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010

Hacia el final del día, Beomgyu se apresuró hacia los cambiadores de la piscina, donde debía cambiarse y ducharse antes de su entrenamiento de natación. Después de su discusión con Yeonjun, no estaba particularmente entusiasmado, pero para ese punto ya era un experto ocultando sus verdaderas emociones.

Todos los alumnos en St. Geneviève estaban obligados a llevar una o dos actividades extracurriculares a la semana: orquesta, artes expresivas, vóley y básquet, natación, y otras sin importancia. Inicialmente, Beomgyu llevaba artes expresivas, pero cuando se dio cuenta de que solo podía expresarse por medio de la pintura o la escultura, se cambió a natación.

Lo que realmente quería era llevar cine. Ingenuo, creyó que artes expresivas podía incluir videografía, o, como mínimo, fotografía, pero se vio ciertamente decepcionado. No quería "pintar sus emociones con los pies" ni "elegir su color representativo", como la profesora hippie había sugerido en sus primeras y únicas clases. Quería crear videos, analizar buenas películas y recibir la guía técnica adecuada para seguir mejorando hasta convertirse en el gran director de cine que sabía que podía ser.

El motivo por el cual Beomgyu no dejaba de postularse como délégué era el de impulsar la creación de un club de cine. La prestigiosa academia de cine de París en la que quería estudiar requería, además de un portafolio personal, dos cartas de recomendación y el certificado de haber llevado al menos un curso o actividad con relación al cine por un semestre en el colegio. Podía tener todo el dinero del mundo, pero, si no contaba con esos requisitos, ni siquiera podría tener la oportunidad de ser considerado entre los postulantes.

Como St. Geneviève no contaba con ningún curso de cine, Beomgyu necesitaba crear el club, que contaba como actividad. En todas las reuniones de delegados, llevaba buenos argumentos y estaba dispuesto a hacer algunos compromisos, pero la administración, usando a los profesores como medio, siempre decía que no. Que no había presupuesto, que no habían más interesados, que ya tenían suficientes extracurriculares, que si le decían que sí a él tendrían que decirle que sí a todos los alumnos que quisieran agregar un nuevo club y sería una anarquía... Excusa tras excusa, parecían determinados a aplastar los sueños de Beomgyu.

Pero si algo había aprendido en sus 18 años de vida era que rendirse era para pobres, feos y estúpidos, y él no era ninguno de los tres.

Demasiado obstinado por su propio bien, no pensaba rendirse antes de acabar su estancia en St. Geneviève, aunque agotara a sus profesores con su insistencia.

Después de planificar todo el club por su cuenta y contraargumentar todas las excusas para no abrirlo, el último requisito que le habían pedido para poder instaurar el club de cine era que debía tener un sponsor. Es decir, un profesor de la institución con un mínimo de experiencia en cine que aceptara supervisar las reuniones del club y hacerse responsable del mismo.

Era allí donde se supone que entraba Yeonjun...

Pero, por supuesto, el angelito de Yeonjun tuvo que arruinarlo todo escuchando a su estúpida moral.

Beomgyu asumía que Yeonjun sabía que prácticamente le doblaba la edad y que no le importaba esa diferencia, pero, al parecer, la relación de profesor-alumno era la gota que colmaba el vaso. Maldita, estúpida, ridícula moral.

Antes de enterarse de que sería su profesor, suponía que su relación de beneficios tendría fecha de caducidad. No es que Yeonjun no le atrajera lo suficiente, al contrario, le gustaba acostarse con él y tenerlo como ventana a la experiencia del ordinario promedio, pero no se había proyectado un futuro a su lado ni nada por el estilo. No podía verse a sí mismo como el novio de alguien más, ni siquiera lo consideraba dentro de su minucioso plan de vida en el futuro próximo. Estaba enfocado fijamente en sus metas personales, y no pensaba dejar que ningún hombre lo distrajera.

Pero apenas supo que Yeonjun era su profesor, y no cualquier profesor, sino el de su curso favorito, con una pizca de experiencia en la industria del cine, las cosas cambiaron.

No es que lo hubiera comenzado a tratar más como novio humano que como objeto sexual desde que se enteró que sería profesor en su colegio únicamente para que acepte ser su sponsor y ayudarlo a abrir el club de cine... pero jugaba una parte importante en ello.

¿Era frío, descorazonado y manipulador? Quizás. Beomgyu sabía exactamente lo que quería, y estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para obtenerlo, incluso jugar con el corazón de un profesor suyo.

Por eso estaba tan frustrado con que Yeonjun le hubiera puesto el pare. No le hubiese importado tanto si se lo hubiese dicho unas semanas antes, pero ahora que ni siquiera parecía dispuesto a saludarlo sin dar un salto de terror, había arruinado todo su plan. ¿Cómo se atrevía a tener una conciencia moral y rechazarlo?

En fin, Beomgyu podía tener paciencia y jugar a su manera. Sabía que era solo cuestión de tiempo hasta que Yeonjun dejara de resistirse, y no podía esperar a verlo arrastrándose de vuelta a sus pies.

Apenas llegó a su clase de natación, se dio cuenta de que estaba tarde, porque sus compañeros ya estaban estirando al borde de la piscina. Maldiciendo por lo bajo, emplastó una sonrisa y se acercó al profesor.

ㅡDisculpe la tardanza, Monsieur ㅡse disculpó, con sus mejores ojitos de inocencia.

ㅡTranquilo, te esperamos. ㅡEl entrenador sonrió, dándole unas palmaditas en el hombroㅡ. Ve a cambiarte, campeón.

ㅡ¡Muchas gracias!

Corrió hacia los cambiadores, borrando la sonrisa que tenía apenas perdió de vista a los demás.

El resto del entrenamiento siguió como era costumbre, con Yeosang usado como ejemplo para el nado perfecto. Puede que el chico no sea el más brillante académicamente, pues no por nada había repetido el año dos veces seguidas, pero sí que sabía cómo moverse en el agua.

Al final, Beomgyu se quedó en los cambiadores por unos minutos más que el resto de sus compañeros. Si pudiera, se iría de inmediato, pero apenas encendió su celular se dio cuenta de que había recibido un mensaje de su chofer indicando que llegaría unos minutos tarde porque debía recoger un pedido de su madre, así que quería hacer tiempo.

Además, se distrajo con otros mensajes, enviados por Yeonjun.

Papi💞
> No te olvides de que tenemos que hablar, por favor.
> Cuando termines tus clases, vienes a mi oficina.
[hoy, 13:07]

> ¿Me bloqueaste? ¿¿??
> 😞
[hoy, 13:52]

> Soy un idiota.
> Acabo de enterarme de que no pueden usar celulares.
> Perdón por el influjo repentino de mensajes.
> ¿Creo que le dicen e-spam?
[hoy, 14:31]

Rió para sí mismo por su adorable ingenuidad y horrible manejo del léxico popular, comenzando a responder.

aww, qué lindo, encajarás perfecto
entre los profs de st. boomerviève
con su ineptitud tecnológ|

Al darse cuenta de la situación en la que se encontraba, se detuvo antes de presionar enviar, perdiendo la sonrisa. Después de que prácticamente lo había rechazado, ¿cómo se supone que intercambiaría mensajes amigables con Yeonjun como si nada?

Okay, debía admitir que quizás no lo veía únicamente como un objeto al que le podía demandar favores. Quizás sí quería hablar con él, como un par de chicos normales comenzando a conocerse. Quizás no era tan frío y descorazonado como le gustaría creer, y solo era su respuesta instintiva al rechazo de su parte.

Bufó y abultó los labios, protestando en silencio al borrar y reescribir todo su mensaje.

sí, eres un idiota.
[hoy, 16:32]

Sin más, bloqueó su celular y lo empujó dentro de uno de los bolsillos de su mochila. Sabía que estaba siendo problemático al demandar que Yeonjun no impusiera límites en su relación y simultáneamente esperando que aceptara sus límites sin quejarse... Excepto que no estaba dispuesto a aceptarlo, porque apenas estaba comenzando a madurar.

ㅡHola, Beomgyu.

Apenas escuchó el llamado, dio un salto y alzó la mirada, por temor a encontrarse con Yeonjun. Por suerte o por desgracia, no era él, sino un compañero de Tercero B, Taehyun.

ㅡHola ㅡsaludó de vuelta, esbozando una pequeña sonrisaㅡ. ¿Pasó algo?

No había hablado con él desde el incidente el semestre anterior, cuando Sua lo engañó para estar con su hermano mayor, Yeosang. Y, Sua siendo Sua, había terminado por ensuciar la reputación de Taehyun en el proceso, asegurándose de montar una ruptura pública en medio de la cafetería, donde se ganó el favor popular gracias a sus lágrimas de cocodrilo y la buena reputación que le precedía.

Antes de eso, solían ser parte del mismo grupo de amigos populares, el BCBG. De hecho, eran posiblemente los más genuinamente cercanos, porque después de que Beomgyu compartiera su propósito de ser cineasta, Taehyun lo comenzó a invitar al cine con mayor frecuencia. Podían dialogar sobre películas, ya sea para analizarlas o simplemente disfrutarlas...

Hasta que, cuando todos se pusieron del lado de Sua tras el incidente, incluyendo a Beomgyu, perdieron contacto, conversando únicamente por ocasionales mensajes de texto. Hablar públicamente con Taehyun implicaría perder el favor de Sua y todo el BCBG, y lamentablemente no era un riesgo que Beomgyu estuviera dispuesto a correr.

ㅡPues... ㅡTaehyun se acercó a la banca, tomando asiento en el extremo opuestoㅡ. Quería saber cómo iba tu propuesta del club de cine.

Como lo tomó desprevenido, Beomgyu tuvo solo un segundo para devolver su expresión de la sorpresa a la neutralidad. Lástima que Taehyun siempre había sido irritantemente perceptivo de esos pequeños detalles.

ㅡLa última vez que hablé con ella, mademoiselle Jeongyeon me contó que solo faltaba el sponsor. ¿Aún no lo consigues? ㅡadivinóㅡ. Porque estaba pensando que quizás el nuevo profesor de literatura podría ayudar.

Beomgyu negó con la cabeza de inmediato.

ㅡ¿Por qué no? Hoy en clase nos contó que fue asistente guionista hace años. No es mucho, pero tienen que contarlo como experiencia, ¿no crees?

Tomó un largo suspiro, echando la cabeza hacia atrás. En el mundo perfecto, sí, pedirle ese favor a Yeonjun sería exactamente lo que haría, pero por el momento tenía que esperar.

ㅡ¿Por qué me quieres ayudar, de todos modos? ㅡpreguntó, volteando hacia Taehyunㅡ. ¿Acaso no me odias después del incidente?

ㅡMe dolió que no me apoyaras en público, pero entiendo por qué lo hiciste ㅡdijo, sorpresivamente relajado y comprensivoㅡ. Además, fuiste el único del BCBG que igual me saludó por mi cumpleaños el mes pasado, aunque sea en privado. Gracias.

Le ofreció una sonrisa que parecía genuina, cortando un poco de la distancia entre ambos.

ㅡY no creas que es solo por ti, sabes que también quiero que se abra ese club de cine, desde antes del incidente. Me interesa todo respecto a la filmación, y también conozco a alguien interesado en audio, así que-

ㅡ¿Quién es tu amigo? ㅡpreguntó Beomgyu, curioso por conocer sus nuevos círculos.

ㅡKai, de mi salón, pianista, con el cabello marrón hasta debajo de las orejas... ㅡexplicó Taehyun, antes de tomar un suspiro y ceder a una referencia más fácil para Beomgyuㅡ. El hermano menor de Lea.

Como ella solía ser bastante popular cuando aún estaba en el colegio, Beomgyu logró captar.

ㅡOh, okay, es mejor de lo que esperaba ㅡdijo sin pensar, antes de retractarseㅡ. Digo, no es que-

ㅡTranquilo, no estoy en la completa desgracia social. ㅡTaehyun rió, bajando la miradaㅡ. La cosa es que, si el club abre, al menos nos tienes a nosotros asegurados.

Agradecido, Beomgyu apretó los labios con una sonrisa, manteniendo la mirada sobre sus manos inquietas. Hubiese abierto el club con quórum o no, pues si bien el año anterior tenía el apoyo de un número sustancial de compañeros, ese nuevo año no tenía la misma certeza. Siendo el último año, muchos preferían quedarse en la comodidad de su club conocido, conservando sus grupos de amistades y ganando medallas en competencias para las que se habían preparado durante los últimos años. Era reconfortante saber que aún había un interés en el club, por más mínimo que fuera.

Además, comenzaba a sentir un cosquilleo en el pecho...

ㅡTaehyun... ㅡllamó, suspirando antes de alzar la miradaㅡ. Lo siento, por no defenderte.

Un cosquilleo llamado culpa.

ㅡSé que es un poco tarde, pero igual mereces una disculpa. Al menos debí tratar de razonar con Sua y Yeosang.

ㅡEh, Sua calculó lo que hizo, no te hubiese hecho caso. Y, bueno, Yeosang ni siquiera tiene las neuronas suficientes como para ser considerado un ente pensante, así que...

ㅡDejó que tú te lleves todos los genes de inteligencia de tus padres ㅡrió Beomgyu, ya que Taehyun siempre había sido el radical opuesto a su hermano mayor en lo académicoㅡ. Igual, perdón.

ㅡPuedes compensarlo abriendo el club de cine este año ㅡsugirió Taehyun, poniéndose de pie y comenzando a dar unos pasos hacia atrásㅡ. Podríamos hablar allí, sin el BCBG de por medio.

Con eso, estuvo por dejarlo a solas, pero dio la vuelta para un último detalle.

ㅡ¿Quieres que hable con el profesor de literatura?

ㅡNo, no será necesario ㅡdijo Beomgyu, de inmediatoㅡ. Yo me encargo del sponsor, no te preocupes.

ㅡEstá bien, pero si necesitas algo más...

ㅡSi conoces a más interesados, contactarlos sería genial ㅡpropuso, sin pensarlo demasiadoㅡ. El requisito es tener como mínimo siete estudiantes, y, bueno, por ahora solo somos tú, yo y tu amigo.

ㅡDale, veré si entre los marginados encuentro a más interesados. ㅡTaehyun rió, secoㅡ. Ojalá sean lo suficientemente buenos para ti, señor popular.

Se despidió con una expresión plácidamente neutral, dejando a Beomgyu conflictuado. Por supuesto que no esperaba que lo tratara como su mejor amigo después de lo que había hecho, pero por lo poco que habían hablado y por sus intenciones de ayudar al club, quería creer que no le guardaba rencores... pero Taehyun siempre había tenido un humor un tanto particular, así que probablemente estaba siendo muy dramático al tomarlo personal.

Sacudió la sensación de incomodidad de sus hombros, mentalmente apuntando que debía encontrar la forma de volver a ganarse los favores de Taehyun por completo si es que tendría que trabajar con él. Nadie le había dicho que tendría que enfrentarse a las consecuencias de sus acciones cuando decidió poner su reputación por encima de la verdad.

Unos minutos después, salió de los cambiadores, dispuesto a merodear alrededor del campus hasta que recibiera el mensaje de su chofer. Eventualmente le llegaron nuevas notificaciones, pero no por parte de la persona que esperaba.

Papi💞
> 😞
> Está bien, lo merezco.
> Pero por favor dime que mañana nos llevaremos bien en clase. No sé si podría soportar que seas desobediente conmigo en frente de todo el salón.
> Sé que eres buen alumno y que probablemente solo estoy dejando que la paranoia me gane, pero, por favor, confírmalo.
[hoy, 16:44]

Oh, ¿a Yeonjun le daba miedo la idea de que Beomgyu actuara como un alumno desobediente en clase?

ㅡMe tengo que reír...

Forzó una risa malévola bajo su aliento, convencido de que nadie lo escuchaba. Le daban ganas de preguntarle si era porque temía ser incapaz de disciplinarlo adecuadamente o porque quería evitar una erección en medio de clase, pero se contuvo.

En cambio, lo dejó en visto, para que la sufra esa noche.

Creo que a la mayoría de yeongyunistas les gusta el sookai, peroooo nadie puede odiar el tyunning 😤 Los otros ships probablemente solo tendrán migajas, perdón, pero tienen tensión entre beomgyu y todos asegurada KSJFKS

Por cierto, ya que llegamos a la marca de 10 capítulos, ¿qué les parece el fic hasta ahora? Cualquier feedback es apreciado, positivo o negativo, abierto o cerrado, pregunta o comentario.

Les tkm, gracias <3

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