Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🍩 Capítulo I

🍪

𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘢𝘳𝘭𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘤𝘵𝘶𝘳𝘢,
𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘢𝘯𝘦𝘫𝘢𝘳 𝘵𝘰𝘥𝘢𝘴 𝘭𝘢𝘴 𝘮𝘢𝘯𝘦𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘨𝘰í𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘦𝘫𝘦 𝘮𝘪 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘪𝘯 𝘦𝘭𝘭𝘢.

🍪

        



𝓢 entí mi respiración quedar atrapada en mi garganta, el frío de la noche apenas perceptible para mis mejillas calientes y sonrojadas; me estremecí en el momento en que mi espalda dio a parar contra la fría pared y apenas pude soltar un jadeo antes de que mi boca terminará atrapada entre esos labios de un rosa intenso que me habían quitado el aliento durante los últimos meses.

 Mi cerebro se quedó en pausa.

Y luego empezó a moverse de forma suave y tentativa, analizando toda la nueva información que me golpeaba de a poco. Empezó con esa caricia suave en mi mejilla, que luego se deslizó hasta detrás de mi cuello y se detuvo en la base de mi nuca, jugueteando con los bellos rizados de mi pelo (dejando mi piel de gallina), donde hizo una leve presión que me obligó a levantar mi rostro con una desesperación hambrienta que no sabía que contenía.

Solté un murmullo de protesta que fue devorado por estos labios suaves y de espesor carnoso, su lengua se adentró en mi boca y pude diluir un levé sabor a chocolate (del mismo postre que hacía tan solo un momento me había entregado)  pero todo eso no mantuvo por completo mi atención. No cuando mi mente, aún lenta con toda la situación, al fin captó la suave piel a centímetros de mi rostro, el leve rose de sus pestañas, su nariz descansando en mi mejilla y ¡Dios! Sus labios, (¿Ya había hablado de sus labios?)

Sus ojos estaban cerrados, su cabello, de un negro azabache y ondulado, cosquilleando contra la piel de mi frente y su mano en mi cadera presionaba cada vez más fuerte, como si quisiera quedarse con parte de mi carne entre sus dedos, sus dedos en mi nuca seguían empujando hacia atras y su pulgar mantenia mi boca abierta, mientras empujaba desde mi mentón en busca de más acceso al interior de mi boca.

Habría estado  a punto de caer de rodillas y soltar ronroneos vergonzosos, de no ser por su mano que me empujaba firme hacia arriba. Me obligué a no rogarle a esta boca, a estos brazos

A este hombre.

¡Espera! Recapitulemos.

¿Este hombre?

Con un jadeo desesperado, y la respiración entrecortada, me descubrí empujándolo lejos de mí. Mis piernas fallaron de repente y por el impulso de mi cuerpo, mi espalda chocó contra la pared y me encontré deslizándome, un poco, sobre ella, en la parte trasera de la tienda donde había sido llevado con engaños y donde me encontraba atemorizado, y sintiendo el fuerte calor que empezaba a formarse en mi estómago y parecia apoderarse de mi cuello, y mejillas.

Levanté mi brazo tembloroso y me cubrí los labios, aun desorientado. A mis pies ya hacía olvidada la pequeña caja con los dulces que habían sido el motor de su engaño, pero ni siquiera les dirigí una mirada; me detuve, en completa contemplación hacía el hombre que me miraba con esos ojos azules profundos y depredadores.

Él hombre que no parecía contener ningún remordimiento, mientras saboreaba su belfo inferior con la punta de su lengua para después acariciarlo suavemente con sus dedos. Como si mi sabor aún estuviera atrapado en ellos.

Este hombre malvado, que con solo un suspiro había sacado a relucir mi secreto mejor guardado, el más temible y que, aun así, no parecía consciente del tormento al que me había arrastrado.

Porque durante tanto tiempo de cautela me había asegurado de una cosa.

Pero sólo había faltado un empujón en forma de Jeon Jungkook para llevar toda mi vida del revés.

Mi plan era ignorar este sentimiento toda mi vida, pero al final siempre terminaría allí.

Mi verdad y es que
¿Quién diría?

Que la cosa más apasionada y deliciosa sería la boca de un hombre.

Ese hombre.

Me volví el placer perverso de un artista, uno envuelto en caramelo y con sabor a fresas. Un placer perverso y adictivo del que temí.

Uno que no merecía, pero que al ver el rojo ardiente en esa boca a causa del maltrato delicioso al que había sido sometida contra mis labios, creí, por un segundo, merecer.

Pero aún me faltaba mucho para aceptar eso.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro