El sonido del timbre se hace cada vez más fuerte, y sé que hoy no voy a poder evitarlo por más tiempo. Mi corazón se rebela, reclamando la necesidad de enfrentar esta situación de una vez por todas. Pero mi mente me dice que espere, que no me precipite, que tal vez no sea el momento adecuado.

Sin pensarlo ni siquiera una vez, tomo una profunda respiración decidida a ir hacia la puerta. Sin embargo, me detengo cuando oigo la voz de Logan diciendo que se vaya. Luego una pelea de voces prosigue. Y acto seguido me quedo inmóvil cuando escucho un grito de dolor provenir de la sala de estar.

Mis pies comienzan a moverse instintivamente, y al llegar, me encuentro con una escena que me deja sin aliento. Logan esta tirado en el suelo y de su labio corre varios hilos de sangre. Aaron se encuentra abalanzado sobre Liam intentando detenerlo para que no vuelva a pegarle.

-¿Pero qué demonios te pasa? -grito dirigiéndome a la persona que ha dañado mis sentimientos.

Mientras intento mantener algo de calma, mi corazón late con fuerza por la rabia que me consume en estos momentos. La ira fluye por mi cuerpo y solo quiero pedirle explicaciones a Liam, quien parece haber perdido el control por completo.

Con una mezcla de impotencia y furia, me acerco a Liam.

-Vete ahora mismo de aquí -le ordeno.

-No pienso irme hasta que me digas que es lo que ocurre.

-¿Qué ocurre? ¿Enserio lo preguntas?

-¡No! No sé qué es lo que te pasa. No me contestas a los mensajes, las llamadas. ¡¿Cómo voy a saberlo?!

-¿Dónde has estado?

-Ya te lo dije en una comida de negocios.

Mis ojos le miran fijamente llenos de frustración y decepción. Siento rabia, pero también hay un dejo de tristeza que no puedo evitar. Durante todo este tiempo, elegí creer en sus palabras, elegí creer en él. Sin embargo, las evidencias se han acumulado y ya es imposible negar la realidad. Me ha estado engañando, manipulando cada movimiento e hilando su telaraña de engaños frente a mis ojos inocentes.

-Quiero que te marches ahora mismo, de esta casa y de mi vida. No quiero volverte a ver Liam. Ya me cansé de tus mentiras.

-¿Por qué me dices eso? Bella, no entiendo nada.

No me puedo creer que siga como si no supiese nada. Es increíble.

-Lo sé todo Liam. Deja de seguir fingiendo. Deja de seguir mintiéndome -él palidece a mis palabras. Traga saliva. Parece que ya sabe de lo que hablo -Te he dado una oportunidad para que me digas la verdad sobre dónde estabas y me mientes en la cara.

-Quiero hablar con ella a solas -dice para dar órdenes a Logan y Aaron de que se marchen.

-No -niego cortante -El que se tiene que ir eres tú. Sal ya de esta casa.

-Déjame explicarte Bella.

Se acerca a mí intentando agarrar mis manos.

-No quiero escuchar tus explicaciones. No me interesan ya. La verdad ya la sé asique da igual lo que digas porque no cambiara la idea de que no quiero volver a verte.

-No digas eso, por favor. Hablemos.

Tengo que lograr que se vaya. No quiero escucharlo. No va a intentar otra vez engañarme con sus mentiras. Esta vez no. Asique no me queda opción que decirle esto.

-Seré lo suficientemente clara contigo. Quiero que te vayas. Si abres la boca otra vez, si hay una única posibilidad de que pueda perdonarte la perderás. No te pongas en contacto conmigo, no me llames, no me escribas. Porque si lo haces jamás obtendrás mi perdón.

Permanece en silencio, con la mirada fija en mí conteniéndose y luchando por no decir palabra. Su mandíbula está tan tensa que parece que va a estallarle. Sus ojos reflejan rabia, ira y también puedo apreciar arrepentimiento, pero ya es demasiado tarde. Para mí ya es tarde.

Mientras veo como se dirige hacia la puerta, siento un nudo en la garganta y las lágrimas amenazan con salir. Pero no puedo debilitarme ahora, debo mantenerme firme. Aunque mi corazón duela, no puedo permitirme seguir viviendo una mentira, ni permitir que me lastimen de esta forma. Liam finalmente abre la puerta, me echa una última mirada y sale de casa en silencio.

Nos quedamos los tres solos, con el eco de sus pasos alejándose. Logan y Aaron intentan acercarse, pero yo creo que necesito unos minutos para procesar que todo ya llegado a su fin.

Antes de volver a encerrarme a mi habitación, me acerco a Logan para examinar sus heridas. Él me dice que no me preocupe, que no es nada, que lo importante soy yo en estos momentos.

No estoy bien, pero lo estaré.

Esas fueron mis palabras. No sé si volvería a estar bien. Al menos por un tiempo. Pero seguramente encontraría la forma de volver a estarlo.