Mis ojos lentamente vuelven abrirse. No sé cuánto tiempo ha debido de pasar desde que perdí el sentido. Mi cabeza ahora no duele tanto como lo hacía antes, pero lo que si es cierto es que me siento completamente aturdida y mareada.

Lo primero que observo al contemplar el lugar en donde me encuentro es que no se trata del despacho Rick, que es lo último que recuerdo estar. El techo luce luminoso, todo es de color claro en comparación con el otro sitio. Sigo examinando más el ambiente y cuando me doy cuenta de que se trata la habitación de un hospital, la confusión me invade.

¿Cómo he llegado hasta aquí?

¿Qué ha pasado después de que se volviera todo negro?

A medida que me voy recuperando oigo como la puerta comienza abrirse e inmediatamente mi cabeza se gira para mirar a la persona que aparece por ella.

-Menos mal que has despertado -habla cuando se da cuenta de que estoy despierta.

Mi rostro en estos instantes solo puede reflejar incredibilidad al ver a esa persona que entra por la habitación. Estoy tan impresionada que me quedo algo en shock porque de todas las personas que conozco esta es la última que esperaba que entrase por ella.

-¿Qué haces tú aquí? -digo con la voz entrecortada debido a la alucinación.

-Me has tenido muy preocupado -contesta haciéndose un hueco a un lado de la cama de la cual estoy tumbada.

-¿Cómo...? -quiero saber qué hace él aquí.

Me cuesta asimilar su presencia.

-Aterricé hace unas horas. Cuando mi móvil volvió a tener cobertura recibí un mensaje de mi hermano avisándome que fuera urgentemente a ese lugar a por ti. Asique no dude ni un segundo en hacerlo.

Su voz hace una pausa deslizando su mirada hacia el suelo.

-Fui lo más rápido que pude Bella, pero llegué tarde. Siento mucho lo que te ha pasado.

-Nada de esto es tu culpa tuya.

-Si hubiera llegado antes...

-Eh mírame -sostengo con mi mano su rostro -No es tu culpa, ¿de acuerdo?

Sus ojos expresan lamento, reflejan una tristeza de la cual no puedo dejar que siga sintiendo que es el responsable de lo que me ha sucedido. Esto no tiene nada que ver con él.

-¿Tú sabes cómo me he sentido cuando te he visto tirada en el suelo con la cabeza cubierta de sangre? Ha sido la peor sensación que he experimentado en mi vida. Por un momento pensé que podías...

Se calla antes de decir el final de la frase porque no es capaz ni de decirlo. Un hilo de angustia se hace presente en mi interior. Imaginar ese momento se me está haciendo difícil pues para él ha debido de ser horrible.

-Necesito entender que hacías en ese lugar porque no lo entiendo. Por mucho que quiera buscar una respuesta se me hace complicado pensar que una chica como tú esté en un lugar así.

-Alex...

Quiero explicárselo todo para que entienda, pero antes de que pueda decir más palabra este vuelve hablar.

-Y lo que menos comprendo es como mi hermano sabe que estabas allí. ¿Qué hay entre tú y mi hermano, Bella?

La mirada con la que lo observo es vergonzosa haciéndole entender que entre nosotros ha pasado algo.

-Me lo temía. Sabía que pasaría -dice cabizbajo -Antes de marcharme quise hablar contigo sobre ello, pero al final siempre aparecía él por medio cuando nos quedábamos a solas y no pude.

-¿Hablar sobre qué?

-Más bien advertirte.

-No te entiendo.

¿Advertirme de qué? Ahora la que no comprende soy yo.

-Sabes... -se posiciona de pie para comenzar a caminar por la habitación -Mi hermano no es como tú crees.

-¿Qué quieres decir?

-Es un hombre que consigue siempre lo que quiere.

-De eso puede que ya me haya dado cuenta.

-No, no lo entiendes.

Se posiciona a una distancia cercana para que pueda observarlo bien a los ojos.

-Como he dicho consigue todo lo que quiere y no para hasta conseguirlo. Cuando se obsesiona con algo es persistente, hace cualquier cosa por conseguirlo -la distancia ahora la acorta más -¿pero qué pasa cuando ya lo ha obtenido?

Sus ojos me observan buscando una respuesta en los míos. Yo me quedo sin habla porque no me puedo creer lo que me está dando a entender.

-¿Quieres saberlo Bella?

-¿Qué pasa?

-Su interés se desvanece y va en busca de una nueva...

-Basta -no quiero terminar de escucharlo -¿Por qué me estás diciendo todo esto? ¿Cuál es tu problema?

Alex separa su cercanía de la mía y se mantiene de pie justo enfrente de la cama.

-Te lo estoy diciendo porque ya lo he visto una y otra vez. Para él no eres especial Bella, solo otra mujer con la que pasa el rato hasta que su obsesión se le pase. Siento tener que decírtelo, pero es la realidad y lo hago porque no quiero que te haga daño.

-Me lo dices porque estás celoso. Es por eso, ¿no?

-No voy a mentirte. Me gustas, me atraes no voy a negarlo, pero esa no es la razón.

-No veo otra explicación que no sea esa.

-A ver dime, si fueras tan especial, ¿qué es lo que tenía que hacer tan importante esta noche como para no ir acompañarte? ¿Eh? Dime, ¿sabes dónde ha estado?

-No lo sé. No he sabido nada de él en todo el día -confieso.

-Si yo hubiera sido él me daría igual todo porque iría a por ti al segundo.

-No sabes nada Alex.

-¿Ah no? ¿Qué no sé Bella?

-Yo trabajo en ese lugar -admito de una vez.

Su cara no expresa ninguna sorpresa como yo esperaba. Supongo que de entre todas las opciones que se le ha pasado por la cabeza, esa era una de ellas, pero hasta que no se lo dijera no lo iba a aceptar. En seguida, camina de nuevo hacia mí, se agacha para volver a tener esa cercanía de antes.

-Aún con más razón hubiera ido a por ti.

Y justo en ese momento la puerta se abre. Alex se separa inmediatamente y a continuación dirigimos nuestras miradas viendo como la persona de la que estábamos hablando se hace presente.

Ahora una tensión se percibe en la habitación. Liam pide a su hermano que se marche para dejarnos a solas y este sin decir palabra se va sin antes echarme una última mirada.

-Lo siento muchísimo, no sabía que pudiera pasar esto. Si lo hubiera sabido...

-No podías saberlo de ninguna manera.

El magante se sienta para luego dejar un beso en mis labios.

-¿Dónde has estado? -pregunto enseguida cuando termina el beso.

-He tenido una reunión muy importante que no podía cancelar.

Su respuesta hace que un ligero dolor se deposite en mi pecho.

¿Reunión?

Marie me informó que se tomó el día libre por asuntos personales.

-¿Te encuentras bien?

-Sí, solo que me duele un poco la cabeza.

-Voy a ir a buscar el doctor para hablar con él, ¿vale? Ahora vuelvo.

Finalmente, me quedo sola en la habitación. Una decepción me invade al pensar que he podido descubrir que me ha soltado una mentira. Tal vez sea un malentendido, que Marie lo haya entendido mal o puede que Liam le haya mentido a ella porque no quiere que alguien sepa acerca de esa reunión si dice ser tan importante.

Pueden ser tantas cosas que no puedo dejar que mi mente dude de que exista esa posibilidad de engaño. Y menos se me puede venir a la cabeza que lo que me ha dicho Alex pueda llegar a ser verdad.

Porque no lo es.