Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Una visita inesperada


Alexis no sabía porque estaba haciendo lo que estaba haciendo. Le había hecho una llamada a Arturo para saber como iba aquello del papeleo pero este le dijo que todavía no tenía una respuesta segura. Por esto se vió obligado a tomar el día para otras cosas, también porque su maestro se lo había pedido. No tuvo de otra.

Pero lo que no entendía era qué hacía frente a aquella prisión si no trabajaba. Sí sabía, claro que lo sabía, pero se hacía el loco. Vestía con un gorro, su típico gorro gris y negro. Su suéter gris con diferentes parches, aquel suéter que hizo que Twitter se volteara patas arriba por el precio tan costoso de este y unos pantalones negros normales, sus tenis eran una tesis negras cualquiera. No era nada que ver con la ropa que solía usar para sus prácticas de derecho. Se veía muy diferente. Volviendo al tema, le abrieron la puerta para poder pasar, dijo algunas cosas y lo encaminaron al mismo lugar de siempre.

Por alguna extraña razón que no entendía estaba visitando a Sasha pero no como su abogado, si no como una visita de un amigo o familiar. Cuando se sentó no tardó mucho a que le trajeran al hombre de naranja. La puerta se abrió y llevaron al mencionado a su silla, lo sentaron y fue entonces que conectó miradas con el pelinegro.

Sasha le miró en silencio y confundido. Lo escaneó de arriba hacía lo que alcanzaba a ver abajo. Con una pequeña sonrisa ladina le volteó a ver a la cara y soltó. "¿Me extrañaste tanto que quisiste venir a verme en tu día libre?" Las mejillas de Alexis se tornaron rojizas.

"Ya quisieras." Claro que jugó a ser difícil de conseguir.

"Bueno.." Se relamió. "¿Entonces, qué haces aquí?" La pregunta lo dejó frío, hace mucho no lo dejaba así. Grabe error porque Sasha lo notó y le gustaba dejarlo sin palabras.

Alexis no pudo decir nada. No le iba a decir que pensó en él todo el tiempo desde que lo vió la última vez. Tampoco le diría que tuvo un sueño explicito donde lo ponía contra el colchón.

"Te traje esto." Alzó sus manos que llevaban debajo de la mesa todo el rato desde que se sentó y dejó una bolsa de Subway en la mesa. "Pero dudo que puedas comerlo con el bozal."

"¿Tratas de seducirme?" La pregunta era broma, pero Alexis no cayó en esto colocándose totalmente rojo. "Porque está funcionando." Le guiñó y no fue solo eso que hizo que el chico saltara en su sitio. Debajo de la mesa Sasha estiró como pudo su pierna para acariciar el interior de la pierna de su abogado.

La reacción de Alex fue patear su pierna a otro lado con el rostro totalmente rojo. "Voy a renunciar como abogado por tu culpa y ni siquiera he ejercido la profesión correctamente." Le dijo con un coraje que realmente ocultaba su vergüenza.

"Deje de hacerse el duro, lic." Bromeaba el castaño.

"¿No tienes nada mejor que hacer?" Le preguntó rodando los ojos y suspiró para levantarse con la intención de salir del lugar. Sasha abrió los ojos sorprendido pensando que se iría. Pero Alex abrió la puerta para decirle algo a los guardias y volvió a entrar. Le vió la cara y rió sin poder contenerse. "¿Qué? Pensaste que me iría, ¿no?" El ceño del de naranja se frunció con algo de vergüenza por esto. "Tal vez, lo que dices que yo siento es lo que tú sientes y realmente me esperabas ver." Le dijo entre bromas para sentarse.

En ese momento un guardia entró y con unas llaves le quitó el bozal al supuesto criminal. Al quitárselo el guardia se quedó en la habitación con ellos para vigilar en caso tal de que algo sucediera.

"Adelante, puedes comer." Le dijo el pelinegro cruzándose de brazos.

Sasha suspiró y negó un poco para estirar sus brazos agarrando la bolsa. No dudó en sacar lo de adentro de esta y comenzar a comer. Alexis lo miró comer en silencio. Se notaba que estaba disfrutando comer algo que no fuera comida de cárcel.

"¿Te puedo hacer una pregunta?" Preguntó Alexis con calma. El castaño asintió sin prestarle mucha atención. "¿Porqué de repente cambias tu forma de ser?" Preguntó haciendo que le mirara raro. "Antes eras..negativo y tal. De un momento a otro dejaste de mentir y a ser más cooperador." Le explicó haciendo que entendiera. Bueno, realmente siempre lo entendió, era sólo que no quería entender. "¿Tiene que ver con lo que me dijiste de que no tenías una razón para vivir?" Su voz se endulzó al decir.

"Yo..." murmuró el de naranja tragando para mirar su sándwich como si allí estuvieran las respuestas. "Tal vez tengo alguna razón para querer vivir." Dijo sin muchas ganas de decir alguna respuesta. "Aparte, has estado trabajando mucho en sacarme de aquí. Sería una perdida de tiempo si me quedo luego de todo lo que has hecho." Confesó para seguir comiendo sin decir más.

Alexis sonrió al escucharlo. Algo en sus palabras lo hicieron sentir calidez en su pecho, le hacía sentir muy bien.

"Él." Le había dicho Arturo en su primer día. "Él no me convence. Su actitud y todo lo que dice y como lo dice. Al principio intenta intimidar pero una vez nota que no le tienes miedo se relaja y deja su actitud de matón. Justo cuando deja de actuar de esa manera habla tan..normal. No tiene ningún rasgo de asesino." Recordaba esas palabras de su maestro y era cierto, tan cierto.

Sasha era un buen tipo pero que fue juzgado injustamente y aunque fuera un sarcástico de cagada no se merecía lo que estaba pasando.

"¿Sabes que en estos mismos lugares vienen las prostitutas para visitar a prisioneros?" Le soltó el dato sin mirarlo terminando su sándwich.

"¿Qué?" Alex frunció el ceño sorprendido por lo que escuchó.

"Sí." Afirmó para sacudirse un poco las manos. "Vienen y los dejan solos para que los prisioneros se las puedan coger. Ya antes de que se vayan se les paga o incluso antes de que se las cojan." Lo hablaba con tanta naturalidad que era sorprendente. Incluso sacó las papas que iban como complemento sin perder el ritmo. "¿Quieres papas?" Le preguntó ofreciéndole la bolsa.

El pelinegro negó con su expresión de disgusto, no por las papas, si no por el hecho de que posiblemente había alguna prostituta que estuvo sentada donde él estaba. "¿Cuál es tu punto?"

"Que yo nunca he tenido de visita a una señorita de la noche galante." Dijo con un tono divertido comiendo sus papas. "De hecho, nadie me ha visitado antes, solo tú." Comió.

"¿Nadie?" Preguntó el licenciado una vez más sintiendo algo de pena por él.

"Nadie." Reafirmó terminando de comer.

"¿Y no has querido ver a alguien?" La duda era algo real y esperaba la respuesta con ansias.

Pero Sasha negó para agarrar la bolsa y sacar una galleta de chocolate. "¿Para qué? Me visitas tú. Es suficiente." Alexis sintió sus mejillas enrojecer al escucharlo, incluso sintió como su panza se revolcaba. "Puedes ser mi abogado y te puedo coger a la vez."

"Eres un asqueroso, ¿te lo han dicho?" La pregunta hizo que el de naranja soltara una carcajada. Nunca lo había visto reír así antes y se escuchó genuino, incluso pudo ver como su dentadura era de un blanco perfecto.

"Tú." Lo señaló para ofrecerle la galleta como había hecho con las papas. "¿Quieres?"

"¿Porqué me ofreces si es lo único distinto que tienes para comer aquí?"

"Es educación. Realmente no te quiero dar." La respuesta fue directa y luego comenzó a comer.

Alex suspiró para negar un poco. Quería ver el lado positivo de la situación, lo estaba haciendo feliz aunque sea un poco. "Si no te molesta que pregunte, si no tienes familia ni amigos, ¿qué harás cuando salgas de la cárcel?" Esto provocó un bufido de parte de Sasha. "¿Qué es lo gracioso?"

"Que estás proyectándote." Le soltó con una sonrisa. "Estás dando por hecho que voy a salir de aquí."

"Sí, porque te voy a sacar de aquí." Afirmó sin chistar haciendo que Sasha le mirara callado y fijo por unos momentos. "Lo prometo."

Las últimas palabras del abogado hizo que el hombre sonriera y terminara su galleta. "Cuando salga de la cárcel.." le siguió el tema. "..Voy a ver qué pedo con mi vida." Se encogió de hombros sacudiéndose las manos. "Trataré de ver donde dormiré y eso. Me quitaron mi apartamento por no pagarlo y dudo que tenga dinero en el banco." Negó para corregirse a si mismo. "Dudo que tenga cualquier cosa."

"¿No tienes a donde ir?" Sasha negó. "Verga.." murmuró con el ceño fruncido para pensar en ello.

No pudieron hablar más. La puerta se abrió dejando entrar a un guardia que les avisaba que se les había acabado el tiempo. Se tuvieron que despedir. No fue la gran despedida, solo se dijeron adiós y ya, cada quien por su lado.

Alexis se quedó pensando en ese último tema. Cuando Sasha saliera de la cárcel no iría a ningún lado, solo se quedaría en la calle con lo que tenía antes de entrar a la prisión. No se merecía eso y esto mismo le quitó el sueño al abogado.


.
.
.
Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro