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•13 | Si decido quedarme.



El amor es como el universo. A veces, suele parecer que lo que vemos es todo lo que hay, pero en realidad, allá, donde se cree solo existe un final, es donde espera algo mucho más grande... Como Sirio, estrella más brillante de todo el cielo nocturno vista desde la Tierra. Pero mucho más allá existe Rigel, un sistema estelar en la constelación de Orión. Pero mucho, mucho más allá, donde nuestra consciencia cree no puede llegar, existe Ton 618, el agujero negro que posee 66 mil millones de veces la masa del sol, y después, está el universal observable.

Y allí está él.

Esperando paciente el poder ser encontrado por alguien que de verdad le interese ver mucho más lejos de lo que posee frente sus ojos. Jungkook lo pudo notar, solitario y con luz opaca que ha sido consumida poco a poco, al borde de perder su luz, él pudo hallarlo. Pudo tomar como lo más hermoso su débil resplandor, a pesar que existan miles de millones de estrellas más brillantes. Lo vio a él.

-Lo siento.

Dijo Jungkook al salir del pequeño, ahora helado, apartamento. Y está bien, Taehyung comprende que su lo siento es mucho más que un ''Lamento dejarte por volver a casa'' Es más como un ''Lo siento por haberte arrastrado a esto'' Pero no tiene por qué disculparse, él es un adulto que puede tomar sus propias decisiones. Taehyung es completamente dueño de los caminos a seguir. De lastimarse, y lastimar. De marcar su misma alma, y marcar a los demás.

-Esto es perturbador—se dice, sin moverse del diminuto sillón desde hace horas. Ahora simplemente desea mirar la manera tranquila que tiene su cortina de revolotear de un lado a otro por la suave brisa de madrugada. 

Cuando cree que es necesario cambiar el punto focal de su mirada,  detiene su atención en el suéter de tela lisa que yace en la mesita de café sobre la pila de libros.

La pregunta llega rápido a su cabeza, no entendiendo la razón de haber permitido que aquella prenda haya sido olvidada, si bien la vio antes de que Jungkook partiera. Muchas excusas van apareciendo como justificación de lo hecho, pero el auténtico motivo de aquello es tan pobre, que solo da vergüenza admitirlo. Real. Solo necesitaba algo que le demostrara que fue real que aquel hombre de edad, en serio suplicó por sus labios por más de una vez en todo aquel tiempo que se quedaron juntos.

Es tan... Surrealista todo. Que en más de una oportunidad se ve tentando a acercar aquella prenda hasta su nariz para oler la esencia impregnado como una marca personal en ella. El impulso de hacerlo crece con solo mirarla como una gran tentación allí, suave y agradable, pidiendo ser estrechada. Pero Taehyung se niega a caer, se sentiría demasiado extraño.

Por Dios, ¿Y qué no es extraño de todo eso? Es solo una fragancia, sí, pero es LA fragancia de Jungkook... Esa que va perfecta de una manera escalofriante con su forma de ser. Y hasta cierto punto es estúpido; porque es un perfume que puede tener cualquiera persona en cualquier parte del mundo, es decir... No exactamente, ya que este se entrelaza con su olor natural pudiendo crear algo tan completamente único, que hace a su cerebro entrar en una crisis.

-El Sr. Jeon...—murmura hipnotizado, sus dedos picando por tomarla y... Lo hace. Cuando se da de cuenta qué es lo que hace, ya posee dicho pedazo de tela contra su nariz olfateando todo lo que pueda, todo lo que sus pulmones pueden contener—Ah... Es tan malditamente bueno... Es jodidamente un vicio, Sr. Jeon. Un vicio.

Sí, estoy tan jodido.


―•♡•―


-Estás distraído, amor—Ji Woo susurra desde el lugar frente el tocador, con los ojos fijos en el hombre azabache que yace sentado en la cama mientras mantiene intenta leer un libro. La mujer con delicadeza aplica un poco de crema humectante sobre la palma de su mano para luego esparcirla por la piel tersa de sus muslos en medio de pequeños masajes. Jungkook sigue su acción con cuidado—desde hace varios días estás así... No quise comentar nada frente YeonJun, porque parece que no tiene el mejor de los tiempos.  ¿Me vas a decir qué sucede?

-No sucede nada—prefiere decir—¿YeonJun presenta problemas?

Al preguntar aquello, aparta la mirada de la hermosa mujer volviendo a las líneas del libro. No lo puede negar ni aunque lo quisiera, Ji Woo es hermosa, su piel sigue aparentando la suavidad que recuerda, sus ojos cálidos le hacen saber que está en el lugar correcto llamado hogar. Joder... Ni siquiera sabe cómo es capaz de mirarla a los ojos luego de haberse aferrado a Taehyung de la forma en que lo hizo. 

Es consciente que está siendo egoísta con su familia, pero él siempre ha sido egoísta consigo mismo ¿No puede intentar serlo para los demás aunque sea una vez? Por Jungkook el hombre, por Jungkook el que no quiere dejar ir nada más en su vida.

Un suspiro por parte de la mujer le hace saber que así es. Antes de colocarse de pie y quitar su bata de seda blanca, Ji Woo coloca los pequeños zarcillos que previamente había dejado de utilizar, en un cofre dorado donde dispone todas sus joyas. Gira con dirección a la cama, sentándose en el borde y rememorando aquellas palabras que le dijo su hijo antes de que Jungkook estuviera presente.

-Creo que tiene problemas con Taehyung—simplifica sin dar demasiados detalles de la conversación—me preocupa que su estado de ánimo esté mal, él siempre ha sido un chico muy entusiasta... ¿Viste que ni siquiera terminó su cena? No deseo que pase malos ratos, a pesar de que ya es un adulto joven.

-Las relaciones poseen momentos buenos y malos.

-La de nosotros solo buenos—interrumpe ella, lanzándose al costado del azabache para poder dejar descansar su mejilla en su hombro, y así permitir ojear qué es lo que tanto lee Jungkook—¿Si decido quedarme?—pregunta ella, leyendo en la parte superior izquierda el nombre del libro—demasiado drama... Muchas decisiones difíciles. No sabía que ahora te gustaban esta clase de novelas.

-¿Lo leíste?—pregunta él, ignorando ese sentimiento adolorido que se instaura en su pecho debido a sus palabras. En serio quiere pasar por alto el hecho que decidió comprar ese libro solo por el nombre, si decido quedarme, quedarse aquí o junto a Taehyung, quedarse siendo solo el padre y esposo, o el hombre que anhela cumplir metas. 

Ji Woo sonríe apenada, negando de manera suave a su pregunta.

-Vi la película.

-Uh... Gracias por eso. Ahora sé que pude convertir los tres días de lectura que llevo con este libro, en solo 1 hora treinta minutos frente el televisor—medio sonríe, negando después—en realidad, no importa. No cambiaría leer por solo ver. Ya que cuando alguna producción lleva a la pantalla una obra literaria, la misma pierde ese genuino toque que el autor le colocó a cada palabra, ¿Sabes? La magia, su sentido personal de narrar los momentos. Creo que sigo prefiriendo leer—asegura.

Luego de un suspiro, cierra el libro y lo deja sobre la mesita de noche para seguidamente apagar la luz de la pequeña lámpara.

Si decido quedarme, moriría siendo infeliz una parte de mí.

Los brazos de la mujer pasan por sobre su abdomen y terminan a su costado abrazando con fuerza no mucho tiempo después, sintiendo los cabellos con olor floral al inicio de la nariz, regalándole una fragancia que ha adoptado como propia por los años que lleva utilizando el mismo champú. De forma automática, la mano de Jungkook va a su cintura para abrazarla, tan pequeña y curva, tan sensible y delicada como siempre.

Sin poder impedirlo, sus recuerdos viajan a Taehyung una vez más. A la manera en que sus manos se sentían perfectas tocando sin cuidado su espalda, su cadera y como no se quejó ni una sola vez por eso, en cambio, simplemente besó con más intensidad jalando su cabello negro. Sus párpados tiemblan debido al recuerdo. Sus labios, tan esponjosos y suaves, tan adictivos por su sabor, por su forma tan intensa de besarlo, por ser simplemente grandioso y joven.

Dios, es tan joven.

Tiene la edad de su hijo... Es el novio de tu hijo. No, no desea torturarse con ello. Tiene tan presente que está colocando a su familia en una posición comprometedora por algo de lo cual no está seguro cómo llamar. Amante, ahora tienes un amante masculino. No para él. Quizás posea todas las características de uno para los demás, pero se siente tan mal catalogarlo como solo eso. Lo ha repetido mucha veces, no son simples ganas animales de sexo o despejarse del entorno familiar, es más que eso y espera ese punto este perfectamente claro en Taehyung. 

Él es mucho para ser encerrado en esa simple palabra.

Tampoco se trata de un capricho por suplir todas esas cosas que dejó ir en su juventud. Todo lo perdido está perdido ya, pero aún respira, Jungkook aún puede obtener lo que anhela con tanto ímpetu; porque todavía vive, y mientras su corazón lata puede cumplir con sus sueños. Él no quiere poseer más arrepentimientos, él no desea sentir otra vez que está dejando ir nuevamente sus aspiraciones. Él ansía poder decir ''Hice lo que quise y perdí'' o ''Hice lo que quise y gané''

-Me matriculare en la universidad para el próximo periodo—comenta de repente, observando lo poco que puede ver del techo debido a la oscuridad. Un movimiento de Ji Woo le avisa que ahora posee esos ojos claros sobre su rostro, la mira, sin poder distinguir más que la silueta pequeña a su lado.

-¿Qué?—una corta carcajada brota luego de un largo silencio en acompañamiento de ligeras negaciones que mueren mediante transcurre los segundos—que buen chiste, amor. Estoy segura de que nunca dejarás de ser tan divertido... Ah... ¿Te imaginas? Con cuarenta años yendo a una universidad con muchachos que pueden ser tus hijos, todos te mirarán extraño y te dirán ''El Señor papá'' o ''Cuando el Sr. Jeon iba a la escuela con los dinosaurios...'' Oh, me sentiría tan ruborizada de esa escena...—suspira, dejando descansar nuevamente su mejilla en el pecho del hombre, por completa divertida.

-Yo...—no lo dije para esto, lo dije para que me apoyaras—solo quería divertirte un poco, amor. Obviamente es una ridiculez ¿No? Yo pisando una universidad a esta edad sería... Súper inadecuado. Sería la burla de todos.

-Por supuesto, no es como si lo necesitaras de igual forma. Eres exitoso por cuenta propia, sin tener que ocupar un pupitre como si fueras un jovencito.

No lo necesito...

Tiene razón.


―•♡•―


Mirada, piso, mirada y otra vez piso.

¿Qué se supone que está haciendo? Debería de enfocarse en terminar con lo que la próxima clase demanda, pero extrañamente aquel chico parado contra la columna, que fuma en un lugar donde no debería fumar por ser libre de humo, le resulta condenadamente conocido. Vamos YeonJun, sé que puede localizar su rostro entre las miles de personas que conoces. Sonríe. Aquello ha sido por completo sarcasmo, ya que las personas que trata las puede contar con sus dos manos al no ser un chico completamente dado con los demás.

Rostro pálido, más pálido de lo normal, alto, de cabello negro y contextura que se ve pesada.... ¿Dónde? ¡Ah! No puede ser, ¡La vaca embarazada! ¿Espera qué? Bueno, el chico alcoholizado en la casa de Jackson... Pero... ¿Qué se supone que hace en su universidad? ¿Es posible que estudie ahí? Imposible, de ser un estudiante al menos lo habría tenido que ver una vez en su vida, ya que el no ser muy sociable no le quita el que sea observador.

Bufa cuando lo ve tirar descuidadamente la colilla al suelo y pisarla, pretendiendo dejarla ahí cuando claramente existe un bote de basura a menos de dos metros de su puesto. Atento, la vaca embarazada se da cuenta que hay un botadero de basura cerca y parece tener la intención de... Dejarlo ahí porque es demasiado perezoso para mover un músculo y arrojarlo donde debería. 

Que ser tan detestable... Ya ve como es que no podía con su propio peso estando borracho. Ahora mismo quisiera saber su nombre y decirle, ''Ey, estúpido no sé quién, existe algo que cumple la labor de contener desechos, ahí puedes echar la colilla de tu asesino silencioso'' Uy, es que ya le cae mal.

-¿Tengo algo que te interesa?—oye la suave, no gruesa como pensaba, voz del hombre ser dirigida a su persona. Porque es con él ¿Verdad? Estúpidamente válida a su alrededor y nota que efectivamente le habla—sí, es contigo. No te hagas el sorprendido, desde hace un buen rato me estás mirando y haciendo esas muecas raras... ¿Tienes algún problema conmigo?—YeonJun frunce el ceño. 

¿Qué si tiene un problema con él? ¡Claro que sí, desde que tuvo que cargar su pesado cuerpo hasta un sillón!

-No, ningún problema. ¿Por qué debería? Ah, quizás porque me estuviste molestando con tu humo hace un rato... y porque has lanzado la colilla en el lugar que no corresponde—señala la basura—ahí es donde debería ir—junto con tu presencia, idiota.

-¿En serio? Casi ni me doy cuenta de eso. ¿Debería discúlparme?—indaga con expresión pensativa—Umm no, creo que no. Ya que no suelo ofrecer disculpas a entrometidos que no tienen vida—comenta con simpleza, casi viendo las cutículas de sus uñas. ¿En serio? ¡¿Acaso es un niño pequeño para que diga eso?! YeonJun abre mucho sus labios dispuesto a rebatir—ahórrate tus gruñidos, pequeño. Nunca los escucharé...

-¡P-Pero...!—ante de decir cualquier cosa, ya el azabache pálido había emprendido su camino perdiéndose en un pasillo poco transitado. ¿Quién se cree? Es un imbécil. Cuanto se arrepiente de haberlo acostando en el mueble aquel día, la próxima vez, y claro que sabe que habrá próxima vez si se la pasa en esos lugares con Jackson, lo dejará tirado en el piso como excremento de perro—idiota, contaminador del medio ambiente...-

-Aw eres tan lindo cuando pareces molesto—la mano de Jimin va hasta su cabello azabache y lo desordena cariñosamente. Antes de poder quejarse por ser tratado como un pequeño, ya el mejor amigo de Taehyung está sentando a su lado ojeando sus cuadernos con demasiada confianza mientras no deja de decir un montón de cosas que no escucha. Sonríe un poco al mirar fijamente al hombrecito como habla y habla sin prestar atención a nada más que si mismo. Siente calidez, calidez de saber que Taehyung a pesar de todo nunca estuvo solo del todo, Jimin siempre estuvo ahí para acompañarlo, y ahora también está para él—¿Q-Qué haces?—se espanta cuando las manos del azabache se enredan en su cintura, dándole un abrazo demasiado fuerte.

-Gracias, Jimin. Gracias por querer animarme.

-¿Qué? Y-Yo no...—tartamudea sonrojándose por ser descubierto. La verdad es que pasaba cerca de ahí y pudo ver a YeonJun tan solitario como solía estar antes de Taehyung, entonces sintió que era necesaria su presencia para que no percibiera que la soledad le está haciendo compañía nuevamente de forma sutil. Pero... Entonces vio y escuchó esa pequeña conversación/pelea que tuvo con el joven alto y percibió algo... Algo de lo cual no está seguro debería mencionar—...De nada—finalmente dice, relajándose y devolviendo el abrazo. YeonJun es cálido—¿Estás bien?

-Lo intento. Supongo que es normal no estarlo si las cosas no van como uno espera... Con Taehyung, ya debes saberlo—suspira. Dejando su frente sobre el hombro de Jimin, y fijándose en la colilla apagada en el suelo por aquel chico desconocido. ¡Es que quisiera saber su nombre para decirle cuán estúpido es!

-Es Choi SooBin—

-¿Uh?—los ojitos negros de YeonJun lo detallan confundido—¿De qué hablas?

Jimin comienza a jugar con sus dedos sabiendo que está demasiado mal esto que hace, no debería, no es la solución, pero... ¿Acaso no es lo único que puede hacer desde su posición? Él ha aprendido mucho de este Jeon... Joder, mucho más de lo que es capaz de expresar a viva voz. Y aunque no tenga certeza, sabe que inevitablemente acabará roto por las decisiones de su amigo 

¿Está mal querer lanzarlo a los brazos de alguien más? A fin de cuenta, es su culpa el que Taehyung lo haya notado, es su culpa que ellos hayan iniciado una relación. Jimin es tan estúpido, pero tan estúpido, que ni siquiera sabe qué hace en medio de esto si todavía duele una parte de él al verlos relacionarse.  

-El chico dueño de aquel cigarrillo que no puedes dejar de ver, su nombre es Choi SooBin y estudia primer año en ingeniería ferroviaria. He oído que casi pierde el trimestre debido a estar en cada fiesta que hacen... Es alguien demasiado famoso entre las filas de chicos y chicas por su particularidad en rechazar a todos. Complicado, demasiado impredecible, y...-

-Un imbécil total—completa el chico, cruzando sus brazos por sobre su pecho—es un completo idiota, Jimin. ''Ahórrate tus gruñidos, pequeño. Nunca los escucharé...'' ¡Y acabo de descubrir que es menor que yo! ¿Cómo se atreve? Oh... Es que espera lo vuelva a encontrar.

Jimin sonríe un poco de observar cómo  esta persona, o lo desagradable de ella, hace a YeonJun olvide por completo que estaba triste debido a Taehyung. Taehyung... A pesar de que estudian juntos no ha sido capaz de poder hablar con él más allá de un simple saludo, lo mismo sucede con YeonJun. Por ello, es que posee cero ánimos justo ahora.

-¡Tengo una grandiosa idea, Yeon!—dice de repente, observando ese cabello azabache con una sonrisa torcida—debemos hacerte un cambio de apariencia.

-¿Qué? ¿Por qué así de repente?—duda.

-¡No lo sé, solo hagámoslo!

Quizás no sea tan malo que distraiga su mente con este nueve chico.



―•♡•―


Taehyung camina a pasos rápidos completamente agobiado por su vida. El café extra grande que se mueve de aquí allá con cada apresurado paso todavía está caliente, haciendo que su pobre palma resienta su irresponsabilidad o cansancio, lo que mejor le parezca. El punto es que faltó a la primera hora de clase al quedarse dormido luego de que su turno en el restaurante terminara una hora más tarde, y el de la cafetería, trabajo que consiguió con ayuda de SeokJin, comenzara a las 1:30 AM teniendo que salir a las 6 de la mañana en vez de la 5 como debería ser.

Si, quizás este apostado su sanidad metal al renunciar a su descanso de esa manera, pero necesita reunir el dinero y pagar su deuda. Control de estudio ya le ha mandado más de dos cartas en lo que va de semana pidiéndole que pase por la taquilla a dejar el pago de la deuda en las próximas dos semanas o será excluido de la lista de estudiantes que esperan ser becados. 

Mierda. 

Siente que va a llorar en cualquier momento de impotencia, es tan claro que el encargado Choi está haciendo esto porque lo odia, odia su estilo de vida y forma de ser... Pero... ¿Es acaso eso suficiente para querer perjudicar de este modo su carrera?

A pesar que por momento siente que no será capaz de mantenerse fuerte, Él podrá hacerlo. Lo que realmente le mortifica es que no cree que con dos trabajos sea suficiente, quizás necesite unos dos más, pero ¿Cómo? El día solo tiene 24 horas y estudia durante la mañana y tarde. Además de ello, tiene que sacar al menos dos horas para dormir... O intentar hacerlo. Según el horario que hizo la noche anterior durante su turno en el café, su día quedaría algo así:

Clases de 7 de la mañana hasta las 4:30 de la tarde. A partir de ese momento hasta las 6 pm tomaría una siesta tratando de reponer energías para comenzar con su "Nuevo día nocturno". De 6 a 7 estudiará mientras deja todo listo para la universidad al día siguiente, incluyendo el almuerzo, ya que tendrá que recortar los gastos en la cafetería para que le pueda alcanzar para comer durante el mes. Cayendo las 7:30 empezará su turno en el restaurante que terminará a las 12 am. De 12:30 a 5 am, trabaja en el café ingiriendo más cafeína de la cual necesita para mantenerse despierto.

Al ser el turno de la madruga relativamente más silencioso y con menor número de personas, se tomará sus ratos sin hacer nada para estudiar, cosa que le pidió al encargado y éste aceptó comprensivo, de 5:30 a 6:30 duerme y se levanta para repetir la misma rutina todos los días, exceptuando por supuesto, los fines de semana que podrá dormir más horas debido a que estará totalmente libre tanto de la universidad como de los trabajos.

YeonJun...

Según su horario no tendrá tiempo de verlo en otro sitio que no sea la universidad, y aunque sabe que está mal sentir alivio de ello, no puede mentir. Por una parte el estar lleno de cosas le permite no pensar, pensar en que ha ignorado los mensajes de su novio y esperado los de Jungkook con demasiadas ganas. Mensajes que por cierto, no han llegado.

Se siente como un iluso.

Sin tener tiempo para enfrascarse en ese tema, ojea el reloj de goma azul en su muñeca izquierda y maldice en voz alta debido a que solo faltan 40 minutos para su próxima clase. Cualquiera pensaría que va bien de tiempo tomando en cuenta que falta un poco, pero para alguien que tiene que entregar un ensayo de 10 hojas y solo tiene listas seis, 40 minutos ni siquiera se le puede llamar tiempo. Comienza a repasar el tema en su cabeza mediante camina e ingiere de su café, creando mentalmente las palabras que plasmará en las hojas blancas que están en una carpeta en su mochila vieja.

Cruza más velozmente de lo recomendado el último corredor, y pasa cual cliché respetado, su cuerpo se golpea contra un muro. Bueno, en realidad es una persona que da la apariencia de un muro por lo sólido de su cuerpo, haciendo que su café extra grande que costó demasiado, terminase sobre el hombre y en sí mismo.

Dios, tendría un puto colapso.

-¡M-Maldición!—gruñe mirando su suéter azul claro mancharse de marrón, y el quemar del líquido sobre su piel. Bien, todo está bien, solo es café. Repitiendo ese en su mente, alza la mirada casi haciendo que humo salga de sus orejas y con el mayor número de groserías sacadas del inframundo en la punta de la lengua. Pero su alma da un salto breve fuera de su cuerpo al detallar mejor al hombre de cabellera negra. Mierda—S-Sr. Jeon...




Quien no lo conozca, este es Choi -bebé lindo- SooBin. 🥰🥰


-AlHanyG


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