Capítulo 6
Escuchar como las gotas de lluvia caen por la ventana de mi habitación es una de mis melodías favoritas. Es uno de los sonidos más placenteros que la naturaleza puede ofrecernos. Es tan relajante oírlo y además me transmite mucha paz mental necesaria para estos momentos que estoy viviendo.
Hoy es domingo y llevo toda la mañana tumbada en mi cama. Con este tiempo solo me apetece estar aquí metida entre mis sábanas y disfrutar de este sonido ya que llevo todo el fin de semana entero intentando asimilar todo lo que sucedió la noche del viernes. Mi jefa ni me ha llamado. Eso es algo extraño puesto que supuestamente debería haber asistido al trabajo. La he llamado varias veces para hacerle saber que no volveré, pero no me ha cogido el teléfono. Igual da por hecho el motivo de mi ausencia, aunque tengo que ir hablar personalmente con ella dado que no logro comunicarme.
El magnate me trajo a casa después de un trayecto bastante desagradable debido al silencio por ambas partes. Si él no iba hablar yo tampoco iba hacerlo. Al detener el coche enfrente de mi apartamento ni un adiós salió de su parte asique me bajé de su lujoso coche sin decir nada. Simplemente me fui y él se marchó siguiendo su camino. Todo en él es extraño que hasta a veces me crea confusión en ciertos aspectos.
Ahora mismo me siento como si andase muy perdida, como si hubiese perdido el rumbo de mi vida. Esta estaba yendo en una buena dirección con mis clases, las prácticas, mi trabajo. Lo tenía todo planeado, organizado y podía sobrellevarlo más o menos. Era como si fuera una rutina y me gustaba, pero ahora todo se ha alborotado, todo se ha complicado. Sin trabajo y con una gran deuda pendiente. Lo de la deuda no me preocupa puesto que trabajaré todas las horas que sean necesarias, pero lo del trabajo es lo que más me tiene inquieta ¿Cómo voy a conseguir uno? ¿Y dónde? Solo tengo tiempo por la noche y necesito encontrar algo ya porque si no, no voy a poder pagar mis gastos, ni el alquiler, ni comidas, ni universidad... creo que estoy empezando agobiarme de tan solo pensarlo.
<<Bella mantén la calma, todo saldrá bien>> me digo a mi misma intentando ser algo positiva. La vibración de mi móvil suena en la mesita. Son mensajes del grupo de Whatsapp con mis amigos.
Lydia
Quedamos en mi casa esta tarde?
Ana
¿Maratón de pelis?
Bruno
Me apunto, yo llevo las bebidas
Chicos, no contéis conmigo hoy☹
Bruno
¡¿Qué?! ¿Estás de broma?
Lydia
¿Cómo que no vienes?
Ana
Bella llevamos sin verte días, ¿qué te pasa?
Estoy bien, solo que con el trabajo ando cansada. Sorry, la próxima vez os prometo que no faltaré
Lydia
Jo... Estoy de acuerdo con Ana iremos a por ti eh
Ana
Más te vale, sino iremos a tu casa y no vas a tener escapatoria
Bruno
Avisada quedas señorita, yo mismo iré.
Pasáoslo bien chicos
Sinceramente por una parte me apetecía quedar con ellos puesto que llevo días sin verlos y con el tema este era una buena opción para desconectar un rato. Pero por otro lado tengo que ser consciente y responsable de que lo que necesito ahora es tratar de buscar una solución a mis problemas para poder estar tranquila. Tengo que espabilar y buscarme la vida porque este mes puedo pagar el alquiler de mi departamento, pero el próximo no creo que sea posible y si no me pongo ya a la búsqueda tendré que mudarme de aquí y compartir piso con alguien. Tengo ahorros, pero no es suficiente dinero para poder pagar yo sola todos los gastos.
Inmediatamente salgo de la cama y me voy directa a mi escritorio. Abro el portátil y me pongo el resto que queda de mañana a navegar por internet buscando ofertas de trabajo con la esperanza de tener algo de suerte.
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Me he pasado casi todo el día pegada a la pantalla de ordenador y siento como si hubiese perdido el tiempo porque no encuentro nada que sea compatible con mis horarios. Me siento frustrada y a la vez desanimada. Creo que es mejor que por hoy deje de seguir buscando e iré mirando cada día a ver si sale algo nuevo que pueda ajustarse a mí.
Me di una ducha con agua caliente que es lo que necesitaba mi cuerpo y después me hice un sándwich para cenar ya que no tenía ganas de cocinar. Después miré el reloj en la pantalla de mi móvil y vi que aún era temprano asique me puse en el sofá con la intención de ver algo en Netflix, pero el sonido del timbre de la puerta me asustó provocando que mi corazón latiera más de lo habitual. Fui hacia la puerta y aunque no estaba muy segura si abrir o no, al final decidí hacerlo y mi cara se puso un poco blanca y sorprendida al ver quien era.
-¿Qué.. qué hace usted aquí?
-¿Así abre a la gente? –pregunta con el ceño fruncido al ojearme de arriba abajo. Llevo puesta solo una camisa de manga larga blanca encima sin pantalón ya que me queda como un vestido. Aquí dentro con la calefacción no hace tanto frío como afuera y tampoco esperaba visita como para que me diese tiempo a cambiarme.
-No esperaba a nadie.
-Tengo que hablar con usted –me dice seriamente.
-¿No podía haber esperado a mañana?
-No –dice tajante.
Le dejo entrar sin soltar más palabra y cierro la puerta cuando este ya está dentro. Le dirijo hacia mi pequeño salón y cuando llegamos el magante se quita la chaqueta que trae encima mientras observa con detenimiento el ambiente. La verdad que estoy algo nerviosa por su presencia.
-¿Quiere tomar algo?
-No, gracias –responde. La situación es incomoda. No sé si sentarme o quedarme de pie o qué hacer. Veo como este toma asiento en el sofá y hago lo mismo pero separados a una gran distancia el uno del otro. Me quedo observándole para esperar a que suelte lo que me tenga que decir.
-¿Has hablado con tu jefa? –me pregunta.
-No, la he llamado varias veces, pero no me lo he cogido. Mañana iré...
-¡No! –interrumpe –No vas a volver a ese sitio, yo me encargo de todo. Le diré que no volverás más –informa y no puedo evitar saltar.
-¿Qué? –me levanto molesta del sofá -Ni hablar, debo ir yo. Usted no tiene que hacer nada más por mí –reprocho ante sus palabras.
Este enseguida se levanta encaminándose hacia mí para decirme:
-No voy a volver a repetírtelo, yo me encargo ¿entendido? –su mirada es de enojo ¿Por qué tiene que ser todo a su manera? ¿Por qué no me deja solucionar mis cosas?
-Mañana iré –le aviso segura retándole unos segundos con la mirada y luego intento separarme, pero este lo evita agarrándome del brazo y vuelve acercarme, pero esta vez más cerca haciendo que mi corazón se acelere latiendo con más fuerza debido a su cercanía.
-¿Por qué eres tan testaruda? –el tono con el que ha hecho la pregunta es tan diferente que no sé realmente como definirlo, pero me ha hecho erizar toda mi piel -¿Eh? – de nuevo ese tono ¿por qué usa ese jodido tono de voz ahora?
-Suélteme –mi voz temblorosa le habla mientras trato de soltarme, pero este hace más fuerte su agarre para impedir que me aleje -¿Qué hace? –le pregunto cuando noto su mano en mi cintura. Necesito alejarme de él, su tacto, estar tan cerca me está poniendo demasiado nerviosa y creo que hasta tonta.
-Dime que no irás mañana y me dejarás que me encargue yo. Dímelo -¿trata de persuadirme? Estoy muy perdida ahora mismo ¿Por qué hace esto? No dejo de mirar a sus hermosos ojos verdosos. Luego mi vista empieza a observar con detalle todo su rostro, su pelo, sus cejas, sus pestañas, su nariz, sus labios... ¿qué estoy haciendo? No lo sé, pero debo de admitir que este hombre es demasiado atractivo -Dímelo Bella.
Espera ¿qué? ¿Acaba de decir mi nombre? Es la primera vez que lo hace.
-Está bien –suelto sin pensar mirándole un poco asombrada por lo que acabo de decir ¿Enserio acabo de aceptar? ¿Enserio me ha convencido? No entiendo mi reacción. Parezco ahora mismo una tonta embobada ¿Qué me pasa? –Ahora por favor, márchese –le pido. Necesito estar sola y entender mi absurdo comportamiento. El magnate me sigue mirando para luego hacer un gesto de aceptación ante mi petición. Deja su agarre sobre mí y recoge su chaqueta del sofá para después caminar hasta la puerta. Una vez fuera se gira para echarme una última mirada y decirme:
-Hasta mañana señorita Harvins.
-Hasta mañana señor Rogers –dicho eso cierro la puerta temblando de los nervios y con una sensación muy extraña en mi interior.
¿Qué acaba de pasarme?
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