•30 | Hubiese deseado amarlo.
Este capítulo no tendrá Kookv, lo menciono para que no se quejen de ello después; eso no quita que sea una parte importante de la historia. El próximo será solo de la pareja principal. :) Disfruten.
Hoy es un día especial.
No, no tiene nada que ver con que esté felizmente estable con Jeon Jungkook, el hombre de su vida, amor de su más profundo amor, sueño que creyó inalcanzable o... Bueno, quizás su alegría sí que tenga un poco de razón en ello; ya que el amor es un sentimiento hermoso que te hace distinguir el mundo desde una perspectiva completamente nueva, es como si... Pintara todo lo que antes veía opaco.
No cree que todos puedan distinguir esa emoción de la misma manera, pero solo anhela que se sientan así de bendecidos como lo está él justo ahora, en algún momento de la vida. Es feliz. Una felicidad no absoluta por ciertos temas que todavía debe corregir en su vida académica, laboral, pero feliz.
Jungkook es una de las mejores personas que ha podido conocer, es un gran apoyo, un hombre sabio que la gran mayoría de veces sabe qué decir para calmar el tormento de los individuos que buscan un poco de consuelo. Esa madrugada en la cual hicieron el amor hasta agotarse el uno sobre el otro, le aseguró a Taehyung entre besos suaves que a pesar de que algún día sus caminos se separen por motivos más fuertes que los lazos conseguidos, él estará siempre disponible para servir de consejero y amigo.
El rubio realmente agradeció el recibir esas palabras de su parte, fueron tan significativas como un "Te amo" Pronunciado de sus labios.
La gran mayoría de personas poseen un tabú muy fuerte por eso de "Ser amigos después de compartir una relación de pareja" Lo que no necesariamente debería de asemejar un inconveniente si las conclusión entre los dos individuos es tratada de una manera sana, sin conflicto internos o peleas. Superar, aceptar y desear lo mejor para el otro es la clave para liberarse del yugo de ese obstáculo. El quererse y querer, el pensar que la otra persona es maravillosa por encima de estar terminando todo, es uno de los placeres que pocos pueden disfrutar.
¿Quién dice que el amor viene en una sola presentación?
Por ejemplo, Jungkook le aclaró que sigue queriendo a Ji Woo, no de esa manera sentimental que se comparte con una pareja en la intimidad de una relación, pero sí de esa forma en la que se quiere un amigo, un familiar, una persona con la cual se compartió por 21 años.
Esa clase de palabras son las que hacen que Taehyung se sienta completamente conforme con la persona que ahora posee a su lado como pareja. A pesar de haber cometido errores juntos en los cuales trajeron como consecuencia el sufrimiento de terceros, ambos han aprendido que no hay algo mejor que poder salir a la calle sin miedo de exponer lo que realmente son... Dos individuos que se aman por sobre la edad, género o estatus social.
El amor, sigue siendo amor en cualquier persona.
Esa es la única ley que debería de tener relevancia en el mundo, no juzgar, el comprender, el permitir la diversidad, el apreciar las distinciones de todos por igual sin necesidad de señalar.
Un largo suspiro proveniente de su mejor amigo, hace que la atención de Taehyung que antes estaba completamente en el vaso de agua que yace quieto sobre la isla de la cocina, se direccione a la tusa de cabello rosa despeinado que intenta concentrarse en los estudios atrasados que posee de la universidad desde hace un par de días. El rubio podría desconocer el motivo de la distracción de su amigo, pero muy en el fondo sabe perfectamente que dicho conflicto interno tiene nombre, apellido y una bonita cara con un par de hoyuelos.
Carraspea.
-¿Sucede algo que quisieras contarme?—pregunta finalmente, dejando el recipiente de cristal en el fregadero y arreglando la camisa de botones que ha sido la elegida para este importante día. Jimin eleva su mirada por sobre los lentes que utiliza siempre que debe estar en la computadora por más tiempo del deseado, diciéndole con solo ese gesto que efectivamente existe algo que no lo deja completamente en paz desde que volvió de aquella cena con Hoseok—Entonces... ¿Sucedió algo con tu casi hermano o es netamente sobre NamJoon?—Jimin se mueve incómodo al oír su nombre.
Si, ya sospechaba que tenía que ver con él.
-¿Por qué debería de tratarse de NamJoon? Él es... Nulo en mi vida justo ahora, lo sabes—evade, ingiriendo un par de galletas de naranjas al mismo tiempo consiguiendo que sus mejillas se abulten notablemente de forma tierna—ni me miris ase...
-Jimin...
-¿Uh?
-Por favor.
-¡Bien!—decide rendirse, tirando los lentes a cualquier lugar de la mesa para terminar de ingerir poco a poco esas pecadoras galletas que se hacen llamar polvorosas. No puede actuar de forma desinteresada si es Taehyung quien pregunta, ellos poseen esa cosa que le hace saber al otro cómo se siente, volviéndolo vulnerable en este tipo de situaciones—Te mentí—es lo primero que confiesa—NamJoon... Nunca fue a la cena con Hoseok y conmigo. Cosa que no entendí, si efectivamente me dijo que iría. Diablos, me sentí decepcionado cuando no respondía mis mensajes, así que simplemente ignoré el sentimiento durante la cena centrándome en Hoseok y su increíble forma de brillar sin importar el tema a tratar. Cuando todo terminó y dejé a Hobi en el consultorio, decidí ir al apartamento de NamJoon para saber qué había pasado... Quizás debí pensar que sería mala idea hacerlo por ser la 1 de la madrugada, pero ambos sabemos que él nunca duerme temprano. En serio quería pedirle disculpas por todo lo que dije... Pero cuando abrió...—Jimin niega lentamente sin querer continuar al no sabe cómo tomar lo que aconteció luego.
-¿Lo hizo alguien más?—averigua temeroso, con la idea fija de acuchillar a NamJoon si eso fue lo que pasó. Jimin se carcajea brevemente al reconocer esa expresión de sobreprotección en el rubio.
-No—niega—Fue NamJoon quien me abrió la puerta, estaba en pijama y con chuchería en un bol muy grande. Se sorprendió notablemente con mi presencia allí, solo pudiendo reaccionar para invitarme a pasar, y cuando lo hice noté que estaba viendo Friends... Esta serie estadounidense que... El punto es que fue muy raro. Ni siquiera le pregunté por qué me dejó plantado, o él cuestionó mi presencia en su apartamento. Solo vimos unos episodios de dicha serie en silencio hasta que se durmió a mi lado, para luego simplemente irme sin despedirme. No me ha enviado mensajes, ni yo tampoco a él...
-¿Y lo malo es...?
-¡Que no hablamos por horas incluso estando en el mismo lugar!—se exalta, despeinando su cabello rosa.
Taehyung consigue no reír por la clara desesperación que Jimin no puede manejar, a pesar de tratar de verse centrado. Desde que lo conoces es así, cuando algo no tiene sentido para él ocupa su día pensando y pensando qué es lo que está mal con el mundo como para que las personas actúen de esa forma, pero lo que apenas acaba de descubrir es que no todo tiene que tener una explicación razonable para los hechos.
-Deberías de serenarte.
—Es que... Fue un poco perturbador ahora que lo analizo, Tae. Yo en serio quería decirle muchas cosas, pero cuando lo vi tan relajado, con su cabello hecho una maraña y aquella concentración en la pantalla, no pude formular palabra, solo permanecer en silencio a su lado. Y fue tan... Agradable. Tranquilizador. ¿Me he vuelto loco acaso? No entiendo qué significa eso.
Taehyung podría decirle que solo está armando una tormenta en un vaso que no tiene agua, pero la verdad es que todavía no puede ver de una forma objetiva la situación con NamJoon por ser ambos sus amigos más cercanos. Por una parte, comprende perfectamente que Jimin está intentando superar todo, dejar ir cosas del pasado para poder formar una versión mejorada de sí mismo. Una que no tenga miedo a dar y recibir amor, una que pueda ser feliz con lo mucho o poco que las personas puedan ofrecerle, de eso seguro, no todas podrán darle lo que espera inmediatamente... Hay una cuota de dolor, desesperanza y miedo. Pero eso es parte de todo, no puede huir de ello o simplemente no podrá identificar cuando algo verdaderamente valioso llegue a él.
Como fue NamJoon, por ejemplo.
Pero debe velar por el bienestar emocional de ambas personas, son importantes para él, y lo menos que quiere es que la relación de amistad termine completamente. No lo merecen, ninguno de los dos tiene la culpa de haberse querido en las circunstancias más complicadas para el otro. Es verdad que tiene certeza que NamJoon quiere a su amigo, y aunque Jimin sea un testarudo de los mil demonios, sabe que todavía guarda sentimientos profundos por NamJoon más allá de lo que pude sentir por YeonJun. Pero nuevamente... Este no es el mejor momento para ninguno. No para Jimin, y eso ambos lo saben perfectamente.
Es raro, pero quizás sean de esas grandes historias que nunca deben estar juntas por más que se amen a través de los años. ¿Eso no es doloroso?
-¿Quieres que te dé mi opinión?—pregunta suavemente, acercándose a él para terminar ocupando la silla a su lado. Jimin lo mira esperanzado, recibiendo un pequeño beso cariñoso en su mejilla izquierda que logra distraerlo por la vergüenza de estar siendo besuqueado por el descarado de Taehyung. Sus manos se entrelazan, tan diferentes en tamaño y forma, pero con la misma calidez—creo que extrañabas a NamJoon. Si... Él fue tu primer amor, se quisieron muchísimo y no supieron cómo manejarlo. No era el mejor momento, tú estabas condicionado como persona debido a lo de tu madre y él por la relación con su padre.
>> Las cosas no terminaron como sé ambos querían; porque aunque nunca me lo has dicho... Tú anhelabas muchas primeras veces con él, y él contigo. Te aferraste a la decepción de verlo conmigo, te alejaste cuando no debías alejarte, él se fue... Lo intentaste superar, lo hiciste, y te enamoraste de YeonJun—al mencionar el nombre del peliazul, los ojos de Jimin rehúyen un poco hacia otra dirección, más Taehyung se lo impide al mantener su mentón fijo entre sus dedos—¿Qué es lo que realmente quieres, Jimin? ¿Qué es?
>> No puedo decirte lo que debes sentir, pero puedo darte certeza que no debes decidir por sobre lo que tú realmente deseas. Aquel día que les presenté a Jungkook como mi novio legal, te sugerí que le dieras una oportunidad porque todos merecen una, pero rotundamente no estaba pensando en ti, en lo que tú podías percibir... Desconocía lo de YeonJun o el motivo de por qué estabas aferrado a YoonGi. Pero ahora lo sé, y solo puedo decirte que si de verdad no quieres o puedes darle una oportunidad, no lo hagas. No merece que lo ilusiones, no mereces presionarte por un amor que no puedes corresponder. Está bien que ya no sientas nada por él, no te sientas obligado a quererlo más allá de la amistad que formaron.
-Pero sinceramente no quiero que le aleje otra vez—confiesa con ojos cristalizados, mordiendo fuertemente su labio inferior por haber confesado lo que nunca había querido—lo extrañé... Lo hice sinceramente. Aunque dijera que lo odiaba por haberse marchado como un cobarde de aquí sin siquiera despedirse, no era cierto... Todos los malditos días me preguntaba si estaba bien en un país donde no conocía a nadie.
>> ¿Y si no sabía cómo decir que quería una habitación? ¿Pedir comida?—eso hace una pequeña sonrisa de Taehyung brote, ya que sinceramente él pensó lo mismo tiempo atrás—pero sabía que estaría bien porque más allá de ser un chico con problemas de alcohol, era inteligente... Era alguien tan inteligente... Que solo me frustraba que no pudiera salir del hoyo en el cual estaba, que solo fuera apreciado por ser un promiscuo, alcohólico. Odiaba que fueran de ese modo.
-Lo sé, Jimin. Y no sabes cuánto lo siento—asegura el rubio, trayéndolo en un pequeño abrazo que intenta brindar alivio para todas aquellas emociones hacia NamJoon y su propia persona. Besa suavemente su cabello—puedes tener certeza que ambos ahora somos personas completamente diferentes a ese pasado que intentas dejar ir. Él lleva limpio un año, y yo he aceptado que no necesito el amor de alguien más para estar completo, solo necesitaba amarme a mí mismo, creer en mí. Estamos bien, estamos conformes ahora que podemos mirar atrás y no extrañar aquella vida llena de vicios—asegura—Jimin, sé que NamJoon comprenderá todas estas palabras y aceptará que ya no hay oportunidad para un "Nosotros" En tu actual vida.
-Pero se alejará... Se va a ir, no quiero que se vaya... No quiero—niega con miedo.
-Si su decisión es alejarse otra vez por dos años o cinco, debes respetarla. Debes confiar en él y su manera de llevar las cosas. Ayúdalo a cerrar el ciclo que dejaron abierto cuando se fue, concluir no es fácil, no es como si los sentimientos se pueden olvidar de un día para otro... Por eso, nunca he odiado a YeonJun. No puedo juzgar lo que hizo y en lo que se convirtió, porque yo mejor que nadie sé lo que se siente no hallar salida. Aquellas personas que lo tildan de muchas cosas, simplemente no pueden entender que esto es algo que no decidimos sentir... Hacer, es como si no tuviéramos fuerza o convicción. Es una mierda, se necesita ayuda para salir... O una situación demasiado compleja que te haga reaccionar. Pero sé que estará bien. Todos estaremos bien, Jimin.
Tropezar, caer y lastimarte, es parte de crecer.
―•♡•―
Kim NamJoon era un desastre de persona.
Una con serios problemas de alcoholismo que pudieron hacer que su vida acabara en un accidente de tránsito donde individuos inocentes serían perjudicados por su propia irresponsabilidad. Pero por suerte, eso nunca ocurrió. En cambio, pudo desear salir.
El reconocer que se tiene un problema es el primer paso y aunque para muchos no lo parezca, es el más difícil de todos. Él pudo hacerlo, no por Jimin como creen diversas personas, si no por sí mismo. Porque odiaba levantarse después de horas interminables de sueño que no reparaban absolutamente nada en él, para seguidamente ducharse e irse hacia alguna fiesta una vez más.
Fingía alegría, mucha de esa desbordante que podía hacer a las personas estremecer de sensaciones, gritaba, bailaba, brincaba, todo eso, cuando solo quería llorar mientras se ahogaba en el alcohol.
Intentar ser el hijo "Perfecto" Del nuevo rector de una de las universidades más importantes del país nunca sería fácil. Lo intentó, tuvo las mejores notas por varios trimestres tratando de enorgullecer a su padre desesperadamente. No obstante, solo terminaba siendo alentado para que aumentara su calidad de estudiante... Pero él no podía superar su máximo rendimiento. Se esforzaba mucho más de lo que cualquier otro hacía, ¿Qué había después de un 10 en un parcial? Nada, porque esa era la más alta ponderación.
Entonces... ¿Por qué no era suficiente?
Aprendió idiomas, estudiaba con los chicos de filosofía, literatura, música, practicaba diversos deportes, pero nunca fue reconocido por su procreador como deseaba. En cambio, el hombre simpatizaba con otros estudiantes con una facilidad que lo aterraba, daba apoyo, opciones. Una vez, le dijo a alguien que ser promedio estaba bien. Lo que no entendió NamJoon en ese momento, fue por qué estaba bien que ese estudiante si fuera promedio y él sí debía ser exhortado a mejorar. Incluso, cuando sabía que no podía más. Así que se rompió poco a poco, línea a línea como lo haría un cristal frágil.
Tristemente, encontró lo agradable del poder huir de todos esos sentimientos de desolación en una botella que viene en distintas presentaciones y sabores. A veces dulce, otras tantas no mucho. Cuando se dio cuenta de que había dejado todo por solo querer ser reconocido por una persona, era demasiado tarde. Veía el ingerir alcohol como una necesidad para poder ser feliz, para poder agradar, encajar en su nuevo entorno. ¿Quién necesitaba que una sola persona lo reconociera si en una fiesta todos podían saber que era el puto amo?
Un puto amo que terminaba sollozando en algún rincón por no poder sentir nada más que lástima por su persona.
Así fue que conoció Taehyung, un hermoso castaño que al igual que él buscaba huir del dolor de pésima manera. Recuerda que una de esas tantas noches pudo descubrir a Park Jimin, el mejor amigo de Taehyung, y que progresivamente fue ocupando un lugar también en su vida. Lo que no esperó jamás era que la sobriedad con Jimin fuera tan alentadora, tan plácida y soportable. No mentirá, lo que primeramente vio en el chico fue un lindo culo en el cual perderse por algunas horas... Pero esas horas se volvieron días, y luego meses.
Dejó de verlo como solo una posible pareja sexual para comenzar a desear mucho más de aquella sonrisa de ojos de la cual no quería escapar.
Comenzó a desear estar bien, quería apreciarse y ser apreciado por algo más que poseer mucho dinero para comprar alcohol. Ingresó a A.A para poder recibir ayuda, pero entonces sucedió, esa noche Jimin le dijo que no quería nada con él porque sabía que sería solo una follada más en su lista; que no esperaba nada de alguien que no se podía mantener sobrio más de dos días seguidos. Fue dolorosamente cierto, así que hizo lo único en lo que era bueno. Beber. Bebió tanto, que terminó junto con Taehyung en una cama desnudos. Jimin no necesitó de una explicación para saber que no valía la pena escuchar lo que ya podía ver con sus propios ojos.
Su padre lo expulsó de la universidad un par de días después, Jackson se negó a darle una gota de alcohol y él solo... Se fue. Se alejó de todos sin siquiera despedirse de alguien, no llevó equipaje, ni mucho menos un plan el cual seguir... Solo colocó 10.736 km de distancia entre él y las personas que lo lastimaron.
Muchos pueden decir que fue cobarde, pero NamJoon siempre creerá que fue muy valiente el decidir marcharse sin pensar en alguien más que sí mismo. Enfrentó todo solo, nunca se refugió en nadie, no porque no hubiese querido, sino porque sabía que por más que los individuos pudieran simpatizar con él, nunca entenderían completamente lo que significa estar en su misma posición. Por eso, se dejó romper completamente para después empezar a armarse en la soledad de un país desconocido, con gente que muchas veces escapaban de su propio entendimiento.
Y volvió solamente cuando pudo salir de los ángeles con dirección al puente más famoso de San Francisco y no deseó lanzarse de los 227 metros de altura que posee. Es gracioso, ya que recuerda que ese día un buen amigo le aseguró que de ahora en adelante cada vez que viera dicho puente, lo recordaría por sus frustrados deseos de suicidio que comentó en uno de los tantos círculos de ayuda al cual asistieron. Woo JiHo, ese es el nombre de la persona que dejó en los ángeles. Alguien que fue mucho más que su padrino en A.A, fue su amigo, su... Apoyo incondicional en ese punto específico del alcoholismo. No se enorgullece de decir que tuvo una relación amorosa con la persona que decidió ser su guía, pero se alegra de haberlo conocido más allá de solo palabras, apretones de manos y sonrisas.
JiHo definitivamente es de esas personas que sabes nunca podrás olvidar, no puede decir que lo amó de la forma en que hubiese querido, pero si lo quiso con calma, de ese querer que te hace ver las estrellas, los amaneceres, el que te invita a tomar jugos en vez de cerveza. Es maravilloso, él fumaba cuando estaba frustrado y luego decía que el cigarrillo era malo. Él lloraba si quería llorar y reía si encontraba gracioso algo. No fingía, no veía necesidad de hacerlo, ya que siempre decía que la vida es demasiado corta para intentar agradar a los demás con mentiras. Hubiese deseado amarlo con todo su corazón... Pero no es algo que puede controlar por más que lo desee.
Él fue quien le incitó volver en busca de Jimin. Fue extraño el recibir "Si todavía lo amas, ve por él y díselo. Si te rechaza, acéptalo. Si te lo ganas, vívelo. Pero no te quedes estancado aquí con solo lo que puedes tener si realmente no es lo que deseas". Y lo hizo, tomó su palabra y volvió, jurándole que a pesar de la distancia lo recordaría como aquel individuo que no le importó que su corazón estuviera ocupado por Jimin, porque de igual forma dio todo lo que muchos temerían dar, su corazón más allá del cuerpo.
JiHo amó y agradeció haber amado tan intensamente, que sabe su alma fue marcada.
Y NamJoon también lo fue, durante ese mes que no había visto a Jimin después de la pelea, se dio tiempo de pensar en JiHo y las grandes enseñanzas que le brindo por ese escaso tiempo que compartieron. Paciencia. Él le enseñó a ser paciente, y eso es justo lo que debe ser ahora.
Los sentimientos son complicados de manejar y entender, en caso contrario, ya tuviera más de dos años de relación con Park Jimin.
-¿Café?—la pregunta distrae a NamJoon que estaban ensimismados en el pasado, sus ojos rápidamente suben al hombre castaño de suave sonrisa que posee un tarro de cristal donde el oscuro líquido se mueve de un lado a otro por el movimiento de su mano. Vaya, es guapo—¿No? ¿Quizás otra cosa? Llevas esperando más de 25 minutos sin pedir nada, y mi jefe es un poco gruñón... Bueno, es mejor que tomes aunque sea un café antes de que te bote a la calle por ocupar una mesa innecesariamente—explica divertido, echando un vistazo al hombre pálido que los observa fijamente a ambos.
-Lo siento... Mi cabeza estaba en otra parte—se sincera, dejando que los hoyuelos de sus mejillas broten por la sonrisa nerviosa que ocupa sus labios. Sus dedos comienzan a juguetear con su teléfono sobre la mesa por no dejar de sentirse estúpido—un café sin azúcar está bien, quizás un panecillo o cualquier cosa que consideres irá bien con ello... Sr. Kim—lee su apellido en el distintivo que tiene su uniforme.
-SeokJin... Mi nombre es SeokJin, Sr. Kim es demasiado—aclara velozmente sin saber exactamente a qué se debe. ¿Qué es ese calor en sus mofletes? ¡¿ACASO SE ESTÁ AVERGONZANDO!?
-Soy NamJoon—también se presenta, notando como las mejillas del hombre se tornan carmesí. ¿Está coqueteando con esta persona? ¡Dios mío! Está esperando a Jimin, no puede ser más malnacido que ahora. Carraspea su garganta—Eh... Es un placer, SeokJin. Dejo en tu elección el acompañamiento de mi café. Gracias.
♫ Durante más de dos años he estado solo, entonces llegaste muy despacio.
SeokJin le sonríe nuevamente con aquellos lindos ojos oscuros para ir rápidamente por una taza y así servir a este chico que nunca había visto desde que trabaja ahí. Es maravillosamente hermoso, su sonrisa en conjunto de esos hoyuelos, su cabello... Se ve tan inteligente, tan diligente. Agradece haber decidido no faltar el día de hoy después de todo, ya que está seguro que NamJoon le pedirá el número de teléfono una vez esté de vuelta con su café... O quizás no.
-Debe de ser una broma—maldijo internamente. Notando que Jimin ingresa al lugar con su vista fija en el chico lindo que acaba de atender.
Y ojala fuera solo ello, pero la forma en que este último se coloca de pie para poder recibir al pelirrosa formalmente con una sonrisa demasiado amable, termina de enterrar la ilusa idea de salir con su número de teléfono. No es idiota, tiene la suficiente edad para poder identificar cómo se ve el amor en las personas, en sus acciones y facciones. Y este chico de nombre NamJoon, grita "Te amo" Con solo mirar al enano de mejillas grandes que una vez fue su rival.
-Supongo que... No hay nada por hacer—susurra bajo, desinflando su emoción.
-¿Qué estás haciendo, Kim SeokJin? Te quiero trabajando, veo tu paga lejos... Muy lejos—YoonGi amenaza, cruzándose de brazos una vez vuelve de la cocina.
Sin embargo, distingue que el mayor tras la barra posee una expresión indescifrable. Inspecciona su rostro con ojos chiquitos sin poder identificar la razón de aquel gesto en su empleado estrella, y no porque sea demasiado bueno, es porque es completamente adverso a lo esperado de un empleado destacado. Por ejemplo, YoonGi sabe que regala cafés cada vez que no está. Lo hace perder, pero es sociable y por su causa han ganado muchos clientes.
-¿Qué te pasa?—pregunta sin muchos rodeos.
-Creo que me estoy quedando atrás—confiesa, vertiendo el oscuro líquido dentro de la taza con una sonrisa que no muestra felicidad exactamente—tengo mucho amigos, muchas conquistas. Soy hermoso, muy hermoso, pero no soy bueno con las relaciones que duran más de una noche. Por mucho tiempo me dije que estaba bien. Pero hay veces que solo quiero hablar, y es allí que me doy cuenta que es un asco la soledad sentimental.
-A veces las relaciones de una noche son inolvidables—opina él de repente, verificando un mensaje en su teléfono. SeokJin detiene lo que hace, mirándolo profundamente por largos segundos consiguiendo que YoonGi sonría un poco mientras niega por la lengua tan larga que a veces tiene. Maldición—sé que no debí decir eso, lo siento. No quiero confundirte o algo. Lo que pasó entre nosotros fue... Maravilloso, SeokJin. Fuiste definitivamente el mejor sexo que pude tener, pero ahora tengo una relación estable... Ella está embarazada y en serio la amo. La amo mucho. No quiero que sea incómodo el ambiente laboral por algo que pasó cuando éramos universitarios y estaba experimentando...
♫ Cuando más lo necesitaba, tú solo me abrazabas. Entonces abriste cada capa.
-No es incómodo—asegura SeokJin, dejando volar lejos el malestar de escuchar una vez más que Min YoonGi tendrá un hijo de la persona que ama.
Está bien, está bien que ame y sea amado, pero sigue doliendo que lo diga con tanta facilidad cuando es conocedor que esos sentimientos de años atrás todavía siguen en algún rincón de su corazón. Se dijo que lo olvidaría, y lo hará, no tiene planeado seguir almacenando amor por alguien que ya tiene pareja, pero es difícil... Sigue siendo difícil.
-Lo único que me incomoda es que no admitas que eres Bisexual, YoonGi.—agrega un segundo después—no es malo que disfrutes de un cuerpo masculino de la misma manera que uno femenino. Si no lo quieres aceptar nunca, está bien. Pero será doloroso y confuso para ella descubrir que desvías la mirada a los hombres no porque precisamente te guste su ropa... Eso es todo, el final de la experimentación fue hace mucho, ya no importa. Uh... Iré a servir la mesa 10, jefe—bromea, colocando el café y un postre en una bandeja para seguido ir de vuelta hacia el chico lindo que ahora sabe nunca tendrá—permiso... Este es tu pedido, puse una porción de Pay de manzana y el café no tiene azúcar como pediste. ¿Necesitan algo más?
-Muchas gracias...—agradece suavemente NamJoon, llevando a la fuerza su atención al pelirosa que se percibe indispuesto del otro lado de la mesa desde que llegó minutos atrás. Llama su atención con un toque de mano—¿Tú quieres algo? ¿Quizás un jugo? ¿Un refresco?
-¿Puedes traerme lo de siempre, SeokJin? Por favor, no funciono sin el pastel de aquí—asegura de manera forzada, enviándole una mirada confusa al mayor de todos. SeokJin que no entiende absolutamente nada de aquella tensión que ambas personas emanan, solo asiente sin tardar en dejarlos solos una vez más—quizás te parece extraño que te haya llamado para vernos hoy—comienza a expresar después de estar en un silencio incómodo, intentando organizar sus ideas.
Debe ser sutil con este tema, pero su cabeza le dice que solo diga lo que quiere decir sin ningún tipo de preparación.
-Tengo que confesar que me estás asustando...—apenas puede decir, cuando otra persona que no es SeokJin vuelve para dejar la porción de pastel de chocolate que Jimin había pedido, al menos, eso cree. NamJoon se pregunta muy fugazmente qué fue lo que sucedió con la persona que lo estaba atendiendo, pero el tener a Jimin al frente con ese rostro que le hace saber que no le gustará lo que va a oír, no le hace demasiado caso—¿Ocurre algo? Si es sobre ese día que te dejé plantado con la cena... Debo decir que...-
-No te quiero—suelta fuerte y claro con la mirada más asustada que NamJoon haya podido reconocer alguna vez en el chico.—y nunca lo haré otra vez. Lo siento... En serio, lamento que te hayas hecho alguna idea equivocada por mi invitación o la aparición en tu apartamento... Pero ya no siento nada por ti más allá de aprecio o cariño por todo lo que compartimos. No puedo ofrecerte nada más.
Los labios de Jimin tiemblan progresivamente al haber fallado en su intento de ser sutil, pero no pudo evitarlo, quizás sea un cruel hijo de puta por no pensar en los sentimientos de NamJoon o en lo malo que se pueda sentir, pero es que... Simplemente no puede seguir dando tiempo para que se ilusione. No, cuando está completamente convencido que eso que todavía siente por él, solo es un cariño de amigos, nada más.
♫ No quiero huir. Esto es lo más agradable que he tenido.
NamJoon está perplejo. Su mano todavía mantiene la taza a escasos milímetros de sus labios, a solo un paso de poder beber el amargo café. No obstante, sabe que nada podría ser más amargo que esas palabras que se repiten cruelmente en su cabeza, una y otra vez, buscando aniquilar aquella esperanza que mantuvo por años direccionada a todo lo que no pudo ser junto con Jimin.
Vaya, ¿Esa punzada en su pecho es normal? Quizás sí, o puede ser que es el preludio de la muerte dolorosa de sus sentimientos. Sentimientos que cuidó como pequeñas joyas de gran valor. ¿Valor? Quizás nunca tuvieron un verdadero valor.
-Dios, ¿Q-Qué debería decir? Lo siento—sonríe ampliamente, dejando el café a un lado para poder hacer que su cerebro trabaje en alguna respuesta que le ayude a encontrar explicación a las ganas de reír y llorar que se entrelazan tan absurdamente bien. Es cierto que nunca ha podido manejar el rechazo por más que ha intentado trabajar en ello, pero esto es mucho peor que cualquier otra ocasión—yo pensé que podríamos... Con el tiempo—farfulla confuso—M-Mejoré mucho de mí para poder ser más seguro frente los demás y que notaran que posee más cualidades que una gran billetera. Pensé que sería suficiente... Si veías que me había transformado en alguien nuevo—confiesa con verdadera vergüenza.
Pero qué gran error cometió. ¿Por qué no pensó en la posibilidad de que Jimin pudo haber cambiado en todo ese tiempo? No todos se quedan estancados en el pasado como lo hizo él, deseando probar sus labios, escuchar su voz o sentir su calor. ¿Por qué no notó que se estaba aferrado a la única cosa buena de ese pasado?
Las personas cambian, los sentimientos crecen o desaparecen, eso lo sabe, más nunca sopesó que ello podría pasarle a él. Que... Ingenuo. No se trata de que no crea que por ser quien es, no pudo seguir siendo querido a través del tiempo, si no que dio por hecho que sería todavía querido, incluso, sabiendo que cada persona es diferente, siente diferente y cree en cosas diferentes.
-NamJoon, en algún momento creí que podíamos intentarlo—farfullar con toda sinceridad. Traga el nudo de su garganta—verte de nuevo me hizo revivir que en algún momento estuve enamorado, ilusionado. Y lo que me llevó a pensar que posiblemente nos debíamos otra oportunidad fue una razón egoísta... El miedo, el gran miedo que le tengo a las cosas nuevas, el intentarlo con otra persona, el conocer lo que me quiera enseñar y el descubrir que realmente puede que no me guste. Pero el verte allí tan relajado mientras veías esa vieja serie con la cual aprendiste a mejorar tu inglés... Me hizo saber que de verdad no te quería como un futuro novio, sino como ese amigo que escuchó mis problemas con mi madre. Ese que me enseñó esa llave extraña de defensa personal...—su voz se rompe un poco, más la puede mantener bajo control.
>> Te dejé ir hace mucho, NamJoon. Cuando subiste a ese avión y decidiste ver por ti mismo, yo comencé a intentar hacer lo mismo. Solo... S-Solo espero que no me detestes demasiado por tardar tanto tiempo en decirlo, es que temía que te fueras otra vez, y sé que es egoísta el pretender que te quedes para que me permitas estar a tu lado como un amigo, pero si en algún momento puedes hacerlo, yo sería muy feliz de tenerte de vuelta... M-Muy feliz.
♫ Prefiero escapar con estos recuerdos, que preocuparme por perderlo.
El mayor se coloca de pie con el impulso más claro de marcharse y así evitar el oír esas palabras que abren la brecha de su corazón, pero el reconocer que Jimin simplemente solloza por la acción, se detiene de continuar. No está molesto o decepcionado, está dolido consigo mismo por haber creído cosas que no debía... Jimin no tiene la culpa de no quererlo, ni siquiera puede reprocharle el que impida la posibilidad de demostrarle que puede luchar por él. No, no quiere que luche, y NamJoon simplemente no puede presionarlo para que lo haga.
Así que de un movimiento bastante suave, solicita que se coloque de pie para seguidamente abrazarlo tan fuerte como siempre quiso hacer desde que estuvo de vuelta. Quizás sea patético el haber anhelado eso más que cualquier cosa, el que su calor traspase su piel y llegue a sus huesos, el tener la posibilidad de oler su cabello o estrechar su cintura. Puede que no sea demasiado, pero es justo lo que necesita para comenzar a dejar ir la ilusión de algo que jamás pasará.
-Te quiero—murmura NamJoon en su oído en un hilo tan delgado de voz, que quizás pudo haber sido imposible de oír para cualquier otra persona, pero no para el chico de cabello rosado que está clavado entre su cuello—y está bien que no sientas lo mismo... No es malo, solo un poco doloroso, pero no debes sentirte mal. Volveré a buscarte un día... Lo haré... C-Como lo hice esta vez, pero en esa ocasión será para quedarme a tu lado como un amigo—asegura, besando su cabellera—Gracias, Jimin. Gracias por haberme hecho querer incluso a través del tiempo... Tonto—se burla, cuando se separa lo suficiente hasta permitirse ver aquellas gotitas cristalinas venir del chico—eres grandioso, sé que podrás amar a alguien que te ame lo suficiente que te hará alucinar. No le des el corazón a cualquier idiota, por favor... Mereces muchísimo más de lo que crees.
-T-Te voy a extrañar... Tanto... NamJoon. Perdóname. Por favor.
-También te voy a extrañar—deja un último beso en su frente por largos segundos, y sale del lugar sin esperar voltear atrás nuevamente; porque de haberlo hecho, muy posiblemente le hubiese suplicado que le diera tan solo la mínima oportunidad de enamorarlo, y no, ninguno de los dos merecen eso.
No, después de haber pasado por tantos juntos y separados. Si te rechaza, acéptalo. Y lo hará de la mejor manera que pueda.
El camino hasta la parada de buses más cercana se vuelve un soplo de aire cuando se está conteniendo para no llorar en medio de la calle. Por suerte, cuando ocupa el único asiento del lugar no hay ni siquiera una persona que le entorpezca la posibilidad de dejar ir un par de lágrimas por haber sido mandado lejos sin derecho a queja. No obstante, la maldición proveniente de una voz molesta le hace distraerse de su tarea de sufrir como una lamentable alma en la soledad de la noche.
Cuando direcciona su mirada a un lado, el hombre de nombre SeokJin arregla furioso unas bolsas que parecen ser galletas y pastel pertenecientes al café en donde trabaja. Una vez el mayor de los dos se da cuenta que es observado por un desconocido en su peor momento del día, se gira dispuesto a preguntar qué tanto le mira, más lo que SeokJin no se esperaba es que esos curiosos ojos fueran del chico que se supone es el novio de Jimin.
Perfecto, lo que faltaba.
-¿Tú haces allí? No, no me digas. Realmente no me interesa—corta, sentándose en la otra punta de la banca para sacar un par de galletas y devorarlas sin restricción alguna. Es gracioso el hecho que parezca tan molesto, pero que al mismo tiempo se mire complacido por poder comer. Raro—esta noche es basura—se queja un momento después con la boca repleta—es que sabía que no debía venir hoy, mi horóscopo dijo que tendría cambios grandes, y mira lo que pasó... He renunciado a mi estúpido trabajo, me como el mandado de la Sr. Yang y estoy en la parada de buses con el novio de mi antiguo enemigo. Vaya cambios tan hijos de puta. ¡AH! Es que odio mi vida...
-Creo que...-
-La verdad es que no la odio, soy demasiado increíble para odiar... Yo no me pierdo de nada, ellos se pierden de mi—asevera medio segundo después en tono molesto. Vuelve a mirar a NamJoon con el entrecejo completamente fruncido—¿Esperas a Jimin?—el de hoyuelos niega, queriendo decir algo, más SeokJin se lo impide—bien, deberíamos ir a tomar algo... Tranquilo, no planeo hacer nada contigo, es solo que creo estoy un poco frustrado y la frustración viene de mano con querer comer grandes cantidades de comida que no me puedo permitir.
-No, yo no bebo—extrae rápidamente lo que parece ser un carnet donde se puede evidenciar que es miembro activo de un grupo de apoyo de alcohólicos anónimos. Por un segundo, SeokJin deja ir todo su molestia por haber sido impulsivo al dejar su trabajo por no soportar ver la felicidad de YoonGi, y permite que una plenitud desconocida lo embargue lentamente—sí, siempre obtengo esa reacción cuando digo que fui alcohólico—tranquiliza, decidiendo colocarse de pie para poder caminar hasta el lugar de su residencia que no está muy lejos.
-No tiene que ser alcohol... Puede ser un jugo, un vaso de leche... ¿Una soda? Joder, olvídalo. Igual tengo que ir alimentar a mi tortuga.
-¿Un helado?
♫ Eres increíble, ¿Cómo confiar en esto? Confía, mierda. No puedo encontrar las palabras.
―•♡•―
-¿Por qué estás aquí de nuevo?—la pregunta llega fuerte y clara a SooBin, más él simplemente la ignora para continuar fumando de su cigarrillo sin apartar sus ojos oscuros de Jackson que junto con su perro, juguetean en el jardín trasero de la amplia construcción heredada.
YeonJun gruñe al ser rechazado como normalmente es por parte del menor, y sin mucho cuidado, se sienta a su lado intentando hacer lo mismo del contrario. Observar en silencio.
Ha pasado un par de semanas desde que ocurrió la charla con su padre y seguidamente con su madre, solicitando lo único que desde su posición puede: tiempo. Dicha petición todavía no sabe cómo la debería de manejar, si sólo competerá a su padre o también a su madre, si debe cumplir esa cuota de libertad siendo un inquilino más de Jackson o buscando su propio camino por cuenta propia.
Lo más sensato sería salir de esa casa que lo ha acogido para intentar por sí mismo avanzar, pero la verdad es que no tiene ni una mínima idea de cómo se debería ser independiente; nunca ha trabajado, nunca ha hecho cosas por sí mismo más allá de cocinar un par de comidas sencillas o lavar su ropa. Por 21 años ha sido protegido bajo las alas de sus padres, y ahora que debe salir para enfrentarse contra el mundo sin drogas de por medio, tiene miedo de quedar todavía más destrozado que antes.
Jimin le dijo que si necesitaba ayuda él podría brindarle toda la que necesitara. Pero incluso con sus palabras sinceras, YeonJun no quiere ser un problema para nadie más. ¿Qué se supone que le diría si lo llama? Ni siquiera sabe de qué forma mirarlo luego del daño que le hizo.
Si, sabía que Jimin estaba enamorado... O que al menos le gustaba, lo descubrió después de hablar por tantas horas con su persona, fue increíble la forma en que ambos se pudieron llegar a conocer con esa "Amistad" Que se supone llevaban, Jimin es increíble, muy cariñoso, testarudo, un amigo de verdad. Pero eso no le importó cuando supo que podría lastimar a Taehyung por medio de él. Debido a ello lo manipuló para que durmieran juntos, solo quería romper su amistad...
No se siente orgulloso de eso ahora mismo, pero no puede cambiar sus acciones pasadas o simplemente todos en el mundo serían agradables y sinceros sujetos.
Justo ahora que ha tenido horas para pensar quién es realmente, no tiene duda de que quiere salir, quiere sentirse bien sin necesidad de ocupar pastillas, inyecciones o polvo. No fue demasiado el tiempo que utilizó drogas, pero fue justo el necesario para percibir los horrorosos estragos de abandonarlas. La fatiga es excesiva, la pérdida de apetito lo ha hecho bajar seis kilos de peso, los temblores y ansiedad... Son una de las pocas cosas que lo aquejan justo ahora. A pesar de todo eso, no se siente tan mal. Ahora si puede respirar de una forma consciente... Es diferente.
-Te ves horrible—oye que finalmente SooBin susurra, apagando lo que queda de cigarrillo contra el suelo. YeonJun recuerda que lleva varios días sin verse en el espejo, ya que YiRen retiró todo lo que pueda servir para cortar o herir su piel, después de leer en internet que la abstinencia puede traer como consecuencia la automutilación. La verdad es que no ha pensado en hacerse más daño del logrado hasta ahora. Sonríe un poco por eso—pareces que estás a punto de colapsar, ¿Al menos estás comiendo?
-No me da mucha hambre—responde, siguiendo el movimiento de Doya, el golden retriever que YiRen rescató de situación de calle y ahora es un hermoso animal con una vida feliz... Sin un ojo, pero eso no le imposibilita correr, ladrar, comportarse cotidianamente. Justo ahora extraña mucho a Jack, ese gato que le regaló Taehyung y que también salvó de la calle. Eran tres gatitos, recuerda bien, pero solo dos pudieron continuar viviendo—intento comer aunque no tenga hambre, pero es algo horrible... Mi estómago reciente el esfuerzo, así que no puedo evitar vomitar después.
-Sí, es un asco—asegura.
-¿Has intentado dejarlas?—la pregunta hace que SooBin se quede mirando un mismo punto por un par de minutos al recordar a su hermanita y todo lo que tuvo que pasar para estar justo en este mismo lugar que él.
Claro que podría decirle fácilmente que no, que la posibilidad nunca ha pasado por su cabeza, pero la verdad es que lo intentó una vez, y obviamente consiguió un rotundo fracasó... Como todo en su vida.
-Quien sea adicto y te diga que no lo ha intentado aunque sea una vez, miente—farfulla con seriedad, sonriendo un poco a la dirección de Jackson cuando este lo mira de vuelta por un segundo. YeonJun nota ese intercambio de atención—todos lo hemos intentado, pero no muchos lo han logrado. Hay que tener ganas de salir, si no existe eso... Es pérdida de tiempo pretenderlo.
-¿Nunca tuviste ganas de salir?
- Realmente, no es un tema que me apetezca hablar contigo—corta.
-¿Y con Jackson si?—la mirada molesta que SooBin le otorga le hace saber que eso ha sido fuera de lugar. Pero no pudo evitar reprocharle, es decir, en estos últimos días al menos lo ha visto cuatro veces en la casa y sabe que no es precisamente porque le agrada compartir con él, es más por... Jackson. Y aunque suene estúpido, creyó en algún momento que compartían algo por el simple hecho de desagradarse y drogarse. ¿Eso tiene sentido? Sabe que no—pasas mucho tiempo aquí... Son amigos, supongo que por eso ustedes...-
-Follo con él, no somos amigos—aclara de inmediato ante esa palabra. "Amigo" Dios, no—Es bueno en el sexo, le gusta duro y a mí también. Nos hacemos compañía sexual, es todo—se alza de hombros restándole interés, cosa que deja un poco perturbado a YeonJun. Por suerte, no recuerda ni la mitad de las cosas que hacía cuando estaba con JongIn o muy posiblemente se sentiría avergonzado de ello—¿Qué? No me digas que solo por las drogas actuabas como una perra necesitada, si hasta me pediste follarte—le recuerda un poco divertido ahora.
-¿Ah?—sí, esa parte la recuerda perfectamente. Es solo que... No creyó en ese momento que fuera malo, SooBin no es completamente desagradable y él quería distraer su atención de alguna manera, por eso lo sugirió. Diablos, que asco el actuar como si la vida no iba a continuar en algún punto—no recuerdo que haya sucedido eso, temo que mientes—se niega aceptarlo, abrazándose cuando una brisa helada lo hace temblar.
Las hojas naranjas comienzan a caer un momento después. Su padre cumplió años no hace demasiado... Le hizo un poco de falta poder felicitarlo.
-Claro—acepta SooBin, a pesar que es claro que miente.
¿A quién cree que le dice mentiras? Sabe perfectamente que ese día no estaba drogado, lo sabrá él que se ha metido cosas desde que tiene 14 años. Sin embargo, no intenta presionarlo, no es como si le importase la vida de este idiota descarriado... Solo que conoce lo que es intentar dejarlo después de una sobredosis. Si, él tuvo muchas de esas.
-Por cierto—retoma el punto—Jackson comentó algo después de haber follado... Y vaya que dice cosas, es muy hablador luego de llegar al orgasmo—el peliazul gruñe disconforme, consiguiendo que SooBin intente no sonreír al ser un poco agradable molestar al otro—dijo que vas a ingresan a terapia... No es que me importe lo que hagas con tu vida, pero sé de un grupo de apoyo que es bastante bueno, dan la opción de internarse. La comida es basura, pero las personas no son tan desagradables. Solo digo—se alza de hombros, restándole interés a la decisión que tomará.
-¿Ahí fue donde ingresaste?—no recibe respuesta, así que termina de deducir que efectivamente es el lugar al cual decidió asistir cuando quiso salir.—gracias... Si pudieras darme el nombre yo podría acercarme en los próximos días.
SooBin es... Diferente, quizás antes le desagradaba lo suficiente por ocupar ese vicio que veía como letal sin importarle demasiado el estarse matando lentamente, pero después de esta experiencia tan desastrosa, en la cual hubieron muchos días que ni siquiera podía diferencial el mundo real de la fantasía, pudo descubrir lo que es realmente no sentir nada, y no hay algo más tenebroso que ello.
Está seguro que este chico ha percibido eso mismo por años, debe estar tan, pero tan roto, que quizás no sale porque siente que no hay algo más para él allá afuera después de ello.
SooBin chasquea la lengua.
-Yo te llevaré—dice repentinamente con seriedad, clavando sus ojos oscuros en los opacos de YeonJun que todavía están enrojecidos alrededor. Se ve tan mal—estás temblando—hace notar por primera vez—tienes miedo, y vas a irte cuando estés al frente del lugar si vas solo. Nunca estuve de interno, porque huí antes de siquiera ingresar, ¿Patético? Sí, lo fui. Pero Jackson dice que tienes fortaleza, temple, que no has llorado desde que... El punto es que dice que de verdad quieres salir, si eso es así, yo me aseguraré de que no te vayas corriendo y termines siendo un adicto que vive en la calle con la única meta de meterse algo durante el día. ¿No crees que es demasiado triste? Muchas de esas personas no tuvieron las oportunidades que tienes tú...
-O tú.
-Niño, no sabes nada de las oportunidades que tuve.
-Soy mayor, tú eres el niño—por fin decide aclarar con aquel gesto molesto que lo hace ver un poco tierno a pesar de verse verdaderamente mal por no comer y dormir lo suficiente. SooBin eleva una ceja interesado ahora que escucha esa nueva información, sacando de la cajetilla un nuevo cigarrillo para expertamente encenderlo—tú tampoco sabes nada de mí y las oportunidades que podría o no tener. No sabes el jodido infierno que vivo cuando recuerdo que mi papá está enamorado del que era mi novio... Es tan doloroso, ya ni siquiera se trata de que quiera o no a Taehyung, es el engaño y las mentiras. Yo no hice nada más que quererlo. Yo quería sinceramente todo de él, hasta sus defectos. Pero no fui suficiente...
-Pero tu padre si lo fue—susurra, dejando salir el humo. Sus ojos negros fijos en las pequeñas hojas que desde su lugar se pueden apreciar caer, perdiéndose lejos en sus pensamientos por varios segundos en los que tarda sus dedos en llevar nuevamente el asesino silencioso a sus labios—lo que uno cree es suficiente es algo que no es valorado de la misma forma para todos. Quizás lo que tú aprecies como ello, no lo sea para mí. Es como la libertad... El ser autónomo en muchos sentidos no te hace libre... Te hace preso de algo más, y creo que eso es lo que le pasa a la gran mayoría de personas. Muchos son independientes al formar su propia familia, guiando su destino en pro de algo mejor para ella, pero volviéndose recluso de sus propias decisiones. Los sueños... Se pierden. ¿Qué mueve a un ser sin metas? ¿Las metas de alguien más? ¿Las de sus hijos? Pero solo es eso... Las metas de otros. No me incumbe, pero creo que tu padre hizo bien en preocuparse por sí mismo—opina.
-¿Qué? Espera... ¿Estás bien?—se preocupa, al notar que los ojos del menor brillan más de lo normal.
¿Cómo no? Si él mismo sabe qué es lo que mueve a un ser sin metas... Nada, por eso se quedan estancados en el mismo lugar sin esperanza de poder avanzar. ¿Es libre? Sí, pero es preso de algo mucho más grande. El odio, el pasado y la desesperanza. SooBin no responde.
-Deja de mirarme como un idiota.
-¿D-De verdad crees que mi padre...? Uh... No lo odio, no podría—aclara en seguida, comprimiendo su tamaño al acurrucarse—Yo también creo... Que está bien que haya pensado en él, ¿Sabes? Si hubiese sido con otra persona... Ni siquiera me importaría. ¿No es absurdo? Debo de ser tan patético—se burla de sí mismo, restregando sus palmas sudadas del pantalón que viste.
-Creo que sí podrás lograrlo—reconoce de repente, dándole una muy diminuta sonrisa esperanzadora. El cigarrillo es consumido una vez más, y aquel humo brotan con lentitud hacia su dirección—ahora mismo suenas como ese molesto chico que recuerdo, todo idiota y fastidioso que hablaba de la contaminación del ambiente... Cuando salga de terapia, si estas interesado, puedo darte la follada de tu vida. Solo recuerda que me gusta duro, muy duro—y aquellas palabras por primera vez en semanas consiguen que una sonrisa sincera brote de YeonJun.
Es grande y cegadora, tanto, que SooBin no puede ni siquiera negar que es hermosa, muy hermosa.
-¿Eso es una propuesta de una cita sexual?—cuestiona solo un poco sonrojado—L-La verdad es que no sé si puedo estar interesado, pero igual muchas gracias... Eres un idiota, por cierto—farfulla con ojos cristalizados, jugueteando con un hilo suelto de su pantalón. Dios mío, ¿Eso es felicidad? En una muy poco cantidad, pero es felicidad... Una sincera. Su garganta comienza a doler y su vista se torna borrosa—quiero que papá sea feliz... Quiero que Taehyung sea feliz—pronuncia de repente, sin importar que su voz se rompa un poco—y si duele, no importa, sé que pasará con el tiempo... Pero quiero que pase, porque necesito a mi papá de vuelta... Joder, es mi papá.
-Taehyung será tu padrastro—pronuncia SooBin luego de analizarlo un poco—oh, mierda... Eso es tener mala suerte—YeonJun vuelve a reír esta vez con lágrimas, asintiendo a sus palabras. Ese punto ya lo había analizado días atrás y todavía le sigue pareciendo una mierda—al menos vas a tener un padrastro lindo y joven.
-E-Eso no me ayuda demasiado—se queja, limpiando sus mejillas, sin quitar la pequeña sonrisa de sus labios—supongo que en algún momento todo estará bien... Solo debo ser fuerte un poco más. Gracias, SooBin. Sé que eres un idiota que solo está aquí porque te acuestas con mi amigo... Pero nunca había tratado este tema tan fácil, y supongo que te lo debo a ti.
-Es cierto, espero que al menos sepas montarme bien cuando el momento llegue—desvía el rumbo de la conversación evitando el incómodo agradecimiento, a pesar que lo hace sentir un poco... ¿Alegre? Servir para algo más que fumar y follar.
-Seguro.
► Noreg- Skye Townsend.
¡Gracias por los 300K!
-AlHanyG
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro