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•23 | Como si fuera el último.



Si Jungkook tuviera que comparar a Taehyung con planetas, muy posiblemente 55 Cancri-e sería el adecuado para ello. A pesar de que ha leído demasiado que este exoplaneta estaría compuesto principalmente por carbono en forma de diamante, no es eso lo que más le llama la atención. Por supuesto, Taehyung es un hermoso hombre que sí tendría que asemejarlo a un mineral, el diamante sería el más adecuado por su lustre propio. A pesar de eso, no es ese el motivo principal que lo ha llevado a esto, son todas aquellas características que lo hacen ser tan extremo, pero sencillamente extraordinario.

Como el haber un día perpetuo de uno de sus lados y una noche eterna del otro, debido a que siempre muestra la misma cara a su estrella. Esto lo puede identificar en Taehyung, en el hecho de que últimamente siempre tratar de mostrarse fuerte e indiferente por más que la situación este desembocando en resultados no esperados. Jimin también lo dijo, "Él casi nunca demostrará debilidad, la única forma de que lo haga es cuando ya no pueda soportarlo más" Y esta ciertamente, es una característica que puede ser mala y buena; porque Él no desea solo tener su parte visible llena de fortaleza renovada, el quiero poder observar esa otra que quizás no sea completamente fácil de llevar, para poder amarla de la misma forma.

Otra de las tantas fantásticas característica que posee dicho planeta es que un año pasa en un abrir y cerrar de ojos. Solo tres días, eso es el tiempo que le lleva rodear su estrella. En este caso en particular, el tiempo con Taehyung se vuelve un soplo de aire, siempre que está con él parece que el tiempo corre desbocado lejos de ellos. ¿Es Taehyung? No, es la percepción que él logra tener gracias a Taehyung, y es maravillosamente aterrador. Siente que en cualquier momento abrirá los ojos y ya tendrá 50 años, luego 60 y... Dios, tiene miedo de que no pueda disfrutar lo suficiente de su compañía.

Hermosa compañía, muy hermosa. De lo contrario, no estaría observando tan atentamente la manera en que su piel perfecta está entrelazada de forma desordenada de aquella sábana color crema que viste su cama Queen. Una de sus piernas yace desarropada dejando mostrar esa parte de su cadera enrojecida a causa del pequeño "My time" Que tatuaron hace no demasiado tiempo. Uno de sus brazos está por sobre su cabeza y el otro completamente estirado hacia la dirección que Jungkook anteriormente ocupaba en la cama. Sus hebras tan desordenadas como si fuera un león con frizz, aquel puchero en su labio inferior que lo hace ver tan tiernamente lindo. Rostro un poco hinchado, sin muestra alguna de maquillaje que disimule esas diminutas, muy pequeñitas, marcas en su rostro y posiblemente mal aliento...

Una vista que para cualquiera puede significar desastrosa; pero para este hombre que lo vigila con cuidado mientras una taza de café con poca azúcar está en su mano, es la representación más auténtica de la perfección. Es caluroso el sentimiento, como un día en algún país que yace en la zona intertropical del planeta, así de maravilloso es. Tan espléndido, llevándolo por senderos que propiamente no tomaría por miedo al rechazo. Prueba irrefutable de ello es aquel mismo tatuaje que ahora cicatriza con cuidado en su costado izquierdo justo por sus costillas superiores, que hace una promesa innegable con aquel joven.

Buscar el momento de ser felices sin ataduras.

Suspira complacido un segundo después, dejando la taza de lado para poder echarse finalmente a la cama en busca de despertar al bello durmiente que ha descansado lo suficiente como para hacer que Jungkook se sienta solo. Su nariz va entre esos cabellos dorados haciendo leves movimientos en un intento de molestar, mientras sus manos toman esa menuda cintura pegándolo más hacia su cuerpo que desprende una fragancia a jabón por haberse bañado previamente.

Taehyung gruñe inconforme frunciendo su ceño, sin embargo, encuentra demasiado cómodo el calor de aquel cuerpo, haciendo que se acurruque mucho más hacia él sin lograr despertar por los anteriores movimientos. Jungkook niega ante su radical fracaso.

-Pequeño... No eres un oso polar que está invernando. Vamos... Debes levantarte a comer son casi las 12 del mediodía, he cortado fruta para ti y también hice café—trata de convencer, picando un poco sus costillas. El rubio se mueve rehuyendo de aquel contacto, rezongando bajo por no poder seguir con aquel maravilloso sueño que fue interrumpido.

-N-No me dejaste dormir en la madrugada, al menos déjame hacerlo ahora—pide en susurro el chico, hundiéndose más entre las sábanas.

-¿Qué? Pero si fuiste tú el que quiso ir bailando por las calles de Seúl, asegurando que la madrugada era demasiado joven para venir a dormir—se queja él, sin creer lo descarado de aquel muchacho entre sus brazos. Jungkook escucha una leve carcajada.

-Uh... Eso suena como algo que yo haría—certifica en un tono juguetón que es interrumpido por un bostezo. Su mentón va hasta el pecho de Jungkook para poder mirar sus ojos oscuros con los propios adormilados que están más cerraditos de lo normal—estaba teniendo un sueño fantástico y lo has interrumpido—se queja mimoso.

-¿Si? ¿Qué era lo que soñabas?—pregunta interesando, enredando sus dedos por el cabello alborotado del otro en un intento de manejarlo.

-Que mi padre no era pobre y que yo era un multimillonario yendo por el mundo como un rebelde sin causa al haber huido de casa para estudiar lo que quería. Pudiendo así, moverme entre personas normales, ya que me obligaban a ir de trajes—cuenta cómicamente haciendo gestos extraños que solo hacen que el corazón de Jungkook se sienta a tope de amor.

>> ¡Oh...! También que mi padre me estaba buscando por todos lados para estudiar ingeniería y que vivía en el suspenso de que en cualquier momento hombres con trajes caros y pistolas entrarían por la puerta de mi pequeño apartamento para llevarme de regreso a la vida que no quería—concluye con un puchero lastimero. Jeon lo mira con ambas cejas levantadas, sintiendo como una media sonrisa se adueña de su rostro por tan increíble sueño. Vaya, él ni siquiera recuerda haber soñado desde hace mucho. Taehyung ríe por su expresión—sí, creo que se escuchaba mejor en mi cabeza...

-Eres tan diligente en los sueños como en la vida real—ironiza él.

-Ya~ no es malo disfrutar ser una persona adinerada que huye, al menos merezco experimentarlo por medio de los sueños.

-No es necesario que lo sueñes, la parte de adinerada al menos, puedes tener lo que sea que quieras—golpetea su nariz con cariño, haciendo que Taehyung la arrugue inconforme—en serio. Desde ahora puedes pedir lo que desees, te lo daré de inmediato, Tae.

-¿Un castillo y un unicornio con cola de arcoíris?

-El castillo y un poni con la cola teñida de arcoíris... ¿Te sirve eso?

-Sirve—sonríe quedo solo un poco enternecido de lo complaciente que puede llegar a ser el hombre. 

Sin embargo, no está en él la posibilidad de aceptar algo como eso. Ya pudo conversar con él luego de medio discutir quién pagaría el costo de ambos tatuajes, alegando que él definitivamente debía cubrirlo al ser Taehyung una persona desempleada justo ahora. ¡Tonterías! Todavía podía ir al café y recuperar su puesto. 

Su estómago suena repentinamente distrayéndolo de aquello aburridos temas que aún no quiere tocar.

—Uh... ¿Dispones de ese cereal que tiene pasas?


...


-No puedo creer que me ha hecho venir hasta aquí solo para obtener cereal de pasas—se queja Jungkook en un susurro viendo como el rubio a la distancia toma dos cajas diferentes de dicho producto para observar cuál sería el indicado para llevar—es que ni siquiera tomó la fruta que corté para él.

A pesar de estar viendo fijamente la forma tan concentrada que ocupa al elegir un cereal, sus ojos descienden por su cuerpo no pudiendo estar completamente tranquilo al notar como el piercing cristalino se nota por lo corto del suéter marrón claro, que justo ahora viste en compañía de ese Jeans azul que moldea tan perfectamente su delgado cuerpo. Dios... ¿Por qué se tiene que ver tan bien? Sus dientes toman su labio inferior intentando calmarse, solo han pasado dos semanas desde que estuvieron juntos por segunda vez... Solo... ¡Es tan difícil no pensar en eso cuando se desea tan exageradamente a alguien!

-Creo que llevaré los dos—habla el rubio con un lindo rubor en las mejillas, sacándolo de sus pensamientos que han volado muy alto debido a ese atuendo que particularmente le queda fantástico a su chico. Jungkook parpadea repetidas veces sin entender muy bien lo que ha dicho—los cereales... Llevaré ambos—aclara, enseñando las cajas de colores. Ladea su rostro pensativo por aquella actitud extraña—¿Qué sucede? ¿Por qué me miras así? Acaso... ¿Hay algo mal conmigo?—se asusta. 

Sin embargo, la mirada de Jungkook da un escaneo lentamente por todo su cuerpo ahora que lo tiene enfrente, haciéndole saber que más allá de estar algo mal, hay algo completamente bien entre ellos. La tensión, joder, están en un supermercado comprando cereal... ¿Por qué de repente? Taehyung traga sonoramente.

-Te encanta provocarme, pequeño. Te encanta coquetear—Jungkook niega con una sonrisa ladina, colocando sus manos dentro de su mono intentando mantenerlas lejos del chico, justo ahora no es un buen momento para apretujarlo y besarlo como quiere, cualquier persona los pueden ver y hacer un escándalo con ello. Es mejor que espere a estar de vuelta a casa—eres una cosita muy traviesa.

-Yo... Um... ¿Lo siento?—farfulla Taehyung alzándose de hombros, sin ser capaz de conectar sus miradas. ¿Cómo decirle que ama que lo desee? Adora obtener esa atención, esa mirada intensa que lo desnuda prenda por prenda y lo hace arder con el solo imaginar poder intimar una vez más con él, ¡QUE CALOR SIENTE! Dios, ¿Cómo fue que durmió en la misma cama que Jungkook y no terminó sobre él? Gran pregunta—p-pero usted también lo hace, Sr. Jeon. S-Se coloca ese conjunto deportivo... Y diablos, ¿Por qué tiene tantas venas en los antebrazos? No puede ser normal eso...—su súbito comentario muere cuando Jungkook eleva un poco su mentón sonriéndole con cariño para después depositar un suave beso en su frente.

-No me llames Sr. Jeon aquí o juro que no podré detenerme, Tae—pide en un susurro, pasando por su lado para centrar su atención en otra cosa que no sea en las ganas de jugar con aquella pequeña flor en su ombligo—ya que estamos aquí podemos comprar reservas para los días que te quedaras conmigo, ¿Qué dices? Quizás algunas frutas, otros cereales...

-Uh... ¿Días que me quedaré contigo?—Taehyung se gira incrédulo a su dirección.

-¿No quieres? Es decir... Si tienes planes...-

-¡Si quiero!—asegura rápidamente en medio de un grito que llama la atención de todas las personas que en ese pasillo escogen cereal. Con las mejillas quemando de vergüenza, pide disculpa en una inclinada venia, caminando seguidamente hacia la dirección del azabache para poder chocar uno de sus hombros apenado—oh... Que vergüenza. ¿Por qué te ríes?—se queja bajito, por aquella sonrisa que el mayor le da antes de seguir avanzando—Jungkook~

-¿Qué sucede, lindo?—pregunta dulce deteniéndose en un anaquel en donde jabones en polvo y suavizantes lideran en su mayoría. Su mano rápidamente toma el Downy con olor floral para verificar la fragancia y decidir llevarla en conjunto con algunos jabones de diferentes marcas que no tiene ni idea si sean de calidad o no.

-¿Por qué estás llevando eso? Creí haberte escuchar decir que estás pagando servicio de lavandería... Espera—pide, antes de ir unos metros por delante en busca de una canastilla verde para poder dejar dentro los productos que han escogido hasta el momento. Una vez hecho, Jungkook trata de quitarle la canasta de plástico pero Taehyung no lo permite al caminar de espalda unos pasos por delante con aquella sonrisa que le hace saber que no necesita de su ayuda—¿Entonces? ¿Planeas lavar tu ropa? Uh~ eso sería divertido verlo—se burla.

-Eres una criaturita muy malvada, pequeño ¿Burlándote de mí nulo conocimiento con los quehaceres del hogar?—pregunta quejumbroso siguiéndole el juego. Una vez los segundos pasan y el verdadero motivo de aquello lo aborda, Jungkook desvía la mirada un poco avergonzado. Bueno, se supone que debía proponer esto en algún momento—en realidad, sí, pude conseguir un buen servicio de lavandería que cumple con todo lo necesario para ser calificado con cinco estrellas. Pero... Durante esta semana llegará la lavadora y secadora al apartamento y estuve pensando que quizás tú querrías traer tu ropa y lavarla allí... A-Aparte que pudiste ver que el armario es grande y tranquilamente puedo darte un espacio para que guardes...—duda completamente de continuar al cerciorarse que el rostro del chico que ha perdido la sonrisa que anteriormente era plasmada—¿No?

-¿Me estás pidiendo que me mude contigo? O solo... No sé... E-Es una forma extraña de pedir que utilice tu lavadora—tartamudea.

-¿Mudarnos? ¡N-No! O sea... No pienses que no quisiera, Tae. Me gustaría hacerlo en algún momento, debe de ser maravilloso el poder despertar contigo todos los días... No obstante, no es el momento. Es decir... Ni siquiera me he divorciado... YeonJun... Dios, no supe explicarme, lo siento—se queja completamente abochornado. Cubriendo su rostro sin ser capaz de mirar esos ojos cafés nuevamente en su vida. ¿Cuántos años tiene? ¿Cinco? ¡Eres un adulto Jeon Jungkook! Unos delgados brazos lo envuelven con cariño trayéndolo de vuelta un momento después, haciendo que ese delicioso olor característico lo haga calmar —¿Tae?

-Si quiero utilizar tu lavadora—asegura en susurro cerca de su oreja, haciendo que baje lentamente las manos. Taehyung sonríe cómplice dejando un leve beso en su mejilla al notar su sonrojo—he descubierto que es extremadamente romántico y muy tierno, Sr. Jeon—farfulla, rozando ambas narices—tienes razón deber ser hermoso el poder despertar contigo diariamente, y sí, estoy de acuerdo en que es muy rápido el mudarnos juntos. Sin embargo... Cuando... Podamos ser completamente libres... Ese día quiero ocupar ese lugar en tu armario. ¿Bien?—concluye, dejando un leve besito en sus labios para luego separarse con más energía que antes—¡Bien! ¿Qué tal si compramos luces?

-¿Luces?—repite atontado, dejándose guiar por aquella mano por un pasillo cercano. ¿Esa clase de luces que está viendo justo ahora con solo un beso de sus labios? ¿O esas otras que aparecen cada vez que sonríe cuadradamente? Vaya, mirarlo es más relajante que beber su té de valeriana—¿Q-Qué clases de luces?

-¡Te encantará lo que tengo en mente!



―•♡•―


Miércoles. La puerta se cierra en un sonido seco que retumba todo el lugar, haciendo que los párpados de Jimin se presionen con fuerza contra sí, ante lo que sabe vendrá a continuación.

Uno...

Dos...

Tres...

-¡He llegado!—es el grito que inunda el silencio que el pelirrojo ha podido conseguir durante todos esos días que ha estado solo en su apartamento. 

Por supuesto que agradeció de más aquel mensaje que recibió de parte del rubio indicándole que no volvería porque pasaría un par de días con Jungkook en su nuevo lugar de residencia, dicho tiempo lo ocupó en pensar, pensar en justo este momento que no sabría qué hacer una vez tuviera a Taehyung enfrente.

-¿Jimin?—la puerta es tocada dos veces, para instantes después una cabellera en rulos asomarse por un pequeño espacio—¡Jimin!—tan alegre como casi nunca lo recuerda, Taehyung abre de un movimiento rápido para echarse un segundo después a su lado.

Tanto los brazos como las piernas largas de su amigo son colocados encima de su cuerpo en un abrazo asfixiante que le arrebata todo el aliento a Jimin. Pese a eso, permite el contacto ante aquellos soniditos mimosos que cree no haber escuchado nunca de su parte. Dios... Su ánimo lo está mareando en todo el sentido de la palabra.

-Estoy muy feliz—comienza a tararear en voz alegre, restregando su mejilla de aquel suéter peludo que viste el pelirrojo justo ahora. Las manos del más bajo viajan hasta lograr abrazar temblorosamente a Taehyung para sentir aquel calor que tanta calma y culpa lo hacen sentir. ¿Debería decirle lo que hizo?—estos han sido los mejores días de mi vida ¿Sabes? Los mejores. Jungkook es tan caballero, tan tierno... Me hace sentir tan especial...—un gran suspiro brota—el lunes fuimos de compras a un supermercado porque yo quería cereal de pasas, entonces él decidió comprar suavizante y jabón... ¿Sabes para qué? ¡Porque quiere que utilice su lavadora!—ríe como chiquillo, sin poder creerlo todavía—pensé que me estaba proponiendo vivir juntos...

-¿E-En serio? Wo... Eso es muy bonito—es lo único que puede opinar. Su cabeza razona velozmente que quizás no tenga tanta relevancia que se haya acostado con YeonJun después de escucharlo decir todo eso. Él está siendo feliz con el padre del chico, posiblemente ni siquiera sabe el estado que presenta el Jeon menor. Muerde su labio por su gran estupidez. Es obvio que le afectará... Tal cual como le afectó a él aquel incidente de años atrás—en serio te hace ser alguien muy alegre.

-Mucho, mucho. Es una persona increíble, Jimin. Estas noches que pasamos juntos... —su voz se vuelve un poco tímida, llamando la atención del pelirrojo que nunca había presenciado su vergüenza por posiblemente hablar de sexo—él pidió permiso antes de tocarme... De besarme, de hacerme sentir pleno. No hicimos el amor—aclara repentinamente—pero tuvimos el tiempo suficiente de tocar y explorar. Fue... Es... BOOM... Todavía no puedo asimilar que tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida con solo poder tocarlo, mirarlo. Diablos, fue tan intenso... Es tan maduro, tan experto...

-Demasiados detalles...

-Lo siento—se disculpa todavía alucinando. Chilla repentinamente recordando lo más magnífico de todos esos días, se acomoda en la cama para quedar de rodillas en el colchón y poder bajar un poco su pantalón dejando ver unas letras en cursiva que parecen estar cicatrizando. Jimin eleva sus cejas sorprendido—nos hemos tatuado la misma palabra—cuenta, medio tocando lo rústico de su piel en esa pequeña zona—estoy enamorado, Jimin. Tan enamorado... Tan, pero tan enamorado—susurra con ojitos brillantes sin poder notar el estremecimiento en su mejor amigo.

Es allí cuando todo termina de volverse doloroso para alguien que no debía entrometerse, pero que de alguna u otra forma, ha sido arrastrado hasta el fondo.

No detesta que su amigo esté así de enamorado mientras él posiblemente nunca pueda experimentarlo, es más un dolor direccionado hacia YeonJun. Ese chico lo supo fastidiar con esas pastillas, lo supo envolver hasta el punto de terminar acostándose, llorando y pidiendo por mucho más en medio de su alterada conciencia.

 A pesar de que el asco de haber hecho algo así con el ex novio de su mejor amigo fue mucho, YeonJun sigue significando alguien importante. Jimin lo conoce lo suficiente como para reconocer que el daño causado por verse engañado es demasiado para digerir... ¿Qué hará cuando la verdad toque a su puerta? ¿Qué será de él?

Estará fragmentado. Tan roto, que teme que pueda seguir haciendo las estupideces de aquella noche. Entonces... ¿Debería exponer lo que hizo para que Taehyung tenga conocimiento de la forma en que se están desarrollan las cosas? ¿O simplemente lo ignora hasta que el propio destino se encargue de revelarlo? 

En cualquier de los casos, el daño que causará en ese hermoso rubio que sigue hablando felizmente de sus días con Jungkook, será muy grande. Conoce lo cálido del corazón de Taehyung, sabe que se ha lanzado sin paracaídas a una muerte segura tratando de ignorar el dolor que "Pudiera causar" En las personas. Sin embargo, ese "Pudiera" Ya es un "Está causando" Y él no sabrá ser feliz con ello. Lo conoce.

-Tae... Yo...—

"¡Maldición, maldición...! ¡¿Por qué me ha hecho esto, Jimin?! ¡¿Por qué BoGum ha hecho algo así?! ¡AH! ¡LO QUIERO MATAR! ¡Lo quiero matar...! D-Destruir... Así como me está destruyendo justo ahora..."

Pero esos recuerdos turbios de su amigo hecho un desperdicio después de aquella experiencia, simplemente no permiten que algo más salga. Esos redondos y brillantes ojos que desprenden chispas de regocijo terminan de hacer que cualquier cosa que vaya a decir muera en su boca. No puede ser él quien corte su alegría, no va a soportar verlo otra vez en el suelo vomitando sus intestinos por estar intoxicado de alcohol. No puede verlo ingiriendo una droga más... No puede.

-Tae... Yo... Estoy tan contento que el Sr. Jeon sea alguien importante. Por favor... Aprovecha cada segundo a su lado...

Como si fuera el último.


―•♡•―


-¿Park Jimin?

La semana que comenzó siendo una mierda para el pelirrojo, no pudo mejorar ni un poco en su segundo día. De lo contrario, no estaría escuchando aquel tono de voz que creyó haber mandado muy en el fondo de aquel cajón de "No me importa" Donde la mayoría de espacio lo ocupa su papá. Aquella tonalidad que ondula su estómago de forma violenta, hace que comience a doler entre muchos pinchazos insoportables. Es producto de su imaginación... Es imposible que—

-Dios, eres tú—apellas escucha aquello, sus ojos dejan las líneas escritas en times new roman de aquel libro, para poder subir hacia aquella sonrisa perfecta que deja en evidencia un par de hoyuelos que recuerda demasiado bien de hace un tiempo atrás. ¿Por qué su aliento se va de repente? ¿Acaso esa no era una de las tantas cosas que estaban en la caja? No puede ser...—mucho tiempo sin verte...—dice la persona acercándose sin poder borrar la presunta alegría de encontrarlo de casualidad en este sector de la universidad.

-N-NamJoon... Si, ha sido un tiempo—asevera fingiendo tranquilidad, mientras sigue con la mirada como el ahora rubio se sienta a su lado sin dejar de mirarlo así... De esa forma que lo pone nervioso y le hace recordar que es un maldito idiota como todos los demás hombres que solo buscaban poder acostarse con él. Suspira repentinamente fastidiado por pensar en ello—¿Qué haces aquí? Es decir, sé que tu padre es el rector, pero pensé que estabas en estados unidos... Y tú no suele ser del tipo de persona que vuelve...—el comentario lo deja en el aire haciendo entender lo que ha querido decir.

-Oh, Jimin. Nos vemos después de casi dos años y lo primero que haces es reprocharme... Maravilloso—comenta con sarcasmos, cruzando sus brazos por sobre el pecho—y que quede claro una cosa, no volví a buscarte porque tú me lo pediste.

-¿Te lo pedí?—repite incrédulo en medio de una risita sin gracias, colocando con fuerza el libro sobre la mesa de piedra después de haberlo cerrado—¿Qué esperabas, NamJoon? Dijiste muchas cosas que me hicieron sentir especial, yo a pesar de no confiar demasiado en las persona te creí como un tonto pensando que eras sincero conmigo pese a todo lo que decían de ti, ¿Y qué procedió después de eso? Uh... Si, quizás llegué a casa de mi mejor amigo y te encontré envuelto entre sus sábanas completamente borracho. Cualquiera hubiese pedido que te largaras al infierno después de eso—gruñe.

-No sabía lo que hacía ¿Bien?—corta de inmediato tratando de justificarse. Un jadeo de molestia de parte de Jimin brota, haciendo que se desespere—Vamos, Jimin. Déjame intentar explicarte una vez más...

-¡Estaban desnudos! ¡¿Qué cosa podrías explicarme de eso?!

-¡No hubo sexo! Diablos... No hubo sexo—golpea su frente superado sin poder hallar una forma de poder expresarse como quisiera. Este tipo de cosas definitivamente no son lo suyo, no ha nacido con el don de poder relacionarse con las personas sentimentalmente. Pero este pelirrojo se metió en su piel de una forma sorprendente no pudiendo borrarlo de su sistema después de casi dos años—mira... Me pediste que no le dijera a Taehyung que habíamos salimos un par de veces, y no lo hice, no le dije solo porque tú me lo pediste debido a tus malditas inseguridades respecto a mí. Sé que el no poder avanzar contigo más allá de eso no fue ninguna justificación para emborracharme de la forma en que lo hice y terminar en esa cama. Vamos, ni siquiera me fui con Taehyung a tomar pensando que me lo podía follar o algo. Solo fuimos y ya, cuando ya habíamos tomado lo suficiente dijo que se sentía mal, yo sabía dónde estaba su apartamento y nos fuimos... Pero no nos acostamos, Jimin. Lo juro.

-Idiota. ¿Cómo vienes aquí después de tanto tiempo a decirme esto? ¿Crees que te voy a creer? Estás muy equivocado, Kim. No podría confiar en la palabra de alguien que jodidamente estaba frustrado por no haber podido acostarse conmigo, prefiriendo vengarse yéndose a la cama de MI mejor amigo que estaba borracho y posiblemente drogado—dicho eso, se coloca de pie tomando sus cosas para volver por el camino de piedra hacia cualquier parte de la universidad en la cual no este NamJoon.

-Taehyung me lo dijo—le grita cuando está unos metros por delante, haciendo que cualquier movimiento se detenga—hace meses que hablo con Taehyung para poder saber cómo va todo aquí en Seúl... De cómo vas tú. Borraste todas tus redes sociales, no sabía una mejor forma de ubicarte y saber cómo estabas—comienza a explicar en voz baja—en una de esas pláticas surgió el tema de esa noche, le pregunté directamente si recordaba algo ya que yo estaba muy... Muy borracho. Él solo pudo reír por largo rato, y decir que nos vomitó a ambos... Que ha sido una de las peores borracheras que ha tenido ya que no estuviste para frotar su espalda mientras botando todo por el inodoro. Que jamás podría acostarse con un amigo ni siquiera en sus peores momentos... Que no me preocupara.

-Él dijo... Que ustedes...-

-Estaba teniendo problemas con los pagos de la universidad, solo hablé con papá y le pedí una prórroga para que así pudiera tener chance de reunir el dinero que fue hurtado en una de sus fiestas. Quizás... No sé, quizás alguien pudo difundir dicha información—delibera—no nos ceguemos tampoco, ¿Bien? Taehyung posee demasiados enemigos en este maldito lugar debido a sus constantes ligues. Incluso, apenas he regresado de estados unidos y ya me dijeron que fue suspendido su prórroga y trimestre, cosa que no entiendo cómo sucedió si esa fue una orden directa del rector. Además, ni quisiera se preocupó en decirme que algo como esto estaba pasando, se supone que yo pude ayudarlo a que esto no sucediera.

-Espera... Espera... ¿De qué mierda estás hablando, NamJoon? ¿Prórroga? ¿Deuda? ¿Hurto? ¿Cancelación de su trimestre? Pero...—niega desconcertado con su labio inferior temblando por toda aquella abrupta información— No entiendo nada de lo que dices. Taehyung está de reposo... Le dieron varias semanas debido a un problema con su mano, es por eso aún no ha regresado.

-No te lo contó...

-¿Contarme qué? Habla de una puta vez—gruñe.

-Está fuera... Hasta que no cancele la deuda que tiene con la universidad simplemente no podrá seguir recibiendo clases. En pocas palabras, ha perdido el trimestre—informa con pesar, sintiéndose mal al notar el horror venir de Jimin—Y eso no es lo peor, lo peor es que tiene piedras como cerebro y no quiere aceptar ayuda. Incluso... Mencionó que va hipotecar su apartamento para pagar la deuda con la universidad. ¿No es tonto?

Y Jimin pudo asegurar que si no se calmaba iba terminar colapsando.


―•♡•―


-HyoJung... No, en este momento estoy llegando a casa y no puedo volver ¿Bien? Dile al inversor chino que le has asignado una cita para mañana debido a que poseo un asunto familiar—pide el azabache al teléfono, cerrando la puerta de su auto para emprender el camino hacia la entrada de la gran casa que por años fue su hogar—no, solo dile eso. Bien, bien... Si, a las 10 está bien—con calma coloca el código de acceso parar abrir la puerta un momento después. Sus ojos viajan a todos lados en busca de alguien, pero el silencio es definitivo. Quita sus zapatos—Bien, eso sería todo... ¡Una última cosa!—exclama antes de ser la llamada colgada, la mujer del otro lado se queja—ya, ya... Es que necesito que reserves un lugar en Tavolo 24 para una cena mañana... ¿Qué? No, no... No será una cena familiar. Solo para dos personas. Dios, el día que dejes de preguntar te haré un aumento—y cuelga.

Negando desaprobatoriamente debido a la creciente curiosidad de su asesora, Jungkook se aventura por las escaleras del primer piso en busca de poder verificar el estado de su hijo después de la ausencia que tuvo durante todo el fin de semana. Sin embargo, apenas alza sus nudillos para rozar la madera blanca de la puerta de YeonJun, la figura de Ji Woo sale de la habitación que antes era de ambos, pudiendo percibir por primera vez su presencia.

-¿Jungkook?—la decepción en el rostro de la mujer no pasa desapercibida por el azabache, que rápidamente advierte que algo no está bien. Vislumbra como su cabello negro cae húmedo por sobre sus hombros mientras su cuerpo viste una falda de tubo con ausencia de alguna blusa, en su lugar, una toalla es lo que cubre su pecho—Por un momento pensé que era YeonJun...—farfulla con tristeza.

-¿Ocurre algo?

-¿Algo?—ella niega con cuidado sonriendo con debilidad—ocurre todo lo que ni siquiera te puedes imaginar—en cambio dice, yendo nuevamente dentro de la habitación para continuar con lo que hacía. Apenas cruza el marco de la puerta, aparta la toalla de su pecho lanzándola al primer lugar que ve para tomar las medias panties que están sobre la cama esperando ser usadas. 

Jungkook entra tras ella sin comprender absolutamente nada de aquellos comentarios.

-Ciertamente me estás preocupando, Ji Woo. ¿Qué ha pasado en mi ausencia?

-Él sabe que nos vamos a divorciar—suelta en voz baja, ocupando el pequeño banco acolchado de su tocador para poder ingresar el primer pie dentro de la tela delgada de las medias.

-¿Lo sabe? Espera... ¿Le dijiste?—pregunta incrédulo—Pero Ji Woo habíamos acordado que juntos lo haríamos—reclama. La mujer detiene lo que hace, elevando sus ojos al hombre azabache que parece perturbado por descubrir aquella información. ¿Qué podía hacer? Él no había vuelto por casi una semana, no es como si fuera su culpa que su hijo haya sido inteligente al deducirlo. Suspira con cansancio volviendo a su vestimenta, debe apurarse—Dios, no me ignores. Al menos debiste decirme que mi hijo ya sabía que nos íbamos a separar, pude volver... Pude volver y alentarlo de alguna manera.

-No lo hice porque no quería molestarte, Jungkook. Sé que posiblemente estabas con esta persona y no quería ser un inconveniente ¿Me explico?—aclara en un susurro. Sin importar estar en brasier de encaje rosa, se coloca de pie para ir en busca de alguna blusa en el armario. Jungkook ni siquiera se inmuta al verla, y Ji Woo tampoco se preocupa de ello. ¿Cómo no darse cuenta antes de que toda iba mal si estas eran sus reacciones desde hace mucho?—YeonJun lo descubrió por sí solo, él solo preguntó y yo respondí...

-¿Sabe que yo... Fui infiel?—cuestiona temeroso, apretando sus puños por dentro de los bolsillos del pantalón. La mujer le dirige una larga mirada llena de reproche como respuesta—lo siento.

-No creí que pudieras imaginar que yo le diría eso—comenta ella decaída, eligiendo una blusa de seda completamente sencilla que fue un lindo obsequio de YeonJun meses atrás—hay cosas que solo deben ser tratadas entre parejas, Jungkook. Él es nuestro hijo, sí. Pero ni siquiera teniendo ese título puede exigir más de lo que estamos dispuestos a decir. A demás, fue suficiente con explicar que no éramos felices... No como merecíamos serlo—finaliza ella con un gesto triste, no pudiendo terminar de asimilar que pueda hablar de este tema como si nada, sin romperse o echarse a llorar como es comúnmente.

¿Debería de sentirse orgullosa de sí misma? Quizás deba apreciar mucho más el tipo de persona en la que se ha convertido, una madura y con ganas de no mortificarse más de lo que en algún momento hizo. No, ya no desea sentirse atrapada en un callejón sin ninguna salida. Por eso, siente ese malestar en el estómago al ver lo estresado que se nota Jungkook después de descubrir que su hijo posiblemente sufrió por esto y no pudo estar para consolarlo. 

Aunque no quiere darle un motivo más de aflicción, es su deber el informar el verdadero estado que pudo identificar en el chico después de estos días de ausencia.

-YeonJun está decaído, pudo mencionarme que terminó con Taehyung y que no la está pasando muy bien por ello—dice, colocando con cuidado dicha prenda por encima de su cabeza para finalmente acomodar mejor los detalles de sus hombros viendo el reflejo de su espejo—no quiero preocuparte mucho más de lo que ya estoy, Jungkook. Pero nuestro hijo llegó ayer completamente drogado a casa... Estaba... Vomitando por todos lados, y simplemente farfullaba entre leves gemidos que necesitaba a Taehyung. Que lo extrañaba y que... No quería que siguiera doliendo—cuenta, demostrando finalmente lo afectada que está por haber presenciado aquello, todavía se le eriza la piel—tengo miedo ¿Bien? Mucho miedo—confiesa.

Jungkook deja caer sus ojos al suelo completamente aturdido por esto que acaba de oír. ¿Su hijo llegó en ese estado por necesitar a Taehyung? El Taehyung que lo dejó de lado por él haber interferido activamente en su relación. Diablos, mil veces diablos. ¿Es su culpa que su hijo este pasando por esto? Posiblemente la respuesta más sensata sea el decir sí y tratar de remediarlo. ¿Pero se puede remediar? ¿Cuál es la solución de esto? ¿Alejarse de Taehyung y alentarlo a volver con su hijo?

No, por supuesto que eso no arreglaría nada. Taehyung está enamorado de todo lo que Jungkook representa y Jeon está perdidamente amando a Kim Taehyung por sobre todos sus defectos. El pedirle que vuelva con YeonJun solo para evitarle el sufrimiento es algo que su hijo no merece, que el mismo Taehyung no tiene que pasar por haber descubierto el amor en alguien que quizás era un imposible en aquel momento, pero que justo ahora es la representación de lo tangible.

-Debemos brindarle ayuda...—es lo primero que puede decir, después de intentar centrarse en alguna posibilidad viable. No obstante, todo en su cabeza grita "Culpable" "Culpable" "Sufre por tu egoísmo" "Tú le quitaste a Taehyung, fuiste tú" Una de sus manos va a su frente y comienza a masajear insistentemente—debemos hablarle, tratar de asesorar y hacer ver que lo que hace no le ayudará en nada. Si no es posible de nuestra parte... Un psicólogo es una persona especializada que puede tratarlo... Jodida mierda—gruñe, cayendo sentado sobre la cama.

-Hablaré con TaeHee, ella conoce personas y podrá recomendarme con alguien—farfulla la mujer con ganas de ir y poder acicalar de alguna manera a Jungkook, pero absteniéndose de hacerlo, al ella tampoco estar completamente bien—puedes calmarte... Solucionaremos esto. S-Solo será una etapa más...

-Es mi culpa... Dios, es mi culpa—dice en voz baja, mordiendo insistentemente su labio inferior casi hasta romperlo. "Él... Me perdonará" Eso no va a suceder ¿Verdad? YeonJun nunca va a perdonarle algo como eso nunca. Nunca lo hará... No, no, no ¿Por qué debe ser de ese modo? ¿Qué debe hacer? Quiere a Taehyung, no, este sentimiento es mucho más que eso... Amor, uno auténtico que lo hace ver más allá de las estrellas, uno sincero que nació de manera espontánea, sus ojos, su voz, su suave piel, sus palabras, sus miedos, sus metas... Todo lo ama, todo—pero es mi hijo...—susurra con ojos cristalizados.

-¿J-Jungkook?


Ese día fue el preludio de todo.



Gracias a la persona que me recomendó a Sophie Simmons- Black Mirror, bestial canción para escribir. ¿Me recomiendan música? Saben, esas que no pueden dejar de escuchar por ser magníficas. #NoReggaeton #NoBTSporqueYaLasTengoTodasALV



-AlHanyG

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