•21 | Tornillos sueltos.
Las personas casi siempre suelen crear un océano entero de complicaciones por las cosas que ellos creen ameritan ese grado de importancia en su propio mundo, haciendo verdaderamente tedioso para los demás que lo rodean el tener que tratar esas situaciones incómodas que nada tiene que ver con ellos mismos, pero que de alguna u otra forma, quedan impregnados.
A pesar de ser una molestia para la gran mayoría, Jimin siempre fue parte de ese pequeño porcentaje que termina hundiéndose en dichos dilemas subjetivos con la meta de lograr dar paz a la persona conmocionada. El tratar de ser así de comprensivo con los demás, siempre le trajo verdaderos problemas, primero un empujón y un "No te metas", luego un insulto seguido de un golpe. Hasta que en una oportunidad sobre su apellido cayó una denuncia por estar "Envuelto" En una pelea que él solo trataba de apaciguar con desesperación.
Motivado a ello, él ya no suele entrometerse en los problemas de los terceros. Al menos, eso ha intentado con toda la fuerza de su voluntad. Pero el presenciar cómo la luz interior de YeonJun cada vez más se va apagando con el pasar de los días, ese instinto compresivo le grita que haga algo al respecto, que la menos se acerque y toque su hombro en modo de apoyo, que las palabras "Todo estará bien" Salgan.
¿Sería correcto hacerlo? ¿Estaría bien el dar falsas esperanzas?
No, claro que no; porque por más que intente el auto convencerse de que las cosas irán perdiendo la intensidad llevada con el paso de los días, la situación solo empeorará cuando la verdad detrás de todo le explote en la cara a cada una de las personas implicadas. Al menos, Taehyung se lo hizo saber al verse tan radiante como nunca al hablar por teléfono o simplemente manteniéndose en silencio mientras sonríe a causa de algún recuerdo agradable vivido con el Sr. Jeon. Ellos van en serio... No sabe qué tan en serio, pero algo le dice que más pronto de lo esperado todo será revelado.
Y joder, claro que entiende a su amigo, lo comprende tan bien como concebía esas imbéciles reglas autoimpuestas que solo lo alejaban mucho más de su objetivo de ser feliz. También comprendía el por qué se drogaba con lo que fuera que encontrara o se emborrachara hasta perder la conciencia. Tolero miles de veces que su estómago fuera botado mientras repetía una vez más que no volvería hacerlo. A pesar de todas esas veces que tuvo que recogerlo del piso por estar lo suficientemente destrozado por haber sido burlado, Jimin lo comprende y no puede juzgarlo.
No puede juzgar que ame, no puede reprocharle que va a lastimar a muchos; porque él mismo fue roto tantas veces en esos años que lleva conociéndolo, que no sabe cómo aún tiene fortaleza de andar por esos pasillos de la universidad donde su vida sexual todavía es un tema del cual opinar. Por todo eso, Jimin no ha podido ir hacia YeonJun y decirle que lamenta que las cosas con Taehyung no hayan funcionado, le resulta demasiado hipócrita de su parte.
-¿Café?—gruñe una voz de mala gana, haciendo que los pensamientos dispersos de Jimin se junten de inmediato al reconocer aquel tono que en algún momento llegó a odiar. El ahora pelirrojo gira a un lado, distinguiendo el rostro agraciado de SeokJin siendo preso por una mueca molesta al tener que atenderlo. Golpea su pie contra el suelo—¿Quieres o no? Termina de una vez con mi sufrimiento de tener que hablarte—le pide. Jimin gira los ojos divertido.
-Claro, un poco más del amargo café que preparas sería agradable ahora que tengo la desdicha de ver tu rostro—bromea él, moviendo su taza unos centímetros para permitirle verter más de aquel oscuro líquido. Mientras el café cae en su taza de vidrio, Jimin se da el tiempo de observar esas facciones hermosas que el mayor posee, su nariz y perfectos labios. Su cabello que parece tan suave y bien cuidado. Su piel, está seguro que nadie más conserva esa humectación.
-¿Qué tanto me miras?
Si YoonGi Hyung hubiese puesto los ojos en alguno de nosotros dos, estoy seguro que él sería el ganador.
-Lo atractivo que eres—expresa sin filtro, llevando la taza a sus labios llenitos. Al parecer aquel comentario hace que SeokJin se sorprenda de más, al su jarra temblar un poco en el acto y mirarlo con los ojos muy abiertos—¿Qué? ¿No muchos te dicen ese tipo de cosas?
-Lo hacen... Obviamente sí. Pero no los que se suponen son mis rivales—Jimin ríe mientras niega en desacuerdo ante eso—¿No qué? No entiendo, ¿Por qué hoy no estás actuando como un idiota?
-¿Rivales de qué? No hay motivos para ser rivales, SeokJin. YoonGi Hyung... Él nunca estará interesado en ninguno de nosotros ¿Sabes? Creo que es una estupidez el seguir lanzándonos odio cuando nunca vamos a lograr nada con ello—farfulla con lamento, esperando las réplicas del mayor al decir algo como eso. Sin embargo, él solo lo observa con un poco de resignación—¿Por qué no dices nada? ¿Acaso tú...? Dios, ¿Lo sabías?—jadea pasmado.
-¿Cómo es que tú no lo hacías?—sonríe triste, humedeciendo sus labios con la punta de su lengua—ella ha venido tantas veces aquí que ya hasta sé su orden de memoria... Mokaccino con una porción de pastel caprese que comerá lentamente. Luego de terminar, pedirá una porción de tarta de Santiago para llevarle a su madre que está enferma en casa. Viene los jueves y domingos alrededor de las 3:30 pm...—SeokJin se alza de hombros quitándole interés—Yoonie es feliz con ella, ¿Sabes? Él sonríe de esa forma que...-
-Lo sé—interrumpe Jimin en medio de un débil jadeo. Su ánimo repentinamente lo siente por el suelo debido al ridículo papel que jugó por meses al querer llamar la atención de alguien que simplemente jamás tendría. ¿Por qué duele tanto? Nunca le dio algún tipo de esperanza, no debería de importarle demasiado. Ah... Es porque ha sido la única persona que me ha interesado voltear a ver dos veces ¿No?—sonríe de esa forma que te hace saber que... Nadie más lo hará tan feliz como ella lo hace... ¿Eso quieres decir?
Pero SeokJin no responde. ¿Por qué? ¿Por qué lo mira como si fuera un tonto que se está quebrando por alguien que nunca le corresponderá? Cierto, es porque justamente eso es lo que sucede. Los dedos del mayor tocan con un poco de retraimiento su rostro para apartar una lágrima que ha brotado a causa de no poder contenerse. No, no, odia esto.
-No llores, chico. Al menos no aquí, no te diré que Yoonie no lo merezca; porque vamos, ese hombre es lo mejor que le pudiera pasar a alguien—debido a ello, Jimin solloza más fuerte alarmando a varios clientes cercanos—oye no, no quise hacerte sentir peor. Es decir... Hay demasiados hombres en este mundo que quizás encuentren tiernos tus enormes cachetotes, provocativos tus labios y perfecta tu baja estatura, no es el fin del mundo.
-P-Pero... N-Nadie se fijaría en mi—gimotea, restregando sus ojos con sus manitas gorditas. SeokJin suspira rendido, ocupando el asiento frente a Jimin a pesar de que sabe el gran regaño que más tarde tendrá de YoonGi por estar hablando y no atendiendo a los demás clientes. Carraspea—¿Q-Qué?
-No me caes lo suficientemente bien como para consolarte, pero si dejas de llorar puedo jurar que puedo hacer que alguien se fije en ti—propone, con la única meta de que no siga sollozando en una solitaria mesa mientras él se va a trabajar. Eso sería lamentable.
-¿Cómo harás algo como eso? N-No creo que...-
-Esta noche en el bar de respite he quedado con algunos amigos, ven y te enseñaré cómo puedes tener a un hombre a tus pies de una forma muy sencilla. Estaré cerca de la barra alrededor de las 11:30, si de verdad estás interesado en notar el impacto que puedes tener, ven con la mente abierta—aconseja, antes de pararse e ir a las demás mesas.
¿Cómo fue que llegaron a eso?
―•♡•―
Lord of big dreams*
¿Estás disponible?
¿Puedo ir por ti?
Quiero enseñarte algo.
✓✓
Tú*
Jungkook...
¿No deberías de estar trabajando?
✓✓
Lord of big dreams*
Sí, pero mi asesora
Aseguró que debía tomar un descanso
Debido a mi problema con la calvicie...
✓✓
Tú*
¿Calvicie?
¡Oh, por dios! ¡Quedarás calvo!
:'D
Es broma, he acariciado tu cabello y
Todo está en completo orden.
Jeje :3
✓✓
Lord of big dreams*
Lo sé, pero ella todavía está
Molesta por haberla dejado sola
En la cena de hace unos días.
Incluso, dice que ya no hará mi té
De valeriana y que consiga una asistente.
:)
✓✓
Tú*
¿No tienes una asistente?
Puedo preparar el té para ti
Y llevarlo todas las tardes,
Me siento responsable de que la
Hayas abandonado.
✓✓
Lord of big dreams*
No te preocupes, pequeño.
Puedo contratar a alguien para ello.
Entonces...
¿Estás disponible?
Solo será un momento.
✓✓
Tú*
¿Para ti?
Siempre lo estaré, Sr. Jeon~
✓✓
Lord of big dreams*
Pequeño...
✓✓
Tú*
¿Sí?
✓✓
Lord of big dreams*
Gracias.
✓✓
Y esa única palabra es lo suficientemente importante para que el rostro del rubio se hunda entre las acolchadas almohadas al no poder evitar chillar feliz en una voz aguda; porque eso es todo lo que puede percibir, una felicidad indescriptible que corre por sus articulaciones y lo llenan completamente. Dios... Él en serio es muy feliz justo ahora, tanto, que en realidad no le importan sus demás problemas o complicaciones que en su momento lo hicieron angustiar hasta el punto de enfermar.
Ahora, completamente sonrojado por la forma en que se ha ido desarrollando su relación con Jungkook en los últimos días después de su precipitada desaparición, Taehyung se coloca de pie para ir en busca de algo bonito que ponerse antes de que Jungkook llegue por él. Su maleta negra es colocada sobre la cama asignada por Jimin, procediendo en rebuscar con una sonrisa algo adecuado para la ocasión. Sin embargo, el fracaso lo llena dos segundos después al solo encontrar entre sus prendas camisas anchas y monos para dormir.
-Mierda—Bien, quizás debió traer más ropa de su casa destinada a salidas casuales cuando decidió quedarse en el apartamento de Jimin por su lesión de mano. Pensándolo bien... Es que él ni siquiera hizo su maleta, fue su amigo el que concluyó ir a buscar algunas cosas necesarias para su estadía en ese lugar al no sentirse muy cómodo usando sus prendas. Ahora todo tiene sentido—nunca había estado en una situación en la que no sé qué colocarme—farfulla rendido, sentándose en el inicio de la cama con la crisis existencial muy cerca.
No sabe cuánto tiempo transcurre desde que su mirada se queda fija en su zapatilla converse de color blanco, pero antes de darse cuenta que ha quedado perdido en la nada, ya el timbre de la puerta está sonando tranquilamente con un lapso de 10 segundos entre toque. Jadea en sorpresa, bajando sus ojos a la pijama de oso que todavía viste a pesar de ser pasada las dos de la tarde. ¡No, ni siquiera se ha podido duchar! ¿Qué dice? ¡Ni siquiera ha desayunado... O almorzado! ¡Como sea!
-U-Un momento, por favor—grita desde la puerta de la habitación muerto de vergüenza. Tan rápido como puede, llega al baño intentando desvestirse descuidadamente para así poder lavar su cara que es muestra irrefutable de que se acaba de levantar. En el proceso cepillar sus dientes y bajar su mono, se golpea el codo con la pared de azulejos teniendo que morder el cepillo dental para no maldecir a toda su generación por la mala suerte que tiene—jodida puta madre...—gruñe dejando salir espuma blanca de su boca.
-¡Tae he llegado! El Sr. Jeon estaba en la puerta ¿Por qué no le habías abierto?—pregunta el pelirrojo desde lo que cree es la puerta de su esporádico cuarto—Lo dejaré esperando en tu habitación...-
-¡NO!—grita acercándose a la entrada no cerrada de su baño para hacerle saber a Jimin que por ningún motivo puede dejar entrar al chiquero que posee como habitación al Sr. Jeon. Sin embargo, tanto Jimin como el hombre azabache se quedan congelados ante la vista de un greñudo rubio con crema dental saliendo de su boca, vistiendo una camiseta café que dice "Baby bear" y con un mono enredado en sus pantorrillas, emerger de repente. Mierda por dos—Uh... E-Estás aquí ya... ¿Hola?—saluda torpemente, extrayendo el cepillo de su boca y guardándole tras su espalda.
¿Puede morirse ahora? ¡Quiere que la tierra se lo trague y lo vomite en martes! Pese a las súplicas dirigidas a los seres inmortales, las risas de ambas personas no se hacen esperar apenas cruzan miradas. Jimin es verdaderamente ruidoso, no pudiendo evitar golpear su mano contra la pared por tal desastrosa vista que su amigo siempre mantiene al levantarse, y que justo luce frente su enamorado. En cambio, Jeon Jungkook trata de mantener su risa para sí mismo, fracasando en el momento que ve como el rostro del pequeño rubio se va colorando progresivamente.
-¡Oh, ustedes dos me...! ¡Dejen de reírse! ¡L-Los odio!—y con ello, vuelve a ingresar al baño cerrando la puerta tras su espalda.
-Ah~ Tae sabe cómo subir mi ánimo incluso en los peores momentos—asegura Jimin limpiando una lagrimita de su ojo izquierdo conseguida después de tanto reír. Suspira tembloroso con ese calorcito de tranquilidad en su pecho llenarlo después de haber estado llorando como un tonto en aquel café por un hombre que está siendo feliz con alguien más—¿Qué dice Sr. Jeon? ¿Acaso no es el más lindo estando como un desastre?
-El desastre más hermoso que he podido conocer—comenta con una pequeña sonrisa y ojos brillantes que son llevados al diminuto ramo de Gardenias que no pudo evitar comprar al venir allí. Dulzura y pureza, es lo que lo motivó a adquirir el pequeño detalle para su...lindo Taehyung.—¿Crees que le gusten?.
A pesar de saber que no a todos les gusta recibir flores, él ha sido un hombre que adoptó como propio el estudiar sus significados, otorgando hermosos ramos a las personas cercanas por medio de las mejores floristerías. Sin embargo, esta es la primera vez que se detiene en medio de la calle para solicitar algo tan pequeño y sencillo en un diminuto local que quizás no posee la relevancia que merece.
-Le encantarán—interrumpe con timidez. ¿Por qué siente renovadas ganas de llorar? Maldita sea, odia estar así de sensible por haber sido rechazado sin siquiera haberlo intentando—Tae no es la clase de personas que se deja llevar por el costo o tamaño. Él es tan... Agradecido con lo que tiene, sea mucho o poco. Sé que apenas están comenzando en... Bueno, lo que sea. Pero puedo jurarle que amará tanto lo que representa Kim Taehyung, que cada día que despierte sonreirá complacido de haberlo conocido pese a las circunstancias—susurra Jimin, con ojitos cristalizados. ¿Por qué instituye que nunca nadie pensará eso de él? ¡Ah!—l-lo siento... Debo ir a llorar a mi habitación, Sr. Jeon. Está en su casa...
-Jimin... ¿Estás bien? ¡Espera...!—pero ya la puerta que está justo frente a la de Taehyung es cerrada de un portazo dejándolo confundido.
La mortificación de haber hecho o dicho algo que haya sensibilizado al chico de tal forma, comienza a llenar su cabeza. Pueden llamarlo de la forma en que les plazca, pero Jeon Jungkook ya no soporta ver lágrimas en las demás personas, por el simple hecho de recordar que su propio hijo eso es lo único que hace últimamente.
Y puede que tenga responsabilidad. Pero... Simplemente no puede dejar ir a Taehyung también.
―•♡•―
-YeonJun...—la mujer deja de lado lo que hace para regalarle una sonrisa tímida a su hijo que luego de semanas estando solo de su habitación a la universidad, por fin ha decidido hacer acto de presencia por su propia cuenta. El de cabello azul ocupa en silencio una de las sillas de la isla de la cocina, tomando seguidamente una manzana roja entre sus dedos para juguetear un poco con ella—que bueno que vienes aquí justo hoy que vamos a comer uno de tus platillos favoritos...
-El Kimchi es la comida favorita de papá—interviene, notando la manera en que su madre simplemente rehúye de su mirada con una sonrisa fingida sin acotar algo más.
YeonJun a pesar de estar agotado mentalmente por todo lo que está pasando en su vida amorosa, no es ciego o tonto. Sabe que su padre está durmiendo en otra habitación. Sabe que muchas veces llega extremadamente tarde, o que simplemente no regresa sino hasta el próximo día muy temprano. Está distraído y últimamente lo mira de esa forma... Esa que le pide silenciosamente que lo disculpe.
¿Por qué debería de hacerlo? No lo entiende, y justo por eso es que se encuentra allí en busca de respuestas a todas sus repetitivas preguntas. Está al tanto de que no debe meterse en algo que no es directamente sobre él, sus padres a pesar de ser sus padres, tienen una relación de pareja más allá de compartir el vínculo que su nacimiento formó; pero esto es algo que necesita saber o simplemente no podrá seguir durmiendo por las noches.
-¿Pasa algo entre ustedes dos?—inquiere en voz baja, notando de Ji Woo no trata de fingir lo que desde hace semanas él notó al observar a la lejanía. Su madre está siendo mortificada, y no por algo que desconozca, si no es por algo que ya sabe y trata tontamente de ocultar—¿Están teniendo problemas? O... ¿Acaso ustedes...?—deja la pregunta en el aire para que sea la mujer quien la continúe. A pesar de ello, Ji Woo solo sonríe nuevamente tímidamente siguiendo con lo que hacía—mamá...
-¿Amas a tu padre, hijo?
-De la misma forma en que te amo a ti—responde lleno de veracidad, frunciendo el ceño ante lo frágil que la mujer repentinamente se muestra. Su corazón se termina de comprimir en su pecho por aquella mirada cristalizada que se le es otorgada seguidamente de su respuesta. No... No...—mamá, por favor... ¿Qué sucede?
-Tu padre y yo queríamos encontrar el momento para poder hablarte, Yeon—y eso es todo lo que necesita para que un jadeo lastimero rompa su garganta lleno de entendimiento. Comienza a negar poco a poco, queriendo salir de ahí antes de que su madre continúe diciendo cosas que él mismo dedujo en su momento y que simplemente no quería creer—tu padre y yo hemos estado 21 años juntos, hijo. Nos hemos querido, comprendido... Quizás un poco—sonríe nuevamente con tristeza—hemos compartido tanto, que ya no recuerdo ni siquiera la mitad de las cosas que hemos hecho juntos. Reímos... He llorado y culpado de cosas de las cuales no era culpable. Di todo lo que tenía para dar, y puedo jurar que Jungkook dio el doble—susurra tratando de ser fuerte, pero sus ojos se llenan de lágrimas al reconocer aquel llanto silencioso que su hijo comienza a llevar—no sufras por esta decisión... P-Por favor.
-¿S-Se van a divorciar?—logra articular. Y un simple asentimiento de cabeza hacer que los sollozos del joven sean audibles en todo el lugar entre respiraciones erráticas. La mujer rápidamente da vuelta a la isla y toma entre sus cálidos brazos al joven que se está partiendo en pedazos por una noticia que lejanamente ya sabía. Lo sabía con solo ver a sus padres interactuar, mirarse... Lo sabía—¿P-Por qué? U-Ustedes se veían estables... No lo entiendo, mamá. No lo entiendo... ¿Por qué?—niega llorando más fuerte.
-P-Porque necesitábamos respirar, YeonJun—responde mientras soba la espalda de su hijo con parsimonia en un intento de consuelo—nos merecemos ser felices de verdad, de esa felicidad que te hace sentir asfixiado y dichoso cada vez que un nuevo día llega. Necesitamos estar al lado de alguien que con solo mirar su rostro te haga explotar miles de fuegos artificiales. Que por más problemas o dificultades que se presenten... Sigamos pensando cuan maravilloso es... Necesitamos esa clase de amor que nos haga ir mucho más allá del entendimiento. Necesitamos m-mucho más de lo que estábamos recibiendo ¿E-Entiendes, hijo? Necesitamos la libertad a la cual renunciamos hace tanto... P-Por favor no nos juzgues, por favor no n-nos odies por decidir ir en caminos diferentes... P-Por favor...
-M-Mamá...
YeonJun quiso decir que no los podría odiar ni aunque quisiera, que Jamás juzgaría a las personas que le dieron el poder vivir, el poder sentir tan intensamente como ahora. Quiso susurrar un "Los entiendo, malditamente los entiendo" Pero sencillamente su voz no podía salir más allá de sonidos quebrados por un corazón agónico.
Está siendo fragmentado parte por parte por algo que jamás creyó que le pudiera suceder; porque un divorcio entre las dos personas más importantes de su vida nunca figuró en su cabeza hasta hace varias semanas atrás que pudo ver más claramente las interacciones de sus progenitores, incluso así, él no creyó que fuera para tanto.
Pero con estas previas declaraciones de parte de su madre le ha quedado una cosa demasiado clara, y es que ellos verdaderamente no se amaban. Quizás lo hicieron en algún momento, puede ser que simplemente confundieron gratitud con amor... O sencillamente nunca hubo un sentimiento de ese al que su madre se estaba refiriendo previamente. Sin embargo, lo que más está haciendo sufrir a su despedazado corazón, es el saber que tuvieron que esperar 21 años para descubrir que ninguno de los dos era la definición de felicidad del otro.
¿Acaso eso no es lo suficientemente cruel para ambos, como para tener que soportar también el ser juzgados? ¿Con qué derecho puede siquiera imaginar el intentar mantenerlos unidos después de conocer estos detalles?
No puede.
No puede pensar el hacer un poco más infelices a las personas que pelearon contra el mundo, contra sus propias metas y sueños, por su nacimiento. Los que tenían que dejar de comer para permitirle un bocado más de alimento, los que tenían que usar la misma ropa vieja para que él vistiera algo nuevo. No puede... Malditamente no se lo perdonaría jamás.
-L-los apoyaré en todo...
―•♡•―
Taehyung observa con ojos brillantes aquellas flores entre sus manos que han sido obsequiadas previamente por Jungkook apenas estuvo decente para recibirlo de forma correcta. Si, quizás debió dejarlas en el apartamento de Jimin con agua antes de ser terco y traerlas con su persona a donde sea que Jungkook lo está guiando. Pero esta es la primera vez que alguien le regala flores en sus 21 años y necesitaba poder darse el placer de observarlas, olerlas y de ser posible, consentirlas todo el tiempo que tengan de vida antes de que se marchiten.
Pucherea.
Él personalmente nunca ha sido fanático de obtener flores como medio de decoración, le parece muy triste el verlas secarse con el paso de los días hasta que finalmente tienen que ser desechadas como algo que nunca tuvo relevancia. Definitivamente está a favor de poder apreciar la belleza y singularidad de cada una de ellas estando plantadas en un suelo fértil, que las nutra y las hagan mucho más hermosas de lo ya son debido a sus particulares rasgos.
Sin embargo, no podría rechazar que un detalle como este le ha hecho crecer su corazón hasta casi ser imposible que permanezca entre su pecho. ¿Qué es esa sensación? Oh si... Fuegos artificiales entre miles de titilantes luciérnagas que vuelan tranquilamente entre ellos volviéndose parte necesaria de su mundo. Es hermoso e inigualable... Esto es amor verdadero, ¿Verdad?
-¿A dónde vamos exactamente?—decide preguntar una vez cae en cuenta que está caminando por los pasillos de un complejo de apartamentos que está verdaderamente cerca de la que es su universidad. Jungkook a su lado solo puede sonreír un poco tímido señalando una de las tantas puertas del lugar en la cual se detiene para proceder abrir con cuidado y pedir mudamente que ingrese—¿Uh?
-Puedes pasar, pequeño. Esto es lo que quería enseñarte—invita aún con la sonrisita tonta en sus labios. Taehyung completamente extrañado de la actitud nerviosa que Jungkook muestra, simplemente hace lo solicitado e ingresa al lugar. Hermoso, muy hermoso lugar a pesar de estar prácticamente vacío a no ser por unas sillas altas en tono blanco que conforman la isla de la cocina y un único sofá prado en tonalidad gris. Su piso es de un hermoso viraró y las paredes de un marfil suave. Pero lo que más logra descolocar a Taehyung es aquel gigante ventanal que ocupa toda la sala y solo es cubierto por una persiana vertical abierta—¿Te gusta?
-Woo... Este lugar es verdaderamente hermoso—susurra anonadado.
Una vez en medio del apartamento, puede identificar que la cocina no posee separación alguna con la sala, y que un amplio pasillo deja contar un total de cinco puertas talladas en tono claro. Sus ojitos brillan en anhelo al reconocer aquel sitio como un hermoso sueño que algún día podrá cumplir, ya que es exactamente el tipo de lugar en el cual ha deseado vivir desde que la pequeña casa que ocupaba en Daegu, se volvió demasiado vieja
-¿Qué es todo esto? ¿Por qué me has traído aquí?—finalmente pregunta, girando hacia Jungkook que ya ha cerrado la puerta tras su espalda.
-Este... Será mi nuevo hogar, Taehyung—simplifica sin dejar de juguetear con las llaves del auto entre sus dedos—no inmediatamente, es decir... Tienen que cumplirse ciertas cosas primero para poder decir con amplitud que será mi nuevo domicilio.
-¿De qué estás hablando, Jungkook? ¿Hogar? N-No entiendo—titubea con rostro asustado. El ramo de flores es preso con fuerza contra su pecho, al siquiera imaginar una de las miles de posibilidades que lo han empujado a decir aquella palabra que solo se debe utilizar para especificar un lugar en concreto—tu hogar es aquella casa... ¿No? T-Tú estás casado—el azabache eleva sus ojos a esos cafés que lo observan con miedo, miedo de creerse culpable por algo que era inevitable que sucediera—¿Q-Qué no me has dicho? Jungkook, por favor.
-Me voy a divorciar, Taehyung—confiesa en un tono que no debería de sonar tan lleno de ilusión. ¿Qué hace? ¿Por qué suena tan malditamente feliz de poder decirle finalmente algo como eso? Sin embargo, el rostro abrumado del rubio hace que su sonrisa poco a poco desaparezca—¿Pequeño?
-¿Es mi culpa? E-Es mi... Jodida culpa ¿No es así?—Jungkook niega de inmediato ante sus ojitos cristalizados, dejando a un lado las llaves para poder llegar a su lado entre movimientos veloces. El rostro de Taehyung es preso por sus manos suavemente, obligándolo a que mire directamente hacia sus ojos que no podrían transmitir más sentimientos que ahora—J-Jungkook... Por dios... No lo hagas, no valgo lo suficiente...
-Vales cada maldita decisión que cualquiera puede tomar por ti—rebate en tono duro—no te denigres de esta forma. Me frustra demasiado el ver cuánto te lastimaron, hirieron ese lindo corazón que solo merece ser tratado con fragilidad. Simplemente no te hagas esto, Taehyung. No te culpes por algo que era inevitable, no te culpes por hacer que las ganas de vivir vuelvan a mí... Dios, eres tan tonto. Tonto... Mil veces tonito, Ji Woo y yo hemos acordado iniciar el proceso una vez YeonJun sea informado de la situación... Los dos decidimos esto porque no éramos felices, Taehyung. No lo éramos.
Asegura, abrazando con fuerza al chico. De un suave movimiento, hunde el rostro del chico entre su cuello para percibir esa suave fragancia que coloca en cada uno de sus baños. Tan hermoso, tan extremadamente bello lo que siente, que no consigue una explicación exacta para ser transmitido en palabras.
Taehyung también se funde en ese contacto que había necesitado durante todo el día. No desea sentir culpa por una separación que según Jungkook era inevitable. No obstante, el solo imaginar por un segundo lo destrozado que estará YeonJun con la noticia lo hace entrar en un decaimiento voraz. No quiere dañarlo más... Pero quiere tanto a este hombre a su lado como sus pulmones al oxígeno.
Deja un pequeño beso en su moflete, consiguiendo que Jungkook se separe un poco para poder rozar su nariz de la contraria. Sonríe quebrado.
-¿Esto está bien? ¿Nosotros? ¿A-Al menos existe un nosotros?
-Si necesitas un título por el cual ser llamado... Entonces te doy el del hombre de mi vida ¿Qué te parece?—farfulla Jeon en medio de una sonrisa boba que hace que Taehyung se ría y sonroje levemente—¿No? Entonces... ¿Qué te parece MK98?
-¿MK98? ¿Qué es?
-Un planeta que aún no ha sido descubierto y estoy inventando solo para hacerte reír de esa forma cuadrada que tanto me gusta—completa, haciendo que el rubio chille enternecido aún con lágrimitas en los ojos, y pique en sus costados con sus dedos haciendo que se doble por las pequeñas cosquillas que todavía conserva en ese sitio. El azabache se aleja inmediatamente entre diminutas risas—No, no te atrevas hacer esto Kim Taehyung... Cero cosquillas o...
-¿O?
-Podría besarte...
-Ummm... ¡Guerra de cosquillas!—y se lanza sobre él.
―•♡•―
12:53 AM.
Jimin transita por el pasillo del lugar que fue indicado por SeokJin en ese mismo día, sintiéndose verdaderamente estúpido al haber seguido sus palabras al pie de la letra. ¿Por qué ha venido? Diablos, no es como si de verdad necesita demostrarse que puede conseguir un hombre o algo, es obvio que lo puede hacer... O quizás no. Su pensamientos pierden sentido cuando su boca se abre ligeramente al terminar el pasillo y dar con algo sorprendente.
Música que retumba en sus oídos, luces que no le dejan centrarse en absolutamente nada y personas en un estado que no parece para nada sano. Están borrachos, tal vez drogados... Y él no cree que pueda dar con SeokJin entre ese mar de gente.
Un repentino miedo lo aborda. Él nunca había visitado estos sitios, él es de esa clase de personas que socorren a los que vienen a este tipo de sitios, Taehyung, para luego hacerle una sopa o algo. No, no, tiene que salir ahora ya. Sin embargo, sus ojos pueden reconocer entre la multitud de personas una figura que prácticamente se está arrastrando contra la pared al no poder permanecer de pie. Delgado y cabello azul.
-¿YeonJun?—farfulla para sí mismo, consiguiendo que su estómago comience a doler. Entre pequeñas disculpas que de verdad no le importa si son recibidas o no, se introduce entre el gentío para acortar la distancia con el chico que cree haber visto. Al llegar al sitio, ya no está. Gime—YeonJun... ¡YeonJun!—grita, girando a todos lados para poder ubicar nuevamente su cabellera.
¿Por qué siente desesperación? Si, quizás se deba al sentimiento de culpabilidad que lo está asfixiando justo ahora, o al ser consciente que su estado es lo suficientemente malo como para que esté solo en un lugar así.
Cuando las luces cambian su tonalidad por un microsegundo, puede observar nuevamente aquella cabellera húmeda en su campo de visión dando la vuelta en un pasillo que no está tan atestado de personas, así que sin pensarlo demasiado, va detrás de él con la meta de sacarlo de ahí para llevarlo a cualquier lugar en el cual pueda estar a salvo de su estado de mierda.
El pasillo por transitar posee escasa luz, junto con una que otra pareja que se están dando mucho más que besos... Esto logra hacer que Jimin se sienta retraído y dude el continuar, pero al descubrir que efectivamente aquel chico afligido es Jeon YeonJun no podría importarle menos unas parejas en medio de sus encuentros sexuales.
Con dedos temblorosos, empuja la puerta del baño en el cual el chico ha entrado segundos antes, dando con él apenas lo hace. El de cabello azul tiene su visión sobre el reflejo de aquel sucio espejo, mirando su rostro que está siendo bañado por gotas de sudor, al igual que su camiseta blanca. Sus labios están enrojecidos haciendo algún tipo de competición con sus ojos que siguen siendo presos por la oscuridad en forma de ojeras. Su respiración es errática al sus manos mostrarle una diminuta bolsa con píldoras de color azul dentro. Jimin se contiene para no jadear. ¿Por qué está maldita imagen le recuerda a Taehyung? ¿De esta forma se veía antes de drogarse? ¿Así de destrozado era su rostro?
D-Detente...
-YeonJun—su nombre es pronunciado suavemente, logrando que gire enseguida con un poco de dificultad a su dirección. Una mueca triste se forma apenas lo hace—¿Qué estás haciendo con eso? No sé qué mierda está pasando por tu jodida cabeza, pero esa mierda no es la solución, ¿Sabes?
-Jimin ¿Qué haces aquí? A-Acaso... ¿Taehyung está contigo?—el pelirrojo odia la forma en que el rostro del chico cambia con la solo mención de su amigo. ¿Por qué todo debe ser así? Mierda, es tan injusto. ¿Cuál sería su reacción si le dijese que muy posible Taehyung esté siendo mimado por su padre? Si, posiblemente termine de morir en vida —¿E-Es así? Yo quiero hablar con él... Yo quiero... N-Necesito hablar con alguien—farfulla torpemente con ojos cristalizados.
-No, Yeon. Taehyung no está aquí. Pero puedes hablarme... Vamos, deja eso y vayamos a un sitio en el cual puedas descansar de todo esto—propone con esperanza.
-Y-Yo no quiero descansar, jodidamente solo quiere que las cosas que están pasándome dejen de hacerme sentir como la mismísima mierda—solloza de repente dejando que su cuerpo vaya contra la pared. Jimin se acerca temiendo que caiga—¡No te acerques, joder! No necesito ayuda, si quieres ayudarme t-tráeme a Taehyung, lo necesito... Lo necesito tanto, Jimin. Quiero dejar de sentirme así, quiero que papá deje de mirarme como si se disculpara a cada momento... Q-Quiero que no firmen ese maldito divorcio, no quiero, p-pero solo deseo que sean felices... ¡F-Felicidad que mi nacimiento les arrebató!—grita alterado, terminando de romperse. Sus piernas tiemblan y su peso es demasiado para sostener—soy un error... E-Ellos son tan infelices... Dios mío, ¿Por qué?
Jimin se acerca lentamente hasta poder estar a su lado, de ese modo tratar de apaciguar todo aquel tormento. Contrario a lo que cree, YeonJun se aferra a él apenas tiene oportunidad haciendo que caiga a su lado. Sus sollozos suben de nivel cuando lo hace, pronunciando pequeños "Me duele" Que sabe se refiere al ahogamiento de su pecho directamente.
No puede evitar que las lágrimas lo llenen al terminar de hundirse en un problema que no tiene que ver con él, pero que claramente lo está afectando demasiado.
Sus ojos se cierran, imaginando lo feliz que debe de estar Taehyung justo ahora con Jungkook. Sus mejores sonrisas siendo mostradas, su lindo rostro ser acariciado, los pequeños susurros cómplices y las muchas promesas que pudieran no hacerse realidad de seguir este el rumbo que lleva; porque no está seguro de que un padre pueda soportar ver lo destrozado de su hijo debido a su causa.
-Quiero dejar de sentir por un breve instante—comenta en algún momento YeonJun en su estadía en ese sucio lugar. Jimin solo niega escuchando como una pareja que previamente ingresó allí, follan en uno de los cubículos sin darle mayor relevancia a su presencia. Siente náuseas—quiero tomar de estas—enseña las pastillas.
-No lo hagas—pide con cansancio. Se siente tan agotado.
-Hagámoslo juntos—la sola insinuación hace que Jimin se atragante con su propia saliva. Sus ojos grandes van al chico de presencia frágil reconociendo la sinceridad en sus facciones. Pero qué mierda...—Solo será por esta vez...
-Te has vuelto jodidamente loco—gruñe, colocándose de pie siendo seguido por un YeonJun con el ceño fruncido debido a la respuesta negativa conseguida. Jimin está mareado, ¿Cómo a este estúpido se le ocurre pedirle algo como eso? Si tan solo tuviera una asquerosa idea de todo lo que tuvo que pasar con Taehyung y sus putas drogas, ni siquiera eso le pasaría por la cabeza—es un poco entendible que estés mal sentimentalmente y por eso estás diciendo estupideces, pero ya detente ¿Bien? Por favor vámonos...
-¿Estupideces? ¿Crees que sean estupidez? Solo quiero dejarme ir por un momento, quiero olvidar todo. Incluso, que estoy hablando con una de las pocas personas que saben con quién Taehyung se revolcó ese día que terminamos—finalmente suelta lo que ha quedado en su garganta desde hace semanas. Y por el diablo que esperaba que Jimin lo negara, que dijera que no lo sabía, pero ese jodido gesto lleno de culpa es lo que hace que una risa quebradiza salga—tomate la puta pastilla y reventemos este maldito mundo, Jimin. P-Por hoy... No quiero que me importe que sepas algo que muero por saber...—pide.
Por eso, no dice nada cuando una pastilla es obtenida de la bolsa y puesta en la boca de YeonJun para proceder a ser tragada con ayuda de su propia saliva. Jimin lo observa con lamento, está jodido por dentro, ambos están completamente tristes por motivos diferentes y con ganas de mandar todo al infierno. Pero esto... Es demasiado. Otra pastilla azul es sacada con cuidado y colocada cerca de sus labios.
-V-Vamos a mandarlos a la mierda, Jimin. Tú y yo contra el maldito mundo ¿Sí? P-Por favor—pide YeonJun con las pupilas completamente dilatadas mientras arrastra las palabras. Este chico realmente está mal, él verdaderamente necesita recibir ayuda urgente. Y todo es mi culpa, si yo no hubiese insinuado que lo volteara a ver...—hazlo... Vamos, solo será por hoy—promete.
Finalmente abre sus labios un poco, permitiendo que Jeon coloque la píldora de color en su lengua. Con un movimiento lento, ya la pastilla ha desaparecido de su lugar, siendo lágrimas las que ahora ocupan espacio en su rostro que es torturado por lo erróneo de todo eso.
-Jimin bueno... Muy bueno—felicita el peliazul, dando leves palmadas en su nuca mientras no deja de sonreír con una excesiva felicidad lamentable. El de cabello azul toma una de sus manos y lo comienza arrastras fuera del baño para poder drenar de alguna manera todo el exceso de algo que pronto tendrán—S-Seamos felices por esta noche... Bebamos un poco...
La música lo aturde apenas comienzan a transitar por el gentío que a diferencia de hace una hora atrás ha ido en aumento. No sabe exactamente de dónde la otra persona lo pudo obtener, pero antes de poder percibir lo que hace, un líquido dulce está bajando por su garganta haciendo que la boca de su estómago queme. Justo ahí, siente que las cosas poco a poco van cambiando para él. Las luces se vuelven mucho más cegadoras que en un principio, los olores ahora son demasiado fuertes, ríe de repente y no tiene motivos por el cual hacerlo.
Un trago... Dos... Cinco... Dios, todo da vueltas. ¿Cuánto tiempo ha pasado?
-B-Bailemos—farfulla cerca de su oído YeonJun, antes de darle un último vaso de algo que Jimin automáticamente toma. Su mano toma la del chico y van hasta el primer pequeño hueco que en la pista de baile encuentran. A diferencia de tiempo atrás, YeonJun se ve muy feliz, está dando pequeños saltos y riendo a carcajadas. Está feliz y eso lo hace reír a él también.
♫ Las luces están encendidas, pero no hay nadie aquí. Resoplando con los dragones. Vivo por la emoción, la fórmula...
Hace calor, si, puede sentir el sudor empapar su camiseta transparente al igual que ese aliento demasiado cerca de su rostro. Es vibrante, neón, dolor y felicidad, ese momento es todo lo maravilloso que había ignorado de su jodida vida hasta ahora. Maldito Taehyung, tenía la fórmula de poder volar y no la había compartido. Se carcajea. Las personas lo empujan al bailar o intentar hacerlo, sus manos se sostienen de la camisa de YeonJun y puede sentir su cadera rozar la suya. Deja ir su cabeza hacia atrás. Su sangre avanza por sus venas en mucho niveles, su corazón bombea tan fuerte que siente que en cualquier momento se va explotar. Está extasiado hasta donde su mente no puede llegar.
♫ ¿Dónde está el propano?
Su cabeza comienza a girar demasiado rápido como para centrarse en algo, ese aliento está en sobre su mejilla húmeda de sudor o lágrimas... No lo sabe. Esa jodida cadera se restriega de la suya otra vez y no puede evitar gemir. Risas, muchas carcajadas por parte de ambos. Más empujones, dos chicas se besan a su lado y puede jurar que una de ellas tiene la mano bajo la falda corta de la otra causando esos gestos de placer.
La frente sudada de YeonJun se junta con la suya, sus narices se tocan a causa de aquella mano que se introduce entre sus cabello, sus labios están tan cerca que pude sentirlos, y no importa. Que se joda todo. Jimin está flotando junto ahora y no importa nada más que eso. Las luces cambian a un azul demasiado deslumbrante que lo hace perder la noción por un breve momento, comenzado a notar todo distinto ahora, la música de fondo lo anima, el movimiento de su cuerpo tan junto del otro le hace quemar, esos dedos en su cabello en acompañamiento de esos labios que rozan los suyos gritando por un permiso que no sabe si debe otorgado. Jodido, jodido, jodido...
Un fuerte gemido sale cuando su entrepierna choca con la dura de YeonJun... Y...
Devora su boca.
Ambos lo hacen, tan fácil y con tantas ganas detrás, que les vale mierda que los demás noten lo salvajes de necesitar ese contacto. El sudor ahora es uno solo, sus lenguas chocan con demasiada fuerza y profundidad, mientras su culo comienza a ser masajeado de una forma morbosa, logrando que gemidos fuertes fallezcan entre sus boca. Diablos, le gusta esa sensación de ser deseado, le gusta que la gente pueda notar que este chico que ha tratado de ser siempre alguien estable puede drogarse y despertar en otro real deseo de querer follar.
-S-Salgamos de aquí, por favor... Por favor necesito joderte o que me jodas... No lo sé—pide YeonJun entre besos, haciendo que Jimin solo asienta.
♫ Tornillos sueltos. Vivo por la emoción, la fórmula...
► Labrinth — Fórmula.
-AlHanyG
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