•17 | Jungkook.
-¿Puedo pensarlo un poco más? En serio no quiero hacerlo...
-No hay tiempo de pensar, lo debemos hacer ahora mismo—la garganta de Taehyung pasa la excesiva saliva que se va acumulando en su boca de manera apresurada debido a los nervios, y su frente demuestra el sudor a pesar de que el clima en ese lugar es verdaderamente fresco. Incluso, puede sentir la comida que no ha ingerido escalar por su garganta para ser botada al exterior de forma desagradable. No, no, respira vamos... Solo es... Solo...—confía en mí—es lo que pide Jungkook en el último momento.
Y por un demonio, Taehyung en serio hubiese preferido no quedarse enganchado en esos ojos negros que le otorgan un sinfín de sentimientos hermosos, porque lo próximo a suceder es sencillamente aterrador. Las manos del hombre van a su cadera, la sonrisa satisfecha de haberlo convencido de hacerlo y luego... Nada. Solo un vacío que lo hace perder la conciencia por un breve segundo, un pitito y el sonido roto del aire, quizás un agónico grito de terror romper su garganta y ya luego estaba cayendo.
Incluso teniendo un ataque de pánico, se le hizo imposible el no escuchar su risa. La risa del hombre al encontrarse con ese momento tan extremo. Fue extraño, en algún momento Taehyung pensó que Jungkook lo había llevado ahí solo para apreciar la naturaleza, pero que equivocado estaba. Ahora se encontraba tan lejos del suelo siendo solo sostenido por un arnés y cuerdas. Mierda, se siente estafado. Sus piernas fallan al momento de estar de vuelta en el suelo, sin embargo, las manos fuertes del hombre evitan que cayera, colocando la fuerza necesaria en su cintura para mantenerlo junto su cuerpo.
-Fuiste muy valiente, Taehyung—susurra Jungkook con una sonrisa llena de satisfacción. Pese a que el rubio le hubiera gustado sonreír de vuelta, su estómago estaba demasiado revuelto para siquiera pensar en otra cosa que no fuera respirar y calmarse. Bien, quizás debió decirle al hombre sobre su terror a las alturas antes de complacerlo y hacer puenting juntos.
El amor vuelve tonta a la gente... Espera... Al diablo.
...
-Lamento no haber compartido su completo entusiasmo al momento de saltar de la plataforma—se disculpa Taehyung con sinceridad, ahora que está mucho más calmado de los nervios que hace dos horas atrás. Jungkook que aún maneja con completa calma y sin perder la sonrisa, simplemente opta por asentir sin darle mayor relevancia, a la final pudo hacer lo que deseaba con la persona que quería—es solo que... Las alturas me aterran demasiado. Pero gracias a usted sé que no terminaré muerto de un infarto debido a ello—bromea.
-Hay que superar los miedos para poder avanzar hacia las cosas grandes que te esperan, pequeño. No debes temer, o simplemente no conseguirás lo deseado—es lo único que puede responder en ese instante, dejando que su cabeza vaya al respaldo del asiento repentinamente vencido.
El camino de vuelta a casa se vuelve silencioso después de ello, no porque no deseen compartir mayor información a la que ya saben el uno del otro, es solo que Taehyung puede intuir que esas palabras fueron demasiado pesadas para el propio Jungkook. ¿Por qué? Quisiera saber, su particular curiosidad le invita indagar más sobre el hombre, mucho más sobre lo que fue de él cuando era un adolescente que debía ver por una familia, de todo lo que dejó a causa de ello. Pero incluso si lo sabe, no podría hacer más que incitar a seguir las cosas que anhela justo ahora... Solo eso.
Y aunque sea estúpido, se sentiría un poco sermoneado por sus propios consejos. ¿Seguir lo querido? Para que él pueda hacerlo tiene que mandar a la mierda los sueños de su padre, las metas no alcanzadas del hombre que le ha dado la vida, el hombre que a pesar de que lleva el título de "Papá" Desconoce en casi su totalidad. Entonces, sin querer evitar que su pensamientos se salgan de contexto, se comienza a preguntar qué tan profunda es la relación de Jungkook con YeonJun... ¿Se contarán cosas...? ¿YeonJun le relataría que ellos...? Mierda, no, no... ¿Por qué tan siquiera recuerda algo como eso? No es el maldito momento.
-Cuando estábamos en el parque dijiste que tú también estabas en el paraíso—Jungkook rompe el silencio minutos después de estar relativamente cerca del lugar de residencia del menor. Aunque hubiese preferido no mencionarlo, no desea guardar algún tipo de pensamientos para sí mismo cuando se trata de Taehyung, cree que será lo suficientemente agotador el mantener la compostura frente su familia, como para también mantenerla frente este joven que es lo más cercano a la libertad que podrá experimentar—la verdad fue que no pude evitar que un pensamiento tonto ocupara mi mente... Por un momento creí solo éramos nosotros los que estábamos en este mundo, sin intentar priorizar a terceros, solo nosotros. Sé que puede sonar tan egoísta como nunca, pero en serio eso fue lo que pude percibir.
-¿Solo nosotros?—repite Taehyung, no deseando que su corazón lata de la forma en que lo hace—es egoísta... Pero... ¿Acaso no lo somos todos con otros o con nosotros mismos? Yo creo que ser de ese modo no puede evitarse en muchas ocasiones, Sr. Jeon. Es la naturaleza del ser humano, y quien diga lo contrario, simplemente estará mintiendo.
-Lo que poseemos... ¿Es demasiado egoísta para todos? ¿Incluso para nosotros?—indaga con interés de saber su respuesta; porque bien que pudo exponer lo que sentía en aquel momento en que sus labios se unieron por primera vez, pero de parte de Taehyung realmente no recibió ni una sola palabra. Los labios del rubio dejan salir el aire con lentitud negándose a decir lo que realmente cree, lo que sabe sucederá con solo un par de días más en esta frágil burbuja de mentiras—puedes decirlo con total confianza.
¿En serio puede? Es verdad que Taehyung conoce los sentimientos del hombre, sabe que no es la clase de individuo que lo utilizaría para acostarse por solo una noche y luego desecharlo sin darle importancia. Pero lo innegable de esta situación, es lo que realmente lo hace dudar de hablar. No debería darle voz a lo que realmente piensa, porque de hacerlo, quedaría demasiado a su disposición, y ello, ya le demostró lo que las personas puedan hacer con ese tipo de información. Herir, desgarrar... ¿Este es el caso? No está del todo seguro.
-Deberíamos... Acostarnos—susurra de repente, consiguiendo que el carro por un corto instante se desvíe del sendero original. Su respiración entrecortada por el susto efímero de verse envuelto en un accidente de tránsito, trata de regularse una vez el auto es detenido en un franja del camino, pudiendo caer en cuenta de lo que acaba de decir de forma descuidada. Mierda, ¿Él serio le pidió al Sr. Jeon acostarse?
-¿Qué?
-Yo... Lo siento... Eso...
-¿Te quieres acostar conmigo?
-No... Digo si... Espere... No es lo que quise decir, o sea, si fue... Pero... Dios, Taehyung, cállate—se pide una vez sus manos cubren su rostro lleno de vergüenza. Desea explicarle exactamente a dónde quiso llegar con esa proposición, pero ya de por sí, se siente demasiado abochornado como para ahondar en el tema. Las manos de Jungkook buscan liberar su rostro de manera suave, captando su atención apenas sus pieles entran en contacto. Taehyung lo mira lleno de tortura—yo quería llegar a un punto con ello, no es como si... S-Si deberíamos hacerlo ahora... O algún día... Diablos, debe de ser extraño que le haya pedido esto así de repente, debe de estar pensando un millón de cosas repulsivas justo ahor...-
El azabache lo calla una vez besa sus labios con suavidad, de forma tierna y dejando ver sentimientos. Los ojos cristalizados de Taehyung lo observan con sorpresa una vez el hombre se distancia un poco y solo es capaz de respirar sobre sus belfos.
-¿Por qué pensaría cosas repulsivas?—pregunta—Taehyung... Eres el chico más hermoso del mundo, ello no cambiará por el hecho de que tengas un genital igual al mío. Nunca me he acostado con un chico, y aunque a muchos quizás les avergüence admitir esto, tampoco lo he hecho con otra persona que no sea mi esposa. Me sorprendió por el simple hecho de ser... ¿Repentino? No es como si ignorara el hecho de que... Tenga que pasar en algún momento.
-¿Lo ha pensado?
-Lo hice un par de veces— admite con madurez.
-¿Y?
-No puedo ignorar el hecho de que mi cuerpo responde positivamente a ti—acepta con una pequeña sonrisa apenada. Dios, se siente como un jodido adolescente diciendo estas cosas que está seguro lo hacen ver como un viejo verde—pese a ello... Yo no creo que sea lo correcto, Taehyung. Eso volvería todo...
-Irreparable, lo sé. Créame que lo sé—tranquiliza, optando por plantar otro pequeño beso en esos labios rosas que le hacen perder la concentración del momento. No puede negar que quiere tener relaciones con Jungkook, de lejos es el hombre más perfecto que ha conocido, pero tiene razón al decir que ese es un nivel el cual aún no están preparados para sobrepasar—debería de olvidar lo que dije ¿Bien? Fue irresponsable y tonto.
Concluye la charla pidiendo con un movimiento que retome el camino a su departamento. Sin darse cuenta, el peso de sus hombros crece al imaginarse por una fracción de segundo que ellos... Dios, sus manos en su cuerpo, sus gemidos... No, eso está mal. No puede poseer esos pensamientos estando con el hombre a solo unos centímetros de distancia. Pasa saliva. Ni siquiera cuando creyó que iba a morir al lanzarse de esa plataforma horas atrás, se sintió tan desesperado.
Desesperado por bajar del coche y volver a la seguridad de su apartamento.
-G-Gracias por traerme, y hacer de este un grandioso día. Aparte, una vez más, por favor disculpe lo que dije. Fue muy irresponsable de mi parte pedirle aquello... No pensé en lo que usted pudiera sentir o en lo difícil que sería tomar una decisión de esa manera. Lo lamento—Taehyung se acerca rápidamente a él, para dejar un leve beso en la esquina de su boca como modo de despedida para luego bajar del auto con rapidez.
Jungkook permanece pasmado por medio segundo después de su precipitada partida sin darle oportunidad de expresarse. ¿Qué más podría decir? Quizás que es un tonto que ni siquiera pensó en rechazarlo por el miedo de avanzar en lo desconocido, por dios, es Jeon Jungkook un estúpido hombre que solo ha tocado a una sola persona en toda su vida... Son casi 40 años, casi 4 décadas y él huye del contacto íntimo con una persona que realmente le gusta por miedo a no ser suficiente.
¿Cuándo fue la última vez que se acostó con Ji Woo? ¿Dos mes? ¿Tres? Es demasiado tiempo, si, no es como si no necesitara ese tipo de contacto, claro que a veces extraña el poder palpar y dar placer, pero nunca ha deseado ser una molestia para su esposa a la hora de exigir más de lo que ella está dispuesta a dar. Por ello, simplemente ha terminado siendo lo que ahora es, un hombre mayor un poco inseguro de sí mismo sexualmente. Rayos... ¿Qué está haciendo?
-¡Taehyung!—llama apresurado, sin detenerse a pensar en sus acciones. Toma la llave del auto y sale del puesto de copiloto para poder observar con claridad el rostro confuso del chico que ha detenido su andar—Yo...
Es irresponsable... Es irreparable....
¿Acaso la situación en la que están no vuelve todo ya irreparable? Lo ha besado, lo ha abrazado y dicho cosas que en su vida había planeado decirle a Ji Woo, ha dejado que su corazón grite todos esos sentimientos dormidos los cuales han estado huérfanos desde que se conformó con lo que tenía, desde que catalogó la tranquilidad como perfección y el agradecimiento como amor. A pesar de que se engañe en las noches en las que duerme abrazado a ella, sabe que su esposa es tan consciente de su situación como lo es él.
Ambos debían amarse. Ambos se dejaron ir por el nacimiento de un hijo. ¿Qué cosa es más triste que eso? Quizás, el que ambos estén conscientes de su situación y de igual forma lo ignoren.
No es justo...
-¿Qué es?—farfulla Taehyung con sus manos temblando a sus costados, lo sabe, los ojos de Jungkook gritan lo que desea ese lado que anhela libertad de acción. Pasión, una humedad cálida entre sus cuerpos, entre sus piernas. Sus extremidades comienzan a temblar—Dígame... ¿Qué es lo que desea?
-A ti. Joder... No deseo nada más que a ti—es lo que logra decir antes de rodear el carro y tomarlo entre sus brazos para besarlo fuerte. Las piernas del rubio rápidamente se envuelven en su cadera para poder expresar que eso es todo lo que también desea su ser más profundo, ese que llora por un contacto mucho más profundo que un beso—tomarte... Quiero tomarte... Dios... Eres tan...-
Taehyung lo calla al besarlo descuidadamente otra vez, quizás el momento lleno de sentimientos intensos son los que les impiden notar que su demostración de hormonas está siendo llevado en la mitad de la calle en una noche donde las estrellas son mucho más visibles de lo normal, en un lugar donde un par de ojos son testigos de lo "Erróneo" De sus actos, a pesar, de que verdaderamente no le interesa entrometerse en lo que ellos creen es lo correcto.
Por ello, ignoran el hecho de ser visibles y suben con rapidez al diminuto lugar perteneciente a Taehyung. Las distintas llaves que el menor mantiene a su disposición nunca fueron tan molestas con en ese momento de desesperación por abrir el lugar y hacer uso de el. Así que apenas fue correcta su elección para la cerradura, ambos hombres entran entre tropezones debido a los besos y urgencia de despojarse por las prendas que nunca estorbaron más que ahora.
La chaqueta del hombre y el suéter sencillo de Taehyung, el cinturón de sus Jeans en conjunto de los zapatos. Antes de darse cuenta, el cuerpo del rubio es recostado en el sofá para proceder a dejarse hacer lo que el hombre estuviera dispuesto hacerle, tenía que llevarlo con calma, él nunca había estado con otra persona por más que le doblara prácticamente la edad, así que...-
Las manos de Jungkook se detienen repentinamente, y su rostro va con lentitud al cuello del chico para quedarse allí por demasiado tiempo. Lo primero que embarga a Taehyung al escuchar un pequeño quejido, es la sorpresa. Auténtica sorpresa que viene acompañada con el estremecimiento de su corazón por lo humedad que ataca su cuello. Jungkook llora. En serio, está llorando.
-N-No puedo... Lo siento... No puedo hacerlo, Taehyung—apenas puede susurrar debido al dolor en su garganta. Mentiría si dijese que no se sintió decepcionado por haber sido rechazado por segunda vez en menos de una hora, pero más allá de lo herido que puede estar su orgullo, existe esa sensación de dolor por saber a lo que se refiere Jungkook.
Él no quiere decir que no puede debido a falta de ganas por completar con lo comenzado, sino más por el hecho de que acostarse en un paso no tan simple de dar. Quizás para un chico que ha follado con más de los que recuerda sea solo desnudarse y dejarse penetrar, pero para alguien que no ha sentido la necesidad de buscar a nadie más por 21 años, es mucho más complicado que solo placer.
Si lo hace... No habrá vuelta atrás.
-Está bien—los brazos de Taehyung lo envuelven con cuidado para poder abrazar de esa forma que Jungkook siempre necesitó. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué siente miedo de dejarlo todo atrás? ¿Por qué teme perder algo que ya está perdido? Porque lo sabe, lo supo cuando despertó aquel día hace un tiempo y solo quiso volver a dormir por lo repetitivo de su vida, por no poder pensar en sí mismo como una única persona sino como el Sr. Jeon jefe de familia. Lo odia—todo está bien... Jungkook... Esto no es importante, es solo... Sexo. Solo eso.
Jungkook... Dios, ¿Cuándo fue la última vez que fue llamado por su nombre de esa forma? Nunca había necesitado que lo nombraran tanto como ahora, porque solo ese es, Jeon Jungkook, el hombre con miles de facetas por mostrar, con temas aburridos por conversar y cosas por descubrir. El padre, pero también el soñador con grandes metas que aún no se ha rendido dentro de él por más que hayan pasado años. El que anhela libertad y poder egoísta de decisión. El que quiere viajar y reír sin importar que su rostro muestre los signos de vejez, el que quiere amar... Y ser amado.
Ese es Jeon Jungkook, el hombre que nunca nadie se ha preocupado por conocer a fondo, porque solo se conforman con una parte de él. Ji Woo en el esposo y YeonJun en el padre.
¿Por qué tiene tantas ganas de llorar?
-Puede llorar si lo desea. Yo no juzgaré. Es un ser humano que ha soportado mucho, está bien que lo haga.
¿Está bien?
Eso fue lo que necesitó para hacerlo. Para aferrarse más a ese cuerpo cálido y llorar, llorar de frustración, de rabia, de temor. Él siempre tuvo que ser fuerte para Ji Woo, él nunca pudo flaquear incluso si la desesperación de no tener nada que ofrecerle a su novia embarazada fuera demasiada. Simplemente tuvo que tragarse sus sentimientos y volver a la calle que se volvía cada vez más tenebrosa que la vez anterior en busca de oportunidades de empleo, en busca de un futuro.
Nunca recibió consuelo, nunca recibió palabras de apoyo, ni tampoco quejas. Él solo tenía un propósito en aquel momento, y una vez cumplido, todo fue como si anestesia inundara sus venas en vez de sangre. Todo fue... Todo debía de ser de ese modo, porque ellos cometieron juntos una equivocación que trajo consigo una hermosa vida. YeonJun...
Cuando el llanto de Jungkook se detuvo para concluir con una respiración calmada sobre su pecho, Taehyung pudo saber que era la hora de romper el momento tan íntimo que habían conseguido. Faltaban escasos 10 minutos para las 11 de la noche, y no había que ser un adivino para saber que dentro de poco alguna llamada de su esposa entraría para preguntar qué tanto se retrasaría en la oficina. No es como si antes hubiese sucedido, pero si él fuera Ji Woo, lo haría solo para comprobar que su amado esposo estuviera de vuelta pronto.
Pero eso no importa justo ahora, Jungkook es consciente que debe irse desde hace mucho tiempo atrás, sabe que tenía un compromiso que casi nunca rompía y que justo hoy ha dejado de lado. Pero no quiere alejarse de esta persona que aún lo abraza con cariño, no quiere romper ese momento tan armonioso que desde hace demasiado tiempo no compartía con nadie, ya que Taehyung lo puede hacer sentir único.
No quiere detenerse. No, no.
-Es tarde—murmura finalmente el rubio en un hilo de voz que desgarra el pecho adolorido de Jungkook. Reconoce, reconoce que simplemente le está informando para que sea él quien se aleje y decida irse. No quiere hacerlo.
-Lo sé—su respuesta hace que los brazos del rubio se aprietan más a su alrededor, confirmando que ese joven tampoco quiere soltarlo. Tampoco quiere, pero de igual forma lo hace. Lo aleja con cuidado para poder ser capaz de mirar fijamente esos orbes oscuros brillantes que reflejan un universo entero de sentimientos que ambos callan y no vuelven palabras por más que desean hacerlo.
...Porque hay palabras que no se deben juntar en una misma oración...
Taehyung se acerca solo un poco a su rostro, y besa esos labios que le pertenecen a una buena mujer, sin ser capaz de romper el contacto visual en algún momento. El corazón de ambos duele. Duele, porque uno de ellos quiere sin medida a un hombre que está casado, mayor y padre de su novio. Jungkook, porque no puede dejar de mirar en sus pensamientos al chico de cabello rubio, ni siquiera cuando está con su familia.
Saben que es incorrecto que sigan ignorando las señales que le hacen saber que todo será un caos. Sabe que no debe sentir esas emociones por alguien tan joven, por cristo, todavía piensa que podría ser su hijo...
Pero no lo soy, Sr. Jeon.
No lo es, verdaderamente. Pero incluso eso lo lleva a sentirlo aún más incorrecto; porque es el novio de su hijo. Joder, realmente está traicionando a su esposa, a su hijo, las que siempre respetó como sus creencias más profundas. ¿Todo por qué? Ah, sí. Es porque no puede dejar de pensar que nació en la ciudad equivocada y dieciséis años antes de lo que debía.
-Debe irse, Sr. Jeon—recuerda, regalando una última mirada antes de apartarse de su lado para colocarse de pie y así poder ir finalmente a su habitación para no tener que ver como el hombre que le roba el aliento se va con su familia y lo deja. Se retira; porque no cree ser capaz de verlo partir sin terminar suplicando que se quede con él todo una noche. Por ello, prefiere entrar a su habitación y solo oír la puerta del apartamento cerrarse como tantas veces con sus anteriores revolcones hizo. Debería de acostumbrarse a la sensación... Debería...
Pero ni siquiera puede llegar a su habitación debido a que esos fuertes brazos pertenecientes al hombre lo detienen, lo hacen en un abrazo dado desde la espalda que casi le hace sollozar. Puede sentir el aliento suave del mayor en su nuca, puede percibir su nariz acariciar y dejar un beso húmedo en ese sitio. Puede notar la manera en poco a poco lo gira para poder mirar su rostro, puede distinguir en esos ojos un brillo especial, brillo que él mismo sabe debe de tener en sus orbes cafés.
Son sentimientos, sentimientos realmente auténtico y no forzados a existir.
Jungkook sin preocuparse en decir alguna cosa, toma los muslos de Taehyung para lograr cargarlo con total suavidad y que enrede dichas extremidades alrededor de su cadera. Probando un momento después, esos labios carnosos que yacen húmedos en un beso profundamente lento que le hace estremecer, mandando punzadas de excitación a su parte más sensible del cuerpo. Sin esperar alguna replica, el mayor comienza su camino con dirección a la única habitación del lugar y así permitir descansar la espalda de su pequeño en la cómoda superficie acolchada sin romper en ningún momento el contacto de labios que hace segundos atrás comenzó con decisión unánime de sentimientos.
Sin embargo, el poder acoger un poco de oxígeno se vuelve una necesidad con el paso de los minutos, teniendo que romper la dulce unión de sus belfos. Jungkook puede distinguir esas gotas no deseadas deslizarse por las esquinas de los hermosos ojos de Taehyung al encontrar verdadera vida y agonía en su conexión. Sin dudarlo, se permite conceder suaves besos en forma de roces por sus mejillas, frente, nariz, mentón y por último, en sus párpados temblorosos.
Un pequeño sollozo escapa de los labios del rubio en seguida. Duele mucho, le duele porque esa sensación que embarga su pecho no es nada justa, Jungkook es el hombre que estuvo buscando desde hace años, lo sabe, lo ha podido confirmar con solo ver sus ojos... Entonces... ¿Por qué todo tiene que ser así?
-Shh... No llores, no lo hagas, pequeño. Yo soy el vivo espejo de tus sentidos. Yo soy lo que tú me transmites, por ende, si lloras... Lloraré—azabache intenta callar dichos sollozos con un besito suave y varias caricias. Hace a un lado el rostro hermoso de Taehyung para comer, lamer y chupa el lechoso cuello del joven que en seguida deja el llanto a un lado para comenzar a jadear.
Como si de una caricia se tratara, aparta con sutileza esa parte de la camisa que cubre el hombro derecho de su joven niño para besar con parsimonia esa piel que por primera vez se da la tarea de sentir. La pequeña fricción que su sexo escondido entre su pantalón da contra el de Taehyung que apenas es protegido por la fina tela de su jeans, le mantiene estancado hasta el punto de hacerlo temblar por las sensaciones desquiciantes que por primera vez siente tan vivamente.
Jungkook detiene las caricias por un efímero momento, colocándose de rodillas entre las piernas del otro y así poder grabar ese momento en su memoria como uno de los mejores que ha podido experimentar. Su cabello rubio desordenado sobre la manta de tono pastel. Su rostro hermoso, sus ojos aún brillantes con ganas de dejar salir otras tantas gotas saladas. Sus labios separados, hinchados y rojos que ansían el poder probar nuevamente el sabor de su saliva. Esa camisa sencilla que está en excelente contraste con su piel. Piernas entreabierta, dejando ver su erección contenida por una simple tela.
Sin duda alguna, la más bella imagen que será entregada a él sin interés alguno de obtener algo más que su verdadero ser. Taehyung quiere al verdadero Jungkook, y él se lo dará completamente. De ello no debe existir duda.
Taehyung no duda ni por un momento en colocarse también en aquella posición para ocupar la posibilidad de acariciarlo, quiere tocarlo, quiere sentirlo como suyo... Aunque no lo fuera.
Una vez está de rodillas frente el hombre de su vida, sus dedos temblorosos van hasta los botones que ocupan su camisa azul elegante, y con cuidado de no perderse ni de un solo movimiento o gesto por parte de Jungkook, libera cada uno de ellos sin ocultar su deleite al distinguir cada fracción de piel oculta por dicho retazo de tela. Una vez es abierta en su totalidad, concede que tanto sus ojos como sus yemas se deslicen por ese pecho y abdomen bien formado que recuerda perfectamente de aquel día en el baño.
Sus mejillas se tornan carmesí, y la palma de su mano deja salir su nerviosismo al temblar inconscientemente cuando los primero dedos tocaron desde el inicio del pantalón hasta sus pectorales firmes. Es alucinante, nunca había temblado por pura ansiedad de obtener mucho más de alguien, claro... Es que ninguno de los que transitaron por su cama pueden ser comparados con él, con Jeon Jungkook, el hombre que sabe marcará un antes y un después en su vida.
Los ojos del menor se cierran con cuidado, cuando permite que sus manos viajen por los músculos de aquellos brazos desconocidos hasta llegar a sus manos y de esa manera guiarlo a que tome la iniciativa de desnudarlo por vez primera. Jungkook lo hace sin dar replicas, porque ese instante es lo único que su mente quiere mantener presente, y cuando lo hace, no puede parar de admirar el trabajo de los ángeles mientras sus dedos se vuelven pinceles que dejan suaves trazos sobre el lienzo de su cuerpo, grabando sus curvas y dejando besos suaves llenos de sentimientos sobre su fina piel.
Diminutas caricias son regaladas en la espalda del menor, provocando que sus vellos se levanten ante la lentitud de aquel dedo índice que asciende de forma tortuosa por su columna logrando delinear aquel tatuaje vertical hecho en una lengua muerta que yace grabado desde su nuca hasta el final de su espalda baja, consiguiendo pequeños ronroneos que los mantienen a ambos al borde de sus emociones.
Sus labios una vez más se juntan en besos llenos de verdadero anhelo, alentando a Jungkook a llevar ambas manos bajo el bóxer del chico y conseguir acariciar sus glúteos. Dios, no debería sentirse tan bien palpar esta piel. Sin preguntar o confirmar, lo despoja de esa única prenda para hacerse cargo de su propia ropa bajo la atenta mirada de Taehyung, que solo logra sonrojarse y verse tierno por aquella timidez hermosa que expresa.
El cuerpo de Jungkook está rígido, no puede creer que de verdad esté dando este paso, no puede ni siquiera coordinar sus pensamientos con sus movimientos. Está temblando. Joder, en serio está temblando por poseer a este hermoso ser completamente desnudo para él, a su disposición, tan orgulloso de sus curvas, tan... Simplemente perfecto. Creyó en algún momento que tendría un episodio de enloquecimiento por llegar a este momento con el joven. Pero la verdad, es que nunca había pensado que una situación como esta pudiera ser tan correcta.
-¿Cómo debería de hacerlo?—inquiere inquieto, con el miedo de dañar el momento por su inexperiencia en este ámbito sexual. Taehyung sin pronunciar palabra alguna, lleva la mano del hombre hasta su ansiosa boca, y sin apartar los ojos de los negros de Jungkook, chupa dos de sus dedos de manera lenta imaginando por un breve momento que dichos dedos son ese otro pedazo de cuerpo de su mayor que todavía sigue preso entre su bóxer.
Apartando esa idea morbosa de su cabeza, abandona las extremidades de su cavidad bucal y los lleva con cuidado hasta su apretada entrada. Introduciendo primero uno, sin perderse la sensación de placer e incomodidad que lo azota al penetrarse después de tantos días sin actividad sexual.
-Jun-Jungkook....—gime descarado, escondiendo su rostro sonrojado entre el cuello contrario al permitirle autonomía en los movimientos suaves que va dejando en su poco dilatado agujero—así... De esa forma continua... Más... Más profundo... Llega... ¡Justo ahí! Dios... Si...—chilla temblando cuando con sus dedos masajea su próstata.
Cuando cree que es suficiente para su auto control de dos meses sin poder sentir placer, recuesta una vez más la complexión del chico sobre la cama distinguiendo que todavía mantiene sus ojos cerrados por haberle dado un poco de estimulación anal. No sabe cuándo ha comenzado, pero ama verlo vuelto un desastre, tan sumiso y dispuesto para él como solo lo haría una persona que realmente quiere. Su estómago se retuerce de emoción.
Jungkook obedece en colocar lubricante en la parte que apenas es revelada para Taehyung, y así finalmente colocarse sobre él dando libertad a que su glande choque con la entrada rojiza y contraída del pequeño. Besa su rostro como al principio, hasta llegar a su oído en medios de pequeños roces.
-Quiero... Quiero que recibas todo lo que tengo para darte—ronronea, consiguiendo un jadeo ronco—no solo eres esto ¿Sabes?—su mano direcciona su miembro al pequeño agujero, haciendo un poco de presión contra el. La espalda de Taehyung se arquea—Joder... Eres más, mucho más, bebé. Lo juro... —su propia respiración se vuelve inestable debido a la estreches con la que su rubio apenas lo recibe.
No, esto es algo que nunca podrá olvidar. La piel, su piel realmente quema con cada intento de intromisión, con cada milímetro que roba dentro del chico.
-J-Jungkook... Yo... Y-Yo... Ah...
Calla cualquier palabra una vez se hunde por completo en él, no comenzando de inmediato el movimiento, al esperar su autorización para que pueda embestir de forma lenta y profunda. Lo hace, y no puede siquiera compararlo con algo. Es diferente. Taehyung puede sentir los sentimientos que Jungkook le está transmitido cada vez que empuja dentro de su cuerpo y viceversa.
Es de esas sensaciones que te hacen llorar, te hacen sentir tan pleno y correcto, debido a los pequeños jadeos o palabras bonitas que susurra en su oído como si de una hermosa balada se tratara.
Es totalmente distinto a todas sus experiencias, es inexplicable lo que siente, tan nuevo y adictivo que parece entrar en una especie de realidad alterna, una donde pierde total conocimiento de su alrededor, solo pudiendo sentir a ese hombre hundiéndose de forma suave en su interior en acompañamiento de esos besos en sus mejillas y boca, solo pudiendo central toda la tensión en ambas manos entrelazadas sobre el colchón. En este instante son solo ellos, sin importar alguna esposa o hijo, sin darle importancia a la edad ni clase social, no importando qué tan incorrecto fuera; porque en esos instantes juntos, nada podría ser más verdadero.
Su pecho que antes dolía por el peso de la traición, ahora solo puede dejar latir con fuerza descomunal un tímido corazón jactado de amor, amor que siente por ese hombre. Porque eso es lo diferente en este momento, ellos realmente están haciendo el amor por primera vez, ellos en serio están dejando que sus sentimientos trasciendan a un nivel peligrosamente perfecto.
-J-Jungkook... Yo...—el mayor cierra los ojos con fuerza deseando que diga lo que cree va a decir. En su cabeza solo se puede repetir un "Dilo, dilo, por favor dilo... Para no ser solo yo el que sienta esto por ti"—te... Quiero—finalmente pronuncia en un susurro marcado por lágrimas y pequeños sollozos—te quiero—jadea una última vez permitiendo que su orgasmo lo golpee, volviendo tonto su sentidos y sensible su cuerpo que sigue siendo penetrado con dulzura—Jungkook...
-Yo también te quiero, Taehyung—pronuncia entre su cuello, consiguiendo otro jadeo de parte del menor que le hace estremecer y llegar a su potente clímax.
Taehyung vuelve a sollozar de felicidad y de tristeza; porque nadie mejor que él sabe que aceptar sentimientos que están condenados solo los llevarán a un final doloroso. Por más puro que sea su amor, viven vidas que están dirigidas hacia direcciones diferentes. Sin desear mirar más hacia el futuro, ese día hacen el amor hasta que sus cuerpos colapsaron de cansancio uno junto al otro en esa fría madrugada.
Jungkook por primera vez dejó de lado a su familia por vivir algo por su propia cuenta. Por primera vez ignoró su teléfono y no le dio importancia a cuántas veces su esposa pudo llamar. Por primera vez durmió fuera de casa sin dar ninguna explicación. Por primera vez veló por él, sin pensar en los demás.
Por primera vez se sintió libre. Por primera vez amó sin miedo, remordimiento o culpa. Por primera vez, dejó de ser el Sr. Jeon para convertirse solo en Jungkook.
Ellos se quieren :')
-AlHanyG
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro