LIFE GOES ON
Qué suerte que naciste tan lejos
para así ambos poder burlarnos de la distancia.
Qué suerte que me encante una tierra extranjera
por el afortunado hecho de tu existencia.
Cariño, podría escalar los Andes a solas,
para contar las pecas de tu cuerpo.
Nunca pude imaginar que solo había
diez millones de maneras de amar a alguien.
¿No puedes ver que estoy a tus pies?
Cuando sea, donde sea,
estamos destinados a estar juntos.
Yo estaré allí y tú estarás cerca,
y ese es el trato, querido mío.
Ahí mismo, aquí debajo,
nunca tendrás que preguntártelo,
siempre podemos improvisar,
pero ese es el trato, querido mío...🎵🎶
El despertador cumplió su función a medias. Jin estaba tan dormido que esperaba que Andy lo apagara. Era la rutina de todas las mañanas; Shakira los sacaba de la cama con la canción que Andrea había programado en su celular.
-Andy amor ten piedad, calla a la rubia. ¡Andyyy!
Seokjin estiró la mano con la intención de despertar a su esposa. Le sorprendía que con semejante volumen no hubiera reaccionado cuando por lo general al segundo acorde ella silenciaba a la colombiana.
Cuando su mano tocó el lado contrario de la cama y lo sintió frío despertó tomando conciencia de la situación. Seguía durmiendo solo mientras que Andrea permanecía postrada en una cama del hospital.
Se había cumplido más de un mes del accidente y aún no recuperaba la conciencia.
Seokjin se frotó la cara tratando de despabilarse; le esperaba un largo día en el trabajo y antes de eso tenía que alistar a los niños para llevarlos a la guardería del hospital.
Mariel ya estaba despierta y sentada esperándolo para su abrazo de buenos días. Marian fingía dormir para ser atacada por el "monstruo de las cosquillas" .
Mientras las niñas se aseaban el vestía a un semidormido Jin Hyeon. La jornada matutina con el equipo Kim terminaba con cambio de ropa y pañal de Seok Jun, el más pequeño de la familia.
-¡Hola principito! Ese puño debe estar delicioso ¿me invitas un poco?
Los balbuceos del bebé acompañaban el quehacer de su padre; era muy tierno escuchar como él respondía diciéndole cosas como: "¿en serio? Eso es algo que a mami le gustaría saber "
Las mochilas con todo lo que necesitarían para pasar el resto del día en casa de los abuelos ya estaban listas. De acuerdo al rol del "Escuadrón de apoyo del Clan Gong" Kookie y Tae habían pasado el día anterior ayudando a limpiar, comprar algunos víveres y tener listas las cosas de los pequeños para el día siguiente. Jin sonrió pensando como toda su familia se movilizó para ayudar a realizar las tareas que Andrea hacía prácticamente sola hasta el día del accidente.
-Definitivamente mami es La Mujer Maravilla ¿tu que dices guapo?
La respuesta de Seok Junie no se hizo esperar: dos manitos babeadas hidrataron el rostro de papá.
-¡Pff! El secreto de belleza de mamá ¿eh? gracias por compartirlo.
Luego de alistar a sus hijos fue su turno para arreglarse. Antes de salir de casa verificó que todo estuviera en su lugar, tomó el juego de llaves que los chicos habían dejado, guardó lo necesario en el auto y acomodó a los pequeños en sus lugares.
Como parte de la nueva rutina desayunarían en el hospital y la guardería.
-¿Estamos listos Equipo Kim?
-¡Síi!
-¿Puedes poner música papi?
-Ok, ¿Qué quieres escuchar Marian?
-Mmm... algo que le guste a mami
-¡Shakira! la voz llena de energía de Mariel auguraba que vendría el toque extra
Jin apoyó dramáticamente la frente en el volante.
-¿En serio niñas?
Las mellizas se miraron y sonriendo traviesas dijeron a una sola voz:
-¡Queremos la del despertador!
-Son malvadas ¿lo saben?
Las pequeñas rieron divertidas haciendo que el doctor Kim se contagiara. A pesar de los momentos difíciles que estaba pasando, el amor por sus hijos lo sostenía para seguir adelante. Eso y la firme esperanza que su amada Andrea despertaría pronto.
El tema elegido llenó de alegría el vehículo familiar. Jin debía admitir que en el fondo, la canción le gustaba; parecía que la barranquillera la había compuesto pensando en ellos.
Seokjin iba temprano al pabellón de Neurología. Conversaba con el médico de turno sobre la evolución de Andrea y luego cumplía sus labores en Emergencia Pediátrica. Aprovechaba la hora del almuerzo para estar con ella hasta que alguien de la familia llegaba a verla y a recoger el juego de llaves para ayudar con las labores de casa. Era el turno de su mamá y de Dong Hee, su hermano menor.
Como tenía planificado llegó puntualmente a ver a Andy. Sentado de espaldas a la puerta se dedicaba a hablarle mientras sujetaba delicadamente su mano; le contaba las travesuras de sus niños, la anécdota de la canción y como Seokjunie estaba cada día más sociable. Estaba tan concentrado que no notó que alguien ingresó a la habitación. Un suave toque en su hombro lo sobresaltó.
-Seokjin hijo mío, ¿has comido?
-Hola mamá. Si, no te preocupes, ya almorcé algo ligero.
-Debes alimentarte bien los niños te necesitan fuerte.
-Lo sé madre. Antes que lo olvide, ten las llaves de la casa. Gracias por la ayuda y por favor agradécele de mi parte a Dongie.
- Se lo diré. Tu hermano quiere verlos, los extraña mucho Jinnie. Cuando se enteró del accidente de Andy se puso muy mal. ¿Crees que mañana puedan pasar por casa? De paso celebramos tu cumpleaños.
-Esta bien mamá, estaremos allí. Las dejo, debo regresar al trabajo.
Se despidió de ambas con un beso. Aceptó la invitación de su madre por consideración y pensando en Dong Hee y los niños. Su ánimo no estaba para celebraciones, más aún al pensar que Andrea no estaría con ellos.
Jin había terminado su primera ronda de guardia nocturna. Reviso su celular para ver los mensajes de Marissa, la mamá de Andrea y un video que le envió de los pequeños preparándose para dormir. Los niños se habían quedado a pasar la noche en casa de los abuelos maternos.
Sus hijos eran unos ángeles, se habían adaptado rápidamente a la situación y lo habían tomado como un " campamento mientras esperamos que mami regrese". Debía agradecer que entre su suegra y Laura, la hermana menor de Andy, habían creado un sistema de soporte emocional para ellos gracias a los consejos de Alicia Sosa, la psicóloga de la guardería y una de las mejores amigas de Andrea.
El reloj marcaba la hora: 11:45 pm. Dentro de 15 minutos sería su cumpleaños y como era costumbre quería pasarlo con el amor de su vida.
Allí estaba. Dormida apaciblemente, con esa expresión serena en el rostro.
Como extrañaba ver su brillante mirada, escuchar su voz, hablando o cantando con sus niños y su risa... juntos eran una reacción en cadena, uno contagiaba al otro y terminaban con lágrimas y dolor de estómago.
-Andy bebe, falta poco para que sean las doce. Oficialmente, pronto tendremos la misma edad. ¿Recuerdas cómo odiabas que te dijera noona cuando éramos niños? A madre naturaleza se le ocurrió que nacieras primero, seguro sabía que entre los dos, tu siempre serías la más madura y centrada. Aunque la abuela Gong diga que viniste al mundo con varios tornillos zafados.
Listo, oficialmente, es medianoche. A esta hora me estarías dando uno de esos besos que siempre me hacen anhelar más. ¡No sabes como te extraño Kim Andrea! Por favor nena, despierta, hemos celebrado juntos mi cumpleaños por dieciocho años y quiero pasar muchos más contigo.
Jin se acercó a besarla, bañando el rostro de Andrea con sus lágrimas y compartiendo el sabor salado al dejar un beso en sus labios.
Pensó que estaba en un sueño, o mejor dicho en una pesadilla. Al separarse de su esposa, esta dejó escapar una exhalación y dos segundos más tarde se sintió aturdido por las alertas del equipo que monitoreaba los signos vitales de Andy.
-¡Andrea por favor, no me hagas esto! ¡Andy amor, no te vayas, no me dejes!
-Seokjin, deja que ayudemos a Andrea.
El equipo especialista de Neurología atendía a la señora Kim mientras su perplejo esposo observaba desde un rincón. Las emociones lo tenían tan desbordado que anularon por completo su buen juicio profesional. No era capaz de razonar ni pensar en nada.
Hasta que una parte de él sintió que moría cuando los pitidos cesaron abruptamente y en su lugar reinó el silencio absoluto.
Una enorme sensación de alivio lo invadió cuando el rítmico bip del monitor cardíaco anunciaba que habían estabilizado a Andrea.
-Doctor Kim, venga por favor.
Jin se acercó temeroso. Pero lo que vio fue el mejor regalo de cumpleaños que pudo recibir. Andrea lo miraba entre somnolienta y desorientada.
-¡Hola amor! ¡Me alegra tenerte de vuelta!
Andrea parpadeó varias veces tratando de aclarar su vista. Los médicos la revisaban; cuando el doctor Park Jung Soo se dirigió a ella se quedó mirándolo con expresión vacía. Todos se sorprendieron al escucharla preguntar:
-¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó?
La muchacha hablaba en español. Hacía años que no lo hacía, sobre todo si estaba fuera del ámbito familiar. Su mirada transmitía desconcierto.
-Andy estás en el hospital.
Andrea fijó sus ojos en Jin. Se quedó viéndolo en silencio; su rostro se iluminó como si lo hubiera reconocido y volvió a hablar en su idioma materno.
-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Nos conocemos? Se que te he visto en mis sueños, pero... no recuerdo tu nombre.
Jin tenía sentimientos encontrados. Por una parte estaba feliz de tenerla de regreso, por otra, estaba empezando a entrar en pánico. ¿Por qué Andy hablaba en español? No lo reconocía, había olvidado su nombre. ¿Estaba sufriendo de amnesia?
-Si Andy, nos conocemos desde hace mucho tiempo.
Seokjin tuvo un día agitado. Luego de conversar con los médicos de Andrea culminó su guardia, pasó a casa de sus suegros a recoger a los niños y darles la noticia del despertar de Andy. Por la tarde, fue a casa de sus padres a almorzar y celebrar su cumpleaños. De paso Dong Hee estuvo encantado de compartir momentos con sus sobrinos mientras Jin tomaba una siesta.
En la noche recibió la visita de su pandilla, la primera generación de los "chicos a prueba de balas, caídas, golpes y fracturas" como los conocían en la calle donde vivían los abuelos Gong: sus hermanos Namjoon y Taehyung, sus primos Yoongi, Hoseok, Jimin y Jungkook.
Llegaron con pizzas, cervezas y videojuegos como en los viejos tiempos. Solo faltaba Andrea para recordar las mejores épocas de sus vidas.
-Hyung, debes estar feliz, noona por fin despertó.
-La verdad Hoseokie estoy muy confundido. Me alegra que Andy recuperara la conciencia pero me preocupa el cuadro de amnesia que presenta. No es por causas fisiológicas o de lesiones, esos temas ya fueron descartados gracias a los exámenes.
-Alicia me comentó que puede ser producto del estrés post traumático del accidente. Debes tener paciencia hyung.
-Las ventajas de tener una novia psicóloga que te explica todo Ho Seok. Hyung ¿Qué tanto recuerda de su pasado?
-No mucho Namjoon. Cuando despertó me vio y pareció que me reconoció. Pero no recuerda quien soy, ni mucho menos que es mamá.
Si recuerda a sus padres. Habla en español pero entiende coreano. Afortunadamente Isadora estaba allí y nos ayudó como traductora.
-Mi chica, siempre tan oportuna. Jin hyung ¿no hablas español?
-Casi tanto como tú Yoongi. Lo que pasa es que usa palabras que no comprendo. ¿Cómo les explico? Andy me miraba y hablaba como cuando la vimos por primera vez. Chicos, parece que Andrea hubiese reseteado toda su vida aquí en Corea. No recuerda absolutamente nada de los últimos dieciocho años.
-¿Entonces tampoco se acuerda de nosotros? Eso si que duele hyung.
-Dímelo a mi Kookie. Ser borrado de un plumazo de la mente y el corazón de la mujer que amas duele como la mierda.
-Tal vez podamos ayudarla a recuperar la memoria. Si todos ponemos de nuestra parte ella mejorará pronto.
-¡Buena idea Tae! Pero tenemos un problema. Nosotros no hablamos mucho español.
-Jimin, acuérdate que ella comprende y habla coreano gracias a tío Jun. ¿O ya te olvidaste como insultó a Jin hyung cuando pensó que no le entendía?
-¡Es cierto, fue muy chistoso ver cómo se transformó!
-Desde ese momento la abuela Gong decía que tenía una nieta que seguro se cayó de cabeza cuando era bebé
-¡Halmeoni es tan divertida!
-Si claro, hasta que tira de tus orejas
Los siete jóvenes empezaron a reír recordando las anécdotas del inolvidable día cuando Andrea llegó a sus vidas para quedarse y ser parte fundamental de ellas.
La tenían de vuelta y se encargarían de devolverle esos preciados recuerdos en común.
Seúl, 2002
La gran casa de la familia Gong se llenaba de vida una vez más, como en cada ocasión que los hijos del veterano matrimonio se encontraban. Esta era una ocasión especial. Jun, el hijo mayor, regresaba a Corea después de una ausencia de diez años. Y no lo hacía solo, venía acompañado de su familia.
Las hijas del matrimonio estaban muy ansiosas por ver a su oppa y sobre todo por conocer en persona a Marissa, la guapa peruana que había conseguido conquistar el corazón del primogénito Gong.
Estaban felices porque por fin llegaría la rosa entre los claveles de la nueva camada.
Los señores Gong estaban orgullosos de su gran descendencia. Tenían seis hijos y cada uno los había bendecido con nietos. Lo único que lamentaba el lado machista del patriarca es que su apellido se iba perdiendo de generación en generación.
El momento esperado había llegado. Gong Jun apareció con una radiante sonrisa acompañado de su esposa y llevando de la mano a su más preciado tesoro: su pequeña Andrea.
La niña se sentía un poco cohibida; era lógico, llegaba a un país extraño a conocer a su enorme familia coreana y se sentía algo insegura por cómo manejaba el idioma. Después de los saludos, abrazos y algunas lágrimas de alegría Andrea fue presentada a sus tíos y primos.
Kim Eun Ji era la segunda hija de los Gong. A Andrea le pareció muy hermosa, en realidad todas sus tías eran muy lindas y agradables, pero ella en particular tenía algo que la hacía ver casi como una reina. (Vamos, Andy tenía una imaginación muy activa) Era esposa del Doctor Kim, un señor muy guapo y tenían tres hijos: Seokijn, Namjoon y Taehyung
Jung Hyeon. La tercera de las hermanas. Simpática y alegre, era la mamá de Hoseok.
Min Hana era un tanto reservada pero tenía una sonrisa dulce y angelical. A Andrea le dio ternura conocer a su primo Yoongi porque parecía un gatito asustado.
Park Misuk era conversadora y alegre. A Andy le gustaron sus manos, eran pequeñas y suaves, le provocaba acariciarlas. ¡Oh! definitivamente lo más adorable que tenía tía Misukie era su lindo Jimin.
Jeon Haneul era la menor de los Gong. Tía Hani era muy bonita, parecía uno de los personajes de dibujos japoneses que veía en la televisión. Ella era la mamá del más pequeño de todos los primos, Jungkook, un inquieto chiquitín de cinco años.
Andrea pensaba para sus adentros que eran muchos nombres y caras por recordar. Lo bueno es que tenía primos para jugar, así no extrañaría tanto a la familia que dejó al otro lado del mundo.
Por su parte los chicos estaban fascinados conociendo a su prima que venía de tierras lejanas. Era de la misma edad que Seokjin el mayor entre todos y un poco más baja que él. Físicamente era diferente a las niñas de la escuela. Largo cabello color chocolate sujeto en dos coletas cuyas puntas eran ligeramente onduladas. Ojos pardos y grandes de curiosa mirada. Su voz era suave y hablaba en susurros con su mamá, a la cual se parecía mucho.
Les recordaba a las muñecas con rasgos occidentales con las que jugaban sus compañeras del jardín de infantes. El encantador vestido blanco y rosa que llevaba puesto acrecentaba la visión.
-Esa niña es muy bonita hyungs
-Es la prima Andrea Kookie, que vino de... de...
-De Perú Tae
-¿Eso es muy lejos Nam hyung?
-Si Tae Tae. Más tarde te muestro en el Globo Terráqueo donde queda su país
-¿Me enseñas también?
-Claro Jiminie
-Jin hyung, mira su cara se nota que está aburrida. ¿Y si le dices que venga a jugar con nosotros?
-No lo sé Hosekie. Parece una muñequita, dudo mucho que quiera jugar algo de lo que nos gusta. Además creo que no sabe coreano.
Hoseok se encogió de hombros y no insistió aunque le daba lástima verla. Cuando vio hacia otro lado de la reunión se dio cuenta que Yoongi tenía la misma expresión que Andrea. ¡Ash, ese niño, siempre escondiéndose de todos!
Después de almorzar y mientras los adultos conversaban amenamente los chicos fueron a su lugar favorito de la casa del abuelo: su enorme y surtida biblioteca. Allí tenía diversos juegos de mesa, hojas y lápices de colores, mapas y una serie de tesoros para la imaginación de sus nietos. Mientras Seokjin y Namjoon jugaban ajedrez, Hoseok y Yoongi tenían una partida de damas chinas; Tae y Jimin jugaban Gong Gui No Ri. Jungkook se entretenía pintando y dibujando.
Andrea llegó llevada por la curiosidad. Había visto que todos sus primos huían de la aburrida reunión en la sala y se dirigían a ese punto de la casa. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vió la cantidad de libros contenidos allí. Lo que más le llamó la atención era lo silenciosos y concentrados que estaban los chicos. Si hubiera estado en su país ya se hubiera armado el desmadre... aún jugando juegos de mesa.
Aburrida y sin tener nada que hacer se acercó hasta donde estaba Jungkook. Vió que habían unas hojas de colores, tijeras y goma y se le ocurrió una gran idea. Con una sonrisa se sentó al lado del pequeño y le hizo una señal como diciendo ¿puedo? Kookie la miró y le devolvió el gesto mostrando unos adorables dientes de conejo.
Los demás miraban de reojo que era lo que hacían ese par. Una risita del más pequeño los llevó a prestar más atención. Andrea había hecho con papel recortado un oso panda y se lo había dado. Luego, la niña vio el dibujo de Jungkook y le dijo ¿Iron Man? a lo que él movió su cabeza afirmativamente. Andy tomó más retazos de papel, tijeras y en un abrir y cerrar de ojos había armado un muñeco de papel con los colores y diseño del personaje favorito de su primito.
Ese fue el play de honor para que los demás la empezarán a integrar. Luego fue el turno de la línea 95 como les decían a Jimin y Tae. Andrea observó cómo jugaban y le hizo recordar a algo similar que ella jugaba con sus amigas en Perú. Los chicos se quedaron asombrados al ver la facilidad que tenía para realizar las pasadas. Pero lo mejor era verla sonreír.
Resultó hábil en las damas chinas. Los niños pensaban si también podría vencer a los "cerebritos Kim" en el ajedrez. Era muy curioso ver cómo sin mediar palabras, había podido jugar y congeniar con los más pequeños del clan y como les ganó en cada partida que compartieron. Así que la expectativa de ver que pasaría al jugar contra Seokjin y Namjoon era muy grande.
El primer reto lo tuvo contra el segundo de los Kim al cual venció en tiempo récord. Los chicos morían por ver qué pasaría con Jin hyung, conociendo lo mal perdedor que era. No querían que espantara a la linda Andy noona que se veía tan delicada y femenina.
Los seis que no jugaban trataban de aguantar la risa al ver las expresiones de Seokjin, la vena que se le marcaba en el cuello y cómo su cara se tornaba roja conforme Andrea iba avanzando en la partida. Su indignación salió a flote cuando ella con una sonrisita burlona dijo "jaque mate"
-¡Demonios! ¿Dónde aprendió esta heong-geop inhyeong (muñeca de trapo) a jugar así?
-Mi padre me enseñó los juegos que aprendió del abuelo ¡hobag meoli! (cabeza de calabaza)
-¿Hablas coreano?
-¡Claro que sí babo!
-¿Y porque no lo dijiste?
-Porque no me preguntaste
-Niña boba
-Cara de mazapán
-Ojos de sapo
-Aliento de rata
Los seis espectadores no podían creer lo que pasaba y seguían la discusión como si vieran un partido de tenis. Quien diría que Seokjin encontraría a la horma de su zapato en la prima Andrea, que para esto ya no parecía una dulce damita sino una francotiradora que gozaba viendo como Jin se ponía cada vez más rojo al punto que parecía que su cabeza iba a explotar.
Sin darse cuenta habían empezado a subir el volumen de su voz y el calibre de los insultos. La discusión no paró hasta que sus madres llegaron e hicieron que se pidieran disculpas.
Como "castigo" los niños tendrían que acompañar a Andrea lo que restaba de las vacaciones para ayudarla a adaptarse y conocer cómo sería su estilo de vida de ahora en adelante.
Lo que nadie auguraba era que Andy se convertiría en la octava miembro de esa pandilla, robándose el corazón de los muchachos y de uno en especial.
Andrea pasó unos días más en observación antes que la dieran de alta. Jin la visitaba diariamente pero no le mencionaba que eran esposos ni que tenían una familia; lo hacía para no forzarla y generarle más estrés. Había tenido avances, ya se comunicaba en coreano aunque en ocasiones hacía una extraña mezcla de idiomas como en su niñez.
Los doctores establecieron el horario de las terapias físicas para recuperarse de la fractura que tenía en la pierna. El problema de la amnesia seguía vigente, así que también debía acudir al psicólogo.
Seokjin y la familia acordaron que Andy pasaría un tiempo en casa de sus padres hasta que pudiera valerse por sí misma y mentalizarse con la idea que estaba casada y era madre de cuatro niños.
El día que por fin debía partir fue despedida con mucho cariño por el cuerpo médico que le hizo llegar una tarjeta firmada por los hijos de doctoras y enfermeras que habían sido sus alumnos. Sí, Andrea descubrió que era maestra de preescolar en la guardería del hospital.
Mientras se alistaba se vio en el espejo después de mucho tiempo. La habían rasurado para operarla, estaba algo pálida y ojerosa. También se dio cuenta que había perdido peso porque el vestido que le llevaron le quedaba suelto. No pudo evitar notar su barriguita.
Todavía se sentía algo torpe para realizar algunos movimientos. Pero como si fueran hadas madrinas llegaron a su rescate Isadora, la enfermera que la apoyó con el idioma cuando despertó y una linda rubia que se llamaba Alicia y trabajaba con ella en la guardería.
Le contaron que eran sus mejores amigas así como novias de sus primos Yoongi y Hoseok. Que curioso, juraría que las había visto en uno de los locos sueños que tuvo durante su convalecencia.
Las muchachas le dieron un presente muy particular: una peluca de cabello natural y que según le dijeron era de su propia cabellera. La ayudaron a peinarse y maquillarse quedando más que satisfechas con el resultado. Dijeron que lucía como la Andrea de siempre. No se podía quejar, la imagen que le devolvió el espejo le resultó muy agradable y conocida.
Seokjin pasó por ella para llevarla a casa de sus padres. Le habían dado el día libre en consideración a su situación familiar. Andrea sentía algo especial cuando estaba con él: tranquilidad, protección, alegría. Definitivamente debían tener un vínculo singular.
En el trayecto iban conversando de todo un poco; Andy estaba muy animada, veía las calles y algunos detalles le resultaban familiares. Seokjin estaba feliz de verla así, pensaba que de alguna forma estaba iniciando el proceso para recuperar a su chica.
Cuando se detuvieron en un semáforo Jin aprovechó para preguntarle:
-Andy cuando despertaste mencionaste que me habías visto en un sueño. Cuéntame, ¿Qué ocurría en el?
-No lo recuerdo muy bien, pero te veía bajando de un hermoso carruaje con un ramo de rosas rosadas.
-¡Oh! ¿En serio? ¿Y que tal me veía? Muy guapo me imagino.
Andrea le sonrió y un leve rubor cubrió sus mejillas.
-¡Si! Mi descaro sigue teniendo el mismo efecto en ella. Me encanta cuando baja la guardia ante mis encantos ¡jeje!
El reencuentro con su familia fue muy emotivo. Sus padres habían ido a verla al hospital pero la sensación que le produjo estar en la casa donde creció fue impactante. Se quedó de una pieza cuando vio a una linda jovencita de hermoso cabello negro y lacio, que tenía el mismo color de ojos que ella y se parecía mucho a su papá.
-Andy, ella es tu hermana Laura
-¡Unnie no sabes la alegría que me da verte!
Laura la abrazó con tanto cariño que fue imposible no corresponderle.
-¡Waoo! tengo una hermanita, lo que siempre quise ¿Cuántos años tienes?
-Voy a cumplir dieciocho dentro de dos semanas.
-Tendrás tiempo para recordar lo mucho que se quieren Andy. Te dejo, debo ir a buscar al equipo Kim
-¿Equipo Kim?
-Nu... mis hijos. Están por salir de la guardería
-¿Tienes hijos?
La expresión de decepción en el rostro de Andrea fue tan evidente que hizo sonreír a Jin. ¿Estaba celosa?
-Si, tengo cuatro
-¿¿Cuatro?? Mis respetos a su madre
Los presentes no pudieron contener la risa. Allí estaba Kim Andrea, la chica que no tenía pelos en la lengua.
-Sí, su mamá es mi superheroína favorita, los niños la adoran.
-Tu la debes querer mucho
-La amo como no tienes idea.
La tristeza en su rostro hizo que a Jin le remordiera la conciencia. Laura salió al rescate para aligerar la situación.
-¡Adiós Jinnie oppa, saludos a los pequeños! Ven unnie, vamos a mi habitación para que podamos ponerte al día de lo que pasó mientras dormías.
-Kim Seokjin...
-Si tío Jun se que me pase un poquito, lo siento
-Pobrecilla, su cara de decepción, pero eso es bueno. Quiere decir que no le resultas indiferente.
Jin movió la cabeza afirmando las palabras de tía Marissa. A Andrea le faltaba mucha información por procesar.
La habitación de Laura era típica de una adolescente. Posters de sus idols favoritos, peluches, un bello tocador rosa. Y en él una foto de ambas unos años atrás; Andrea con toga y birrete y Laura entre sus brazos sosteniendo sonriente el diploma de su hermana.
- Esa foto es cuando te graduaste de la universidad Andy unnie; no sabes lo orgullosa que me sentí ese día. Siempre serás mi referente de lo que es luchar por alcanzar tus sueños.
Laura abrazó por la espalda a su hermana y apoyó la barbilla en el hombro de Andrea. Mirándose a través del espejo la mayor pudo ver las lágrimas formándose en los ojos de su hermanita.
-Cuando supe del accidente sentí que me moría. Mami y papi tuvieron que darme un calmante porque por poco salgo corriendo hasta el hospital. Agradezco a todos los ángeles del cielo por haberme escuchado y te hayan traído de regreso.
Andy giró para secar las lágrimas de Laura mientras que la chiquilla secaba las suyas.
-Bueno pequeña gigante, ya estoy aquí y no pienso irme.
-¿Cómo me dijiste? ¿pequeña gigante?
-¡Ay, perdón si te ofendí! no fue mi intención
-No estoy ofendida, al contrario ¡estoy feliz! así es como siempre me has llamado.
Las hermanas rieron juntas. Laura le contó muchas divertidas anécdotas y le mostró diversos álbumes que Andy había decorado: el primero fue uno que decía "RECUERDOS DE PERÚ" donde habían fotos de su niñez antes de viajar a Corea. Una le llamó la atención. Era ella en compañía de una hermosa perrita de pelaje color caramelo.
Maya...
-Maya
-¡Unnie la reconociste! Siempre me hablabas de la mascota que tuviste en Perú.
-¿Sabes qué le pasó?
-Me contaste que enfermó y tuvieron que dormirla. Después vinieron a vivir a Corea y no quisiste tener otra mascota.
-Lau, creo que necesitaremos una buena caja de pañuelos a la mano.
Amigas por la eternidad...
El siguiente álbum decía "CHICOS A PRUEBA DE BALAS" y empezaba con una foto de ella pequeña rodeada de siete niños con una leyenda "El primer día de la pandilla"
-¿Y esta foto? ¿Quiénes son ellos?
-Esta la tomaron el día que llegaste a Corea en casa de los abuelos Gong. Y esos son nuestros primos de la primera generación.
-¿Primera generación?
-Sí, ustedes son los primeros nietos, luego llegamos los de la siguiente. Estamos en el tercer álbum, el que se llama "MIS BEBES GIGANTES"
Laura empezó a señalar a cada uno: Min Yoongi, Jung Hoseok, Park Jimin, Jeon Jungkook, Kim Taehyung, Kim Namjoon y Kim Seokjin.
-Espera, espera ¿Kim Seokjin?
-Sí
-¿Ese Kim Seokjin?
-Sí
-¡Ay, no me jodan! ¿¿Jin es nuestro primo??
Laura abrió sus ojos rasgados ante la expresión de su hermana. Lo que siguió fue un ataque de risa que no podía controlar.
-¿Se puede saber de qué te ríes?
-Unnie ¡te gusta Jin oppa!
-¡¡Quéeee!! ¡Noooo!
-¡Mentirosa! Te has puesto roja y el párpado te late. Siempre has sido muy mala para mentir, tu cara te delata.
-¡Ok, ok! No te puedo negar que me parece muy guapo y simpático pero el hombre es el fruto prohibido por sus cuatro costados. Está casado, tiene una tribu y para remate, es mi primo.
-¡Unnie no tienes idea como te extrañaba, eres tan divertida! Te doy la razón en todo salvo en nuestro parentesco. En realidad, él es nuestro primo por crianza y cariño.
-Gong Laura, haz el favor de explicarle a tu unnie a que diablos te refieres
-Jin oppa no es hijo de tía Eun Ji. Tío Seok Kyung enviudó cuando oppa tenía un año. Conoció a tía Ji, se enamoraron y después de un tiempo se casaron. Para Seok Jin oppa la tía es su madre, además ella lo adoptó. Los otros Kim oppas y Dong Hee si son nuestros "primos primos"
-¡Oh, vaya! Que bueno saberlo, de todas formas a la familia no le haría gracia que él estuviera con alguien tan cercano. ¡Y no me mires con esa cara, solo era un comentario!
¡Ay unnie, si recordaras lo que les costó!
En la siguiente foto eran ellos de adolescentes. Nuevamente Andy era la única mujer en la foto, se veía muy bajita al lado de los chicos y ese detalle la hizo sonreír. Pero otro en particular la dejó observando en silencio. Jin y ella estaban al centro del grupo; Andrea apoyaba su cabeza en el brazo del muchacho y tenían sus manos entrelazadas.
-El y yo nos llevábamos muy bien ¿no es cierto?
-Si unnie, eres su persona favorita.
-Tal vez lo era, supongo que su afortunada esposa lo es ahora.
Las chicas siguieron viendo las fotos. Laura le dijo que tendría la oportunidad de reencontrarse con la "pandilla". Habían prometido ir pronto a visitarla.
En el tercer álbum había fotos de ella a través de los años con la "segunda camada Gong". La secuencia era la misma, ella de niña o adolescente cargando a algún bebé y luego con una foto actual con su primo o prima.
-Vaya, ya me explico porque el álbum se llama así ¡todos son enormes!
-¡Jajajaja! Sí somos altos, el promedio de estatura entre los chicos es de 1.80. Lo que pasa es que te ves bajita porque tú heredaste la belleza y el tamañito de omma
-No seas burlona mocosa. ¿Cuánto miden las chicas?
-Estamos entre el 1.65 y 1.70
-No digo nada.
-Kim Dong Hee... se parece a Jin
-Si, ambos se parecen a su papá, aunque Jinnie oppa tiene mucho de su madre. Era muy hermosa.
Los vecinos de los abuelos Gong bromeaban que los chicos G eran un caso. Se amaban tanto que se ponían de acuerdo para programar juntos a sus hijos.
Sucedió con la primera generación. 92, 93, 94 , 95 y 97. Habían hecho un fondo especial para la celebración de la llegada de los nuevos miembros de la familia. Incluso hubo años que llegaron de a dos.
Diez años más tarde la figura se repetía. Los abuelos Gong no cabían de la felicidad, sus nietos mayores ya estaban camino a la adolescencia cuando sus hijos encargaron nuevas bendiciones.
Lastima que su primogénito era una fábrica de muñequitas. El abuelo ya estaba resignado a la idea de ver morir el apellido familiar.
Los "primos pequeños" eran Kim Dong Hee 17 años, Min Geum Jae y Park Jae Min de 14 años y las chicas Jung Yeon Woo de 15 y Jeon Jyon Angh de 13. Otra vez un Jeon fue el maknae de la generación.
Las hermanas se dieron las buenas noches. Laura estaba muy emocionada por haber ayudado a ir sembrando algunas memorias en Andrea. Daba gracias que Seokjin tuvo la brillante idea de llevarle los álbumes de fotos que tan celosamente había guardado Andy.
El cuarto era tarea para el joven doctor Kim.
La vida continuaba para la gran familia Gong. Todos seguían con la tarea de ayudar a Jin con la casa y los niños, que ahora pasaban los días de guardia en casa de los abuelos Kim. Todavía no era momento que Andrea los viera.
Andy iba al hospital a seguir sus terapias y visitas con el psicólogo. En ocasiones Jin la invitaba a almorzar en la cafetería del hospital. La comida no era muy buena pero Andrea aceptaba gustosa, aunque a veces dudaba si sería correcto. Aunque no había nada de malo en almorzar con su primo la gente lo podía mal interpretar.
Había caído en cuenta de algo: Jin nunca le mostraba fotos de sus hijos ni de su esposa. Tampoco la mencionaba.
-Andy veo que estás avanzando mucho en recuperarte de la fractura.
-Mi terapista me felicito, dice que soy una guerrera y si sigo poniendo el mismo nivel de energía pronto me darán de alta.
Andrea se sorprendió cuando Jin tomó afectuosamente su mano entre las suyas.
-Siempre has tenido una gran fuerza de voluntad Andy, si tienes una meta no descansas hasta cumplirla.
Estaba ensimismada escuchando su suave voz, viendo esos bellos ojos oscuros, sus rasgos varoniles pero a la vez dulces; pero sintió como si una burbuja le estallara en la cara cuando él empezó a acariciar su muñeca con el pulgar. Retiró su mano de una manera algo brusca.
-Jin, se que hemos sido cercanos desde niños y somos parientes pero no creo que sea correcto que tengamos este tipo de gestos, pueden ser mal interpretados; no quiero que tu esposa pueda recibir comentarios mal intencionados y fuera de contexto.
¡Estúpida Andrea, la cagaste! Mira su carita, parece un cachorro regañado
-Tienes razón Andrea, tu integridad es otra de las virtudes que te hacen tan especial. Por mi esposa no te preocupes, hace un tiempo se fue y no he podido hacer que regrese.
-¡Oh Jin, cuanto lo lamento! No lo sabía yo, yo... no quise hacerte sentir mal. ¿Cómo hizo algo así? ¿No le importo dejar a sus hijos?
-Fue algo que escapó a su voluntad; supongo que en algún momento los recordará y volverá por ellos.
-Jinnie... ¿Qué edad tienen tus niños?
Las mellizas 4 años, el segundo 2 y el pequeño cumplirá 8 meses en unos días.
Andrea sintió que el corazón le dolía. ¿Cómo una madre podía abandonar a sus hijos de esa forma? Si algo sabía era que ella adoraba a los niños, por algo su vocación profesional. Como le contó Laura ella siempre fue muy maternal con toda la segunda generación de nietos Gong. Y porqué no decirlo, hasta con Jungkook, que fue el primer depositario de ese amor cuando ella apenas tenía diez años y Kookie cinco.
¡A la mierda lo que dijera la gente! Andrea no lo pensó dos veces y tomó la mano de Jin para transmitirle su apoyo y cariño. Estaba tan conmovida que no pudo evitar algunas lágrimas.
-Se qué ella reflexionará y volverá con ustedes. El corazón de una madre es noble; el amor de sus hijos la guiará de regreso.
-¿Tu crees Andy? y qué hay de mí ¿merezco una segunda oportunidad?
La profunda mirada de Seokjin estaba empañada, él también se puso sensible
-Te mereces lo mejor del mundo, Seokjinnie Mousinnie.
Los ojos de Seokjin se agrandaron en señal de sorpresa.
-¡Waooo! No me llamabas así desde que éramos niños Andy Candy
-¿Andy Candy?
-Era un juego de palabras que teníamos tú y yo.
Siempre tu y yo mi dulce Andrea.
Tienes razón, el amor por nuestros hijos te traerá de vuelta.
Seokjin y Andrea se volvieron inseparables después de conocerse. Su relación no inició en los mejores términos, pero con el pasar de los días las cosas en común los fueron uniendo: ser los mayores, el cariño por sus dongsaengs, el espíritu juguetón y noble, lo mal que les iba perder cuando jugaban y que era la delicia de los pequeños, sobre todo cuando iniciaban sus batallas verbales. Mismas que dejaron de lado cuando descubrieron a Tae y Kookie diciendo las tonterías que ellos se lanzaban.
Pero cuando estaban solos sus estrafalarios juegos no cesaban.
-¡Jinnie estoy aburrida!
-Estoy igual. ¿Por qué tenían que enfermarse los demás a la vez?
-¿Tal vez por intoxicarse con unas golosinas que los muy egoístas se comieron a escondidas de nosotros?
-Castigo divino como dice la abuela Gong ¡jeje!
-¿Qué hacemos?
-¿Y si jugamos a las rimas? Apuesto a que te gano, soy excelente con las palabras
-¡Aja! ¿Y qué apostamos?
-Si yo gano te daré un latigazo de dedos.
-¿Por qué eres así? Me vas a dejar la huella de tus dedotes. Está bien. Si gano te pellizcare.
-¡Eres una sádica! Tus pellizcos son horribles; esas manitas son de temer.
-¿Juegas o no?
-Trato. ¿Qué rimamos?
-¿Nuestros nombres? Yo lo hago con el tuyo y tú con el mío. Ponemos cuenta regresiva
-Ok, eso será fácil. Las damas primero.
-Mmm... Seokjin, Seokjin...
10, 9,8,
-¡Espera, espera!
¡3, 2, 1!
-¡Me lleva!
-Tu brazo primita, no se vale llorar
-Calla bobo
Andrea estiró su brazo y miró para otro lado. Sintió cuando Jin levantó la manga de su camiseta y acarició con delicadeza su piel. Menos mal que había girado el rostro, así no vería su ruborizada faz. Luego escuchó el ¡zas! de sus dedos y el ardor en la piel.
-¿Estás bien?
-¡Como las propias rosas! Te toca
-Andrea... ¿Andrea?
Seokjin se quedó en blanco al ver la malvada expresión de triunfo de Andy. La venganza sería cruel.
-¡Tiempo! Me toca aplicar el castigo
Esos dulces ojitos eran muy engañosos. La prima era ultra revanchista. Andrea hizo la misma operación: levantó la manga de su camisa, observó su brazo y buscó la zona más sensible pasando la yema de su dedo haciendo que Jin se estremezca. Hasta que encontró su objetivo.
-No vale llorar primito
-Esta piel es de rinoceronte
-¡Ok fortachón!
Jin tuvo que aguantar un quejido al sentir como Andrea retorcía su piel, parecía que lo había confundido con un juguete de cuerda.
-¿Estás bien?
-¡Mejor que nunca! ¿segunda ronda?
La niña lo meditó dos segundos
-Nunca le digo que no a un reto
-Muy bien. ¿Comienzo?
Andy movió afirmativamente la cabeza.
-Andy, Mandy, Pandy, Candy. ¡Sí, cadena de cuatro! Supera eso
-Seokjinnie, Mousinnie, Cutiennie, Lovelynnie. ¡Empate!
Era hora de regresar a casa. Los dos iban silenciosos. Al despedirse vieron las marcas de su aventura; se rieron y usando los nuevos nombres que se habían dado se dijeron adiós.
Andrea recrea en sueños algunos recuerdos, pero no sabe si son eso o solo producto de su inconsciente.
Tuvo una imagen vivida, por suerte la visitaría Min Yoongi, el tercero en edad después de ella y Jin.
Ya le había pasado la impresión de ver los rostros de sus primos en el álbum de fotos y saber que eran los mismos de los protagonistas de los cuentos de Oz.
Cuando Yoongi llegó y la saludó con su profunda voz Andy no pudo evitar que se le escapara una exclamación: ¿Suga?
-¡Noona, recordaste el nombre que usaba en las batallas de rap de la escuela!
Si Yoongi supiera que en realidad le hacía recordar a un lindo gatito...
Andrea se acercó a él y le dio un cálido abrazo. Laura le había comentado que el primo era reacio a las muestras de afecto, pero que a ella era de los pocos que no les rehuía
el cariño.
-¡Bienvenida Andy noona, te extrañamos como mierda!
-¡Min Yoongi! Gracias primito
Yoongi compartió con ella anécdotas de la secundaria. Siendo el más próximo en edad había estudiado en la misma escuela que ella y Jin.
También le comentó que era periodista radial. Andy pensó que habría sido un pecado no sacarle provecho a esa voz sexy.
-Yoongi sácame de una duda. Anoche soñé que Jin, Nam, Hoseokie tu y yo paseábamos en bicicleta en una calle que he visto en algunas fotografías. Recuerdo la sensación de angustia y la voz de un niño llamándome pero no se porque. Dime ¿sucedió realmente? ¿Qué fue lo que pasó?
Yoongi esbozó una sonrisa que lo hacía ver tierno y contrastaba con su usual expresión seria.
-Noona eso fue real. Ocurrió a los pocos meses que llegaste a Corea. ¿Sabes? desde allí me caíste muy bien, te veía y pensaba: "¡Hey! A ella no le importa que le digan que por ser niña no puede hacer ciertas cosas o no debería pasar tanto tiempo con sus primos".
Muchas de las locuras que hicimos cuando éramos niños eran ideas tuyas y generalmente en la calle de los abuelos Gong. Jin hyung se culpó así mismo en más de una oportunidad para que la chancla asesina de la abuela no fuera a dar a tu espalda.
-¡Que dulce abuelita que tenemos! ¡Pobre Jinnie!
¡Jinnie, tan tiernooooooooooooooo! Compórtate Andrea
-La abuela es genial, esta igual de loca que tú
-¡Yoongi!
-Te decía. Ese día se te ocurrió la gran idea de hacer una carrera de bicicletas entre los primos mayores. No quisiste que los menores participaran porque, cito textualmente "primero muerta antes que mi conejito precioso se pueda lastimar" La cosa es que, no se como, en el tramo final de la pista perdiste el control de tu bicicleta y diste de cara contra el asfalto. Fuimos corriendo a verte y cuando Jin hyung te ayudo a sentarte tenías la cara bañada en sangre, parecías salida de una película de terror. Lo siguiente que recuerdo es a Namjoon sujetando a Hoseok que se desmayó de la impresión, a Jin hyung hablándote para que no te duermas y yo pedaleando como loco hasta tu casa para avisarle a tía Marissa lo que te paso. Nos diste el primer susto de nuestras vidas.
Después que regresaste del hospital con un parche fenomenal en la cara la abuela nos dio un sermón de dos horas y entre otras cosas dijo que ya estaba vieja para andar preocupándose por mocosos suicidas, pero no para aplicar disciplina. Ese día comprobé que el amor que se tienen tú y Seok Jin hyung era capaz de todo.
-No te entiendo Yoongi
-Cuando Halmeoni la iba a emprender a escobazos contra hyung, tú te interpusiste con ese aspecto de momia egipcia diciendo que el escobazo era para ti. Y te merecías no solo uno sino veinte como mínimo, por cada chancla que le cayó a Seokijn por inculparse sin haber hecho nada. La abuela dijo que ya lo sabía y que quería ver hasta donde llegaban. Al final nos perdonó pero nos hizo prometer que no volveríamos a ponernos en riesgo otra vez.
Andrea se quedó en silencio.
-Bu, bu, bueno, supongo que Seokjin me quiere mucho, como a cualquiera de ustedes ¿no es así Yoongi?
-Jin hyung te ama más de lo que te puedas imaginar
Andrea ya podía desplazarse con mayor autonomía. Los sueños ¿o recuerdos? llegaban a ella de manera caótica, como si algo o alguien quisiera que su memoria se iluminara.
Park Jimin fue el siguiente primo en visitarla. Se quedó anonadada cuando lo vio; parecía un ángel en la tierra, tenía un aura que podía iluminar la ciudad entera.
El lindo Jimin era instructor de baile y tenía una academia con un nombre muy particular: "Serendipity"
-¡Que genial Jimin! es algo que me hubiera gustado hacer, enseñar baile a los niños
-Nunca es tarde noona, eres muy talentosa. Lo sé porque eres una excelente alumna y el carisma que tienes con los pequeños es poderoso. Esa academia es un sueño que gracias a ti pude volver realidad. Me animaste a seguir la voz de mi vocación y dar rienda suelta a mi talento. Tú me recomendaste con tus amigas y las madres de la guardería, gracias a eso fueron llegando más personas.
Andy se sintió feliz de poder haber ayudado a tan adorable chico. De pronto recordó algo.
-¡Oh! Entonces uno de los sueños que tuve es verdad. Me veía en un salón con espejos, estaba con Alicia, Isadora y otras chicas que no recuerdo. Lo raro es que luego veo todo como en un caleidoscopio, parece el sueño de un adicto al opio.
-¡Noona, esa fue una gran historia! Ocurrió hace como cuatro años. Es cierto, yo dictaba una clase exclusiva para "las novias de los chicos Gong" grupo que por supuesto se dio gracias a ti. Estábamos en "noche latina" cuando de repente te quedaste parada en medio del salón y ¡plop! caíste desplomada. Para no perder la costumbre, te partiste la madre ¡perdón! esta vez fue la frente. Afortunadamente Isadora noona estaba presente y ella te dio los primeros auxilios.
-Por lo visto el piso y yo tenemos un romance de muchas décadas.
-Querida noona, eso es algo que compartimos desde que tengo memoria.
El caos que se armó después era digno de una comedia de situaciones. Yo trataba de comunicarme con Jin hyung y él no contestaba el teléfono, se le había acabado la batería. Entonces a las chicas se les ocurrió llamar a sus novios que estaban con hyung en un partido de básquet. Ya te podrás imaginar el desconcierto al escuchar tantas timbradas a la vez
-¿Por qué llamaste a Seokjin?
-Porque hyung es capaz de venir del otro lado del mundo por ti noona.
-¿Recuerdas por qué me desmaye?
-¡Por supuesto! Ese día nos enteramos de una magnífica noticia. Pero esa parte del cuento te la dirá Jin hyung.
El pícaro guiño que le dio la dejó sin ganas de seguir preguntando. No sería mala idea que Jin le explicara un par de cosas.
Han pasado tres años desde la llegada de Andrea a Corea. Los "Chicos a prueba de balas" están dejando atrás los rasgos de la niñez para ir perfilándose como adolescentes. Los niños ahora son jovencitos espigados que pasan los bochornos de los cambios de voz, sufren por los granitos y espinillas que parece que crecieran de manera exponencial.
Por su parte la chica del grupo está siendo superada en estatura por los muchachos de manera más que evidente. Ella también sufre las inseguridades propias de la edad al ver cómo su cuerpo adquiere curvas más pronunciadas que el común de las jovencitas coreanas. La baja autoestima es ahora su compañera; odia sentirse diferente y captar miradas desaprobatorias en algunos casos y de lujuria en otros.
Sus primos son sus mejores amigos y más de una vez han salido en su defensa ante algún idiota que se atrevió a faltarle al respeto. Jin ya ha tenido un par de llamadas de atención en la escuela por llegar a los golpes con alguno de esos infelices.
En todo este cóctel hormonal alguien ha sido sin querer puesto de lado. La diferencia de edad ha dejado atrás a Jungkook que sigue siendo un niño comparado con los demás. La única que sigue al pendiente de él es su querida Andy noona. Es como su pequeña madre. Él en reciprocidad le recuerda lo linda y buena que es. No le gusta verla triste sino con esa bella sonrisa que le regaló el día que se conocieron.
La casa de las hermanas Gong es un jolgorio. Han llegado a visitarla "los primos pequeños" y el maknae de la primera generación. Andrea no puede evitar contagiarse del llanto de todos que la abrazan, estrujan y besan como si hubiera resucitado... bueno, en realidad fue algo así. Son niños hermosos, es divertido ver como se parecen a sus hermanos mayores (a los que conoce por fotos en algunos casos)
Jungkook y la pequeña Jyong Ahng han heredado los tiernos ojos de su madre. La bebé Jeon es de la estatura de Andrea pero pronto la rebasará. Geun Jae y Jae Min se parecen a sus hermanos pero son mucho más altos que ellos. Tienen catorce años y bordean el 1.80. Yeon Woo es la copia de Hoseok; como dicen los chicos parece la versión de Hoseokie hyung con peluca y lápiz labial.
Laura y Dong Hee estudian en la misma escuela en que lo hicieron Jin, Andrea y Yoongi. Andy no puede evitar mirar con ternura al menor de los Kim, es la versión adolescente de Seokjin; incluso tiene algunos gestos de su hermano mayor como los pucheros que hace inconscientemente y que provocan que se derrita de amor (por más que se repita que no debe mirar a Jinnie de esa forma)
-Noona no sabes lo felices que estamos por tenerte de vuelta. Apenas Laura nos dijo que estabas en casa decidimos venir juntos a verte. Somos los "hijos de la pequeña Omma Gong"
El que habla es Jungkook. Conserva la tierna sonrisa de conejito que Andy vio en sus fotografías de infancia pero se ha convertido en un apuesto y atlético joven. Es parte de la selección nacional de Taekwondo y además un entusiasta realizador de videos.
-¿Porque los llamaban así?
-Noona, tu fuiste nuestra niñera muchas veces. Siempre que alguna de nuestras mamás necesitaba salir a un compromiso contaban contigo. Me encantaba cuando hacíamos postres helados y jugábamos a las muñecas.
La hermosa sonrisa familiar adorna a la simpática Yeon Woo
-¡Esos días eran geniales! Se te ocurrían muchas ideas para jugar, leíamos libros y otras cosas divertidas. Me daba risa que terminabas poniendo orden entre mis hyungs que se quedaban jugando videojuegos hasta tarde. Nunca voy a olvidar cuando amenazaste a Jin hyung diciendo que habías heredado la puntería de la abuela Gong y que no te pusiera a prueba.
-Lo mejor era cuando había reuniones familiares en casa de los abuelos y tú te encargabas de todos. Tenías diecisiete años y parecías Blanca Nieves con sus siete enanos.
-¿Siete?
-Si nonna, yo era tu asistente.
-Mmm.. será que ya tenía vocación de maestra desde ese entonces
Y de super mamá...
Los primos se han reunido en casa de Jin. Los que ya visitaron a Andrea le cuentan entusiasmados que ella poco a poco está recuperando sus memorias.
-El día que fui a verla con los maknaes recordó cuando retomó las clases de Taekwondo.
-Ella lo practico en Perú como una forma de conservar sus raíces ¿Sabían que decidió volver a hacerlo porque estaba harta que la molestaran en la escuela?
-Andrea me lo dijo Yoongi, pero eso no evitó que me sienta mal cuando no dejó que la siguiera defendiendo.
-Lo hizo por ti hyung, no quería que siguieras metiéndote en problemas.
-¡Oh, por supuesto! pero la que los tuvo fue ella cuando le rompió la nariz al imbécil de Ji-Won
-Se lo merecía hyung. Le gustaba faltarle el respeto a las chicas.
-Ese hijo de puta hizo llorar a mi Andy cuando le dijo "latina calientapollas" ¡que ganas de reventarlo a patadas que tenía!
-La violencia nunca es la solución Jin hyung pero ese desgraciado se merecía eso y más. Decirle eso a nuestra pequeña noona.
-Estoy de acuerdo con Namjoon. Lo bueno fue que ella encabezó la causa para que otras chicas que habían sido sus víctimas se animaran a hablar y terminara expulsado de la escuela.
-Siempre ha sido muy valiente, por eso la admiro tanto. Por ella fue que le pedí a mamá que me inscribiera en las clases.
-Por eso y los helados que noona te invitaba cuando salían de entrenar.
-¡Ay Jimin hyung, no me delates!
Andrea está muy motivada. Pasará a buscarla Hoseok. La invitará a conocer la veterinaria donde trabaja y luego a almorzar.
Laura le ha asegurado que la presencia del "solecito" de la familia le hará mucho bien. En efecto, desde que Hoseokie llega el nivel de energía y calidez que irradia la hacen sentir llena de optimismo.
La veterinaria es un lugar muy acogedor, tiene el sello del doctor Jung. Es un proyecto que tiene en común con amigos suyos de la facultad y un sueño de infancia que pudo hacer realidad. Su oficina está decorada con fotografías de él y algunos de sus pacientes. Un par atraen la atención de Andy: en una de ellas estaban los ocho en compañía de un perrito blanco.
-Jjanggu
-¡Si noona, recordaste a nuestro tierno amiguito!
-¿Era nuestra mascota?
-Era el perrito de Jin hyung pero todos lo queríamos, era un amigo leal y amoroso. Nos dolió mucho cuando tuvo que partir.
-¡El chiquitín! Si que lo era
-Me gusta esta foto, Jin se ve muy guapo. ¿Y esas ternuras?
-¡Oh! esos eran Odeng, Eomuk y Gukmul Kim Gong, sus hijitos
Hoseokie se puso a reír escandalosamente al ver la cara de Andrea. Tenía sus ojos y boca bien abiertos y el rostro de un rojo fresa con el que podía parar el tráfico.
-¿Me puedes repetir eso por favor?
-Jin hyung estaba muy triste después de la muerte de Jjanggu. Gastaste tus ahorros para regalarle los petauros, fueron su presente al cumplir quince años.
Fue muy emocionante ver su cara cuando le entregaste la jaula y los accesorios. Cuando los pequeños asomaron sus caritas... ¡bum! amor instantáneo. Hyung dijo que eran de ambos y al hacer sus fichas en la veterinaria los registraron así. Se tomaron muy en serio la responsabilidad de cuidarlos, realmente parecían sus papás.
Desde ese entonces supimos que serían unos padres excelentes.
Andrea bajó la mirada. Tenía sus emociones revueltas: no recordaba nada, era un hecho que se sentía muy atraída por Jin, todas las personas con las que había tenido contacto la hacían sentir especial; hasta indispensable. ¿En verdad era esa persona tan maravillosa que decían que era?
-Hoseokie tengo que confesarte algo. Me siento muy halagada por el cariño que todos me tienen, pero honestamente estoy abrumada. Describen una imagen de mí misma que me provoca ponerme un par de alas y salir volando de regreso al cielo.
Hoseok la miró con ternura y la tomó de las manos.
-Andy noona, nadie dice que eres perfecta, de hecho tienes muchos defectos: eres pésima perdedora como Jin hyung, cuando te juntas con Yoongi una alcantarilla es más salubre que el vocabulario que manejan. Mmmm... Si el destino del mundo dependiera de tus dedos de mantequilla o los de Nam ya estaríamos muertos, eres celosa, Jungkook y tú no conocen la palabra peligro, eres despistada como Tae, Jimin y tú no deben juntarse a beber porque arman el show de strippers y tienes el mal genio de la abuela Gong. ¿Quieres que siga?
-¿Te parece poco? ¿Y qué defecto comparto contigo?
-Somos muy inseguros de nuestras habilidades y nos sentimos con la obligación de dar el 100% en todo lo que hacemos.
¿Sabes cómo lo sé? Porque cada uno de los ocho hizo esta misma lista.
Hoseok se acercó a su escritorio y le mostró un papel guardado en una mica. Tenía un título que decía "El pacto de honor de los chicos a prueba de balas" Luego su nombre y debajo, enumerados con su hermosa caligrafía, el listado con todos los que él consideraba sus defectos. Andy vio la frase: "debo creer en mí mismo y aprender a tener pausas. No todo el tiempo puedo estar radiante. Nota mental: aconsejarle lo mismo a mi pequeña noona"
- Ese día prometimos que haríamos el esfuerzo de ir mejorando y dejándolos atrás, pero también nos dimos cuenta que nuestros defectos y virtudes son lo que nos hacen ser quienes somos.
Andy tuvo que enjugar una lágrima. Se sintió bendecida por tener a los chicos en su vida y rogó por poder recuperar pronto los recuerdos que los unían.
-No me digas que fui yo la de la brillante idea.
- Fue de Jin hyung cuando se dio cuenta que estabas tan deprimida por tu figura que no querías comer nada en los almuerzos de la escuela.
Nos reunimos en el patio de la casa de la abuela Gong y te pusiste a llorar porque un chico de la escuela te había ofendido. Decías que la culpa la tenía "tu horroroso cuerpo de golfa"
Fue la primera y única vez que vi una mirada de odio en los ojos de Jin hyung cuando se enteró quién fue el desgraciado que te hizo sentir mal. Ese día se le ocurrió que cada uno dijera las cosas que no le gustaba de sí mismo.
Noona ¿te sientes bien? Estás pálida
Andrea está en un flash back. Lo que le contó su primo activa ese recuerdo infausto de cuando tenía quince años. Estaba harta de sufrir el acoso de Kim Ji-Won, de esconder su figura debajo de kilos de ropa y ver como su trasero, caderas y busto parecía que crecían cada día más. Pensaba que si engordaba lo disimularía, pero se dio cuenta que sería peor, las burlas se harían más crueles.
Sin darse cuenta, empezó a bajar sus raciones de comida con la esperanza de "desinflarse"
Hasta que un día Jin la miró con el ceño fruncido en la cafetería de la escuela.
-Andy ¿solo vas a comer eso? ¿Desde cuando una botella de agua y tres rodajas de zanahoria califican como almuerzo?
-Jinnie por favor, no me digas nada
-¿Qué te pasa Andy? tu no eres así, hasta Kookie me ha dicho que te ve triste y desanimada.
-Jin no tengo ganas de hablar en este momento.
-Esta bien Andrea, tenemos una conversación pendiente. No creas que vas a huir de mi.
Luego se ve en el patio de la abuela Gong llorando en los brazos de Seokjin ahogándose con lágrimas de frustración y resentimiento; los demás están allí con caritas de pena y cólera.
Otro recuerdo hace que se vea escribiendo la lista que mencionó Hoseok y leyéndola como los demás.
Un último momento que logra rememorar es cuando Jin acuna su cara con sus suaves manos y le dice que no debe sentirse mal consigo misma. Que es única entre las chicas de la escuela y adonde vaya siempre llamará la atención no sólo por su linda figura sino más que nada, por ese espíritu indomable que el... todos amaban y admiraban.
-Noona te encuentras bien?
-Si Hoseokie. Yo... lo pude recordar. Recordé lo que pasó ese día, sé donde guarde la lista y que la leo cada vez que siento que puedo dar lo mejor de mí. Gracias primito, me has ayudado mucho.
-Me alegro Andy noona. Ven, vamos a los caniles quiero mostrarte algo.
Hoseok llevó a Andrea al área donde atendían a los pacientes. En uno de los caniles se hallaba una bolita peluda de color gris acurrucada en una de las esquinas.
-Encontramos a esta cachorra y sus hermanitos abandonados en un basurero cerca de aquí. Las hembras siempre son más difíciles de dar en adopción. Si no encuentro un hogar que la quiera acoger tendré que reportarla a la perrera municipal.
-¡Oh pobrecilla! es una cosita preciosa. Yo tuve una perrita cuando vivía en Perú.
-Lo sé, me contaste sobre ella. Por eso había pensado en ti. En tu corazón hay mucho amor para dar y se que la pequeña estará en buenas manos. Esta raza es muy amorosa, dócil y leal. Es juguetona y buena compañía para una familia con niños.
-¿No se la ofreciste a Jin? Sería una buena mascota para sus hijos.
-¡Oh sí! Le encantó la idea
-¿Entonces por qué me estás preguntando?
-Porque luego la esposa de Jin se fue y no sabemos cuando volverá. Y ya se está cumpliendo el plazo para reportarla. Tu eres su última esperanza.
La cachorra se despertó como si supiera que estaban hablando de ella. Se acercó hasta el extremo de la jaula más cercano a ellos y les dio una de esas miradas que derriten hasta el corazón más duro.
-¡Pequeña bandida, sabes mover tus fichas! Si me pones esa carita ¿Cómo te puedo decir que no? Está bien Hoseokie, procedamos a la adopción.
-¡Genial noona, gracias! ¿Qué nombre le pondrás a la chiquitina?
Andrea sujetó a la perrita en sus brazos. Luego de pensarlo dijo muy alegre: Se llamará Hope.
Despues de almorzar y haberla pasado muy bien Hoseok llevó a Andy a casa. Antes de partir de regreso a la veterinaria envió un mensaje a Jin.
¡Hola hyung! Estuve con Andy noona, la pasamos excelente. Recordó varias cosas, más tarde te las comento al detalle.
Tenías razón, la perrita le encantó. La familia Kim tiene un nuevo miembro.
A la par de las citas con Andrea, el psicólogo ha ido monitoreando sus progresos con entrevistas con su familia y Jin. Ha evaluado el caso y considera que es momento de dar el gran paso.
Ahora el que necesita al terapeuta es Seokjin. Está al borde del ataque de pánico pensando como carajo le dirá a Andy que son esposos, padres de cuatro hijos y que en el intento, su chica no salga corriendo o lo ataque con lo primero que tenga a la mano.
Su suegra y cuñada lo tranquilizan diciéndole que a pesar de todo, Andrea lo sigue amando aunque ella no lo acepte. Los chicos también le brindan su apoyo pero le recomiendan que por si acaso hable con Andy vestido con armadura y tenga lista la ruta de escape. ¡Ah! y que no olvide llevar rosas rosadas, son sus favoritas.
Jin decide que la invitará a cenar en su casa. Se esmera preparando su platillos favoritos, ha tenido el cuidado de retirar las fotos familiares de la sala y el comedor y ha dejado sutilmente jarrones con sus flores favoritas en puntos estratégicos de la casa.
Se siente tan nervioso como la primera vez que salieron como novios formales.
Está listo para ir a buscarla. Se mira una última vez en el espejo comprobando que se ve guapo como de costumbre. Toma una foto de sus hijos y le da un beso.
-Muy bien mis pequeños, vamos por mamá.
Andrea por su parte está igual de nerviosa. No se explica el porque, al fin y al cabo se verá con otro de sus primos el guapo, sexy y dulce Kim Seokjin padre de cuatro hijos, separado y con una vida familiar por resolver. Aunque no resiste la tentación de esmerarse en ponerse linda para la ocasión.
Una vez más sus amigas/hadas madrinas llegan a su rescate, ayudándole a peinarse, dándole consejos y sobre todo recalcando uno que le parece muy extraño: "pase lo que pase recuerda que tu lo quieres y que no puedes dejar huérfanos a cuatro angelitos"
Antes de salir se mira al espejo y da gracias por tener a la rubilinda y la gatita sensual como incondicionales amigas. Le deja a su hermanita el cuidado de Hope.
Al escuchar el timbre respira profundo para que Seokjinnie Lovelynnie no note que está al borde del desmayo.
Cuando Andy abrió la puerta se sintió como una quinceañera viendo a su bias. Jin estaba guapísimo y el halo de perfume que lo rodeaba desconectó a Andrea del planeta por cinco segundos.
El tampoco fue inmune a los encantos de su esposa. Estaba radiante y encantadora, el vestido que llevaba era uno de los favoritos de Seokjin porque la hacía ver sexy con una elegancia casual.
El trayecto fue muy agradable. Andy no podía negar que entre ella y Jin había mucha química pero vaya, era lógico, se conocían prácticamente de toda la vida (o eso es lo que ella quería creer).
La casa estaba un tanto alejada de la zona donde vivían los hermanos Gong. Todos habían optado por ubicarse cerca a la calle de los abuelos.
Al llegar, Andrea se quedó boquiabierta. Estaba ubicada en una zona residencial muy bonita, cerca había un parque con zona de juegos infantiles.
-¡Waoo, tu casa es hermosa!
-Era de mis abuelos maternos, la heredé un par de años después de casarme. Me gusta más como se ve por dentro, tiene el toque de la señora Kim
-¿La extrañas Jinnie?
-La tengo presente cada día.
¡Auch, eso dolió! Eso te pasa por preguntona
-Espero que valga la pena esa fidelidad y sepa valorarla.
¡Andy está celosa, y no puede ocultarlooo!🎵🎶 ¿será mucha crueldad ponerle más dramatismo? Naa... si no me abofetea por esto lo hará cuando le diga la verdad
Jin tomó la mano de Andrea y mirándola a los ojos habló con su voz más sensual:
-Es inevitable Andrea. ¿Cómo podría olvidar a una mujer como ella? Hermosa, inteligente, sensual, una madre A1. Fue un regalo del cielo que espero recuperar pronto
¡Ups! Se me pasó la mano. No veía esa mirada asesina desde la vez que se puso celosa porque pensó que me gustaba Byul Yi.
-Mis deseos que el infierno... el cielo te devuelva pronto esa joya... primo.
Jin tuvo que aguantar la risa. ¡Era tan gracioso! Le recordaba la época cuando ambos no terminaban de entender qué era lo que sentían el uno por el otro y sufrían por los ataques de celos que debían tragarse para no hacer papelones.
A Andrea se le pasó el mal humor al ingresar a la vivienda. Debía admitir que la condenada mujercita tenía buen gusto y había impregnado la casa de un aire hogareño y familiar muy acogedor. Lo que la halago fue notar el detalle de las rosas.
El guapo Kim se lució con la cena. Banchan, Japchae y helado de chocolate acompañados de un delicioso vino fueron el complemento de una divertida conversación donde Jin la ayudó a recordar algunas anécdotas de la niñez o adolescencia, como la vez que en un partido de soccer en la escuela le cayó un pelotazo en la cara y le sangró la nariz. Si Andrea no le mordió la yugular al chico del otro equipo fue porque no pudo. Andy se justificó diciendo que reaccionó así porque el imbécil lo hizo a propósito.
Luego de ayudar a limpiar los servicios (Jin notó que ella se movía en la cocina de manera inconsciente, sabía dónde estaban los implementos para lavar y no se percataba de ello) pasaron a la sala a continuar la charla. Había llegado el momento.
Omma deséame suerte desde allá arriba.
-Jinnie disculpa que te pregunte pero hay algo que me tiene intrigada. Si extrañas tanto a tu esposa ¿Por qué no hay una sola foto de ella?
-Eres muy observadora y curiosa Gong Andrea. No necesito fotos para atesorar su recuerdo, está en mi corazón como si la tuviera justo aquí.
-Que suerte tienen algunas. Me gustaría saber qué se siente que te amen con esa intensidad y devoción.
Andrea optó por cambiar de tema. No quería echarse a llorar por el vacío que estaba empezando a sentir.
-Dime ¿no tienes fotos de tus niños? me gustaría ver si heredaron tu cara. De ser así, ¡pobrecillos! por lo menos los querrán por ser muy simpáticos.
-¿Qué estás queriendo decir Andy Candy?
-¿Yooo? Nada Seokjinnie Cutiennie
-Mis pequeños son hermosos, tienen lo mejor de mamá y papá.
Jin se puso de pie y del cajón de un mueble de la sala sacó un álbum de fotos. El corazón de Andrea empezó a latir más rápido. La tapa estaba decorada en un estilo que ella conocía bien y tenía escrita la frase "EQUIPO KIM"
-Jinnie...
-Abre el álbum Andy
Las primeras páginas empezaban con las fotos de una hermosa bebita con el nombre Marian. Conforme avanzaba, notó algunos detalles: la nena era una mini Jin pero de cabello castaño lacio y ojos pardos. Luego, le seguían las fotos de su melliza, Mariel; se diferenciaba de su hermana por el cabello negro y de puntas onduladas.
Los recuerdos llegaban a ella como voces lejanas.
-Si tenemos una niña me gustaría que tuviera un nombre latino con M
-¿Por algo en especial?
-Claro; el nombre de mi madre es Marissa y mi segundo nombre es Marie
-Andy bebé, respira. Sigue mirando por favor.
Las siguientes fotos eran de un guapo hombrecito de nombre Jin Hyeon. El pequeño era el clon de Jin. A este punto, las lágrimas de Andrea caían silenciosamente. El último bloque de fotos eran de un adorable bebé, Seok Jun. Un sollozo escapó de la boca de la muchacha. Parecía que estuviera viendo una foto suya de la infancia, la única diferencia era que Junie tenía los ojos ligeramente rasgados.
-Jin... no... nosotros... tú... yo...
Seokjin estaba igual que ella. Las lágrimas bañaban su bello rostro y lo único que pudo hacer fue mover su cabeza afirmativamente y luego abrazarla con fuerza.
-¡Andy no sabes cómo he sufrido por no poder decírtelo, por escuchar a nuestros hijos preguntar por tí y no traerte a casa para estar juntos! ¡Te amo nena, te amo mucho!
Andrea lloraba contra su pecho. Lo siguiente que supo fue que Jin secaba sus lágrimas y la besaba con labios temblorosos. Jin sintió un campanazo de alerta cuando Andy no respondió el beso.
-Amor...
-Seokjin no entiendo nada, estoy tan confundida ¿Cómo fue que terminamos siendo pareja? ¿Nuestra familia lo aceptó?
-Andy cálmate por favor. Espera un momento y te lo contaré todo.
Jin fue a la cocina; después de unos minutos regresó con unas tazas de té.
-Bebe esto cariño nos hace falta a los dos.
Jin le contó la historia cuando ambos ya se habían serenado
-Andy siempre has sido muy especial e importante para mí. Eres mi amiga, confidente, el hombro en el que he llorado y la persona con la que puedo reír sin ninguna vergüenza. Fuiste mi compañera de juegos en la niñez y mi soporte en la adolescencia.
Me di cuenta que tenía sentimientos hacia ti más allá de la amistad o del cariño como familiares la tarde que lloraste desconsolada en mis brazos en el patio de la abuela Gong ¿lo recuerdas?
Yo guardaba la esperanza que tú sintieras lo mismo por mí. Cuando me regalaste los petauros no pude ser más feliz, fue un detalle tan hermoso y único. Me conoces tan bien; tu me complementas Andrea.
Una tarde que fuiste a casa de mamá a cuidar de Dong Hee estuvimos a nada de besarnos; hasta ahora recuerdo la cara de pánico que pusiste y el rubor de tus mejillas cuando reaccionaste. Allí supe que tu sentías lo mismo pero no querías reconocerlo.
Los dos hicimos como si no hubiera pasado nada. Pero evitabas quedarte a solas conmigo y si me veías conversando más animado de lo normal con alguna chica, la pobre terminaba fulminada por tu mirada.
-¡Ooooh, Byul Yi! Me has hecho recordarla, me miraba como si viera a Satanás.
-Debo admitir que yo también sentía celos. Sobre todo de ese chico de intercambio, Mitchell no se cuantos.
Andrea se quedó un momento en blanco.
-¿Andy?
La chica lo miró y empezó a carcajearse con tantas ganas que se le salían las lágrimas.
-¿En serio tenías celos de Mitch? ¡Michie Michie era gay! Y si me buscaba era porque quería que hiciera de Cupido. Tu le gustabas Kim Seokjin.
-¿Qué? Eso no lo sospechaba
-¿Cómo fue que tu y yo...?
-Cuando cumplimos dieciocho años la familia celebraba los 50 años de matrimonio de los abuelos Gong. Era una noche calurosa, tú habías salido a tomar aire. ¡Estabas preciosa!
Cuando me viste ibas a huir como siempre que nos quedábamos solos. Pero te pedí salir a dar un paseo fuera del restaurante.
Cerca de allí había un parque con un hermoso puente. Te pedí que ya no huyas de mí. Y te confesé mis sentimientos. Tu fuiste la más sensata diciendo que la familia no vería con buenos ojos nuestra relación, que era una locura. ¿Sabes? Jamás dijiste que no me querías o no estabas interesada en mí.
Esa fue la primera vez que nos besamos y el inicio de nuestro romance en secreto.
Nos casamos contra viento y marea cuatro años más tarde.
-Jin no sabes cómo lamento no tener esos hermosos recuerdos. ¿Y si nunca los recupero?
-Podemos hacer unos nuevos Andy. Te amo Andrea. ¿Quieres escribir nuevamente nuestra historia?
-Se que me gustas mucho Jinnie. Pero necesito tiempo para ordenar mis sentimientos.
-Esta bien Andy, lo entiendo. ¿Te puedo pedir algo?
-Si claro.
-¿Puedes volver a casa? Los niños te extrañan.
-Jinnie yo..
-Prometo que no te presionare ni intentaré nada que tu no quieras.
Andrea tenía un torbellino en el corazón. ¿Y si no funcionaba? ¿Si no recuperaba sus recuerdos y sentimientos? ¿Si no volvía a enamorarse de él?
Como diría la abuela Mildred en Perú: "No hay peor intento que el que no se hace"
-Esta bien Jinnie. Nunca le digo que no a un reto. ¿Puedo venir con Hope?
La hermosa sonrisa de Jin iluminó su rostro.
-¡Por supuesto amor! ¿Puedo pedirte otro favor?
-Dime
-¿Puedo besarte?
Andrea se acercó a él. Él acarició suavemente su rostro y se inclinó para besarla. Al principio fue una suave caricia pero luego el ritmo fue aumentando mientras Andy acariciaba su cuello y cabello. Cuando se separaron ella dejó escapar un suspiro. Abrió los ojos abochornada pero sintió que se derretía ante la mirada de Jin. Era una mezcla de ternura, amor y deseo.
-Cumpliré mi promesa Kim Andrea. No haré nada que tu no quieras.
Jin llevó a Andrea de regreso a casa de sus padres. Le robó un beso de despedida y prometió pasar por ella al día siguiente para llevarla con los niños.
Esa noche Andrea soñó con una gran reunión familiar donde admiraba a Jin disimuladamente. A sus dieciocho años era el hombre más guapo que había visto en su vida.
El traje que traía puesto lo hacía ver varonil, pero lo que más le gustaba eran sus tiernas facciones, lo educado y caballeroso que era.
Lo veía bailando un vals con la abuela, parecía un príncipe encantado. Ella deseaba de corazón algún día llegar a ser su princesa.
Andy ya tenía listas sus cosas y se había despedido de sus padres. Hope ya estaba en modo viajera.
-Unnie cálmate, si sigues así vas a colapsar en los brazos de Jinnie oppa
-¿Sabes que no sería mala idea? Por favor, si ves que voy a hacer el ridículo pon a mi pequeña en un lugar seguro.
-Andy unnie eres una exagerada. Mira, oppa acaba de llegar. Todo saldrá bien ¡Fighting!
Con un abrazo su hermanita la dejó para que tenga mayor intimidad. Casi de inmediato Seokjin tocó el timbre.
-Papá llegó por nosotros mi peque.
Andrea iba silenciosa. Jin le dio ánimos tomando afectuosamente su mano.
-Los niños van a volverse locos con Hope. Es adorable.
Por fin llegaron a su destino. El nerviosismo de Andrea era evidente.
-¿Nena estas bien? Tranquila amor, los niños esperan por ti.
Al entrar a casa Andy fue recibida por una lluvia de confeti, globos de colores, un cartel de bienvenida decorado con huellas de manitos y tres vocecitas que gritaron emocionadas ¡mami!
Dos pares de brazos rodearon sus piernas. Eran Mariel y Marian. Andrea se agacho a abrazarlas.
-¡Niñas! son hermosas
-Mami ¿por qué lloras?
-Estoy muy feliz de verlas preciosas
-Te extrañamos mucho mami. ¿Ya no te volverás a ir?
-No hijita, me quedaré con ustedes.
-¡Bienvenida Andy noona! Los niños no fueron los únicos que te extrañaron
Andrea levantó la vista y vio dos pares de piernas kilométricas. Namjoon tenía en brazos a Jin Hyun y Taehyung al pequeño Seok Jun.
-¡Hola noona! Tus pequeños caballeros también quieren saludarte.
-¡Mami!
Andy se sentó en el sillón para que sus niños la rodearan. El bebe le dio un beso de babas muy efusivo.
-Mami, Seokjunie te aplicó el secreto de belleza.
-Si hijita. ¿Le dejó que me de otro besito?
-¡Yujjj! Más babas, ¡guacala!
Jin traía en brazos a Hope. Cuando los niños la vieron se volvieron locos.
-¡Papi, un perrito!
-Se llama Hope, es chica y es de mami.
-Ahora es parte de la familia. ¿Me ayudarán a cuidarla?
-¡Síi! ¿Podemos jugar con ella y Yeontan?
-Claro, pero con cuidado
-¡Síi, gracias mami!
-Y así fue como fui reemplazada por una cachorra peluda. ¿Por lo menos tú si me harás compañía no Junie?
Mientras Jin preparaba el almuerzo Andrea conversaba con sus cuñados. Le parecía tan extraño llamarlos así. Hace poco se había mentalizado que eran sus primos y ahora, eran los hermanos de su esposo. ¡Qué locura!
Tae le mostró el álbum de fotos de su matrimonio y las que habían inmortalizado sus tres embarazos. Muy orgulloso le comentó que él era el fotógrafo oficial del Equipo Kim.
-Tae las fotografías son hermosas, espero que puedas seguir retratando muchos momentos de mi familia. Me siento extraña diciendo eso. Chicos, cuéntenme una cosa y sean sinceros. ¿Cómo reaccionaron nuestros padres cuando se enteraron que Jin y yo éramos novios?
-¡Oh noona! Tu romance con hyung es toda una historia que tengo registrada para la novela de amor que pienso escribir ¡Será un éxito! "Romeo y Julieta" es una zapatilla a su lado.
-¿Tan trágica fue la cosa?
-Nam hyung está bromeando noona. No te voy a negar que no les hizo mucha gracia, más que nada por cómo se enteraron
-¡Oh mierda! Perdón hijito, mami es muy grosera cuando está nerviosa
-Y cuando está borracha
-¡Cierto Nam hyung! También cuando se junta con Yoongi hyung o se molesta con Jin hyung y...
-¡Chicos!
-Perdón, nos dejamos llevar por los bellos recuerdos. Hyung ¿se lo cuentas? Me encanta cuando narras como en un documental.
-Esta bien. Kim Namjoon Entertaiment presenta la tragicómica historia de Kim Seokjin y Kim Andrea titulada: "Éramos felices hasta que mamá nos sorprendió en la cama. Y no precisamente durmiendo"
-¡Por todos los santos!
-¡Genial hyung, sigue!
"Después que Kim Seokjin y Gong Andrea admitieran los sentimientos que tenían en común a la tierna edad de dieciocho años decidieron vivir su romance en la clandestinidad, lejos de la censura de sus padres y la sociedad.
Luego de graduarse de la secundaria optaron por asistir juntos a la Universidad de Seúl. El a la facultad de medicina, con el sueño de ser pediatra. Ella, determinada a ser maestra de preescolar. Para nadie fue una sorpresa que eligiera esa carrera. El único que se sintió un tanto decepcionado fue el abuelo Gong que le veía pasta de abogada y así alguien heredara su pasión por las leyes.
-Le queda el chance con la generación de los maknaes.
-Tae, deja que siga
Los padres de Seokjin tuvieron la brillante idea de alquilar un pequeño departamento cerca a la universidad. Se lo comentaron a los papás de Andrea y les pareció que sería bueno que los chicos lo compartieran. Así el gasto sería menor y Jin cuidaría de su prima.
Según narraban los aludidos trataron de no defraudar la confianza de sus padres; ciertamente lo estaban haciendo ya que sus promedios eran los mejores de su generación.
-¿Eso es cierto Jinnie?
-Si amor. Nos dedicamos a estudiar, el poco tiempo libre que teníamos lo pasábamos viendo tele o íbamos al cine.
-Jinnie.. tu y yo
-No Andy. Nos besábamos y abrazábamos pero nada más. Cada uno tenía su habitación y respetaba el espacio del otro.
Otra cosa eran los sueños húmedos que tenía después de las sesiones de besos.
-¡Qué vergüenza comentar estas cosas delante de ustedes chicos!
-¡Oh noona, no te preocupes, esta historia es fija en las noches de borrachera con los demás, todos la conocemos!
-¡Tierra trágame!
-Sigue hyung, estamos llegando a la mejor parte
-Tae por favor ¿puedes ver que están haciendo los niños? Están sospechosamente silenciosos.
-Es cierto Jin hyung. Enseguida voy.
Andy escuchó a Tae preguntando ¿Qué están haciendo pequeños traviesos? seguido de dos voces que sonaron a culpa: ¡Nadaaaa tío Teteeeee!
-Nosotros sabemos que ese "nada" significa todo lo contrario. ¿En que nos quedamos noona?
-En que Jin y yo éramos unos niños bien portados.
-¡Cierto! continuemos...
Así transcurrieron los años. Andrea estaba por concluir sus estudios y Seokjin se perfilaba como un gran profesional de la pediatría. Una noche salieron a celebrar por adelantado el cumpleaños de la chica. Tragos van, tragos vienen ... las hormonas y los deseos reprimidos hicieron su efecto.
-¡¡No me digas que así fue como quedé embarazada!!
La escandalosa risa de Jin se escuchaba desde la cocina
-No noona, eso no ocurrió ¿Continuo?
Los jóvenes estaban ebrios pero no al extremo de perder la cordura, así que obraron responsablemente. Esa noche sellaron su amor.
-¡Espera, espera! Kim Seokjin ¿tenías preservativos?
-No, los tenías tú.
-¿Yoo?
-Si, me dijiste que sabías que eso pasaría tarde o temprano y querías estar preparada.
-No se si alegrarme por haber sido precavida o avergonzarme por ser una pervertida.
-Yo creo que eras consciente de tus sentimientos y querías hacer las cosas bien.
-Gracias cuñadito. ¿Seguimos?
Los jóvenes amantes se quedaron dormidos en la cama del muchacho. No contaban con que recibirían la visita sorpresa de la madre de Seokjin.
-¡Virgen de las Mercedes! ¿tía Eu Jin nos vio?
-Digamos que no los vio, pero escucho algo que le dió ciertos indicios
-¡Kim Seokjin! ¡Abre esa puerta ahora mismo! ¡Eres un irrespetuoso, haciendo tus cochinadas donde está tu prima!
La hermosa señora Kim cayó en la cuenta de algo. ¿Dónde estaba su sobrina?
-¡Par de mocosos pervertidos, abran la puerta ahora!
Cuando los muchachos abrieron Jin tenía puesto un short de pijama y Andy la camiseta. Los dos la miraban con vergüenza y miedo.
-Lo que siguió a eso fue una lluvia de chanclazos para ambos. Como que mamá es una Gong. ¡Noona no llores, sigue el siguiente acto!
La noticia se hizo vox populi entre todo el clan. Los muchachos fueron desterrados a sus respectivos hogares paternos. Solo podían verse a hurtadillas en los pasillos de la universidad y en una que otra reunión familiar. Ambos eran la imagen de la tristeza.
Hasta que decidieron algo. Eran mayores de edad y estaban muy seguros de sus sentimientos. Una tarde nevada Kim Seokjin le propuso matrimonio a su adorada Gong Andrea. Y ella aceptó.
-¡Hyung! ¿tienen crema desmaquillante? ¡Las niñas le hicieron a Jin Hyeon lo mismo que le hicimos a Kookie en Halloween!
-Noona, créeme que no querrás ver eso
-Joonie si nuestros padres no estaban de acuerdo ¿Cómo fue que nos pudimos casar?
-Aquí viene la parte que hará exitosa mi historia.
Nuestros protagonistas comunicaron sus intenciones a la familia. Los más indignados y férreos opositores eran el padre de la novia y la madre del novio. El drama llegó a oídos de los abuelos Gong que mandaron a llamar a todos los involucrados.
Los padres de los muchachos cantaban victoria. Estaban seguros que los abuelos le pondrían la lápida a esa locura de amor.
Fue así como acudieron al hogar patriarcal. Los jovencitos estaban sentados tomados de la mano en el sillón central de la sala. Alrededor y con gestos adustos los padres de ambos. Encabezando la reunión los abuelos Gong.
Cada parte presentó su alegato. Del lado de los Gong, Jun era el que ponía los cien mil peros mencionando la censura social. Marissa, la madre de Andrea, la miraba con amor y solidaridad.
Por los Kim era Eun Ji la que afirmaba que eran muy jóvenes para casarse y que eso era una insensatez. Eran como hermanos y seguramente estaban confundiendo sus sentimientos. Y que si persistían con esa tontería ya no seguirían apoyando a Seokjin con sus estudios. El Doctor Kim fue el primero en poner cara de asombro.
Los muchachos por su parte afirmaron estar seguros de su amor. Andrea dijo que ella apoyaría a Seokjin para que culminara su carrera, ese era su deber como esposa. El a su vez, esperaba contar con la bendición de las familias. Pero si era necesario pagar el precio del repudio lo haría con gusto por la mujer que amaba.
-Jin hyung ¿tienes más pañuelos desechables? Y Junie ya se durmió.
Llegó el momento del veredicto de los abuelos. La abuela dijo sentirse muy sorprendida de lo ciegos o estúpidos que eran los padres de los chicos. Ella sabía desde hace mucho tiempo atrás que esos niños habían construido su amor con el paso de los años.
El abuelo dijo sentirse muy orgulloso de ambos. Jin no era su nieto de sangre pero se había ganado su corazón con su encanto, ternura, nobleza, amor e inteligencia. Para él era su nieto mayor.
Andrea era una Gong a mucha honra. Tenía el temple y determinación de la abuela y su generoso corazón. Y que por parte de él tenían su bendición, ese amor era puro y sincero no merecía ser tratado como algo sucio e inmoral.
Cuando Jun y Eun Ji quisieron reclamar desataron la ira divina de sus padres.
-¡Guárdense el argumento de que los muchachos son muy jóvenes! ¿Acaso ya olvidaron qué edad teníamos su madre y yo cuando nos casamos? Éramos prácticamente unos niños, aún así pude sacar adelante mi profesión y su omma fue una magnífica madre.
-¡Ustedes son los menos indicados para hablar de la censura social! Jun ¿acaso tu padre o yo te negamos nuestro apoyo cuando decidiste casarte con una extranjera? Si hubiéramos seguido las tradiciones te hubieras ganado nuestro repudio y decepción. Eres nuestro único hijo varón y el mayor pero recibimos con amor a Marissa y agradecemos a nuestros antepasados habernos bendecido con una nuera tan maravillosa.
¡Y tú Eun Ji! ¿No te enamoraste de un hombre viudo que te lleva diez años? Tenías 24 años cuando te casaste con el apuesto Doctor Kim que nos regaló un nieto hermoso de bella personalidad. Me niego a creer que serías tan desalmada para negarle los estudios a tu hijastro
-¡Madre no hables así! ¡Seokjin es mi hijo!
-¡Entonces compórtate como su madre! ¿Saben qué? ¡Se han ganado que los haga razonar como en los viejos tiempos!
-¡¡Madre noooo!!
-¡Noo! No me digas que la abuela...
-Sí. Mamá recibió varios chanclazos y tío Jun probó la escoba nueva de halmeoni. Luego de eso les pidieron perdón, dieron su bendición y después de un año se casaron.
Dos años más tarde llegaron las gemelas y luego los otros integrantes del equipo. Por cierto hyung ¿le mostraste la última foto que tomó Tae?
-No, era una sorpresa, gracias.
Seokjin se acercó a ellos ocultando algo detrás. Sonriendo con dulzura se lo dio a Andrea. Era una foto donde estaban ellos y los niños de espaldas; todos tenían camisetas de hockey con el apellido Kim y su año de nacimiento. La fila empezaba con Jin, luego Marian, Mariel, Jin Hyeon, Seok Jun y Andy.
-Bienvenida a casa nena.
Esa noche los esposos Kim durmieron abrazados con la esperanza de que Andy recuperará sus memorias.
Los días fueron pasando mientras que Andrea con ayuda de las terapias, el cariño de su familia y el amor de Jin iba recuperando poco a poco sus recuerdos.
Todavía no compartían la intimidad. Sí había besos y abrazos entre ellos pero nada más.
Andy se sentía ridícula, se comportaba como una damisela virgen con su esposo y el padre de sus hijos. Jin le decía en broma que tendría que embriagarla para volver a tener sexo. Por lo menos ya no necesitarían preservativos, Andrea se había ligado las trompas después del último parto.
Una noche que estaban alistándose para dormir, Seokjin la esperaba en la cama mientras Andrea se duchaba. Un recuerdo llegó: Jin y ella bajo el chorro de agua quitándose el jabón mientras reían y se daban besos.
Cuando salió y retiró el vaho del vapor del espejo tuvo una visión muy vivida. Eran ellos frente al espejo, desnudos y haciendo el amor. Pudo sentir cada beso, caricia, las manos varoniles en sus caderas, los gemidos de ambos y el susurro de Jin en su oreja diciéndole "te amo"
¡Carajo! Está bien mente pervertida, ya entendí el mensaje. Vamos por el doctor Kim.
Andrea está dormida en los brazos de Seokjin. Como si algo se hubiera activado en su cerebro empieza a ver la película de su vida en Corea. Y siempre hay alguien junto a ella.
¿Sabes hablar coreano?
¡Andy,Mandy, Pandy, Candy!
¡Andy, Andy, por favor, no te duermas, escucha mi voz, quédate conmigo!
Andy pequeña escúchame, no debes sentirte mal contigo misma. Eres única entre las chicas de la escuela y adonde vayas siempre llamarás la atención, no sólo por tu linda figura sino más que nada, por ese espíritu indomable que yo... todos amamos y admiramos.
¡Te amo Andrea!
Nadie impedirá que te ame Andy. ¿Quieres ser la señora Kim y compartir nuestras vidas hasta que la muerte nos separe?
¡Gracias señora Kim por hacerme tan feliz y regalarme a estos niños tan bellos!
De repente recuerda cómo se sentía los últimos días antes del accidente. Cansada, abrumada, no se veía como una mujer atractiva. Adoraba a sus hijos pero a veces se sentía como una fábrica de bebés. Y todas esas inseguridades estaban afectando su vínculo con Jin. Un par de veces le contestó de mala manera pero él no le reprochó nada.
Otra luz en su mente la hace verse en casa de la abuela Gong y contarle sus inquietudes. La abuela la recibe con cariño y le aconseja que converse con Jin, lo peor que puede hacer es crearse fantasmas innecesarios. Y que reconozca que no es de hierro; ser esposa, amante, madre y maestra no es fácil. Que se organice mejor que hasta ahora, lo está haciendo bien pero debe dejarse ayudar.
Jin te ama pequeña, no lo olvides, el jamás te dejará sola
Todo en su interior se vuelve oscuro. Recuerda el horror que sintió al tomar conciencia del auto que chocaba contra ellos y como el vehículo en el que estaba da varias vueltas de campana. Luego, silencio y soledad.
Despierta llorando asustada. Sus sollozos son tan lastimeros que despiertan a su esposo.
-Andy mi amor ¿que te pasa?
-¡Perdóname Jin! ¡No debí haber ido a la casa de la abuela, no debí quejarme de mi vida, casi te pierdo, a mis niños, a los chicos!
-Andrea cariño no te entiendo...
-Seokjin, recordé todo. Desde que llegué a Corea hasta el día del accidente.
-¡Mi amor esas son buenas noticias!
-Yo... me porté mal contigo días antes del accidente. Me sentía tan cansada, yo... yo...
-La abuela Gong me contó todo Andy. Me llamó al día siguiente del accidente y me dijo que cuando despertaras te cuidará mucho. ¿Por qué no me dijiste cómo te sentías?
-No quería ser un problema para ti.
-Amor tu jamás serás un problema. Andy yo te adoro. Creo que te ame desde el día que me dijiste cara de mazapán. Allí me di cuenta que contigo los días serían únicos.
-¿Sigues creyendo que tengo ojos de sapo?
-Mmm... tal vez, pero para mí son hermosos
-¡Kim Seokjin! Yo también te adoro.
-Tengo algo para ti
Jin le entregó una caja de color rosa. Dentro había un celular y una bolsita de terciopelo.
-Tuve que comprarte un nuevo celular, el anterior se daño en el accidente. Laura me ayudó a comprar la cubierta. Pudimos recuperar el chip, toda tu información está allí. ¡Ah! Está programada la alarma.
-¿Shakira?
-¡Por supuesto! Ya es parte de mi despertar.
Andrea abrió la bolsita. Allí estaban su sortija de compromiso y su aro de matrimonio.
Se sintió tan emocionada de verlos como la primera vez
-¿Me permites?
Andy solo pudo asentir con la cabeza.
-Kim Andrea ¿aceptas otra vez ser mi esposa hasta que la muerte nos separe?
-Acepto Kim Seokjin. Y créeme, ni la muerte podrá separarnos.
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