La dura verdad
Alexis se tomó unos días para estudiar a Agustín Mamaní. Entre todo esta investigación fue que encontró que venía de una familia con dinero. Eso explicaba mucho. Entre las teorías que tenía la más acertada era que Agustín había comprado el silencio del señor Alves. Sin esos archivos importante no podría haber encontrado todos lo que ahora tenía. Esa caja escondida y con esas palabras escritas decían demasiado.
Llegó un punto donde tenía todo apuntado en un cuaderno con fotos y bolígrafos de distintos colores. Tenía todo más organizado que su vida en esos momentos.
No había visto al hombre en esos días. No mentiría, temía un poco verle después de esa amenaza. Aunque estaba seguro de que no le haría daño pero el miedo no se le iba.
Hoy iría a verle y le diría todo lo que sabía. Tuvo que aplicar la de la última vez. De su alacena sacó una botella de Vodka y se tomó dos tragos para relajarse. Era la única forma en la que podía ir a verlo cara a cara.
Salió de su apartamento y se subió a su auto para conducir a aquel lugar horroroso.
[...]
Bajó del auto y cerró la puerta tras él para encaminarse. Ya sentía que era una rutina. Los mismos guardias, las mismas palabras, el mismo ruido de la puerta abriéndose y el mismo camino. Para su sorpresa Sasha estaba allí esperando incluso antes de que llegara. Se le notaba cansado y nada contento de verle.
"Buenas tardes." Le dijo nada más entrar tirando de la silla para sentarse.
"¿Qué haces aquí?" Murmuró con una voz y expresión cansada, demasiado cansada. Con solo verlo podía notar que ya estaba cansándose de la rutina y de todo.
"Vine a darte buenas noticias. Aunque no creo que sean tan buenas para ti." Le dijo abriendo su maletín de cuero para sacar sus cosas.
Sasha suspiró pesadamente y se dejó caer al espaldar de la silla. Hasta en su lenguaje corporal se notaba que estaba cansado. Con suerte no tendría fuerzas para mantenerse duro y cruel en esta entrevista. Mientras más agotado más probabilidades habían de que no quisiera mentirle esta vez..Así que Alex comenzó hablar una vez tuvo todo organizado.
"El ADN tuyo que se encontró en el cadáver era, como ya lo sabemos, de saliva..Pero, viendo más a fondo e investigando desde el inicio, vi que..." lo miró mientras le daba vueltas a su bolígrafo. "Esta saliva solo se encontraba en la lengua." Sasha le miró sin decir nada, callaba todo lo que pasaba por su mente. "El ADN de la saliva desaparece a la hora y el cuerpo de Enzo fue encontrado antes de que la hora pasara. Contando también que tu casa está a menos de una hora de la casa donde se le encontró." Sin dejar de darle vueltas al bolígrafo hizo una última pregunta. "¿Qué tienes que decir sobre eso?"
Las cuatro paredes fueron ahogadas en silencio. El hombre castaño miraba la mesa con las fotos del cuerpo maltratado de su amigo y no apartaba su mirada de allí. Alexis se estaba rindiendo, no conseguía sacarle nada de información. Pero se puso en alerta cuando lo vió suspirar profundamente haciendo que sus hombros se agitaran un poco.
"Enzo no era mi amigo." Confesó. "Asumo que es lo que quieres escuchar, ¿no?" Murmuraba alzando la mirada para verle. El abogado se mantuvo en silencio dándole el espacio para que hablara y dijera todo lo que debía decir. "Enzo y yo éramos..más que amigos." Se encogió de hombros con pereza y suspiró. "Éramos amantes." Soltó dejando un gran silencio en la sala.
Alexis no dijo nada. Lo miró callado y procesando lo que escuchó. No sabía que decir pues no lo vió venir.
"Sí. Estuve en su casa antes de que lo mataran.." murmuró. "Pero no..no fui yo quien lo mató. Solo fui a verlo...Quería verle." Por primera vez en todo este tiempo vió sentimientos distintos a la ira en el rostro de Sasha.
"¿Porqué querías verlo?" Preguntaba Alexis.
Una vez más se hizo un silencio largo donde Sasha miraba la mesa en todo momento sin ánimos. "Pasamos un rato juntos aprovechando que todos nuestros amigos estaban ocupados y no vendrían a molestar..."
"Ya veo.."
"Ese día, poco antes de que lo asesinaran, fui a verlo." Murmuró Sasha repitiéndolo pero más alto y mirándole. "Nos besamos. Lo besé de la misma forma tan profunda de siempre. Por eso estaba mi saliva en su boca...O lo que quedaba de ella para el momento que lo encontraron." Su voz se escuchó débil en las últimas palabras. "Yo no intenté comerme a nadie..Yo no maté a nadie." Insistió mirándolo con el ceño suavemente fruncido. "Solo me entregué porque llegaron a buscarme a mi casa y...cuando me enterré de que Enzo había muerto no quise— No quise seguir viviendo." Confesó con una voz temblorosa. "No creía que vivir tuviera sentido y pensé que sí me hubiera quedado más tiempo hubiera estado allí para salvarle." Negó lentamente. "Por eso..dije tantas veces que fui yo quien le mató."
Esta vez fue el pelinegro quien calló. Alexis organizó sus ideas y tomó sus papeles para organizarlos. Fue entonces que dijo algo que dejó sorprendido a Sasha. "Quítenle las cadenas." Ordenó haciendo que los guardias también abrieran los ojos sorprendidos. "Eso incluye el bozal."
Los guardias dudaron, pero tomaron las llaves y en orden del abogado le quitaron las esposas y el bozal a Sasha. Los hombres de azul se quedaron cerca del chico vigilando cada movimiento que hacía, no querían problemas ni accidentes. El castaño se comenzó a mover lentamente hasta lograr estirarse del todo. Hasta suspiró y gimió del placer que sintió al poder estirar todos sus músculos. Odiaba tener todo eso puesto, más porque le hacía daño en la piel.
Ambos sujetos de azul brincaron en sus lugares al ver que en un rápido movimiento Alexis se encontró acorralado contra su silla. Pero este no se inmutó. Los guardias fueron rápidamente a sujetar a el gran hombre pero fueron detenidos por la voz del abogado. "No lo toquen." Ordenó una vez más con un semblante serio y firme.
"Pero—"
"No me hará daño." Dijo con seguridad.
Los guardias, muy en su contra, lo soltaron. Sasha no se movió, sus ojos seguían penetrando los ojos contrarios. Estaba mirando tan profundo en su alma que sentía que podría saberlo todo con sólo mirar el iris de sus ojos.
"¿Qué te asegura eso, mh?" Murmuró aquel chico de naranja.
"No me lastimarás." Volvió a decir con seriedad. "Estoy seguro."
Sasha soltó un bufido y se alejó para volver a quedar sentado en su silla, esta vez, libre. "¿Cuál fue el punto de todo esto, Lic?" Preguntó para rascar su cuello, lugar donde tenía marcas por el bozal.
"Me pediste un cigarro hace un tiempo, ¿lo recuerdas?" preguntó Alexis sacando de su saco una cajetilla de cigarrillos. Notó al instante como Sasha alzaba las orejas al ver la cajetilla. "Hagamos un trato. Te daré uno si me dices todo lo que sabes sobre Agustín Mamaní."
"¿Agus?" Preguntó el castaño al escucharlo dejando sus manos sobre sus propios muslos. "¿Qué quieres que te diga? Era un tipo normal, supongo. El tipo más normal que he conocido. Nunca tuvo novia, parecía que no le interesaba. Siempre era el que lideraba los planes y.." pausó un momento pensando. "Recuerdo que tiene una personalidad fuerte. Nunca quería ser mandado por otros."
"¿Recuerdas alguna discusión que pudiera haber tenido con Enzo Garza?" El chico grababa todo lo que escuchaba con la misma grabadora que Arturo usó alguna vez.
"Sólo las veces que discutía con todos por que no le gustaba cuando le daban órdenes." Se encogió de hombros.
"¿Era alguien agresivo?" Preguntó nuevamente el de cabellos oscuros tomando apuntes con su otra mano.
"Aveces...Era agresivo aveces. No le era fácil convivir con los demás..Ahora que lo pienso, no era tan normalito." Murmuró frunciendo el ceño levemente mirando a algún punto fijo pensando.
"Bien.."
Alex cumplió su parte del trato y le ofreció un cigarro. Sasha no dudó en tomarlo y colocárselo en los labios al mismo tiempo que el pelinegro sacaba su encendedor. Una vez el cigarro encendido y Alexis guardando el encendedor, Sasha inhaló el humo y luego lo dejó salir con un suspiro de placer. No recordaba la última vez que fumó.
"Se siente bien,¿no?" El abogado dejó un cenicero en la mesa, mismo que sacó de su maletín de cuero. El castaño sonrió de lado y asintió para abrir sus ojos mirándole al escucharle. "Recuerda esa sensación de alivio cada vez que te pida información..porque serás recompensado."
Sasha quitó el cigarro y lo miró expulsando humo. "¿Porqué? ¿Qué tiene que ver Agustín en esto?"
"Encontramos ADN de Agustín Mamaní en Enzo Garza." Los ojos de Sasha se abrieron y luego frunció el ceño, pero no habló, se limitó a seguir fumando.
"Sasha, sé que eres inocente. Tú también lo sabes. Sólo debo encontrar las pruebas para que el mundo también lo sepa." Le dijo con seriedad. "Te culparon a ti porque lo mataron a la hora de que fueras a su casa. El ADN de la saliva en un beso tarda justamente una hora en irse y tú tienes un ADN dominante, por eso te culparon a ti de haber canibalizado y matado a Enzo." Dijo. "Le añadimos que parece ser que el forense fue sobornado para ocultar información importante cuando hizo la autopsia." Le mostró la foto de la autopsia donde el cuerpo estaba con moretones. "Esos golpes no son de puños, parecen más a un objeto metálico o algo así. No pudiste haberlo golpeado y luego mordido. No había ADN donde no fuera su lengua y su rostro fue destrozado de alguna otra forma."
Sasha lentamente dejó las cenizas del cigarro en el cenicero para dejar su mano sobre este pensando en todo esa información. Estaba impactado.
"¿Estás insinuando que...Agustín es el asesino?"
"Eso veremos." Asintió. "Es posible que sí." El rostro de coraje que se mostró en el rostro de aquel hombre no tenía definición. Alex se encontró temiéndole una vez más y se levantó para hacer una seña a los policías. Los hombres de azul se apresuraron a ponerle las cadenas y bozal a Sasha. Este último no se inmutó pero se notaban las venas resaltando por sus brazos, cuello y manos, era demasiada ira la que pasaba por cuerpo. Algo era seguro, no podrían dejar a Sasha y a Agustín en una habitación juntos o este último terminaría peor que Enzo.
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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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