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•33 | La mejor historia de amor.



El pastel que Taehyung le compró para su cumpleaños 22 fue... Dulce, tanto, que no pudo comer el decorado debido a que estaba hecho con fondant de tono morado con pepas blancas. Fue muy hermoso verdaderamente, pero el problema que tuvo con ello yace a la poca tolerancia que últimamente tiene hacia lo dulce, proviniendo directamente de aquellos repetitivos mareos y dolor de cabeza que lo están azotando desde hace ya varios meses atrás, y de los cuales, no ha dado tanta importancia como debería.

Joder, solamente espera que no sea algo verdaderamente complicado o podría llorar por nunca tener un momento en su vida con completa paz.

Vamos, este ha sido su mejor época en años y no cree justo que algún problema con la azúcar le esté fastidiando justo ahora. Ha podido comenzar a organizar su vida de a poco, ya ha pasado un tiempo desde que le dejó en claro a NamJoon que no quería nada con él, que ha expresado todo lo que debía haber hecho desde hace años a YeonJun, y por si fuera poco, justo ahora está metido hasta el fondo con lo del consultorio en donde trabaja Hoseok. 

Es claro que Taehyung fue el principal promotor de ello, por supuesto. Pero mirar su convicción de querer ayudar con el corazón, hicieron que Jimin se motivara el doble y trabaja dedicadamente día y noche mientras atiende sus propios asuntos de la universidad.

A veces quisiera echarse un trimestre al hombro por lo cansado que se siente, pero luego recuerda que mientras él piensa en parar, hay mil personas allá fuera encontrándose en situaciones peores que siguen luchando por un mejor futuro, consiguiendo ser eso suficiente para cargar sus pilas y seguir adelante aunque esté agotado por las nulas horas de sueño que ha tenido. 

Ha sido duro estudiar ingeniería, más cuando no existía verdadera motivación para hacerlo, ganas. Él nunca ha sido persona de interesarse en cosas, pasa de ello de la misma forma que pasaba de las personas. Nunca había tenido verdadera vocación para nada más que intentar desesperadamente ser libre, y a pesar que puede dejar la carrera tirada e incluso así poder vivir una vida cómoda con todo ese dinero que su padre le ha dado, no quiere hacerlo. 

No es su estilo.

No puede negar que actualmente compra comida o lo necesario para el apartamento de aquellos millones que su papá colocó a su disposición para cancelar la matrícula universitaria, pero nada más. Sus caprichos, que no son demasiados a pesar de venir de cuna de oro, los cancela con dinero conseguido por cuenta propia. Quizás no sea constante, pero ha trabajado en los diversos negocios de sus tíos por parte de madre en algunas cosillas sencillas que le han dejado algunos billetes que trata de ahorrar.

Siempre recuerda eso que su abuela le dice cada vez que la visita, que no hay mejor dinero que el ganado con su propio esfuerzo. Gracias a ella, ha podido aprender el valor de su esfuerzo, de las ganas de seguir avanzando hacia un futuro brillante conseguido por sí mismo.

Ha logrado tanto solo, que a veces no puede creer que tenía 16 años cuando peleó en un juzgado por su autonomía, cuando decidió quedarse en Seúl a pesar que tenía la posibilidad de vivir con su abuela en Ulsan, una vida nueva, amigos nuevos, escuela nueva... Pero decidió quedarse allí, luchar para convertirse en la mejor versión de sí mismo. No quiere ser como su padre, mucho menos como su madre... Solo quiere ser él, decidir qué hacer, cuándo o dónde. 

Quiere ser feliz de la forma en que decida sin tener que necesitar nada más.

-¿Qué dices? ¡¿Está hablando en serio?!—Taehyung irrumpen en su habitación con el teléfono en la oreja sin siquiera preocuparse en tocar. Con total confianza, se sienta en la cama deshecha escuchando con atención al individuo al otro lado de la línea—no puede ser, ¿Eso no es demasiado? D-Digo... ¡Es perfecto!—chilla feliz. El pelirosa finalmente despega los ojos del espejo una vez termina de colocar bálsamo en sus labios, girando hacia su amigo que parece pronto romperá a llorar—Dios, amor. ¡Mil gracias! S-Sabes que esto significa tanto... Jungkook consiguió una cobertura del 50% según el presupuesto que sacaste junto con Lee, Chim—cuenta rápidamente, desviándose nuevamente hacia la voz de su novio—Sin embargo, las cimentaciones no están bien, nos están solicitando un nuevo estudio geotécnico debido a ello. Demoler... Sí. Lo resolveremos...Entiendo, entiendo. Todos los papeles los tendremos en regla, lo juro. Solo, gracias por esto.

Aquella pizca de información hace que la sonrisa en Jimin crezca inmediatamente de tan solo ver el progreso que han conseguido. ¿Está bien que quiera saltar? Joder, esto se ha convertido en su mayor meta justo ahora, y aunque no puedan participar independiente por no poseer licencia alguna, con las personas que se han ligado le han asegurado que esto puede ser validado como parte de sus futuras prácticas profesionales a pesar de que falte poco más de un año para poder comenzarlas, todo es cuestión de hablar con el rector para que analice la situación, cosa que ya hizo, solo espera respuestas favorables para que sea de ese modo. 

¿No es eso maravilloso? Es como si por fin todo estuviera siguiendo un camino sin baches.

Está loco por recompensar a Hoseok, por poder brindarle con ayuda de todos esos individuos un lugar lindo para que siga trabajando con el corazón. Incluso, se ha enterado que varias personas de la comunidad se han unido para poder colaborar con su granito de arena en todo el trabajo que amerita hacer ese consultorio de cero. Aunque no sea un lugar excesivamente grande, resulta ser más costoso de lo que se creería. 

Al parecer, al momento de construir ese y otros más que han cerrado con el paso de los años para seguidamente ser derrumbados, no se realizaron las pruebas de calidad en cuanto a materiales o suelo, sin contar, que eso fue hace más de 25 años. El mal manejo, el cero mantenimiento que se debería de realizar, lo han llevado a ser un peligro latente para todos los residentes. Completamente él no quiere que nada le pase a Hoseok, el hombre es como de su familia, no soportaría que ese maldito techo le cayera encima.

-Sí, nos hablamos luego. También tengo muchas cosas por hacer... Te amo, te amo, te amo—Taehyung finalmente cuelga el teléfono, buscando con ojos brillantes a su mejor amigo que tampoco puede dejar de sonreír a su dirección. De un saltito acompañado de un grito agudo, ambos se funden en un abrazo que parece querer dejar sin aliento a ambas personas. Taehyung al ser más alto, alza de manera sencilla a Jimin para dar alguna vuelta sobre su eje—¡Jimin! ¡En serio estamos haciendo esto! Lloraré, lo haré—asegura.

-¡Ay, Dios! ¡Ya bájame que me estás desarreglando, idiota!—golpea suave sus hombros buscando colocar otra vez los pies sobre el suelo, a pesar que él mismo quiere llorar un poco. Una vez Taehyung hace lo solicitado, se distancian lo necesario para mirarse fijamente a los ojos— No seas sentimental, bobo. Nada de esto sería posible si tú no hubieses terminado insistiendo en hacerlo una y otra vez. Apenas estamos comenzando, puede tardar meses e incluso años, pero estoy seguro que podremos lograrlo juntos.

-Estoy consciente de eso, Jimin. Pero es que... Por primera vez en mi vida desde que estudio esto, puedo comprender a mi padre. Nunca imaginé que ir de aquí para allá, buscando personas, empresas interesadas en otorgarle una oportunidad a una obra como esta, pudiera llenarme tanto. A pesar de que... No esté cursando el trimestre junto ahora, sé que esto me servirá de experiencia para algún momento de la vida. ¡Oh, tengo tantas ganas de comenzar la universidad! Necesito empaparme de más conocimiento, hacer más, estudiar más. Yo...-

-Quieto tigre, quieto—pide el rosado, tomando con fuerza los hombros del rubio despeinado. Taehyung parece que ha comido un montón de azúcar que lo mantiene eléctrico, ansioso, es eso o alguna droga se ha metido por la nariz—¿Qué tomaste esta mañana? Pareces acelerado, por favor, no me digas que consumiste algo raro—indaga, sentándolo con cuidado en el inicio de la cama nuevamente.

-Estoy ansioso, evidentemente. Es que después de mucho tiempo siento que estoy en paz—explica, deslizando sus palmas por sobre el mono de pijama limpiando el sudor que se ha aglomerado allí. Jimin lo mira con ojos entrecerrados, girando nuevamente hacia el espejo para arreglar algunas imperfecciones en su camisa que estaba perfectamente planchada—todavía soy un poco pesimista, no puedo negarlo. Siento que debo hacer todo lo que pueda antes de que las cosas comiencen a ir mal en algún sentido. No quiero pensar así, pero es difícil—interrumpe el sermón que sabe va a recibir de su parte—es solo que... No sé cómo manejar que todo vaya viento en popa. ¿Entiendes? No estoy familiarizado con que todo esté bien.

-Umm no esperaba que tuvieras así por algo como eso. ¿Qué tal si te tomas uno de esos té que le haces a Jungkook? Puede ayudarte—aconseja, consiguiendo un puchero del chico de hebras doradas. Ah, su amigo es tan lindo que a veces provoca tomar sus mofletes y pellizcarlos hasta hacerlo chillar. Jimin aplica un poco de perfume en sus dedos, llevándolos seguidamente a los lados de su cuello—No debes preocuparte por ello, Tae. Creo que yo mismo estoy pasando por eso. Pero... Antes de ponerme a comer un tarro de helado gigante, debo salir un rato para... Hacer ciertas cosas—duda a último momento de explicarle a qué se debe.

Claro que un titubeo como ese es fácil de reconocer por la persona que ha estado durante todos los días de los últimos años, resultando verdaderamente sospechoso. 

Normalmente Jimin se arregla mucho, pero no utiliza camisas de botones con mangas largas. No, eso es como un asesinato lento para él debido a que le da excesivo calor y dice que le hace ver pasado de peso, cosa que claramente no es verdad. Su cabello peinado hacia atrás tiene gel, dejando su frente completamente descubierta. Sus ojos poseen apenas un poco de sombra, y sus labios bálsamo. Unos pantalones apretados, sin huecos, y zapatos negros completamente pulidos... Vaya, esta es una total sorpresa elegante, solo faltaría que pusiera un... Saco. ¡Oh! ¡En serio se acaba de colocar un saco delgado de color negro!

-¿Tienes una cita o algo así? Te ves... Woo...—ríe como tonto, sin dejar de mirarlo. Jimin es tan absurdamente sexy, que todavía no se explica cómo es que no trae hombres al apartamento para jornadas arduas de sexo duro. Olvídalo, sí que sabe por qué no lo hace... Y es que su amigo no es de esa clase de persona que se va acostando por ahí con cualquiera simplemente porque sí. Él es reservado, ni siquiera lo hizo alguna vez con NamJoon y eso que estuvieron enamorados—si no tuviera a Jungkook, y no te conociera, juro que ligaría contigo. Tienes un buen culo, hombre. Cualquiera quisiera hundirse allí sin condón.

-Eres un cerdo asqueroso—se queja divertido, yendo por su billetera que está a un lado. 

Al hacerlo, verifica que su teléfono posea la suficiente carga como para esperar todo lo que tendrá esperar, créanle, él sabe en lo que se está metiendo. Sin embargo, un mensaje que no había visto hasta ahora simplemente hace que el aire de sus pulmones salga cansadamente. ¿En serio? ¿Cómo le dice que no podrá reunirse con él justo ahora? ¡Se estuvo arreglando por más de una hora! 

-¿Qué pasa?

-Que soy un idiota. Eso es lo que pasa—dice entre dientes, ya desesperándose por todo aquel ridículo esfuerzo que colocó en verse presentable. Mira filoso a Taehyung que parece perdido en una nube por lo dicho—Olvídalo... ¿Qué haces ahí todavía? ¿No tienes nada que hacer hoy? ¿No te verás con Jungkook acaso?—pregunta con fastidio sin encontrar la delicadeza para botarlo de su habitación.

-¿Uh? Ah, no. Pasará el día junto con Ji Woo—explica calmadamente, tomando una de las pomposas almohadas del otro que huelen delicioso debido a la crema que aplica a su cabello. Rayos, ¿Cómo es que las suyas solo huelen a baba? Dios es injusto con él. Luego de descubrir aquella mirada sorprendida en su amigo, deja de oler como un canino las cosas que no son suyas—¿Q-Qué? No es que tenga un fetiche por olfatear tus cosas.

-¿Pasará el día con su ex mujer y lo dices así de tranquilo? Es decir... Es su ex esposa, esa que le tuvo un hijo y todo eso. ¿No te da ni un poco de celos?

-¿Celos?—repite—No, nada de eso. Creo que Jungkook y yo estamos iniciando una relación muy estable, esa en que no violamos la privacidad del otro por más que seamos pareja. Teniendo la plena confianza de decirnos las cosas, de conversar las diferencias siempre buscando una solución para ello. Él es un hombre de confianza, Jimin. Y espero ser lo mismo para él. A demás, justamente porque Ji Woo es la mamá de su hijo es que pasarán el día de hoy juntos. YeonJun... Él se va a internar hoy, entonces ambos están pasando por un momento en el cual deben apoyarse. Debe ser realmente duro para ellos verlo de esa forma. Está acabado... No es ni la sombra del YeonJun que conocimos, Jimin.

De solo escuchar el motivo, las ganas de lanzar su móvil a un lado se detienen inmediatamente. Así que finalmente se va a internar. Una pequeña sonrisa se adueña de sus labios debido a ello, solo pudiendo agradecer a los seres inmortales por haber hecho que una decisión tan complicada por fin fuera tomada. 

Sabe que el camino a recorrer no será fácil, el chico querrá abandonar, buscará la forma de conseguir droga allá dentro. Pero solo espera que en donde vaya a estar, de verdad lo ayuden. Quizás de aquí a un par de meses... O años, podrá verlo completamente rehabilitado. Con ese par de ojos oscuros, hermosos, retomando la vida que ha dejado en pausa. Así como el mismo Jimin ha decido hacer con la suya.

-Me alegra tanto oírte decir eso. Él merece vivir siendo feliz—asegura, viendo en el reflejo del espejo como sus ojos se cristalizan un poco por el miedo. Siempre que su mamá se internaba, él sabía que ella simplemente no iba a lograr nada; porque sus ojos se lo decían, sus acciones. Solo espera que YeonJun si pueda conseguir liberarse, ser alguien completamente nuevo—yo lo siento, esto me sacó un poco de foco—se disculpa, limpiando las esquinas de sus ojos.

-Está bien. Jimin, está bien. No debes evitar hablar de eso. Tomaste una decisión de superarlo, pero ello no quiere decir que en el proceso no puedas llorar y lamentarte. A fin de cuenta, sé que lo quisiste incluso más de lo aceptado.

-Él estará bien ¿Verdad? ¿Él podrá salir de esto?—finalmente deja ir las gotas, sintiéndose presionado por el recuerdo de su madre, por el fracaso tras fracaso de la mujer, por las sobredosis. Jimin realmente no quiere que Yeon pase por eso—si no es así... P-Por favor no me lo digas, no quiero saber.

-Shh... No te angustiantes por eso—asegura, yendo hasta su lado para abrazarlo enseguida—Saldrá, lo sé. Tú debes preocuparte por ti, Jimin. Vuélvete alguien brillante, alguien que a donde llegues todos sepan quién eres y a qué te dedicas. Esa clase de persona que pueda motivar a otros a cumplir sus sueños. Vamos, no llores. ¿Acaso no tenías una cita importante?

-Se ha cancelado.


―•♡•―



El día es caluroso a comparación con cualquier otro pasado, la brisa fresca que entra por las ventanas del auto haciendo un ruido de corte al chocar con la mitad del vidrio oscuro, remueve los cabellos desaliñados del YeonJun hacia todas las direcciones posibles. Sus ojos están irritados al igual que su nariz, sus mejillas ahuecadas poseen signos de lágrimas pasadas que no parecen querer borrarse de la blanquecina piel ni aunque pasen las horas. Sus brazos están extendidos a sus costados sin fuerzas al igual que las piernas. No siente demasiado sus extremidades debido aquel calmante que la doctora amiga de Jackson le colocó para poder tumbarlo ayer.

La noche anterior no fue la mejor de todas debido a que sabía que este día se iba a recluir.

¿Sientes que todo se está derrumbando? Como que todo lo que una vez fue bueno resulta ser una mentira.

Vio a su madre, hablaron por largas horas en las cuales pudo escuchar que la mujer tomaría un par de cursos que van de la mano con su carrera, a pesar de que se veía un poco triste por lo del divorcio de hace semanas, le aseguró que todo estaría bien con ella, que las cosas con Jungkook marchaban bien y que no debía preocuparse por esa clase de pequeños detalles; que lo más importante inmediatamente es que él esté estable, que reciba la ayuda necesaria para que pueda seguir con su vida en donde la había dejado.

Pero es que él no quiere retomar su vida donde la dejó. No, él quiere algo distinto, quiere hacer cosas distintas. Por ello no pudo asegurarle a Taehyung que retomaría la carrera, porque justo ahora está perdido entre muchos caminos, entre demasiados problemas internos como para obligarse a seguir con algo que ya no posee la importancia que tuvo en algún momento. No cree que sea demasiado bueno en ello a pesar de que siempre había dicho que quería estudiar ingeniería civil, no cree que pueda tomar la responsabilidad que Jimin y el mismo Taehyung están haciendo con ese consultorio. 

Apenas son estudiantes, sí, pero pudo reconocer en el rubio que esto realmente le apasiona... ¿No fue él quien dijo que la detestaba? Ah, justo ahora está demasiado cansado como para pensar en cómo puede ayudarse.

Solo no quiere sentir la necesidad de drogarse, no quiere suplicar por un poco de cualquier cosa, no quiere cagarse, no quiere orinarse, no quiere perder la consciencia en cualquier lado debido a ello. Lejanamente comienza a recordar episodios de cuando estaba drogado, por ejemplo, ese con su madre cuando llegó vomitando a casa. Fue cruel, quizás ella nunca le va a reprochar o decir a otras personas, pero dijo cosas muy hirientes hacia ella. Básicamente le echó en cara que su padre se quería divorciar por su culpa, le dijo que era fría en la cama y eso llevó a su papá a buscarse a otra persona. Que nunca fue capaz de darle un hermano porque su fertilidad era una mierda. Dios perdóname. ¿Por qué ella lo ayudó incluso si dijo todo eso? La hizo llorar, lo recuerda, ella lloraba cuando lo ayudó a entrar al baño, cuando lo duchó, cuando lo acostó en su cama y acarició su cabello lentamente hasta caer desmayado.

Sé cómo sentirse tan perdido que solo quieres morir, he intentado todo para sentir un poco por dentro.

Recordar fugazmente todo eso, solo le hace sentir peor. Como una mierda, como una basura putrefacta que solo merece ser ignorada por las demás personas que pasan por su lado. Su piel fue besada, manoseada, su cuerpo fue follado por JongIn de mil formas, en muchos lugares, baños, en su auto, en callejones.... Incluso... Quizás estuvo en algunas orgías donde era compartido con otros tipos que no le importaban si pedía que se detuvieran porque dolía. 

Pero es que no dolía, no físicamente porque estabas anestesiado hasta el centro... El dolor venía de su pecho. Realmente no sabe cómo explicarlo. Tampoco puede tener seguridad de que eso realmente pasó o solo fue producto de su imaginación. Solo recuerda que su cuerpo estaba muy cansado después de esos días, que no podía ni siquiera ponerse de pie a veces y que JongIn siempre le daba algo para que tuviera motivación.

Si no hubiese parado... ¿Estaría muerto ahora?

Quizás la respuesta más honesta es que sí, que hubiese muerto en algún lugar en el cual a ninguno de esos malditos con los cuales se la pasaba hubiera hecho media mierda por ayudarlo. Quizás hasta se hubieran desecho del cuerpo en algún lugar para no cargar con alguna culpa de haber traído consigo a un niñato idiota que no le importaba nada más que drogarse para olvidar a su ex novio. Que patética su vida, sus sentimientos, su todo.

Oh, y ahora solo puede llorar. No le importa, no le importa que Jackson esté manejando o que YiRen esté en el puesto de copiloto, incluso que SooBin, ese idiota contaminador del medio ambiente este a su lado en la parte trasera. No importa que le oigan llorar o sientan lastima, solo necesita hacerlo, necesita un momento para dejar salir el asco que tiene sobre sí mismo por permitir que personas que no quería lo tocasen de forma sexual solo por un poco de droga, que chupó penes, se humilló, solo por eso. ¿Qué mierda se dañó en él para terminar de ese modo?

No diría que estoy en lo más bajo, pero no estoy en la cima. Todo lo que tenía para mí lo arruine.

YeonJun gira sus ojos llenos de lágrima hacia SooBin que le da un codazo en las costillas llamando su atención de forma dura. A pesar de que desea quejarse por ser un maldito animal, no pueden salir palabras por su garganta congestionada.

-¿Recuerdas que me preguntaste si había querido salir de esto en algún momento?—cuestiona el menor sin mirarlo, solo recibiendo un sonidito agónico del otro como un —lo quise, realmente lo quise. Pero no soy capaz de mantenerme completamente estable, no podría. Y verte así de mal, solo lo confirma. No podría sobrellevar recordar más vivamente todo lo que hice drogado, todo lo que me metí o viví. La verdad, es que cuando tenía 10 años di una puñalada a alguien en el ojo.

Comienza a contar ausentemente mirando los autos pasar a su lado en diferentes velocidades, jugueteando con el cierre de la maleta que la madre del peliazul se encargó de hacer demandante mente días antes, y que está a su lado. Una música que jamás había escucha en su vida resuena en el reproductor que posee un volumen adecuado para calmar el silencio que se mantenía hasta entonces.

-Ocurrió rápido. Mucho. A veces hasta dudo de cómo fue que pasó... Solo sucedió. No recuerdo haber tenido nada en la mente, algún plan. Solo tomé el cuchillo y lo clave en el ojo del tipo... Quizás hubiese sido mejor hundirlo en su yugular. En algunos momentos me arrepiento de haber desconocido lo rápido que puede morir alguien si sucede eso. Tenía 10 años, a esa edad no me importaba realmente pensar en dónde o de qué forma matar personas—reconoce en medio de una risita tonta—solo quería seguir jugando con mi Nintendo o viendo Dragon Ball. Pero no fue así.

>> Fui a un reformatorio por dos años. El primer día me cague en los pantalones, y seguí orinándome por una semana completa. Es muy ridículo admitirlo, pero estaba asustado. Conviví con chicos que habían matado, robado o cometidos crímenes menores como yo. Los más grandes estaban aparte, pero igual violaban a otros por mera diversión... En los baños o sus camas por las noches. No importaba realmente. Y yo los escuchaba, los gruñidos, los sollozos, las súplicas para se detuvieran... Y solo podía pensar en que yo sería el próximo. Hasta quise pedirle a la enfermera que me cosiera el culo—confiesa con una risa, que no fue graciosa en absoluto—pero nunca lo fui, nunca me tocaron porque tenían una regla de no follar a los menores de 14. Así que no sufrí de ello, pero igual podía ver cómo lo hacían.

>> Fue traumatizante, fue... Una mierda. Algunos se suicidaron ya que una vez cumplieran la mayoría de edad iban a ser transferidos a la cárcel real, una donde no solo les iban a violar, los matarían. Cuando salí a los doce, ni siquiera podía dormir porque seguía escuchando a los chicos siendo violados o torturados. Y entonces... A los 14 años descubrí una buena forma de olvidarlo en forma de pastillas o polvo. Lo que fuera, solo necesitaba estar demasiado drogado para olvidar. Por eso no soy capaz de dejarlo completamente, porque hay días en los que... No puedo dejar de pensar en ello.

Los temblorosos dedos de YeonJun presionan su mano con fuerza, obligándolo a que sus ojos se encuentren. SooBin posee su mirada cristalizada debido a un pasado que ha intentado mantener al margen, pero el convivir con este chico en esas últimas semanas en las cuales lo ha había visto mejorar y decaer, arrastraron a su cabeza los motivos por los cuales no es capaz de dar ese paso. La abstinencia lo destrozaría, y justo ahora, ya no quiere estar más roto, no quiere llorar, no quiere necesitar desesperadamente algo.

-Y-Yo también quiero olvidar cosas—asegura el mayor en voz baja, recostándose sin fuerza al puesto—lo que hice estando drogado... L-Lo que me hicieron, lo que rompieron y deje que destrozaran. Realmente creo que me vendí por droga muchas veces o que... Me follaban no estando consciente. ¿Eso es violación? Mierda, no lo sé. Pero no quiero estar así—señala su estado, su cuerpo débil, su mente fragmentada—quiero sentirme bien, quiero estar bien. Quiero... Q-Quiero enamorarme de verdad, quiero salir a citas, quiero tomar la mano de alguien que me guste. Quiero a mi padre, a mi madre en mi vida. Tener un día aburrido, estar llenos de trabajos universitarios, quejarme de que se me acabara el agua caliente o el perro de la vecina se orinara en la puerta... No esta mierda. No vivir con miedo o necesitando algo.

-Es una mierda, ¿Verdad?

-Joder, una muy grande y apestosa—reconoce YeonJun con una sonrisa, no sabiendo en qué momento terminó sobre el hombro de SooBin. Sus manos todavía están entrelazadas, el calor del chico menor hace que su corazón acelerado vaya consiguiendo la calma poco a poco. Su olor. Huele a cigarrillos, ligado con alguna fragancia no demasiado fuerte. La piel de su cuello es clara, tan limpia. Quisiera tocarla para saber si de verdad es tan suave como parece, pero prefiere no dejarse llevar por sus impulsos. Suspira—cuando salga de terapia... No creo que pueda follar contigo o con alguien por algún tiempo. Pero estaría bien tomar una malteada... Una de chocolate. Me gustan mucho.

-Cuando salgas, no creo que sería bueno que hablaras conmigo. Soy una mala influencia—dice en cambio, presionando su mandíbula y dejando que sus ojos se pierdan nuevamente por la ventana—no soy para ti de ninguna forma.

-Lo sé.

Y después de ello, solo pudo volver a llorar.


Cariño, no soy lo que necesitas. No soy alguien en quien puedas confiar, estoy seguro de que solo te romperé como todo lo demás que he arruinado. Así que, cariño mantente alejado de mí. De todo este desastre. Estoy seguro que estarás bien.


―•♡•―


Taehyung ama los libros como a su propia vida, es algo que ha aprendido hacer desde que tomó su primer cuento entre las almohadillas de sus dedos. Todavía lo recuerda, era de diversos animales, su pasta era durísima de un tono azul cielo con nubes y un brillante sol que poseía una sonrisa deslumbrante. Lo atesoró como una obra magistral entre sus cosas hasta que vio la oportunidad de entregárselo al pequeño JunHa. 

El niño es hijo de una de sus antiguas compañeras de instituto, ese que le regaló el pañuelo de unicornio. Su mejor amiga mujer que dejó en Daegu por venir aquí a realizar su sueño de libertad, ella siempre le alentó a seguir adelante a pesar de que ella misma se viera complicada al convenirse en mamá a los 16 años.

El padre no se hizo responsable en ningún momento, lamentablemente no todos resultan ser como Jeon Jungkook que dio hasta lo que no tenía por su hijo. Así fue que quedó completamente sola con la responsabilidad de un bebé. Por suerte, los padres de Hannel le ayudaron, nunca le impidieron seguir con los estudios a pesar de que todo se haya complicado de ese modo. Taehyung la admira tanto, aquella valentía en sus facciones, la seguridad de darle un hogar a esa criatura que iba creciendo y cambiando su cuerpo, su vida. 

Él estuvo en cada etapa con ella, le regalaba dulces o leía al bebé con la meta de obtener algún movimiento de sus extremidades.

Por haber tenido la dicha de seguir de muy cerca el desarrollo de JunHa, es que Taehyung anhela con todo el corazón ser padre, tener ese pedacito de él entre sus brazos, arrullarlo, leerle. Oh, quiere regalarle su primer libro, sus primeros juguetes. Quiere verlo crecer con el anhelo de que viva su vida de forma grata, que sea feliz. Aunque nunca se había detenido a pensar en ello, cree que odia a los personas de esos libros que Jimin le prestó, los omegas, por tener la dicha de embarazarse. No es que quisiera ser mujer, se siente conforme con su sexo... Es solo que... Quisiera tener los hijos de Jungkook. Que se parezcan a ambos, que posean el ADN de cada uno.

Cree que es bastante absurdo que esos pensamientos le azoten justo cuando debería sentirse feliz por Hannel que acaba de subir una foto de su promoción universitaria junto con el pequeño, no tan pequeño, de JunHa. Al parecer, pudo graduarse de enfermería en un lapso de tres años en vez de cuatro, con honores y un puesto asegurado en uno de los hospitales más importantes de Daegu. 

Recuerda tan perfectamente bien que ella le dijo que no dejaría sus estudios, que ahora tenía más motivos para ser una mujer realizada si debía cuidar de otra vida inocente que no pidió nacer en medio de su desinformación. Dios, los extraña tanto. No han hablado demasiado a pesar que la madre de ella es quien realiza las galletas que su padre le envía de vez en cuando y que son sus favoritas en el mundo. 

Luego de escribir un mensaje largo con palabras sinceras de felicitaciones por tener el temple de salir adelante a pesar de tener miedo, suspira profundamente, dejando el aparato móvil entre su bolsillo para proceder a calentar sus manos desnudas que se están congelando justo ahora. Quizás debió preocuparse en traer unos guantes también.

Con curiosidad por la tardanza de Jungkook, gira sobre sus talones para detallar una vez más a todas aquellas personas que a esa hora de la noche disfrutan de algunas cervezas o comida sentados en diversas sillas de plásticos, ignorando que realmente está haciendo más frío de lo normal. ¿Cómo fue que terminaron en un mirador desconocido rodeados de extraños que parecen acostumbrados a este clima helado? 

No lo sabe, pero le resulta verdaderamente agradable que hayan podido conseguir una vista tan linda, desde allí se puede observar una Seúl nocturna tan llena de vida, que no cree justo que su diminuto apartamento que está alquilado justo ahora, apenas tenga una ventana con vista al estacionamiento con autos dañados.

-Ya quisiera tener al menos un auto dañado, al menos tendría la esperanza de arreglarlo algún día—susurra. Aunque fugazmente llega a su cabeza la lavadora de su padre, y sabe que muy posiblemente haya heredado las malas cosas del hombre.

-Pequeño, pequeño... Rápido—se escucha la voz de Jungkook a pocos metros, alertando a Taehyung a buscarle con la mirada rápidamente para ir a ayudar con los recipientes hirviendo de ramen que obtuvo de una tienda no tan lejos de allí—Ay, quema, quema...—se queja, una vez abandona la comida instantánea en una banca vieja de madera que es parte de la plaza. Taehyung se ríe entre dientes ante el gesto enfurruñado del hombre por haberse quemado más de un dedo en el proceso de intentar alimentarle luego de haber utilizado sus dotes de manipulación—eres una criatura malvada, ¿En serio te burlas de mí? Oh, me voy a devorar tu porción como venganza—amenaza, sacando los palitos de madera del bolsillo delantero de su pantalón, yendo por lo requerido sin titubeo.

Sin embargo, los brazos de Taehyung le detienen al apretar su torso con fuerza evitando que logre acercarse de más a la banca con su comida, empezando así una mimosa lucha por varios minutos. 

El rubio logra moverlo hacia un lado de su respectivo camino, intentando robar los palillos que se vuelve imposible de obtener por la habilidad del azabache al huir de sus manos juguetonas que solo quieren ganarle. El menor intenta hacer cosquillas por su abdomen, más Jungkook realiza alguna llave desconocida que inmoviliza uno de sus brazos tras la espalda, dejándolo en una posición bastante comprometedora si llegase a empujar su trasero hacia atrás.

Ambos respiran acelerados, importándole poco las demás personas.

-Hyung~ me duele—miente, intentando engatusar para que le suelte y así ir por el ramen de ambos que de seguro ya está frío. El hombre se pega más a él, respirando en su oreja. Los vellos de su cuerpo se elevan por esa simple acción. ¿Es que nunca dejará de ser así de receptivo con Jungkook?—mi bracito se va a romper—lloriquea, moviéndose en medio de un berrinche que solo consigue una sonrisa divertida del mayor.

-Te burlas de mí, intentas robar mis palillos y de paso, mientes tan dulcemente. Uh, creo que alguien hoy no podrá abrazarme—farfulla en medio de una burla, dejando un besito en el moflete antes de soltarlo con delicadeza y otorgarle un par de palillos nuevos que están envueltos en su respectiva bolsita—ten mi pequeño, come antes de que se enfríe más. Si quieres alguna otra cosa, dímelo para ir por ello. ¿Está bien?—pide delicado, liberando algunos cabellos rebeldes de su rostro.

-No, esto es suficiente. Gracias—Taehyung roba un beso pequeño de sus labios, para seguidamente entrelazar sus dedos y guiarlo al banco para poder sentarse muy juntos. Con cuidado de no derramarlo por culpa de su torpeza cada vez que tiene algo líquido entre manos, otorga un recipiente a su novio para que le acompañe en ese aperitivo de medianoche. El rubio no tarda demasiado en succionar los primero fideos, casi gimiendo por lo delicioso que resulta cumplir un antojo cuando se desea tan inmensamente—uh, está riquísimo... Vamos amor, pruébalo. Juro comprar de estos para ti pronto—asegura entusiasmado, manchando una de sus comisuras debido a la salsa naranja en la que se remojan los fideos.

Jungkook prueba de su propia porción completamente enternecido de la vista de su pequeño. Aquella maraña de cabello rizado rubio siendo acompañado por su rostro pulcro es una de las mejores combinaciones, sin contar que está completamente vestido de negro, con botas... Dios, ese punto en específico le hace ver tan condenadamente hermoso, que sería capaz de pedirle matrimonio allí mismo. 

No cree que exista un ser que pueda verse tan bien en todo lo que usa, aparte de Kim Taehyung. Es que va bien hasta con un disfraz de pollito... Esa es una linda imagen mental que obtuvo gracias a una foto que Jimin le envió. ¿No es eso demasiado tierno? Por ese motivo no puede dejar de ser mimoso con él, consentirlo, cuidarlo, adorarlo. No cree que pueda querer a otra persona de esta manera, y está bien que sea un amor único e inigualable, de esos que tardan en llegar y solo existen una sola vez en la vida.

Jungkook siente su garganta cerrarse por ese último. ¿Tardar en llegar? Vamos, fueron 21 años. De solo pensar que pudo no haberlo conocido... Nada hubiese cambiado en su vida, sinceramente. Ya que no puede extrañar algo que no sabe que existe, ¿No es así? Ahora de seguro estuviera en su casa junto con su ex esposa hablando de cualquier cosa, tomando un té y solo preocupándose de ir a trabajar al día siguiente. No tuviera a solo dos semanas de comenzar la universidad, ni de intentar controlar esa lavadora poseída que apenas ha utilizado un par de veces. No hubiese descubierto que después de lograr un sueño, vienen sueños nuevos. ¿Quién sabe? Seguramente hasta ya hubiese accedido a adoptar a un bebé. Una niña... Él realmente quiere tener una niña tan hermosa como el mismo Taehyung.

Este remolino de sentimientos que lo empujan hacia el chico no puede ser normal. Realmente siente que el pequeño merece todo lo mejor de él, conocer todo lo que nunca ha dicho por miedo o vergüenza. 

Un ejemplo claro de ello es que en el ámbito sexual se ha... Liberado a la experimentación de nuevas maneras. Ha optado por jugar un poco, utilizando palabras sucias o roles. Tiene que admitir que nunca fue un hombre demasiado activo sexualmente, no existía esa complicidad de querer innovar en posiciones o lugares junto con Ji Woo, simplemente se tocaban un poco y ya luego pasaba lo que tenía que pasar. Nada más. Pero diablos, no puede negar que Taehyung tiene un don especial que le ínsita a dominarlo, ser rudo, suave. Tomarlo en todos los lugares posibles, en todas las posiciones.

¡Oh! Se siente tan avergonzado justo ahora. Nunca había sido tan hormonal como en estos meses, no cree que sea realmente bueno hacerlo demasiado con Taehyung, no quisiera que se cansara de él o algo así... ¿Pero y si comienza a fallar? Dios, pronto tiene que hacerse el examen de la próstata. ¿Y si tiene que comenzar a tomar pastillas azules? Realmente tiene una buena salud, muy buena, no cree que sufra de ello... A demás, nunca lo había tenido tan duro en su vida. Es decir, sí. Pero con Taehyung siente que le va a explotar... ¡¿Por qué está pensando exactamente en eso?! Se va a golpear, realmente va a golpearse en la cara con su puño.

-Amor, ¿Qué sucede?—inquiere curioso el chico, mirándolo con esos ojos chocolates tan amplios. Es tan lindo—de repente te quedaste con esa expresión de estar perdiendo la cabeza. ¿No te gustó? Puedo ir esta vez yo a comprar alguna otra cosa...

-Um no, no. Es solo que... Debo pasar a comprar algunas cosas para la universidad mañana, y realmente no sé qué debería de adquirir. ¿Todavía se usan libros? ¿Debo comprar cuadernos o una Laptop? ¿Los profesores utilizan pizarra con marcador o solo diapositivas? Siento que estoy perdiendo la cabeza un poco. ¿Me puedes acompañar? Me sería de ayuda, mucha ayuda que me des tu opinión profesional respecto a esto—Taehyung no puede evitar sonreír un poco, mientras asiente con las mejillas llenas de su último bocado. Jungkook se ve realmente tierno perdiendo la cabeza—no me mires así, me siento avergonzado.

-No tienes motivo, Jungkook. Es algo nuevo para ti, está bien que tengas dudas o temor al respecto—alienta, sobando uno de sus muslos con cariño—Mañana obtendremos todo lo que vas a necesitar ¿Está bien? Yo te ayudaré. Espera... ¿Tienes que comprar un telescopio o algo así?

-¿Un telescopio? No... ¿O sí?

-Eso debe de ser costoso, así que no creo que sea algo obligatorio, no todos tienen dinero para esas cosas—concluye el rubio, dejando el recipiente vacío del ramen a un lado, procediendo a limpiar sus comisuras con una de las tantas servilletas que están allí—aunque sería lindo tener uno de esos, ¿Te imaginas? Yo con una taza de chocolate recién hecho, una sábana alrededor de mi desnudez porque me acabas de hacer el amor por horas... Y mi futuro astrónomo mostrándome las estrellas. ¿No sería eso romantico?—pregunta sonrojado, mordisqueando su labio inferior. Aquellos momentos cursis nunca pudo sentirlos tan posibles sino hasta que lo conoció a él.

-Sería perfecto—corrobora Jungkook, tomando su mentón para clavar sus ojos oscuros en los brillantes del joven. Su dedo pulgar acaricia el labio inferior del otro, logrando que cierre los ojos instintivamente por el beso que sabe obtendrá. Sin embargo, Jungkook solo puede mirarlo, mirar sus párpados cerrados, la linda forma de su nariz, los lunares que lo acompañan volviéndolo más lindo de lo normal. Esos labios rosaditos son tan suaves, tan deliciosos. Ama a este hombre, realmente lo ama—en algún momento leí que los lunares existen por ser esos lugares los que más besos han recibido de tu amante en la vida pasada. Quiere decir que tu anterior amor besó mucho aquí—deja un roce en la puntita de su nariz, escuchando una risita tonta venir del joven—por aquí...—otorga otro en uno de sus párpados con cariño, hasta deslizarse a su boca—Y...—toma su labio inferior para succionar lentamente—definitivamente este debió ser su lugar favorito.

-Ahora entiendo porque tienes un lunar justo en ese sitio—farfulla Taehyung, dejándose llevar por los besos suavecitos. Jungkook detiene sus labios al escuchar aquello, avergonzandose inmediatamente al no poder negar la veracidad de aquella información—Oh, Sr. Jeon... ¿Por qué parece tan tímido? Yo evidentemente hablo del que posee en el cuello. ¿De qué cree que hablo? Uh~ quizás pensaba que hacía referencia a ese otro que está por...-

-No, yo definitivamente no estaba pensando en eso en absoluto—corta, pellizcando ambas mejillas del chico hasta hacerlo chillar y sobarse. Carraspea la garganta, alejando aquellos carnales pensamientos que lo vuelven tan hormonal—¿Sabes? Estuve pensando hace un par de días que tendré algún tiempo libre en diciembre, alrededor de dos semanas. Y bueno... Quisiera saber si deseas ir a Busan conmigo... Es que llevo mucho que no veo a mis padres, mucho, muchísimo... Quizás tres años o algo así—Taehyung se atraganta con su propia saliva. ¿Qué acaba de escuchar?

-Espera...—detiene, al sentir como su corazón bombea más sangre de la permitida, de tan solo imaginarse lo que ellos dirían al ver a su hijo llegar con un chico... UN CHICO como novio. De seguro lo van a odiar inmediatamente por ser uno de los propulsores de que el matrimonio con Ji Woo se rompiera. Sus manos ya están sudando y eso que tiene mucho frío—¿Q-Quieres que conozca a tus padres?

-¿No...?

-¡Oh, Dios mío! ¡En serio quieres que conozca a tus padres!—¿Por qué esto le trae recuerdos dulces/amargos? No, no, no debería de recordar a YeonJun justo ahora, ni mucho menos ese día en que conoció a Jungkook. ¡Pero es que es imposible no asemejar las situaciones! Su tensión va descendiendo—por algún motivo el estómago se me ha revuelto. J-Jungkook... ¿Qué tantas posibilidades hay en que me convierta en Beau Burroughs?

-¿A quién?—el hombre trata de recordar dónde fue que escuchó ese nombre, casi escupiendo sus pulmones cuando la película <<Dicen por ahí>> llega a su mente como un flash. Su boca cae hasta el suelo—No puedes estar hablando en serio... Mi padre tiene casi 70 años, Kim Taehyung. ¿Qué dices? Oh, tú en serio me vas a dejar calvo.

-¡Solo era curiosidad!—se defiende con un puchero, dándole la espalda muy avergonzado de sus pensamientos delirantes. Él y su lengua larga, ¿Por qué fue qué preguntó algo como eso? Ah, de seguro Jungkook se debe estar haciendo ideas raras de él con su padre de casi 70 años. Ay, no. Eso es muy desagradable de pensar. No obstante, sus pensamientos son interrumpidos por aquellos brazos que lo atraen contra el pecho del hombre con cuidado, recibiendo diversos besitos en su cabello de nido de pájaro—¿No estás molesto conmigo?

-¿Por la posibilidad de que te guste mi padre? No, sé que eso jamás pasaría. Tengo confianza en mí mismo, pequeño. En lo que tenemos, sentimos—declara con seguridad, fijando su mirada en la nocturna Seúl. Sin darse cuenta, soba lentamente uno de los brazos del rubio con excesivo cuidado. Le gusta su piel, es tan suave... Incluso si hay sitios en los que no es de ese modo, igual le gusta mucho poder acariciar cada parte de él, besar—quiero que vivas conmigo, Tae. En nuestro apartamento. Quiero tenerte todos los días a mi lado para tener absurdas conversaciones, lindos momentos en el desayuno. Delicadas noches de amor. Por favor, me harías realmente feliz si decides hacerlo.

-Formar nuestro hogar... Nuestro tiempo, ¿Es este?—pregunta seriamente. 

La música lejana acaricia sus oídos con delicadeza, el calor de Jungkook lo hace sentir tan protegido, tan completo. Todas esas historias de amor que alguna vez leyó lo hicieron desear algo que nunca va a tener, al contrario, gracias a la compañía de este hombre ha obtenido la mejor historia de amor del mundo. Una real, con sus bajos y altos... Pero suya. De ambos.

-Desde que te conocí comenzó a ser nuestro tiempo, pequeño. Lo supe, porque no pude apartar mis ojos de ti.



  ► 4ever Falling- Feel Something.



-AlHanyG 

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