe, la idea de.... Es pésima"

-bueno sospecho que se consideraría inapropiado.

-supongo que nadie se opondría a que deje una nota en el buzón de sugerencias.

-no creo que la Todopoderosa haya creado un buzón de sugerencias. Y no creo que nos corresponda comenzar a sugerir que debería haber un buzón de sugerencias

- bueno, si yo dirigiera todo, me gustaría que hicieran preguntas. Serian otros puntos de vista.

- escucha, si te doy un consejo...odiaría verte meterte en problemas.

-gracias por la ayuda. Y el consejo. Pero yo no me preocuparía. ¿Cuántos problemas puedo tener solo por hacer preguntas?

El ángel regreso a su postura normal, agrado y algo cansado, ¿eso era un recuerdo? ¿Crowley y él se conocían desde antes que la tierra fuera creada?

Miles de preguntas empezaron a sonar en su cabeza y solo podía pensar en una persona capaz de contestar todas y cada una de ellas.

----- en la tierra-----

Un teléfono sonó y al escuchar ese sonido el demonio el demonio despertó al instante, ¿Cuándo fue que se quedó dormido?, observo la pantalla de este y se encontró con un mensaje de su ángel diciendo que había recordado algo.

Sin previo aviso la puerta de la librería se abrió dejando a la vista a Aziraphel sudado y exaltado

-ángel ¿Qué paso?

- ¡Crowley!, no creerás lo que paso, estaba en la bodega de archivos y me encontré con algunos ángeles, platiqué un poco con ellos y pude notar que había muchas dudas con lo que se hacía, así que pensé que ¿Por qué no poner un buzón de sugerencias? Y en ese momento mi cabeza empezó a doler y vino a mi un recuerdo, en el estábamos tu y yo, en el principio y tu... tu decías que si estuvieras a cargo pondrías un buzón y... y... dime ¿Qué paso después? Te veías tan feliz siendo un ángel.

-ese ángel ya no existe, ahora soy Crowley, un demonio.

-pero...

-quiero que entiendas una cosa Ángel, el cielo esta lleno de ignorancia y esa ignorancia es la que hace que los ángeles sigan ahí. Yo ya no pertenezco a ese lugar, soy feliz aquí y talvez cometí el error de no decírtelo antes, pero yo preferiría mil veces pasar una eternidad en la tierra que regresar al cielo.

-pero tu sonreías, eras feliz

-ahora soy feliz estando en la tierra, esa sonrisa que recuerdas era una sonrisa llena de ignorancia.

-tú y yo, nos conocemos desde antes que siquiera la tierra se creara.

-si

-entonces si éramos amigos.

-más que amigos, teníamos nuestro lado, no pertenecíamos ni al cielo ni al infierno, ellos nos dieron la espalda y nos quedamos los dos solos.

-estas diciendo que el cielo ¿me abandono?

En ese momento los ojos del ángel se volvieron cristalinos y un sollozo salio de sus labios, estaba empezando a llorar y el demonio solo pudo atinar a ir a abrazarlo.

-no pasa nada. Siempre estaré yo para ti, no necesitaste al cielo antes y no lo necesitas ahora.

-pero como puedes decir que no pasa nada, estoy del lado de las personas que te hirieron, que no dudaran en destruir la tierra, se supone que el cielo es el bien, se supone que es todo lo bueno, si no es así que se supone que sea, ¿Quién soy yo?

-tu eres un Ángel que esta con el cielo hasta donde puede

-perdóname, yo tengo la culpa de todo.

-Shh no tengo nada que perdonarte, solo estas confundido, no te preocupes, recuperaras la memoria y serás como antes, seremos como antes.

-perdóname, no pude salvarte.

-oye, tu no tienes la culpa, mi caida fue mi culpa no tuya.

-si la tengo, no pude salvarte, si hubiera sido más rápido talvez nada de esto hubiera pasado.

-de que hablas, a que te refieres con que no fuiste más rápido.

-aparte de recordar cuando nos conocimos, también recordé.... Tu caída.

-pero... como puedes.... No había nadie ahí cuando paso.

-yo sí, vi cuando te caíste, vi que alguien te empujo, traté de salvarte, pero, fue demasiado tarde.

El demonio no supo que decir, siempre había tenido la impresión que el día de su caída alguien lo había empujado, también tenía la impresión de escuchar a alguien gritando su nombre, pero con el tiempo se hizo a la idea que solo fue una alucinación. Si Aziraphel tenía razón y ese día alguien causo su caída. Ese alguien tenía que pagar.

Aziraphel tratando de salvar a Crowley

Gracias a los que estan leyendo mi historia, la verdad no pense que a la gente le gustaria lo que escribo.  ^-^

Disculpen si encuentran faltas de ortografia.