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•16 | ¿Eres feliz en este mundo moderno?



Su piel puede percibir el cálido viento entre sus dedos desde que deseó ondear su mano fuera de la ventana del auto. La vista seguía siendo admirada desde su posición, pequeños detalles que las personas no toman en cuenta al no poseer el tiempo de detenerse y distinguir que la vida es demasiado corta como para posponer las cosas, los deseos, metas y oportunidades. 

Por ello está ahí, por eso ni siquiera le interesa preguntar hacia dónde se dirigen 20 minutos después de que el carro haya arrancado; porque sabe que Jungkook lo llevará a lugares increíbles que merecen el tiempo de ser conocidos, apreciados... Recordados.

¿Por qué al pensar en eso lo hace sentir repentinamente destrozado?

Porque sabe que por más rápido que sus pies anden hacia la dirección del hombre, nunca será capaz de alcanzarlo. Esto solo será un trozo de eso... De sus recuerdos más hermosos vividos en sus 20 años.

-Quiero que sea inolvidable—susurra de repente, sin apartar esos ojos cafés del mundo que se mueve demasiado rápido a su alrededor, como si fuera un simple soplo de vida. Cierra sus ojos con demasiada suavidad completamente conmocionado.

-¿Qué es lo que quieres que sea inolvidable, pequeño?

-Cada segundo junto a usted, Sr. Jeon. Márqueme... Como ningún otro lo ha hecho.

Marque mi alma.


―•♡•―


-¿Qué sucede?—TaeHee pregunta, una vez deja la taza de café sobre el portavasos rosa que Ji Woo posee en la pequeña mesa de su oficina. La mujer pelinegro, simplemente niega a la pregunta previa para continuar con el rítmico golpeteo sobre el brazo del sillón blanco totalmente distraída de su alrededor. Apenas son las 3 de la tarde y ya está completamente harta de estar en aquella oficina—no me mientas. Sé que algo sucede, de lo contrario, no estarías un sábado en la oficina. ¿Qué pasó con los hombres de tu vida?—indaga con cautela.

-Ocupados. YeonJun está por ahí con un amigo, según estarán hasta tarde juntos debido a algo que se van hacer en el cabello y Jungkook... Bueno, dijo que tenía algunos asuntos importantes por los cuales ver antes de volver a casa—se alza de hombros sin darle mayor relevancia, recibiendo aquella fija mirada que le hace incomodar—sé lo que estás pensando, Hee. "¿Desde cuándo Jungkook ocupa asuntos laborales los fines de semana?" Al parecer lo hace desde hace varias semanas para acá. Pasa largas horas en la oficina hasta casi llegar la hora de la cena.

Su amiga, que ha ocupado ese título desde que estaban en la secundaria, asiente pensativa mientras cruza elegantemente sus piernas que visten unas medias panties oscuras que la propia Ji Woo le obsequió semanas atrás en su cumpleaños 38. No dice nada inmediatamente, más no puede evitar preguntarlo.

-¿Y te parece normal esa repetitiva y nueva conducta?

-Naturalmente es muy trabajador—defiende con seguridad, sin mal pensar ni por un momento sus actividades al salir de casa. Jungkook es de fiar, es un hombre demasiado centrado para que esté haciendo cosas indebidas—pero lo que no encuentro normal es su forma de comportarse—hace un breve silencio, para poder dar orden a sus pensamientos que intentan de dar señales a algo que no está dispuesta a creer—está silencioso. Prácticamente es como si... Su cabeza estuviera muy lejos del presente, como si fuera mil veces más interesante estar sumido en sí mismo, que poder compartir con nosotros. Conmigo.

-Algo está sucediendo ahí, Woo—hace ver TaeHee, sin querer pronunciar las primeras cosas que se le pasan por la cabeza.

Normalmente ella es una persona que suele dar muy buenos consejos, pero justo ahora que está en un proceso de divorcio, no cree que deba reflejar sus incomodidades hacia los hombres en su amiga. La relación de Ji Woo y Jungkook siempre fue de esas que todos a su alrededor deseaban seguir, las que inspiran a creer que el amor de verdad existe, por ello, es que decidió casarse a tan temprana edad y conseguir el fracaso un instante después.

-¿Algo cómo qué?

-Bueno... No lo sé. Quisiera decir que los tres divorcios que llevo pueden ser de ayuda justo ahora, pero la verdad no creo que tenga punto de comparación. Jungkook es demasiado distinto a un drogadicto con afanes de rico, promiscuo y golpeador, como lo fueron mis tres ex esposos—ríe TaeHee llena de diversión de sus propias equivocaciones.

-Eso es cruel, no deberías de jugar con ello, Hee. Sé cuánto te lastimaron esas experiencias—la mujer que es tan solo un año mayor a la pelinegro, quita importancia a sus asuntos y se coloca de pie para ir a la mesa de la esquina donde descansan al menos tres tipos de bebidas alcohólicas diferentes para su disfrute—pensé que los tragos estaban suspendidos...—recuerda Ji Woo, cuando la observa llenar de más el vaso de cristal.

-Se supone que no debería de tomar—da la razón con descaro—pero eso no importa justo ahora, lo importante aquí eres tú y tu relación—toma un sorbo bastante largo—sé que soy un completo desastre para estas cosas, y justo por ello, sé identificar los conflictos en otras...—puntualiza, dando nuevamente un largo trago a su ron sin hielo. Sin querer ser tan siquiera recatada, toma la botella y se la lleva a la mesita donde todavía ocupa el vaso de café casi entero que su amiga le otorgó en su imprevista visita. Suspira y toma asiento en el mismo lugar. Bien.—¿Qué tal el sexo? ¿Fluido, medio o... Nada?

-¿Ah? ¿Por qué inesperadamente te interesa mi vida sexual con Jungkook?—indaga en medio de una risita nerviosa. Repentinamente, su cabello negro se vuelve demasiado interesante para perder su atención por extensos segundos, para después terminar elevando sus ojos oscuros a los expectantes de su amiga que todavía esperan respuestas—quizás 2 o 3 veces... Por mes—se sincera.

-¡¿Por mes?!—grita de la abrupta sorpresa. Está segura que de haber poseído bebida en la boca la hubiese escupido como en todas aquellas películas que ha podido ver. Mierda.—pero Ji Woo... ¿Cómo es eso posible? Las personas necesitan follar aunque sea una vez cada tres o cuatro días... Es decir, no es que haya leído un estudio que certifique eso, pero es lo normal ¿No? El sexo es necesario en una relación también.

-Eso es lo normal para nosotros ¿Bien?—se defiende, alzando sus hombros llena de desinterés. No es como si verdaderamente ese tema le preocupara poco, es solo que está acostumbrada a no darle demasiada prioridad. ¿Es extraño?—ya no es como cuando éramos adolescentes y necesitábamos hacerlo seis veces al día. Son 21 años, TaeHee. Las cosas cambian con el tiempo. Además, un parto modifica muchas costumbres. Las prioridades no son las mismas, el niño llora, necesita tiempo, no deja dormir, el cansancio y ya luego está en la cama con nosotros... Bueno, fue disminuyendo hasta quedar a esa cantidad al mes—justifica.

-¿Qué dices? ¡Ya YeonJun está muy grande! Te acepto esas excusas en aquel momento de recién nacido, pero incluso así, solo eran unos niños cuando fueron padres. No pretendas que crea que desde ese momento lo hace tres veces al mes... Acaso... ¿Ya no lo quieres? ¿No lo deseas?—la pelinegro recuesta su cabeza del pulcro sofá, dejando que un largo suspiro abandone sus labios llena de resignación—oh, por dios... ¿Acaso están pensando en divorciarse?

-No se trata de eso ¿Sabes?—vuelve hablar pero esta vez en un susurro lleno de... ¿Lamento? No lo sabe, pero existe algo que llena su voz de melancolía. Su mirada se clava en la alianza de oro que su dedo anular posee desde hace demasiado tiempo, recordándole el puesto que se ha ganado con el paso de los años. La Sra. Jeon—lo amo. Amo a Jungkook como sé nunca amaré a nadie, quizás he envejecido prematuramente por todo lo que me tocó vivir desde temprana edad. No fue fácil tener que amamantar a un niño con hambre, tampoco el intentar que dejara de llorar cuando yo misma no lo podía hacer. Incluso ahora que lo pienso, sigue siendo frustrante. Verlo... Verme... Dios, no deseo que ningún joven pase por ello.

-¿A dónde quieres llegar con eso? No lo entiendo.

-Que nos saltamos demasiados pasos, tanto juntos como separados. No hubo ese proceso de enamoramiento normal, donde se es tímido al salir o tomarse de la mano, nosotros fuimos directo al descubrimiento de nuestros cuerpos, y antes de lo que creí, ya mi abuela me estaba golpeando por tener dos meses de embarazo—ríe con tristeza—ni siquiera vale la pena hablar de mis padres, ellos solo aparecieron para practicarme el aborto, nada más. A lo que quiero llegar... Es que Jungkook siempre fue tan correcto, el asumió y se peleó con el mundo por nosotros y yo no pude hacer más que admirarlo a los lejos. Me enamoré perdidamente con el pasar de los meses, un amor autentico, era una de esas relaciones donde sabe que lo único importante son los sentimiento. Por eso, fue que el contacto físico nunca fue demasiado importante, no quiero decir que nunca lo hacíamos. Es solo que... Lo nuestro nunca se basó verdaderamente en ello.

-Como si fueran un par de amigos con un hijo en común...—insinúa la pelirroja, dando cortos asentamientos de cabeza. Cuando Ji Woo busca rebatir sobre aquel comentario, no es capaz de hacerlo por más que intente hallar una justificación favorable a la situación que apenas se da el tiempo de descubrir. Ellos... Son como compañeros de vida, solo eso—si solo eres tú la que aprecia el panorama de esa forma, dejando el sexo de lado al no verlo como algo importante y asumiendo que Jungkook cree lo mismo. Permíteme decirte cuan equivocada estás... Jungkook es hombre, y al igual que las mujeres, no todas por lo que veo, tienen necesidades de una follada reconfortante después del trabajo...

-¿Qué me estás queriendo decir?

-Nada que no estés dispuesta a pensar—aclara, llevando el vaso a sus labios para terminar con el líquido fuerte de un solo trago. Desde allí, pudo ver las dudas aflorando en el rostro de su mejor amiga—no quiero que pienses mal. Solo deseo que veas cual ha sido tu error. Jungkook puede ser tu esposo, pero también tu amigo, confidente, amante... Todo está en la confianza.

-Crees...

-Muy posiblemente.

-Él no es así.... Jamás lo haría... Somos su familia...

-La familia, Ji Woo—interrumpe con un tono de voz duro solo para aclarar un punto bastante cierto, doloroso, pero innegable—la familia seguirá siendo su familia, incluso, si folla con otras personas. Son cosas distintas ¿Sabes? El cuerpo anhela sensaciones satisfactorias y el corazón la calidez del amor que solo la familiaridad puede darle. Y si tú no cumples con ambas... Sencillamente todo se irá a la basura. No se trata de forzar nada, el punto está en que las cosas fluyan con tanta naturalidad que de miedo. El sexo no lo es todo, obviamente. Pero quien te diga que no es necesario, pues... Te miente. Recuerda, si no hay sexo y tampoco compresión, créeme que nada irá bien.

"...Que buen chiste, amor. Estoy segura que nunca dejarás de ser tan divertido... Ah... ¿Te imaginas? Con cuarenta años yendo a una universidad..."

Mierda.


―•♡•―


-Escuché que trabajas en Jungsik ¿Desde cuándo lo haces?—es la pregunta que saca de la órbita perfecta a Taehyung. 

Quisiera ignorar el cuestionamiento, y ello se debe al recuerdo de cómo fue que consiguió entrar a trabajar ahí siendo ese un sitio demasiado exclusivo. Si, todavía le resulta agobiante el ver al hijo del dueño con el cual folló en una fiesta cualquiera, andando alrededor suyo como un roedor en busca de mordisquear una vez más su cuerpo. No, no, no desea que esas memorias le roben el precioso momento de silencio el cual mantenían mientras transitan por los caminos de Yuldong Park.

Porque si, terminó resultando que su cita principal sería en un lugar bastante lindo como este, donde los caminos entre naturaleza son la principal atracción, sin dejar de lado por supuesto, el hermoso lago que brilla gracias al sol y la pequeña brisa veraniega que ondula entre los árboles. Respira profundamente tratando de desconectar el mal sabor de boca que su pasado siempre le deja, y centrarse en el presente. Jungkook es su presente justo ahora.

-En febrero cumpliré un año—prefiere decir, sin ahondar demasiado en ello. Al notar cuan pensativo se coloca el mayor, entrelaza sus manos por detrás de la espalda y lo observa interesado en saber qué pasa por su cabeza como para perderse de ese modo—¿Qué sucede?

-Siempre he frecuentado ese restaurante. Inclusive, la última vez que estuve allí fue hace poco menos de dos meses, que con HyoJung fuimos a cenar. Pero nunca he corrido con la suerte de encontrarte entre las filas de sus empleados, hubiese sido agradable verte allí. El uniforme es muy bonito.

-Oh, eso se debe a que hace un mes es que se me permitió ocupar el puesto de mesonero, Sr. Jeon. Anteriormente, solo estaba en la cocina lavando platos y limpiando pisos. Debe saberlo, ese tipo de lugar es realmente estricto con el trato, presencia y forma de servir las mesas. Para poder tomar el cargo, primero tuve que recibir formación en etiqueta, curso extensivo de 10 semanas con certificado incluido completamente pago por el restaurante—se alza de hombros retándole interés. 

Interés que se desvía dramáticamente a ese nombre "HyoJung" que Jungkook ha pronunciado con tanta suavidad. Dios, en serio no quisiera imaginar que otra mujer despampanante está a su lado o terminará de morir debido a sus inseguridades de ser chico. Inseguridades que extrañamente ha conseguido desde que esa cosa que llevan ambos comenzó.

-Lo imaginé por un momento. Pero... ¿Realmente son buenos con sus empleados al igual que con su comida? El trato humano, es lo más importante. Pero hay ciertas empresas que eso es lo que más ignoran, humillado y haciendo del trabajo un martirio, jactándose y aprovechándose de las diferentes necesidades que puede poseer. Realmente no soporto esa clase de retorcida arrogancia.

-Lo sé, me sucedió algo así—asegura, mordiendo su labio con nerviosismo un momento después. Dios... Cállate por una puta vez. Sus ojitos cafés van al suelo, observando como sus tenis pasan por sobre algunas hojas secas que han caído de los arboles adyacentes, escuchando como se trituran bajo sus pies. En algún momento, realmente sintió que la vida hacia eso con él—hubo un hombre que fue el encargado, que me hizo la vida imposible por varias semanas. Ensuciaba el piso que acababa de limpiar a propósito, no me otorgaba los descansos correspondientes y siempre me obligaba a extender los turnos. Me explotaba, e incluso, me calumnió al decir que yo me le había ofrecido en más de una oportunidad, cuando claramente fue él quien me perseguía en un principio. Era un imbécil.

-Dios, Taehyung—Jungkook gruñe, deteniéndose y acariciando sus mejillas pálidas con demasiada sutileza. Entregándole con dicho tacto, verdadera preocupación de lo que pudo haberle sucedido. Su corazón comienza a martillar su caja torácica—¿Entiendes que ese es un delito? En serio pudiste denunciar a ese hombre por acoso. ¿Qué fue lo que hiciste para salir de ese desagradable hombre?

Nada.

Por un momento, realmente creyó que merecía aquel trato por ser quien era, un chico regalado que había aprovechado aquel sexo para entrar en ese trabajo. Y no culpa del todo al encargado que cayó a sus pies apenas pisó aquel sitio, en fin de cuenta era carne completamente nueva, apetecible y joven. Sin embargo, lo que no esperaba es que dicho tipo descubriera que se había acostado con el hijo del dueño del restaurant, y por ello, había terminado figurando entre sus empleados. Eso, completamente lo hizo perder el centro y llegar a acosarlo laboralmente de la peor forma, e incluso así, no hizo nada por detenerlo.

-Una compañera de labores lo grabó mientras me decía cosas...

-¿Qué tipo de cosas?

-Eso realmente no importa ¿Si? Lo importante es que gracias a ese vídeo despidieron al hombre y pude continuar con mi trabajo con normalidad, después de ello, todo ha resultado muy bien. El respeto y consideración de parte de todos es lo primordial ahora—concluye con suavidad, identificando la molestia en Jungkook por querer saber más de lo que está dispuesto a decir—cambiando rotundamente de dirección, usted también es jefe... ¿Es tan bueno con sus empleados como lo es la empresa con su tecnología?—indaga con verdadera curiosidad. 

El hombre que aún siente esa incomodidad en su pecho por todas esas cosas en las que se ha visto involucrado Taehyung a lo largo de su vida, simplemente sonríe ante aquella inesperada pregunta.

Realmente jamás esperó que alguien se interesara por inquirir eso, ya que todos daban por sentado que relacionarse más allá de dar órdenes hacia sus trabajadores, era lo correcto. Sin embargo, no es así. Al menos, le resulta agobiante que todos crean que todo lo que hay, es realmente lo que puede haber. Estar en su posición siempre ha sido complicado ya que nunca seria tomado en cuenta como alguien cercano debido a su puesto. Pero lo que más anhela desde su posición, es el poder escuchar y serle de ayuda a cada uno de sus trabajadores, como un jefe, como un amigo.

-Realmente no lo sé—suspira con cansancio—coloqué un buzón de quejas i/o recomendaciones en el piso donde se encuentra mi oficina apenas asumí la vicepresidencia de la empresa. Se supone que lo coloqué para que todos los empleados que presten servicio a mi lado puedan tener un medio por donde puedan exponer sus malestares o ideas de forma anónima, tanto del trato, como en la planificación del edificio. Ejemplo, que el ascensor no funcione como debería, que el café sea de mala calidad o los baños no tengan el papel perfecto para ellos... No lo sé... Cualquier cosa. Pero hasta el momento, no he recibido alguna carta o nota. Es un poco frustrante. Esa fue la mejor idea que pude tener, ya que me parecía muy terrorífico llamarlos uno a uno para preguntarles directamente qué era lo que esperaban como empleados bajo mi mando.

-Se cohíben.

-¡Exacto! Dios, juro que es muy molesto. ¿Cómo puedo mejorar si las personas no expresan las cosas con las cuales están inconformes? No sé qué hacer.

-Solo tienen miedo, Sr. Jeon—tranquiliza Taehyung, acercándose a su costado y acariciando uno de sus brazos por sobre la chaqueta que viste. Repentinamente se ve muy estresado y eso no le agrada, Jungkook siempre ha desbordado serenidad—existen dos posibilidades en todo esto. 1) Que no lo hagan por temor a que su idea o queja sea visto de mala forma y después de ser investigados puedan perder su empleo—Jeon niega enseguida—o, que simplemente no haya nada por lo cual quejarse.

-Siempre habrá inconformidad. Quisiera ser mejor jefe, uno en el que ellos puedan confiar...-

-Sé que es un buen jefe, Sr. Jeon. Usted es... Una buena persona. Demasiado inteligente y bondadoso—susurra. Ni siquiera pudo identificar en qué momento ambos detuvieron sus pasos, o cómo fue que una de las manos del hombre terminó en su cintura apretándolo contra su pecho posesivamente, solo es consciente que la cercanía es abrumadoramente perfecta—yo me sentiría muy feliz con poseer un jefe como usted—alza sus ojos cafés brillantes encontrándose con esos orbes experimentados que parecen querer consumir todo de él—¿Sr. Jeon?

-¿Si?

-Me gusta mucho sentirlo cerca, es cálido y precioso...—dice suavemente dejándose llevar por el leve balanceo que el hombre comienza a llevar, casi como si alguna música cercana lo estuviera incitando a mecerse sobre su propio eje en alguna clase de baile romántico. Taehyung ríe en seguida muy abochornado de que las escasas personas que pasan por ahí piensen que se han vuelto locos por bailar sin sonido alguno—¿Qué hace? No hay ninguna canción...-

-Entonces canta alguna—resuelve, sin dejar de mover la figura delgada del rubio a su propio ritmo. En cualquier otra situación quizás lo tildaría de estar loco... ¿Él cantando? Nunca, su voz es demasiado gruesa como para si quiera intentarlo, pero ni siquiera negarse está dentro de sus planes—puedes cantar algo como... Dime algo, chico. ¿Eres feliz en este mundo moderno? ¿Acaso necesitas más? ¿Hay algo más que estés buscando? Estoy cayendo, en todos los buenos momentos me encuentro deseando un cambio. O algo como... ¿Hay un lugar donde pueda esconderme lejos? Labios rojos, beso francés, mis preocupaciones se alejan, debe de haber un lugar más dulce donde podamos endulzar el sabor... Estoy fantaseando, tengo tanto que ver, estoy en el paraíso. Parece que estoy nuevo por dentro, muy en el fondo de mí, te amo, he nacido para volar...-

-Yo también estoy en el paraíso, Sr. Jeon—farfulla Taehyung, ahora dejando que su cuerpo dance libremente con Jungkook completamente aferrado a él. Ni siquiera los ojos curiosos importan en el momento que unen sus bocas con lentitud y calma, como si nada más que ese momento es lo que tuvieran poder delante. Y es verdad, nada más que ese instante es el que importa justo ahora.


Ahora veo cómo podría ser, encontraremos nuestros caminos, encontraremos las cosas que buscábamos, nosotros, estás viendo que estoy hipnotizado, un lugar solo para mí donde pueda romper lazos, adiós.


―•♡•―


¿Qué tiene de malo drogarse? ¿Pasar gran parte de su vida en estado de ebriedad? Es cierto que luego de cierto tiempo tiene repercusiones en el cuerpo, y esa cantidad de mierda que no importan ya que Choi SooBin de 19 años, bisexual, un poco alcohólico, un poco... Muy, drogadicto, guapo, despreocupado y mierda. No mierda porque los demás crean que sea mierda, sino porque el mismo se considera así, le vale poco lo que las personas opinen, y entre ellos por supuesto que figuran sus padres o amigos. Bueno, no es como si verdaderamente tuviera amigos... Ya que se ha encargado de mandarlo al infierno por intentar cambiarlo.

¿Por qué debería de hacerlo? No es como si le molestase ser como es, la amplitud de hacer lo que le dé la gana en esos momentos cuando un buen porro está prendido, o una pastilla esté entre sus manos no lo cambiaría por nada. Dios, es lo mejor del mundo. Por ejemplo, ama ver hacia el cielo mientras se está drogando por la intensidad con la que se mueven esas pequeñas luces y lo hacen sonreír como un tonto. Justo como ahora, que gracias a su Seagull S6 y uno que otro acorde puede pasar un agradable momento siendo acompañado por los grillos, la poca claridad y sobre todo, la tranquilidad de la zona en donde vive.

Claro, todo fuera perfecto si su mente un poco perdida no estuviera viendo lo que cree está viendo. Vaya, debe de tener suficiente mala suerte como para encontrarse con esta persona justo en su momento más elevado de la presente nota. Gruñe. Su garganta se siente cerrada debido al exceso de saliva y la poco consciencia que posee, sin embargo, está viendo lo suficientemente bien que un cabello azul se acerca entre pasos perdidos a la dirección en donde está sentado.

No es como si hubiese notado su presencia o viniera directamente a él, es más como si estuviera un poco decepcionado y perdido en sus pensamientos que no ha podido distinguir que se acerca a su lugar. Luego de un suspiro, el chico de cabello azul se sienta dos bancos más alejados de SooBin, tomando su móvil del bolsillo y comenzando a escribir sin darle demasiada relevancia a su alrededor. El azabache vuelve a bufar disconforme por ser rebajado a nadie. Además, ¿Qué persona se sienta en una solitaria plaza a escribir mensajes? Podría ser víctima del robo fácilmente, e incluso, de una violación.

Bueno, no es como si le importase lo que le sucediera, solo sabía que estaba interrumpiendo su momento de relajación con su constante golpeteo al suelo con su zapato. Vaya que es molesto...

-Oye estúpido, ¿Puedes dejar de hacer eso? Hay una persona aquí que quiere terminar su porro en santa paz—finalmente exclama en tono molesto, espantando notablemente a YeonJun que en seguida se coloca de pie y lo observa con terror. Luego del breve momento lleno de desconcierto por hallarlo justo ahí, endurece sus facciones lleno de reproche—¿Qué? En serio creo que tienes una fijación en mirarme, si deseas te doy una foto para que las desgastes...

-¿Qué?—pregunta sorprendido por su forma tan altanera de ser. ¿Qué rayos pasa con este chico?—¿Acaso me estás siguiendo? ¿Eres una clase de acosador? De una vez te digo que tengo novio y no estoy interesado en imbéciles como tú que solo malgastan su vida en fumar cuanta porquería encuentran—SooBin ríe brevemente luego de haber aspirado de su cigarrillo con total calma, en el proceso, da un vistazo descarado de arriba abajo al chico. La burla en sus facciones hacen que los dientes del ahora peliazul chirríen de molestia—¿De qué te ríes? ¿Te has vuelto loco? No soy un chiste.

-De ti, claramente. ¿Acosarte? ¿Por qué querría yo acostarte? Eres tan tonto—vuelve a reír, siendo esta vez un poco más sincera que la primera. Es tan divertido—Primero, no me gustas físicamente. Segundo, te ves demasiado aburrido. Y tercero, no estoy interesado en cambiar pañales. Soy de esos que les gustan que lo traten de dominar y así poder jugar a quien tiene el poder en la cama. Además, me gusta duro, muy duro. Y tú...—niega lleno de reprobación—pareces virgen, los vírgenes no van conmigo, chillan mucho y no aguantan tener una polla bien profunda en su culo... Ya sabes...

La mueca que muestra el de cabello azul casi lo hace retorcerse de la risa en su lugar. Sin embargo, trata de mantenerse serio para que sus palabras tengan la veracidad que quiere. Bueno, no es como si fuese mentira lo que acaba de decir, realmente le gusta follar duro y empotrar a sus conquistas hasta que se orinen encima, aparte de hacerlos chillar su nombre y pedir por más como putas necesitadas. Pero lo que no termina de entender, es por qué esta persona le hace ser tan desagradable... Más de lo que normalmente es. Lo pone de mal humor.

-Por dios, eres un jodido enfermo. ¿De qué hablas?—susurra YeonJun dando varios pasos hacia atrás consternado. Si... Quizás debería de huir, pero hay algo en esa cara satisfecha del pelinegro que lo hace hervir la sangre. ¿Por qué le pasa esto? Se supone que él vino fue a ver a Taehyung a su departamento, no a encontrarse sorpresivamente a este idiota en la plaza que conserva el lugar de residencia de su novio—si te acercas juro que te golpearé—amenaza sin mucha convicción al verlo estirar sus extremidades.

SooBin rueda los ojos.

-Como sea—murmulla con fastidio, colocándose de pie y trastabillando debido a todo lo que corre por su sistema. Quizás deba bajarle a la intensidad. Sin darle demasiada relevancia, toma su guitarra con fuerza en su mano izquierda y comienza su camino a la torre que está justo al frente de la de Taehyung.

Puede escuchar un par de quejas por parte del chico, las cuales ignoró olímpicamente al saber que no vale la pena perder tiempo allí. Un minuto después, un carro es prendido y arrancado lo más rápido posible, siendo muestra irrefutable de su partida del lugar. Niega con una sonrisa indescifrable, siguiendo su camino a su apartamento que está en el primer piso. 

El lugar en el cual vive desde abandonó la casa de sus padres meses atrás, es bonito. No tan bonito como su antigua casa, pero al menos no tiene que soportar que estén insistiendo en que abandone sus andanzas en "La mala vida" Como ellos lo catalogaron. Le cabrea eso. Que todo crean que es lo mejor para él, incluso, por encima de su propia opiniones. Que se jodan. A SooBin le vale mierda el mundo entero, lo que ellos crean bien o mal, cada quien merece hacer lo que le venga en gana si es lo que realmente desea.

Por ello, trata de ignorar lo que ve.

El lindo mercedes negro ser estacionado frente la otra torre, el chico rubio salir y esperar al hombre mayor que rápidamente da la vuelta para poder tomarlo entre sus brazos y hacer que enrede sus piernas alrededor de su cadera. Lo omite de su cabeza, por más que los ve besarse con pasión y dirigirse hacia la entra del edificio para concluir en lo que está claro sucederá esa noche. Lo hace, aunque se sienta un poco feo en el pecho el saber que ese chico rubio es el novio del tonto peliazul que acaba de irse en su carro, a pesar que es consciente que ese "Hombre mayor" Es el padre de ese chico que logra cabrearlo fácilmente.

Incluso sabiendo eso, los ignora y entra a su apartamento; porque cada persona es libre de enterrarse en sus propios errores una y otra vez, sin necesidad de ser juzgados por los demás.

-Mundo de mierda.



► Shallow- lady gaga, bradley cooper.

► A Sweeter Place- Selena Gomez ft. Kid Cudi.

YeonJun con el cabello azul es arte.


AlHanyG

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