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•04 | Conexión.




-Eres interesante, Kim Taehyung. Muy interesante—concluye Jungkook.

El azabache aparta la mirada de los ahora azules del joven, por la pequeña sensación de paz que cada vez va creciendo en su interior con solo mirarlo. Ante tal sentimiento, se ve en la obligación de volver a tomar las hojas que descansan en su escritorio para distraerse leyendo, sin poder borrar esa sonrisa que surcan sus labios.

Taehyung nota tal sonrisa, y no puede controlar el embobamiento que ocurre en su sistema, ¿Cómo no? Si parece que un gran artista la ha pincelado en ese terso rostro maduro tan perfecto y llamativo. 

Parpadea un par de veces volviéndose consciente de lo que hace, decidiendo seguir observando su entorno, apreciando los demás cuadros que dejan una sensación entre cálida y de pérdida en su pecho. Algunos adornos que puede reconocer como grandes obras artísticas para el siglo pasado hechas en miniaturas, y que está seguro que al igual que los cuadros, han sido obtenido de algún alfarero no reconocido.

Quiere preguntar, Taehyung desea saber si hay alguna historia detrás de esos adornos, pero no se siente tan en confianza para hacerlo... Así que continúa mirando pequeños detalles en la decoración y una que otra cosa que encuentra interesante. Pero lo que más le llama la atención, y que no puede entender cómo es que no lo había notado antes, es esa fina piedra en lo alto del estante de libros de un color grisáceo difuminada con estelas suaves de color blanco, donde está esculpida una frase en letra de imprenta.

- "Multitudine tardas uidisset meministis in patibulum dimittam vobis in tenebris'' Está escrito en latín ¿Verdad?—pregunta de inmediato, al reconocer una de las tantas palabras. Jungkook detiene su lectura, y asiente—... ¿Qué dice?

-''Las muchas despedidas sin luchar, te recordarán en la oscuridad lo que dejaste ir en un agonizante dolor'' Es... Una especie de recordatorio—explica—significa que no debes dejar ir lo que quieres, o te arrepentirás de ello en una profunda y dolorosa soledad...

-¿Es un recordatorio personal?—interroga de inmediato, sin medir su curiosidad. El rostro de Jungkook se torna incómodo por un segundo, siendo reemplazado seguidamente por una media sonrisa rendida después. Con parsimonia se coloca de pie y camina hasta la ventana más cercana para observar cómo el día que era de un reluciente azul, se va tornando negro gracias a la muchas nubes tormentosas que se van aglomerando.

-Sí, lo es—confirma en un hilo de voz—lo obtuve poco después de que YeonJun cumpliera sus tres años, debido a una situación de la cual no vale la pena hablar—finaliza.

YeonJun... Lo había olvidado.

Por primera vez en todo aquel rato que lleva a solas con su suegro, recuerda que su novio está atendiendo un asunto importante de la universidad y por ello está ahí. Un malestar comienza a crecer en su estómago. ¿Cómo pudo olvidarse de él? Es cierto, al contrario de lo que pensó en algún momento, la familiaridad y gusto que siente al lado de este hombre mayor le da un poco de miedo, es como un universo alterno del cual quiere succionar conocimiento y explorar más. Es tan malditamente interesante y nuevo, que el pánico de no volver a verlo comienza a nacer.

Muerde su labio, negándose a seguir con esos pensamientos.

-El cielo está gris—murmura finalmente, tratando de distraer su creciente curiosidad por el hombre.

-Azul—responde en cambio Jungkook, sin mirar al rubio a su lado. Continúa—Leí en un libro, que en las estepas siempre usan la palabra <<Azul>> para describir el cielo aunque esté gris, porque...

-...Saben que por encima de las nubes sigue siendo azul—completa el rubio. Los ojos negros de Jungkook se desvían al rostro de aquel muchacho, que lo recibe con una pequeña sonrisa amable y apenada por interrumpir sus palabras por segunda vez—¿Es raro?

-¿Qué sería raro?—Jungkook desvía su interés a la ventana nuevamente, ya que dicho malestar burbujeante en su pecho le indica que está mal apreciar a ese joven como lo ha venido haciendo desde hace un buen rato.

-...Que estudie ingeniería y ame la literatura.

-Son polos opuestos—comienza a decir—pero creo que estás siendo muy explícito en este momento, amas la literatura y solo estudias ingeniería. Supongo que cursas esa carrera por alguna razón mayor...

-Por papá—acepta en voz bajita.

-¿Y tú?—el menor alza su mirada al hermoso hombre sin comprender a lo que se refiere con aquello—estudias una carrera que no amas pero terminarás trabajando de ello por el resto de tu vida, y al final solo vas a leer como Hobby. Y todo aquello lo harás porque tu padre así lo quiso... ¿Y tú? ¿Tus metas? ¿Tus sueños?—el menor agacha su rostro al quedarse sin palabra. Por supuesto que ha pensado en eso más de mil millones de veces, donde las dudas y el desasosiego llegan cuando su estado de ánimo está por el piso, ¿Pero qué puede hacer? Ser hijo único de un ingeniero frustrado no ha sido fácil, incluso, se volvía asfixiante en más de una oportunidad donde negó el querer eso para su vida—cuando tu vida pase, te arrepentirás de no haber hecho lo que amas.

-Mi papá...—carraspea un poco ante el temblor de su voz. Se odia tanto... ¿Por qué debería de justificar a ese hombre tan testarudo del cual se ha quejado tanto? —él luchó mucho para poder estudiar ingeniería. Siempre quiso ser el mejor, hacer cosas sorprendentes y duraderas. Cuando conoció a mamá y quedó embarazada de mí, sus ganas por convertirse en el más espléndido ingeniero crecieron... Faltaba poco menos de dos años para lograrlo, pero mamá murió en el parto y sus metas se perdieron, sus sueños se rompieron al no tener a nadie que se hiciera cargo de mi para continuar estudiando. Así que decidió dejar sus carrera y trabajar para poder criarme. Él renunció a todo por mi, siento... Que se lo debo, de alguna manera...

-Los padres realizan sacrificios, Taehyung—es lo que responde él. Aquella forma suave que utiliza para pronunciar su nombre le hace erizar toda su piel de una manera poco natural—Cuando una persona es padre o madre, todo se reduce al hijo o hija. Es duro si llevas una vida donde solo has velado por ti y tus intereses, pero es aún más triste que renuncies a tus metas por algo así. Puedo incluirme en este punto en particular, pero eso no significa que deba obligar a mi hijo alcanzar las metas que yo no pude.

-¿Qué era?

-¿Cómo?

-¿Qué quería estudiar, Sr. Jeon?

-Oh... Eso—sonríe apenado. La respuesta a esa interrogante sólo su esposa la conoce, y puede ser que le resulte avergonzante expresarlo a alguien más—Astronomía. Siempre quise estudiar astronomía. Sé que lo puedo hacer en este momento que tengo oportunidad, pero no lo hago porque el temor de cumplir algo que siempre he soñado, me detiene. Preguntas se aglomeran en mi cabeza, ¿Qué hay después de cumplir un sueño..?

-Sueños nuevos—concluye el rubio de forma rápida. Jungkook no sabe que decir. ¿Sueños nuevos? Pero... Él ya es una persona que debería de estar pensando en ser abuelo, no en sueños nuevos. Traga saliva. Se siente decepcionado de sus propios pensamientos, sabe que no es un anciano para concluir aquello, pero incluso para él, cumplir sus metas a esta edad le resulta ridículo.—siempre vendrán sueños nuevo, Sr. Jeon. Es joven aún, puede aspirar a retomar su vida donde la dejó. Es decir, puede estudiar y graduarse— por primera vez en largos años, Jungkook puede escuchar otra cosa que no sean temas sobre la casa, en este momento puede oír de un total desconocido, que realmente puede cumplir sus anhelos.

-Suena fácil—decide decir para no enfrascar ningún tipo de esperanza en aquello.

-Es fácil—asegura—mírelo desde este punto de vista, en aquel entonces era un niño. Quizás tendría problemas para comprender ciertas cosas—algunas gotas chocan contra la el cristal silenciando su voz por algunos instantes. Humedece sus labios y continúa, pero esta vez en un tono mucho más bajo—Tal vez no tenía el dinero, ni comodidades que pudieran hacer que su aprendizaje fuera mejor. Pero ahora, en este momento usted tiene todo para comenzar avanzar; YeonJun-ie ya está en la universidad, su esposa le dará ánimos... Y...

-¿Y...?

-Y sería lindo que un consejo dado por un mocoso como yo, que ni siquiera sabe qué cenará esta noche, hiciera alguna diferencia en la vida de alguien—sonríe abochornado. Decir aquello pudo hasta sonar odioso, pero en realidad eso no era lo que quería decir... El "Por lo menos usted cumpla lo que otros papás no pudieron. Cumpla su sueño y rompa con los estereotipos de dejarse ir solo por se padre" Cree que era demasiado.

-Eres completamente interesante—proclama por segunda vez el hombre, con mucha más seriedad que antes.

-No lo soy, soy común...Como cualquier otro chico de 21 años.

-¿Común? Eres humilde—asegura con un sonrisa de labios, dejando que la tranquilidad de la lluvia lo arrullara— No cualquier chico de 21 años puede citar a la perfección frases de un libro, dar consejos llenos de sabiduría a un adulto, apreciar cosas simples, sentir curiosidad por situaciones o cosas fuera de lo tangible, y tener ganas de aprender. Por un momento, me hiciste sentir pequeño...-

-Creo... C-Creo que nadie había dicho eso de mi jamás—confiesa con un leve sonrojo en su rostro—Ni siquiera mi padre lo ha hecho. Bueno, no es como si pudiera hablar de este modo con papá... Él es bastante mayor que usted y muy cerrado de mente.

-¿Lo es?—indaga.

-Sí, usted es excesivamente joven a comparación de él que tiene exactamente 49 años... Usted... ¿37? ¿38?

-38—confirma dudoso. Jungkook necesita ir con un psicólogo o algo parecido, no entiende, ¡Y es que no puede comprender, el por qué por un momento le dio vergüenza el expresar su edad, de la cual siempre se ha sentido orgulloso!—Yeon contó mucho de mí ¿No?—da la espalda al joven, y camina con elegancia hasta un sillón de cuero vinotinto que descansa muy cerca de la ventana, el mismo es de dos puestos y desborda la palabra ''Caro'' Por doquier—supongo que ha dicho cosas vergonzosas de nosotros—incluye a su esposa.

-No, no—niega en seguida, girando hacia el hombre y entrelazando sus dedos por detrás de su espalda al no dejar de moverlos con nerviosismo—Él ha dicho cosas muy bonitas sobre ustedes. También mencionó que su más grande meta es ser parecido a su progenitor. Y... Puedo comprender porque lo ha dicho—Jungkook no dice nada, solo espera con paciencia que el rubio continúe su idea—usted también es muy interesante, Sr. Jeon. Mucho más que interesante...

Silencio. Un silencio plácido que solo es interrumpido por el golpeteo de las gotas contra la ventana que retumban la habitación. Sus miradas se encuentran nuevamente y lo que ambos sienten es perturbador a una escala alarmante; porque esa sensación de paz que en sus pechos se va instalando, no es algo que debería de estar sucediendo. Esa sensación Taehyung la había experimentado con su YeonJun, y Jungkook, solo con Ji Woo.

-Volví—la voz de YeonJun corta cualquier interacción visual que ambas personas han llevado por largos segundos, y deciden pasar por alto, una vez más, cualquier sentimiento que no sea propio para la situación. Una vez el chico llega junto a Taehyung le regala una suave sonrisa, un beso en su mejilla izquierda y un pequeño abrazo, como muestra que lo extrañó en esos escasos minutos que estuvieron separados—¿Todo bien por aquí?—pregunta cerca de su oído, refiriéndose a la estadía con su padre. Taehyung da un leve asentamiento de cabeza—¿Te comió o algo así?—niega con retraimiento—ves, te dije que no era un ogro.

-Puedo oír todo lo que estás diciendo, YeonJun. Estoy a menos de tres metros de ti, ¿Acaso debería de sentirme ofendido por ser comparado con un ogro?—indaga con una ceja alzada a la dirección de ambos chicos. Taehyung se timbra, y mira a su novio de forma severa por andar diciendo cosas que no debe. Con un gesto lleno de súplica, pide ayuda una vez más, pero Él solo niega y se alza de hombros dejándolo a la deriva como una roca que no importa.

-Yo solo... Tenía miedo de no ser lo que esperaba para su hijo...-

-¿Sigues teniendo ese concepto de mi persona?

-No— asevera más rápido de lo que razona—...Es totalmente diferente a lo que creí. Me ha tratado muy bien... Y los temas de conversación que sostuvimos fueron muy interesantes. Muchas gracias por...Permitir esta visita, y conocerlo. CONOCERLOS—se corrige.

-Es un placer—comenta él con suavidad—Creo que está de más decir, que de ahora en adelante las puertas de esta casa estarán abiertas para ti, ¿Verdad? Puede venir cuando desees, y las veces que quieras.

-Oh, eso... G-Gracias...

-¿Ves? Te dije que te amaría—es lo que termina de hundir a Taehyung en sus pensamientos. En serio desea que su cabeza no haya tergiversar esa simple palabra en algo que ni siquiera tiene sentido. El beso en la frente que recibe del azabache menor, hace que baje la cabeza apenado por tal muestra de cariño frente a su padre. Por dios, se siente tan extraño... Enserio su novio ha nacido gracias al Sr. Jeon...Un señor que ni siquiera aparenta ser uno.


...


Taehyung que está sentado en la parte trasera del lujoso auto cuando finalmente la hora de partir ha llegado, apoya su cabeza sobre el vidrio, sin poder despegar su vista del perfil del Sr. Jeon.

Definitivamente, la creación de un ser humano es increíble.

Las similitudes entre padre e hijo son demasiadas. Ahora que los puede ver compartir en el mismo lugar, se da cuenta de las actitudes aprendidas por parte de su novio. Por ejemplo, ese gesto de arrugar su nariz o rascarse la mejilla a cada momento. Diablos... No se va a cansar de repetirlo, ese hombre está lejos de aparentar tener un hijo de 21 años. Ese cuerpo grande y que para nada se ve flácido o fuera de lugar, le hace ver como un muchacho de apenas 29.

Es imposible que su cuerpo no haya resentido el haber tenido que trabajar desde tan joven, y que en este momento no tenga alguna marca de estrés, arruga o cana. Bueno, pudo notar las pequeñas arrugas que se forman bajo sus ojos cuando sonríe tan ampliamente como en ese momento... Realmente no sabe de qué se ríe, pero si sigue sonriendo de esa manera, muy posiblemente se le haga imposible apartar su interés de él.

Dejando de lado su físico envidiable, se comienza a centrar en las sensaciones cálidas que sintió al poder conversar con el hombre aquellos instantes. No puede creer que le haya dado consejo como un padre y alentó a que siguiera sus sueños, aun cuando él mismo no lo hacía. Sonríe por el atrevimiento de haberle aconsejarle que hiciera lo mismo, al fin de cuenta, ¿Quién se interpondría entre él y sus sueños? Nadie, el Sr. Jeon es un hombre grande y puede hacer lo que quiera, es libre...

No, no tan libre. Y el jodido anillo de oro que permanece en su dedo anular es muestra de ello.

Rayos. 



:3 ¿Qué piensan de la historia?


-AlHanyG

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