Perdóname
— Ju-ungkook... — dije viéndolo en el suelo
Rápidamente me acerqué a él, lo cargué y lo llevé a casa, estaba asustado, en su frente había una gran herida. Entré a casa y lo llevé al cuarto, lo eché en la cama y fui por mi botiquín, regresé lo más rápido posible, dispuesto a curarlo pero me detuve al ver una cosa.
— No... — dije viendo como las sábanas estaban manchadas de sangre — no, no... Jungkook... ¡JUNGKOOK! — grité al verlo inconsciente — mi-mi mochila — dije recordando unas cosas que tenía
No sabía que hacer, mi mente estaba hecha un lío, ni siquiera sabía para donde moverme, estaba desesperado.
Con dificultad logré concentrarme y encontrar mi mochila, me acerqué a él, viendo su pantalón totalmente manchado.
— ¿Qué hago? — me pregunté intentando recordar algo que me pueda servir — debo de cortar... — dije viendo a Jungkook — no, es peligroso, pero si sangra es porque... — no quería decirlo, no estaba seguro, pero de todos modos tenía que hacer algo.
— Me-me duele — escuché su voz entre susurros
— Jungkook... — dije acercándome a él
— Me duele... sácalo, me-me duele — dijo con lágrimas en los ojos
— Yo... —
— ¡Estoy sangrando!, ¡Haz algo! — exclamó intentando sentarse, pero parecía dolerle el solo moverse un poco
— Te voy a dar unas pastillas para expulsar a... — no podía continuar, tenía ganas de llorar — ya vengo —
Busqué dentro de algunas maletas las pastillas, pero al encontrarlas solo me quedé mirando el piso. Pensando en qué acababa de pasar esta noche, en como estaba perdiendo a mi hijo.
— Toma esta pastilla — dije acercándome a Jungkook con un vaso de agua y la pastilla
Salí de la habitación, en cambio fui a otra, una la cual también tenía preparada. Iba a ser de nuestro bebé, tenía ya una pequeña cuna y había comprado la pintura, también había comprado algunos peluches.
— Lo-lo lamento — dije agarrando el pequeño oso de peluche que vi en la cuna — lo lamento mu-mucho — dije abrazando aquel peluche, sintiendo dentro mío un vacío horrible sintiendo dolor en mi corazón — lo lamento... —
(Una semana después)
— Buenos días — dijo Jungkook sentándose al frente mío, yo de inmediato me puse de pie
Desde ese día había evitado verlo, no quería, me sentía muy mal cada vez que lo hacía.
— Voy a ir a comprar más comida... — dije viendo la cocina
— Bien —
Volteé a verlo, volteé viendo frente a mí a Jungkook, se veía animado, tranquilo a comparación de mí, se veía bien.
— ¿No te duele? —
— No, ya me dejó de doler el abdomen, estoy bien — dijo sonriendo
○●○●⊙●○●○
— Nuestro bebé está muerto, ¿No te duele eso?, te ves tan tranquilo — dijo viéndome fijamente
— Tú bebé está muerto, nunca fue mío, no digas esas cosas — dije queriendo no reírme
Esa noche estuve mal, me dolía muy feo el abdomen, pero no sentía nada por la perdida, de hecho me sentí aliviado de eso.
— ¿Te gusta verme mal? —
— Sí, porque al menos así sientes lo que yo siento. Porque yo no quería tenerlo de todas formas y si nacía no lo iba a querer, así como no te quiero a tí, ¡Porque eres un maldito loco que me secuestró por los malditos traumas que tiene con sus padres muertos! — exclamé tirando las cosas de la mesa — ¡Y cómo me alegra no tener un maldito hijo tuyo!, ¡Seguro sería un loco igual a tí! —
— Cá-cállate... —
— ¡No me voy a callar! — exclamé viendo como se acercó a mí
— ¿Eso piensas de mí?, ¿Que estoy loco? — preguntó viéndome fijamente
— Estás enfermo, loco es muy poco — dije poniéndome en frente de él — ¡Prefería mil veces estar muerto que estar con un loco como t...! —
— ¡CÁLLATE! — de inmediato sentí un golpe que me hizo voltear el rostro — ¡YA CÁLLATE! — gritó agarrándome del cabello, haciendo que lo mire — ¿Crees que estoy loco?, te voy a mostrar lo que un loco puede hacer — dijo sonriendo — te voy a mostrar mi dolor y te haré desear morir con ganas — dijo viéndome fijamente — ¡TE VOY A ENSEÑAR LO QUE UN MALDITO LOCO TE PUEDE HACER SUFRIR! —
Me tiró al piso, intenté levantarme pero sentí como de inmediato un golpe a mi estómago fue propiciado, haciéndome retorcerme del dolor.
— ¡TE VOY HACER ARREPENTIRTE DE TODO ESTO! — gritó sin dejar de lanzarme paradas, intenté pararme y defenderme, pero Taehyung estaba muy agresivo
— ¡SUÉLTAME! — grité cuando me agarró del brazo y me alzó con fuerza, pero el no escuchó y me tiró al piso de nuevo — ¡Nhh! — me quejé al sentir una patada en mi espalda
— ¡QUE TE DUELA COMO A MÍ ME DUELE! — gritó poniéndose encima mío, tirándome un puñete que de inmediato me hizo sentir un sabor metálico en mi boca — ¡QUE TE DUELA MALDITA PERRA!, ¡POR TU MALDITA CULPA MÍ BEBÉ MURIÓ!, ¡FUE TU CULPA! —
— Dé-déjame — dije sintiendo como me dolía la espalda y abdomen
No sé cuanto tiempo estuvo así, solo sé que empezaba a dejar de sentir mi cuerpo, también que ya estaba atardeciendo.
— ¡AHHHH! — gritó alejándose de mí de la nada, no me podía mover del piso por el dolor, solo podía ver en una esquina a Taehyung viendo a la nada, de pronto susurró algo inentendible para mí y alzo su mirada, me miró y se acercó a mí con rapidez — mi-mira tu rostro, oh dios, ¿Qué te he hecho? — preguntó viéndome con horror — ¿Qu-qué te hice? — preguntó alzándome con cuidado — ¿Es-estás bien? — preguntó abrazándome — lo-lo lamento, no recuerdo qué pasó, yo... solo me enojé, lo lamento, olvidé mis calmantes — mientras me sostenía podía sentir sus brazos temblar, parecía realmente asustado por lo que había hecho, es como si no hubiera estado consiente de cómo me golpeo
— Estás loc... —
— Shhh, no digas nada amor, tranquilo — dijo sin soltarme — te voy a curar tus heridas — dijo cargándome hasta la cama — te traeré algunas pastilas y pomadas, espera —
Luego de eso simplemente volvió y tomé lo que me dió, él me echó las pomadas en las piernas y brazos, también me limpió la herida de mi boca y frente, lo hacía con delicadeza.
— ¿Puedo pasar la noche contigo? — preguntó viéndome con preocupación, yo solo pude asentir
Me eché y le hice espacio, luego me puse de costado, mirando hacia la puerta. De inmediato sentí a Taehyung atrás mío, su brazo rodeó mi cintura y puso su rostro pegada a mi espalda.
— No quería dañarte Jungkook, lo lamento. No voy a volver a dañarte, no me gusta dañar algo que amo, y te amo demasiado. Perdóname, po-por favor — dijo apegándome a él — no te preocupes que no volveré a pegarte, voy a tomar mis pastillas siempre y me voy a controlar, solo no me dejes, por favor —
No creo poder dejarte, siento que no podré escapar de tí maldito loco, creo que por más que corra siempre me alcanzarás. Quiero morirme.
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