Primero, gracias a Dios y a mi madre por dejarme hacer arte con mis manos.

Siempre quise tocar el piano cuando era niña, pero no pude porque mi padre no me dejó y a cambio me dio una guitarra que a la menor deuda vendió y luego sustituyo por otra, que aún tengo, pero lo que más sé me quedó es que nunca había notado que cuando escribo, al pasar los dedos por las teclas de la computadora o de las hojas cuando escribo a mano, hay una gran similitud con el piano.

Segundo, si te sientes pérdida y como si no encajarás en un lugar o en una actividad, recuerda lo bien que se sintió la noche del 27 de Agosto del 2022, justo antes de que terminará el verano.

Y por último gracias a todos los lectores que han seguido la historia desde el principio, prometo que no sé van a decepcionar del final de la trilogía y la promesa más importante es que sin importar a donde vaya siempre llevaremos amor, luz y poder siempre que existan los libros.

Nunca dejes de creer que todo se puede hacer realidad, sigue soñando como yo.

Sigue creyendo.

Porque es por ti que yo sigo creyendo.