Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 40

La tenue luz de la lámpara de mi mesita de noche ilumina parte de mi habitación, y solo el tic-tac constante del reloj que tengo a mi lado interrumpe el silencio que invade todo el ambiente.

Es de noche. Son casi las cuatro de la madrugada y todavía no he podido coger el sueño. En cierto modo, es por mi culpa. Mis pensamientos son los responsables de ello. Vuelven una y otra vez a mi mente. Es imposible poder dejar de pensar. Estoy empezando a sentir estrés o puede que sea frustración al impedirme encontrar el descanso que necesito en estos momentos.

Siento que estoy atrapada en un ciclo de pensamientos que se mueven en un bucle. Intento relajarme, apago la luz de la lámpara y busco una posición más cómoda en la cama.  Me doy la vuelta y cierro los ojos, buscando enfocar mi mente en algo pacífico, algo que me ayude a conciliar el sueño.

Pero fracaso. Es inútil. Necesito descansar, pero parece que mi mente no quiere que lo haga. Parece que quiere que piense en esa persona. Todos estos meses, aunque en ocasiones haya pensado en él, no ha sido como ahora. En estos momentos, lo tengo bien incrustado en mi cabeza.

Me incorporo de la cama apoyándome contra el cabecero de la cama. Vuelvo a encender la lámpara y luego agarro mi móvil que también está encima de la mesa. Enciendo la pantalla para ojear algunos de los mensajes que tengo pendientes de leer. Después de terminar, no se me ocurre que hacer, pero parece que mis dedos si lo saben cuándo se desplazan hacia la opción de las llamadas y allí lo veo. Su nombre guardado en mi móvil. No sé por qué, pero me quedo contemplando la pantalla.

De repente el crujido de la madera me hace sobresaltar del susto. El móvil se me desploma de las manos y cae encima de la cama. El corazón me late con fuerza aún del susto y cuando agarro de nuevo el móvil veo que sin querer mi dedo ha marcado el número. Antes de que pueda reaccionar, la llamada ya se está realizando. Por si no fuera poco ahora el corazón me late a mayor velocidad y empiezo a entrar en pánico.

Mierda. Mierda.

Cuando consigo reaccionar mis dedos van en busca de la opción para cortar la llamada. Sin embargo, mi mala suerte me acompaña. Solo han bastado dos tonos cuando veo que acaba de aceptarla y posteriormente escucho su voz al otro lado de la línea.

-¿Bella? -me llama.

No sé qué decir, estoy bloqueada, paralizada.

-¿Bella? ¿Te ocurre algo? -esta vez su voz suena a preocupación.

Sigo sin poder decir palabra.

-Contéstame Bella, me estás asustando.

-Yo... lo siento... -finalmente logro balbucear.

-Dime qué estás bien.

-Estoy bien. Lo siento, ha sido un error. Tenía el móvil en la mano... y un ruido me ha asustado. Ha sido sin querer. Siento haberte despertado.

-¿Segura qué estás bien?

-Si.

-¿Qué haces despierta a esta hora?

-No consigo dormir.

-¿Por mi culpa también?

-Tal vez... tengo muchas cosas en la cabeza.

-Dices que tal vez es mi culpa... ¿pero hay alguna posibilidad de que otro tal vez recaiga en algo más que en mí?

-¿A qué te refieres?- al hacerle la pregunta caigo al momento. -¿Te refieres a la anterior llamada? ¿A él?

-Sí, a él. ¿Es por eso lo que te impide su sueño y tu decisión? -esta vez su voz suena diferente, más seria. -Si es parte de la razón...

-¿Piensas que no he vuelto contigo por ese hombre? ¿Eso es lo que crees?

-Quiero saber que es ese hombre para ti.

-Tan solo es mi jefe.

-Yo también era tu jefe.

-Esto es increíble... no sé cómo se te ocurre insinuar semejante cosa.

-Solo trato de entender...

-¿Tratar de entender qué? -le corto antes de terminar. -Esto únicamente se trata de nosotros. Te recuerdo que fuiste tú el único responsable de todo lo que ha pasado. No vengas echando la culpa a los demás.

-¿Sientes algo por él?

Esto es ridículo.

-Deja de insistir en algo que no tiene sentido. Ese hombre es solo mi jefe, no tengo nada más que decirte. Buenas noches, Liam.

Cuelgo la llamada inmediatamente dando por finalizada esta absurda conversación.








-¡Sorpresa! -gritan mis amigos nada más abrir la puerta. 

-¿Qué..? -me quedo boquiabierta al verlos. -¿Estoy.... estoy soñando?

-No, no estas soñando. -dice Bruno.

-¿Crees de verdad que no íbamos a venir el día de tu cumpleaños? -añade Lydia.

-¡Pero si me habíais dicho que estabais ocupados y que no podrías venir! -exclamo sabiendo ahora que he sido engañada.

Ana, Lydia y Bruno me rodean con abrazos mientras pasan hacia el interior.

-¡Claro que íbamos a venir! Solo queríamos que fuera sorpresa. -me dice Ana después de un largo abrazo.

-Gracias chicos, no me creo que estéis aquí. -digo emocionada. -Pero si me lo hubierais avisado, hubiese pedido el día libre.

-Entonces no sería sorpresa. -reclama Bruno.

-Cierto...

-No te preocupes por nosotros. Ve a trabajar y luego pasaremos el resto del día juntos. -me dice Ana. -Tenemos que organizar un par de cosas por aquí.

-¿Qué cosas?

-Ve al trabajo. -esta vez ordena Lydia.

-Está bien. Está bien. -digo agarrando mi bolso. -¿Estaréis bien?

Un sí agregan todos al mismo tiempo.

-Me voy entonces, nos vemos más tarde. -informo finalmente con una sonrisa antes de salir por la puerta.

De camino al trabajo sigo sin creerme que mis amigos estén aquí. Me han tenido bien engañada todo este tiempo. Me siento realmente agradecida y feliz. Es increíble pensar que se han tomado la molestia y días libres en el trabajo para organizar este viaje, solo para mí. Ahora solo quiero terminar mi jornada laboral lo más rápido para poder reunirme con ellos de nuevo.

Que pase el tiempo pronto, por favor. Suplico antes de entrar por la puerta de la oficina. En el instante en que mis pies entran por mi despacho me quedo impactada por la presencia de un precioso ramo de flores depositado encima de mi mesa. Me acerco a ellas y el aroma que desprenden es de lo más agradable. Me dedico a contemplar cada una de las flores, cada pétalo y cada color, y luego busco alguna tarjeta, pero no encuentro nada. No sé quién ha podido enviarlas. Las contemplo un rato más hasta que una voz aparece a mis espaldas.

-¿Te gustan?

Es James.

-¿Has sido tú? -pregunto girándome hacia él.

-Feliz Cumpleaños Bella -responde adentrándose en mi despacho.

-Gracias, pero no tenías por qué...

-Solo es un pequeño detalle por tu cumpleaños nada más. 

-Son realmente hermosas -me sincero.

-Me alegra que te gusten. Pero ahora, tengo algo más que darte. -dice sacando de su bolsillo un sobre blanco y me lo entrega. Me extraño por el detalle. James me ofrece el sobre y cuando lo tengo en mis manos, lo abro y dentro encuentro dos entradas para uno de los museos que todavía no he visitado. -Aquel día me preguntaste si te estaba pidiendo una cita, pero ahora oficialmente me gustaría hacerlo.

-James... -necesito detener esto y me sabe fatal, pero debo hacerlo. -Agradezco tu regalo, pero...

-Pero hay alguien más, ¿cierto?

-Lo siento. No es justo para ti ni para mí aceptar esta cita sabiendo que mis sentimientos están en otra persona.

-En verdad era consciente de que me ibas a rechazar. Intuía que había alguien en tu vida, pero quería asegurarme. No quería ser intrusivo ni incomodarte.

-Aprecio mucho tu amabilidad James...

-No hay problema, no hace falta que sigas justificándote. Si en algún momento las cosas cambian, mi oferta seguirá en pie.

-Gracias.

-Espero que disfrutes las entradas con tu acompañante y de tu cumpleaños.

Al terminar sus palabras veo como se aleja hasta que finalmente desaparece cerrando la puerta y dejándome sola en mitad del despacho. Una mezcla de emociones me invade, pero lo que más siento es una tristeza por tener que rechazar a alguien tan amable y atento como es James. Aunque por otra parte siento un alivio al ser honesta con él ya que es algo necesario que debía hacer y espero en el fondo que nada cambie con respecto al trabajo.

Decido guardar las entradas en mi escritorio y me tomo un momento para respirar profundamente, recomponerme antes de iniciar con mis tareas y con el deseo de terminar para disfrutar lo que me queda de cumpleaños con las personas más importantes de mi vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro