Recién graduado y con muchas ganas de ejercer, Alexis se estaba preparando para su primer día en las prácticas. Se preguntaba con frecuencia cómo sería su primer caso. Se imaginaba tantas cosas en su primer día y apenas estaba saliendo de su casa en su auto.

Había dado un aviso de que no estaría en redes por un tiempo debido a sus prácticas y fue entendido. Le desearon suerte y esperaban lo mejor para él, lo que lo hacía bastante feliz. Era su primer día como abogado, si se podía decir así.

Bajó de su auto al llegar y se arregló las mangas de su saco oscuro. Suspiró profundamente y se encaminó a lo que prometía ser su futuro. Caminó por los pasillos sintiendo más y más calor de los nervios que sentía, agradecía que se hubiera atado el cabello antes de salir de su casa, la intención era verse profesional pero esto también estaba bien para evitar el calor. Cuando entró a la sala donde estaban más abogados recién graduados se sintió pequeño. Pero pensó que debería mantenerse firme. Carraspeó un poco y fue a sentarse en una mesa decente, ni tan lejos, ni tan cerca.

Todos en la sala se veían como si supieran lo que hacían. Incluso habían varios que estaban escribiendo, ya sea en un cuaderno o en una laptop. Alexis se encontró preguntándose qué era lo que escribían si ni siquiera estaban en una clase. Siguió mirando alrededor y notó que era él el único que parecía fuera de lugar. Lentamente se encogió en su silla y quiso jugar a hacerse el muerto en lo que esperaba a que todo comenzara.

Tanto ruido de garabatos y teclas siendo tocadas lo estaban agobiando. De repente entró un hombre de traje, mayor y se veía bastante aburrido, o cansado, los dos. Dejó su maletín sobre el escritorio frente a todos y apoyó sus manos sobre la madera para mirar a los nuevos practicantes. "Soy el doctor Moreau." Fue lo primero que dijo. Hasta lo dijo como si le estuviera haciendo un favor a todos ellos presentes. "Les asignaré con quien van a hacer sus prácticas y les diré el caso que el abogado en cuestión está manejando." Explicó.

Alexis sintió los ánimos subir por su cuerpo. Se enderezó y alzó las orejas como conejo.

"Los llamaré por apellido y vendrán a recoger sus archivos." Se colocó sus lentes para tomar una cantidad generosa de expedientes en sus manos. Carraspeó su garganta y comenzó a llamar uno por uno. Tardó un poco, por no decir como cinco minutos que se sintieron una hora para todos los presentes. Hasta que por fin llegó el momento. "Alexis Maldonado Torres." El pelinegro se levantó y se encaminó hacía el doctor, tomó su expediente y volvió a su asiento.

Las manos le sudaban. Suspiró profundamente y abrió el expediente para leer cosas del caso que le tocó. "¿Estafa?" Murmuró con el ceño fruncido. Era el caso más mierda que pude haberle tocado.

Y no se iba a quedar con este caso, quería algo mejor, él sabía que podía hacer mucho más. Por eso, esperó hasta que se acabara la entrega de expedientes para levantarse e ir a el doctor.

"¿Señor?" Llamó el chico viendo como el Dr. Moreau guardaba sus cosas. "¿Estafa? Este caso es para bebés." Insistía Alexis con el archivo en su mano. "¿Enserio me dará este?" Preguntó más nervioso que nada. No quería que su primer caso fuera algo tan..tonto.

"Es todo." Respondió seco el señor con canas sin siquiera mirarlo.

"Soy capaz de lidiar con algo más grande que esto." Volvía a insistir dejando el archivo en la mesa. "No me puede dar algo tan tonto cuando a los demás les diste casos de— de robos grandes, asesinatos." Alzó su brazo señalando con su mano abierta en dirección a la puerta de la sala donde ya habían varios saliendo del lugar. "Señor, me gradué con la mejor calificación de mi clase y con excelencia académica, puedo hacer más." Insistió ya desesperado haciendo suspirar de fastidio al doctor.

"Si tanto quieres un caso fuerte, bien." Dijo el abogado ya harto de la conducta del pelinegro. Abrió el cajón de su escritorio y sacó un archivo extra. "Te asignaré el caso de Sasha Enamorado, el abogado Martínez lleva trabajando con él desde hace unos meses." Su tono sonaba algo molesto y ya fastidiado.

"¿Qué clase de nombre es ese?" Fue el primer pensamiento que tuvo Alexis sobre el asesino que ahora tenía que defender.

Cuando abrió el expediente se encontró con las fotos del supuesto asesino: Sasha Enamorado. Vió que en cada foto se notaba sus músculos, sus tatuajes y aunque fueran fotos imponía miedo y respeto. Mucho miedo, sobre todo.

En el expediente se veían fotos del asesinato. Un cuerpo en un charco de sangre con parte del rostro destrozado. Alexis quiso vomitar. Leyó más y ahí lo vió. Asesinato y canibalismo. "¿¡Un canibal de dos metros que puede fácilmente matarme!?" Exclamó cerrando el archivo. "¿¡Me va a dar esto!?"

"Y es todo tuyo." Dijo el doctor Moreau para mirar a sus papeles. "Puede retirarse."

"Pero—"

"Retírese." Volvió a decir.

"Señor—"

"Fuera." Alexis tuvo que quedarse de brazos cruzados y salir de allí con las horrorosas imágenes en su cabeza. Ahora tenía que buscar al abogado Martínez. ¿Quien le manda a abrir su bocota?

Ahora sólo tenía que buscar al abogado, todo mientras se le revolcaba la panza por aquel caso tan..asqueroso y sangriento. No era un caso de un asesinato y ya, era un caso de canibalismo y con el cadaver más asqueroso que se pudo haber visto.

Mientras iba en su camino a la oficina del señor Martínez se puso a leer el expediente con más atención. Vió las fotos del asesino y ya quería dar media vuelta y rogar por otro caso. Leyó los detalles y notó que habían cosas que faltaban pero ya le preguntaría a el abogado cuando llegara a su oficina. Todo esto se veía peor de lo que pensaba. Hubiera sido mejor quedarse con el otro caso de estafa.