•26 | Las estrellas fugaces se rompen.
"Si el cielo fuera palpable, y te concedieran la oportunidad de tocarlo a cambio de tu vida, ¿Lo harías?"
Esa fue la pregunta que BoGum le realizó a Taehyung una de esas tantas veces que unieron sus cuerpos entre camas viejas de moteles baratos. La pregunta misma no poseía ningún tipo de lógica para él, ya que no creía que existiera alguien que daría su vida para poder tocar el cielo de ser posible. Pero después de pensarlo durante todo ese tiempo que el chico castaño jugueteaba con la curva de su espalda desnuda, concluyó que sí sería posible que un tonto decidiese hacerlo.
Él sería ese gran tonto que renunciaría a existir por tener solo un ápice de lo imaginable, de lo que muchos no podrían obtener por miedo a dejar el plano terrenal. Pero claro que Taehyung solo expuso de una forma cursi que nunca lo haría porque ya el cielo lo podía tener entre sus manos con solo poseer la dicha de acariciar a BoGum. Era un tonto niño iluso que no sabría cómo escapar de sus propias palabras, si tan solo hubiese sido más inteligente, sin tan solo hubiese escuchado su cabeza y no el corazón estropeado por falta de cariño, habría evitado que la llamaradas lo calcinaran hasta dejarlo reducido en polvo.
¿Miedo a perderse?
No, Taehyung justo ahora extraña la sensación de perderse, de huir lejos entre una incomprensible nube de oscuridad; esa que lo envolvía de forma cálida cuando todo punzaba hasta no encontrar verdadero sentido lógico a ese dolor que se instauraba en su pecho. Estar roto es algo que no todos pueden sobrellevar o entender, el sentirse miserable, odiado y repugnado de sí mismo, es el final del acantilado en el cual muchos todavía están en la punta decidiendo si deberían dejarse caer o no.
Pero Taehyung estuvo en ese lugar por mucho tiempo, días, meses, años. Sus pies descalzos eran maltratados al tener contacto directo con la tierra oscurecida que se volvía fango gracias a sus propias lágrimas, ese lugar era oscuro, ese lugar lo hacía perder sus esperanzas de verdaderamente poder alcanzar ese azul lejano que algún día reconoció como la misma inmensidad. Ese lugar no tenía salida, al menos, eso creyó.
Pero él pudo emerger.
Pudo encontrar las alas doradas y salir, pero como a Ícaro, sus plumas fueron derritiéndose progresivamente al estar demasiado cerca de su meta, demasiado cerca de la felicidad. Y entonces, así es como está de vuelta en el mismo lugar que antes, pero esta vez es verdaderamente aterrador el encontrarse allí; porque por breves momentos, él pudo tocar el cielo gracias a este hombre que mencionó entre susurros los nombres de las estrellas, las diferencias entre los planetas, ese que con solo una mirada, le hizo saber que eran almas gemelas, unidos por el mismo hilo rojo que pudo trascender en el tiempo y llegar al ahora.
Es agonizante, el saber perfectamente que aquel lugar tenebroso es el averno personalizado que cada uno posee en su interior, el perderse a sí mismo es el verdadero infierno, no lo puedes ver, pero lo puedes sentir. Sabes que está ahí, pero no te sientes capaz de hacer algo al respecto. Taehyung está cayendo esta vez incluso de más alto de lo pensado, está en caída libre desde el cielo llamado Jeon Jungkook que apenas, y pudo rozar...
—¡¿Qué mierda fue lo que pasó?! ¡¿Qué le hicieron bastardos malnacidos?!—exige saber Jimin histérico, tirándose de rodillas al lado del rubio que solo puede sollozar sobre el suelo mientras cubre su rostro con miedo. Miedo de tener que enfrentar todas esas miradas que posiblemente se están burlando silenciosamente de lo vivido. NamJoon repleto de sangre que escurren en gotas de sus brazos, sigue de inmediato al pelirrojo no sabiendo qué mierda fue lo que pasó así de repente, solo recuerda que estaba hablando con Taehyung sobre la oportunidad que le dio Jimin y ya luego estaba cayendo al suelo con mucho dolor debido a los vidrios desgarrando su piel—¡Hablen de inmediato o juro matarlos, infelices!
-¿Qué más pudo haber pasado? ¿No lo ves? La zorra por fin fue tratada como se lo merece... A golpes. Quizás de esa forma aprenda que quitarle los novios a los demás, es algo malo...—suelta una de las mujeres del lugar completamente complacida, sonriendo llena de alegría por no haberse perdido aquel gran escándalo tan bochornoso que por supuesto tiene archivado en su teléfono para ser mostrado después.
Jimin puede lograr retirar las manos del rostro de Taehyung con un poco de fuerza, pudiendo notar el rojo bajar por una de las comisuras de su boca en forma de una pequeña cascada. Intenta colocarlo de pie con todas sus fuerzas, más su amigo verdaderamente está empeñado en no levantarse de allí. Otra vez la misma tipa dice algo fuera de lugar, consiguiendo que la indignación reviente en Jimin. ¿Cómo puede haber personas que disfruten esto? ¿Cómo se puede ser tan malnacido?
-Hija de puta... ¡Te voy a romper la cara!—el pelirrojo intenta lazarse sobre la muchacha que ha dicho eso previamente, siendo NamJoon quien lo toma de los brazos antes de que haga algo verdaderamente estúpido como golpear a una mujer—¡Te voy a matar, perra infeliz! ¡¿Por qué corres?!—le grita, al verla escurrirse entre otros presentes.
-¡Cálmate, Jimin! ¡¿Qué quieres hacer?! ¡Te van a meter en la cárcel si la tocas! ¡Cálmate, maldita sea!—pero el pelirrojo está ido, solo quiere hacer que las personas que dicen mierda de su amigo se arrepientan de hacerlo. Joder, su lindo Taehyung no merece estar en el suelo llorando mientras escupe sangre como si fuera saliva. La impotencia es demasiada. Esos rostros divertidos, asustados y llevados por el asombro del momento le hacen querer golpearlos a todos hasta que ellos también sufran. ¡Quiere verlos pedir perdón!—¡Ya detente!—zarandea desde sus hombros para ubicarlo.
-¡Vete a la mierda tú también, NamJoon!—empuja sin tacto al de hoyuelos, permitiendo que sus ojos se cristalicen ante la presión que su cabeza y pecho comienza a experimentar—¡Solo fui al puto baño por dos minutos! ¡Dos! ¡¿Por qué no lo pudiste mantener a salvo en ese tiempo?! ¡¡Te dije que no era buena idea venir aquí con toda esta gente de la universidad!! ¡¡Tanto él como yo solo queríamos estar en sitio calmado donde pudiéramos recordar viejos tiempos!! ¡¿Por qué nunca escuchas lo que te decimos?! ¡¡Joder, sigues siendo el mismo imbécil que no puede dejar de lado al idiota alcohólico de Jackson!!—grita con todas sus fuerzas.
-¡No fue mi maldita culpa! ¡Ni siquiera sé muy bien qué pasó!—se defiende.
-¡Siempre tienes la culpa de todo! ¡Por eso tu propio padre te botó de la universidad, por ser un jodido alcohólico de mierda que solo se preocupaba por quedar lo suficientemente anestesiado para no sentir nada a su alrededor! ¡Por eso no quise tenerte como novio! ¡Eres un completo incompetente! ¡Un infeliz insensible que nunca se preocupó en lo que yo pudiera sentir al verlos vuelto mierda a ambos!
-¿Yo infeliz? ¿Yo? ¡Que yo sepa eras tú el que siempre estaba en cada rincón llorando por tener una mamá drogadicta y se impedía el confiar en las personas! ¡Eras tú el que me dejó de lado por miedo! ¡Si vamos hablar de infelicidad, tú Park Jimin, eres el más infeliz de todos!
-P-Paren... Por favor—pide apenas audible Taehyung, colocándose de pie para tomar a Jimin que parece querer irse a los golpes con Namjoon. Lo toma de la parte trasera de la camiseta, haciendo que la costura se resienta por la fuerza que ese pelirrojo posee.
Taehyung súplica otra vez.
Pero ellos siguen soltando improperios que nunca habrían podido salir de no ser por el momento en el que están justo ahora. Sus ojos pueden identificar el momento exacto en el que ambos pierden completamente el sentido, lanzando puñaladas voraces en forma de palabras que cortan profundo en el corazón de cada uno, en busca de herir, sangrar... Desgarrar.
YeonJun agresivo, Jimin histérico, Namjoon lastimado, Jungkook en el centro del huracán... Todos dando vueltas en el mismo momento en su cabeza, arremolinando su estómago en su garganta tentando al vómito ceder. Respira, respira... Tiene que salir de ahí.
Quiere estar en cualquier otro lugar donde el silencio reine, donde su pecho no duela tanto como ahora. Donde esos muchos ojos no le estén juzgando, donde esas bocas no se estén moviendo en palabras hirientes dirigidas a una historia que ni siquiera conocen la primera parte. Lejos de donde este YeonJun que solo busca amedrentarlo por haber amado tan libremente como solo pudo hacerlo con Jungkook... Su padre. Mierda. ¿En serio lo dijo? ¿En serio un "Jungkook" Salió de su boca? ¿Por qué hizo algo como eso? ¿Por qué? Dios, quiere desaparecer, quiere desaparecer, quiere desaparecer, quiere retroceder el tiempo y ser un niño pequeño que lloraba por terminar un cuento donde todos eran felices.
Quiere que unos brazos protectores lo cubran de toda esta mierda que está sintiendo.
Ya harto, deja de impedir que Jimin haga algo de lo cual podría arrepentirse al día siguiente, para huir lo más rápido posible del lugar. Una sola cosa tiene en mente "Jungkook" Cree que sus brazos pueden cubrirlo de todo esto; porque juntos podrán salir adelante ¿Verdad?.
Al parecer dicha acción de parte del rubio es lo suficientemente importante como para que Jimin y Namjoon detengan las ofensas que gritan a los cuatro vientos, y se den la tarea discernir que definitivamente no es el maldito momento para discutir si uno de sus amigos está yéndose como un alma en pena del que se suponía sería un sitio para relajarse.
En menos de lo pensado, el rubio puede percibir algunos pasos que siguen los propios con la misma desesperación que tiene él. Sus ojos llorosos que apenas pueden ver el camino de piedra que le hace torcer el pie repetidas veces, dejan escapar gotas rápidas que llegan a su cuello húmedo en menos de un segundo, ¿Por qué siente que podría desmayarse? Quiere que deje de doler... Solo quiere que deje de doler.
Jimin lo llama desde atrás, pero él solo puede pensar en obtener su teléfono móvil que se ha quedado estancado en el bolsillo de su pantalón. ¡Joder!
-Tae... Taehyung. Maldición... No puede irte así—farfulla el pelirrojo, vigilando a los lados de la calle cuando su amigo decide cruzar de forma descuidada.
El rubio ni siquiera presta atención a lo que dice, apartando la sangre que se va secando a los lados de su boca. Torpemente, obtiene el aparato inteligente de su bolsillo y marca el número de Jungkook que se sabe de memoria. Solo espera que sea verdad lo que le dijo que podía llamar a cualquier hora, porque en serio necesita pedirle que venga por él.
Un repique, dos repiques... Cinco y luego buzón. Vuelve a intentar con manos temblorosas
-¡Por un demonio, detente! ¿A dónde vas a ir a esta hora? ¡Es peligroso, déjame acompañarte! ¡TAEHYUNG!—cuando Jimin lo trata de detener al ser ignorado repetidas veces, el menor de los dos se gira a su dirección cansado de tener que escucharlo gritando su nombre cada dos segundos—p-puedo llevarte... Vamos, por favor. No estás en condiciones...
-¡E-Estoy en condiciones! ¡Lo estoy!—dice en un grito que sale roto por el gran dolor en su garganta. Diablos, la parte interna de su boca duele de una forma punzante, puede asegurar que tiene un hueco que debe ser tratado por algún médico, pero no, él solo quiere llegar al hogar prometido para saber que todo estará bien después de esto— Solo n-necesito que Jungkook me conteste el estúpido teléfono para que venga por mí... ¡Solo eso!—exclama cansando, cortando la llamada que nuevamente es dirigida a buzón. Sus ojos más lágrimas albergar con cada repique que no es atendido, con cada llamada que es direccionada. ¿Por qué?—diablos... Jungkook... C-Contesta—súplica al teléfono, sollozando mediante los segundos pasan sin obtener respuesta.
-Tae... Déjame ayudarte, por favor. Tu golpe necesita ser curado—pide con preocupación. Más su amigo solo puede caerse en pedazos con el paso de los segundos sin intenciones de ser socorrido por otro que no sea el hombre mayor. Cuando una gran cantidad de sangre es escupida, el pelirrojo solo puede darle la espalda para no agarrarlo y obligarlo a tratarse. ¿Por qué son tan egoístas? ¿Por qué no pueden ver que Jimin también está sufriendo al verlo así? Odia todo—Estúpido egoísta... J-Juro que siento que te odio mucho...
-Necesito llegar a donde Jungkook... Solo eso...
-¡¿Por qué?! ¡Joder! ¡Eso puede esperar unos malditos minutos mientras vamos a un doctor!
-L-Le dije a YeonJun, ¿Entiendes? Le dije que fue Jungkook quien estaba conmigo ese día, se lo dije... Y él... Dios, estaba tan destrozado—chilla, a punto de lanzar el teléfono al suelo de la inutilidad. El pelirrojo sorprendido, se gira un poco hacia su dirección pudiendo comprender finalmente por qué aquel estado de desesperación que sale de su cuerpo. Oh... Está pasando. En serio está pasando más rápido de lo que pudo creer. Parpadea lentamente sin poder asimilarlo—no contesta... Y tengo miedo ¿S-Sabes? Miedo que ya lo sepa, es su hijo, es su hijo y yo solo soy... La zorra q-que por fin fue tratada como se lo merece—rompe en llanto completamente vencido—yo no quería lastimarlo, lo juro... Yo no quería volverlo de ese modo, YeonJun, él está sufriendo.
-¿Él te golpeó? ¿F-Fue él?—pregunta entre dientes.
-Él no quería...
-¡NO LO JUSTIFIQUES!
-Y-Yo no... No quiero tener esta conversación justo ahora—farfulla, apenas ve un aviso de taxi brillar a la lejanía. Antes de que Jimin pueda calmar la ira que lo hace sollozar, ya Taehyung ha detenido el vehículo e ingresado para alejarse minutos después.
―•♡•―
El celular vibra sobre la isla de la cocina nuevamente, ¿Cuántas veces lo ha hecho en los últimos 10 minutos? Quizás 15 o 20 veces, no lo sabe con total exactitud. Pero no es capaz de alzar la mirada y ver ese nombre en el identificador de llamadas o simplemente saldrá corriendo a su encuentro sin pensarlo demasiado. Mas no lo hace, prefiere que sus ojos sigan fijos en esa copa que mantiene una cosa asquerosa que se llama ginebra... Repugnante, es completamente asquerosa, así como lo es él.
Dios, se está odiando mucho justo ahora. Es un egoísta, el más grande del planeta; Quizás Taehyung lo puede estar necesitando, quizás puede que desee estar entre esos brazos reconfortantes que lo hacen dormir como un pequeño bebé. Puede ser que quiera decirle cómo fue que Jimin terminó aceptando salir con NamJoon. Tal vez simplemente ansíe estar a su lado para poder mirarlo a los ojos como muchas veces hacen cuando están en silencio... Puede ser cualquier cosa la que requiera su atención, pero Jungkook prefiere quedarse viendo su copa de líquido asqueroso a pesar de que él también anhele su presencia justo ahora.
No está bien.
En todos sus años de vida, nunca se había sentido tan miserable como ahora. Oh, en este momento entiende por qué nunca se dio más prioridad así mismo... Y es que duele, duele el centrarse en todas estas emociones desconocidas que lo embargan en el mismo lapso. Duele el tener que ver a su único hijo bramando sin miedo sobre cosas que él mismo está causando al estar con Taehyung.
La impotencia que siente es asfixiante a un grado que lo hace alucinar, que lo hace quedar exhausto y sin ganas de siquiera respirar.
El teléfono vuelve a sonar.
Jungkook cierra sus ojos con pesadez, empinando esta vez la botella en sus labios para que ese líquido asqueroso viaje con facilidad por su garganta. Quiere a su chico aquí, quiere hundirse en su cuello y decirle cuán mal se siente, quiere decirle que percibe que no puede más con todo esto... Que le de fuerzas, ánimos, que le recuerde que está en su tiempo. Quiere... Pero no desea afectarlo; su pequeño es tan noble que lloraría enseguida y le pediría parar... ¡Joder, no quiere parar! Y eso es lo que lo tiene al borde de un maldito colapso.
"Se va arrepentir... Le puedo asegurar que lo hará"
No, no, no quiere que algo como eso suceda. Él no puede arrepentirse de ser feliz ni siquiera por su hijo, y el estar claro en eso hace que sus ojos se llenen de lágrimas inevitablemente. ¿Es un mal padre? Necesita que alguien le diga que no lo es; porque no lo soporta. No soporta sentirse como un maldito desgraciado que está haciendo que su hijo sufra, llore... Taehyung fue su primer amor, puede entender que duela, pero no puede dejar que le afecte de ese modo, ya tiene 21 años... Ya no es un niño.
Pero sigue siendo su hijo, y lo será incluso después de su muerte.
-¿Podremos ser felices, Tae? ¿Podremos? P-Por favor... Necesito que me digas que sí, necesito que me tomes cuando termine de romper a mi hijo con la verdad... N-Necesito que me consueles y alientes, va a doler... Pero te amo tanto, tanto, que no quiero envejecer ni un poco más si no estás a mi lado.
♫ Pero te sentirás mejor cuando te despiertes, juro por Dios que lo compensaré.
El código de acceso es puesto y la puerta principal abierta. Jungkook inmediatamente dirige su mirada cristalizada al chico rubio que se queda paralizado apenas lo nota sentado en la isla de la cocina con el teléfono a un lado. Su cuerpo tiembla un poco al reparar la manera en que los ojos de Jungkook están enrojecidos y aquella expresión de dolor lo inunda apenas sus miradas chocan.
-N-No contestabas... Te necesitaba y no respondías—es lo primero que susurra Taehyung, dejando que la puerta se cierre sola tras su espalda. Su mejilla duele, posiblemente este pigmentada de verde e hinchada como el resto de su fisonomía debido al llanto que hasta hace dos minutos atrás pudo parar. Pero el ver a Jungkook ahí sentado estando disponible e incluso así ignorando sus llamadas, hace que sus ojos otra vez se humedezcan—¿P-Por qué?
-Estaba ocupado... Lo siento—susurra ausentemente, sin poder fijarse inmediatamente en el estado contrario. No obstante, cuando la sorpresa de tenerlo ahí a las dos de la madrugada pasa, puede identificar ese bulto que desfigura mínimamente el rostro de su pequeño que levemente se nota de una tonalidad diferente. Su cuerpo tiembla en terror por las múltiples posibilidades—¿Q-Qué es eso? ¿Es un golpe?—al levantarse del lugar en el cual estaba sentado para verificar mejor lo que ve, no puede evitar tambalearse unos cuantos pasos por todo ese alcohol que utilizó en la soledad de sus problemas. Taehyung gime de frustración al verlo.
-¿Ocupado?—repite sin comprender del todo aquellas palabras. Su vista viaja a la copa que está justo al lado de la botella casi acabada que yace sobre la isla de la cocina, sin poder entender qué quiere decir. ¿Estaba ocupado emborrachándose mientras él estaba siendo golpeado por su hijo?—Ocupado—asiente sorprendido, queriendo limpiar las lágrimas de sus mejillas, pero le duele demasiado la cara como para hacerlo. ¿Es normal aquella frustración que va creciendo?— Mierda, en serio eres... Increíble, Jungkook. T-Te estaba necesitando demasiado allá afuera y tú estabas aquí tomado casi en su totalidad esa maldita botella... ¡¿Pero qué mierda contigo?!—grita repentinamente superado.
♫ Esto es más que una fase, amor. Las estrellas fugaces se rompen.
-¿Qué conmigo?—pregunta pasmado de aquella reacción, de aquel llanto. Quiere acercarse y consolarlo, pero no lo hace, prefiere quedarse de pie en su lugar sin saber qué sucede con él—¿Qué? ¿No puedo tomar un trago? ¿No puedo hacerlo? ¿Tú también harás que me contenga, Taehyung? M-Maldición.—respira quebradizo, intentando centrarse en lo importante—¿Q-Qué te pasó? Dejame verte...-
Pide relativamente tranquilo, no queriendo caer en el error de alzar la voz o mostrarse tan afectado. Más Taehyung rehuye de su contacto, dejando a Jungkook pasmado. Realmente no quiere que este momento en el que ambos están claramente alterados pase a ser algo más que esto, un simple momento de desequilibrio.
-Por favor... No ahora, no te alejes... No me siento bien para tener nuestra primera pelea justo ahora, por favor, no me hagas esto—súplica. No puede alterarse, no... ¿Pero entonces por qué siente tantas ganas de hacerlo? ¿Por qué desea seguir su estado?
Sus ojos enrojecidos que están cristalizados se desvían a otro lugar para poder respirar, tranquilizarse.
-¿Y crees que yo sí me siento bien?—inquiere en medio de un sollozo dejando que más amargas lágrimas florezcan. Su pecho comienza una respiración alterada, es... Insoportable poder mantener el oxígeno—¿Crees que yo estoy bien con esto, Jungkook? ¿Crees que estoy bien viéndote tambalear por estar bebido? ¿Crees que estoy bien después de haberte llamado treinta veces y no obtener respuestas? T-Tenía tanto miedo allá fuera... No sabes cuánto, yo tampoco estoy bien. Maldición... No... ¡No lo estoy! ¿Entiendes? P-Por un maldito momento en serio necesité que estuvieras allá ayudándome con esto... ¡Con toda esta mierda de sentimientos que solo hacen todo tan difícil y momentáneamente imposible de llevar!
-¿M-Mierda?—ahora es turno de Jungkook de repetir en medio de una risotada que parece más un agónico sonido lastimero—¿Esto es una mierda para ti? ¡Dime! ¡¿Es esto es una mierda para ti?!—Pregunta bruscamente, haciendo a Taehyung sollozar en voz alta—¿Estos sentimientos son una mierda? ¿Por una mierda he dejado todo atrás? ¿Por una mierda he deseado ser libre? ¿Por una mierda he lastimado a mi hijo hasta el punto de no reconocerlo? ¡DIME, MALDICIÓN! ¿ESTO SIGNIFICA UNA MIERDA PARA TI, TAEHYUNG?
-¿ES QUE NO LO VES?—alega de la misma forma tosca, doblándose en su lugar al sentir las piernas temblar—¡JODIDAMENTE ES UNA MIERDA! T-Todo esto es una mierda, una ilusión tonta en la cual nos hemos aferrado como unos dementes... ¡Nunca podremos ser felices! ¡Joder! ¡Nunca, nunca! Por más que nos queramos no podremos contra el mundo, no podremos contra los rumores... Contra los lazos... ¡POR MÁS QUE TE DIVORCIES, POR MÁS QUE ME AMES Y YO TE AME, TODOS SOLO VERÁN A UN HOMBRE QUE LE HA QUITADO EL NOVIO A SU HIJO!
-¡SÉ LO QUE LE HICE A HIJO!—finalmente grita, golpeando con el dorso de su mano el vaso y botella que terminan en el suelo volviéndose añicos, tal cual están las esperanzas de amar. ¿Cómo sus sentimientos están siendo rebajadas a nada por la única persona que debería entenderlos? ¿Por qué lo hace? ¿Por qué él está haciendo que pierda la esperanza de ser libre? ¿Por qué?
>> Maldición... L-Lo sé... ¿Crees que no he pensado en eso? ¡¿Crees que no lo hice?! ¡LO HICE! ¡LO HICE POR NOCHES ENTERAS, TAEHYUNG! C-Cada día... Desde que descubrí que te quería, lo hice. ¿Y sabes qué pasaba cuando lo hacía?—pregunta, permitiendo que su llanto desgarre su garganta—recordaba tu rostro, tu hermoso y jodido rostro, recordaba tus palabras de aliento, de cariño, recordaba tu tacto... Recordaba tu amor, y simplemente me alentaba a no dejar ir estos sentimientos como todas las malditas cosas que perdí. ¡No quise dejarte de lado porque no me lo iba a perdonar jamás!
♫ Tal vez podría sacarte de este lugar algún día. Persiguiendo sueños como si estuviera en Novocain, gritando a través de las vías respiratorias.
Esto es demasiado para Taehyung. No, no, no puede seguir ignorando que duele demasiado, YeonJun ya sabe el nombre de la persona que estuvo con él ese día, imaginando que solo fue una noche de sexo y no que han mantenido una relación, que le robó el corazón, la ilusión de poder volar, de querer vivir. Lo ha golpeado... Él está mal, no puede vivir de ese modo, se supone que lo debía superar, se supone que no debía ser de ese modo.
Por eso debía seguir las reglas, "No, y bajo ninguna circunstancia, meterse en relaciones establecidas" ¿Por qué ni siquiera pudo seguir sus propias reglas? ¿Por qué sigue siendo aquel niño iluso que no ve las consecuencias de sus actos? ¿Por qué sigue siendo tan malditamente egoísta?
-Q-Quizás debiste solo dejar de recordarme—farfulla el rubio sin fuerza, completamente roto por lo que significan esas palabras. Lo sabe, lo puede reconocer en el rostro devastado de Jungkook que solo puede negar un poco sin preocuparse demasiado por aquellas lágrimas que no ve modo de detener. ¿Es normal que duela demasiado? No... Dios... Está muriendo justo ahora—YeonJun ya lo sabe... De nosotros—apenas tiene voz para decir—pero... Seguro cree que fue solo una vez, o es posible que no lo recuerde... Estaba muy drogado ¿Sabes? Tal vez... Todavía podamos remediarlo.
-P-Por favor, no—solloza el hombre sin importar cuán ridículo pueda verse suplicándole a un chico de 21 años que al parecer no es lo suficientemente fuerte como para luchar por esto. Taehyung niega lentamente dando pequeños pasos de espalda hacia la puerta, pidiéndole mudamente que no se mueva de allí—p-podemos hacerlo... Juntos... Sé que juntos podemos hacer de esto un hogar, nuestro hogar. Maldición no me hagas esto, pequeño. P-Por favor.
-Duele demasiado, Jungkook. ¿Entiendes, verdad? S-Solo quiero que deje de doler... Solo... D-Déjame ir—súplica dando media vuelta y saliendo del lugar tan rápido como dan sus piernas temblorosas.
♫ Quédate, no debes dejarme. Este lugar está justo donde necesitas estar... Así que quédate, no eres lo que estás escuchando, porque te he visto cambiar. ¿Y quién dijo que eres uno entre un millón? Eres mucho mejor que eso.
Eres mucho mejor que eso...
► Wake Up— Eden.
-AlHanyG
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