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16: Havok

—Tierra 1930, Multiverso Azul.

La pálida luz de un rosado tono carmesí entraba al cuarto entre las persianas, no logrando nada más que ser una luz no más brillante qué la más barata de las luces de noche. La cama que era iluminada en aquella habitación, estaba calidamente habitada por dos figuras masculinas, ambas sin ropa; el primero y más llamativo en la habitación, era el albino Lucas Trent, casi brillando entre las sábanas incluso más que su atuendo de Daylighter en los suelos, dormía plácidamente boca abajo; el menos llamativo, e incluso de un semblante tan oscuro como la habitación, era Pluton, sentado en la cama mientras sostenía un viejo encendedor de entre sus dedos con las iniciales J.Q; mientras que el hombre bajo Daylighter dormía plácidamente a su lado, Pluton solo contemplaba el vacío, cubriendo media desnudez suya con la cobija qué compartía con Daylighter. Pluton se puso de pie, dio un beso a la cabeza del durmiente y tomó su traje del suelo, saliendo con frialdad de la habitación. Pluton vago por el Carrier, viendo a través de sus ventanas hacia el moribundo planeta junto a la base y mucho más lejos, en el centro del sistema solar, un sol negro cuya aura de luz color vino apenas y mantenía con vida a los más fuertes en el sistema solar.

—¿Vale la pena el daño que estoy dispuesto a hacer...?— pregunto al "vacío" Pluton, mientras suspiraba con pesares y lentamente se giraba hacia el interior de su nave, alejándose de los ventanales —¿El que ya hemos hecho?

—Eh, ¿Orb?

Pluton no estaba solo, hoy lo acompañaba aquel que prometía su salvación, y la de sus mundos.

—No lo se— pregunto Orb, mientras centraba el enorme ojo por cabeza que tenía en Pluton; aquellos movimientos tan sutiles de la "pupila" en su pecho, delataron una especie de análisis al dios nocturno —¿Lo vale?

—Tierra 710 - Cosmopolis.

El fuerte rallar de una pluma de tinta color naranja sobre papel rompía el silencioso ambiente de las incontables aulas vacías tras un largo día escolar, siendo el responsable Marcus Milton, en su día a día como profesor de historia. El pelirrojo sonreía ante los ensayos que revisaba, a la par que bebía un café caliente con crema y veía paulatinamente su laptop, registrando los puntajes de sus alumnos, teniendo una buena racha de aprobaciones. El moño de su corbata había sido aflojado, y una fotografía de Zarda, con una vestimenta más civil, era su única compañía en aquella calurosa tarde.

—Tú ensayo sobre desaparición de figuras históricas empieza bien— decía mientras leía lo que escribía en la portada del ensayo, a la par que esbozaba una pequeña sonrisa —, pero con las teorías de B.D Cooper y Steve Rogers me perdiste un poco.

—Lo siento linda, pero eso será una B-.— con pesar, Marcus dio su beredicto, sellando así la calificación de su alumna mientras dejaba el ensayo junto al resto de ensayos ya revisados —“La unión por un bien mayor, el mejor tropo héroe-villano”. Wow, Señor Mann tiene mi atención, vamos a ver que tienes para mí, Avery.

Más su mente de maestro no pudo indagar más en el ensayo de su alumno, o en la repentina caída de cuenta en que Steve Rogers, en sus tiempos durante la segunda guerra mundial, parecía compartir similitudes con un reciente conocido ínter dimensional, pues su comunicador rápidamente comenzó a vibrar, mandando el mensaje de uno de sus contactos principales en la pantalla, logrando hacer que el héroe dejara atrás todo, como cada vez que le era mandando aquel llamado.

-Z: Ya estamos casi todos. Te esperamos Mark.

Entre un suspiro pesado, esté cerro su laptop y apilo los ensayos sin revisar en una pequeña cesta, justo antes de tomar los bordes de su abotonada camisa, y de un tirón liberar aquel brillante símbolo de esperanza para su mundo; dejando así libre el atomo dorado en el pecho de su traje rojo.

—Monte Rushmore.

Gracias a un portal, habilmente instalado dentro de la base se Master Menace, salieron Master Menace, Kyle Richmond, Julie Steel y ambos jóvenes, incrédulos de quien los acompañaba, e impacientes por saber que es lo que les esperaba. Susanna vio con intriga como apenas llegar, Tanis Nieves llego trayendo consigo un par de trajes colgando de ganchos qué llevaba en cada mano, revelando que uno de estos era el de Nighthawk, y el otro el de Mink. La impresión, e indignación pudo más con Susanna, quien miro hacia el temeroso Vance, y juntos miraron hacia Kyle, quien ya se disponía a ponerse su traje. El ambiente lúgubre, sacado de una caricatura de villano qué mezclaba la tecnología avanzada y la más lúgubre de las cuevas, solo sirvió para hacer que Van e sujetara la mano de Susanna, quien a su vez también se mantuvo alerta.

—¿¡Qué demonios está pasando aquí!?— pregunto Susanna, mientras veía a su alrededor, preocupada por su actual ubicación

—¿No estas feliz de volverme a ver, Tsu-Zana?— pregunto Master Menace, tras quitarse el casco y revelar una larga cabellera negra a juego con su larga barba; detrás de la malicia de su voz, casi podía percibirse un disfrute casi paternal

—Tú dijiste sin preguntas— sentenció con frialdad Kyle, mientras empezaba a ponerse el traje de Nighthawk —. Para lidiar con los Retaliators, alguno de nosotros tenía que estar dispuesto a hacer un trato con el diablo.

—Y ahí entre yo— interrumpió Master Menace, mientras se acercaba al tablero de control, y tomaba de este un estuche del tamaño de una cartera —¿Qué? ¿No querías que hiciera más que tratar de destruir al mundo?

Y así sin más, Julie Steel tomo su atuendo y se dirigió tras algunas computadoras, empezando a vestirse ya como Mink, mientras que veía coqueta a Nighthawk echarle un ojo; ambos jóvenes no lograban entender la naturalidad con la que estos actuaban en dicha situación.

—No podemos unirnos a Master Menace— clamó Vance, con ambas manos en la cabeza —¡Es el ejemplo de super villano!

—Susanna— comenzó a hablar tras un largo suspiro; Susanna rápidamente calló cualquier palabra por recitar, apenas Nighthawk se dirigió a ella —, no te habría traído aquí, si no supiera que estas lista, o tienes lo necesario para actuar.

—¿Actuar?

De alguna manera, Susanna se mantenía al borde de estallar de ira, y caer rendida ante la presión de la confusión en este momento. Estaba ahí, en la base de Master Menace junto a Nighthawk, debatiendo sobre un ataque a otro universo como si estuviera por saltar se un avión. Una parte de ella clamaba escapar y advertirle a Hyperion de dicha traición, pero otra, otra pedía a gritos justicia. Una justicia que se le había sido negada a ella, y a cualquier otra víctima tras el suceso de Joy Coast; ella solo calló ante la mirada incrédula de Vance.

—Los Retaliators— confesó el caballero oscuro, con molestia en su voz de tan solo nombrarlos —, aunque la Sense of Right Alliance esta en el tablero, todos parecen haberse olvidado de la amenaza principal.

—Escucha, no se que este pasando aquí— decía Vance, mientras se interponga entre Nighthawk y Susanna, quien hasta ese momento se mantenía cabizbaja y pensativa —, pero empiezo a creer que estábamos mejor en Eden. ¿¡Nos trajiste aquí a que!? ¿A una guerra secreta?

—Se me informó que los Retaliators y el Squadron Supreme planean hacer que el Young Squadron y los Crusaders se unan a ellos en visitas a las tierras de los enemigos— informó Nighthawk, mientras avanzaba en compañía de Mink hacia unas enormes puertas metálicas, siendo pronto seguidos por Master Menace; de pronto ambos pararon en seco, y con dolor Nighthawk habló —. Hyperion pidió personalmente que tú no fueras.

Este comentario, parecía haber sido todo lo que hacía falta para empujar de nuevo a Susanna hacia el pozo; una vez más, Hyperion parecía rechazar su naturaleza nacida de una mezcla de tres adn, incluido entre la mezcla el adn de Master Menace. Ella solo miró hacia el suelo, mientras que Vance corrió a rodearla con su brazo, regalandole a Nighthawk una mirada llena de furia.

—Admito que eso fue bajo hasta para mí, halcón— sentenció con un ápice de dolor en la mirada Master Menace, quien se aparto un poco de los vigilantes y se dirigió hacia la joven pareja —. Tengo un contacto en tierra ocho que esta más que dispuesto a ayudarnos a deshacernos de los Retaliators.— más la reacción de Susanna fue nula, solamente viendo hacia el vacío, con lágrimas naciendole en los ojos. "Hyperion pidió personalmente que tú no fueras" escucho una y otra vez en su mente; Master Menace solo se acercó más y metió la mano entre los bolsillos de su capa —Ellos lanzaron una bomba a un portal qué sabían llegaría a algún lado, y cuando respondimos, solo tomaron más— Master Menace posó la mano sobre el hombro de Susanna, mientras sacaba aquel estuche del tamaño de una cartera y se lo daba a la rubia, haciéndola volver en sí —, toma. Son pocos, pero son para ti, Susanna. Ábrelos cuando cuando te diga, así podré explicarte que son.— esto último, solo causó confusión

—Dime que no recuerdas el orden de tu lista— sentenció Nighthawk, aún dándoles la espalda, pero logrando que Susanna alzara la mirada hacia él

—¿Qué?

—Dime que no recuerdas quienes están en tu lista, y en que orden, y personalmente te devolveré a ti y a Justice a Edén.— las palabras de Nighthawk parecían vacías, pero para Susanna, no fueron sino una cubeta de agua helada; no había olvidado ningún nombre, ni ningún orden.

—¡Suzy!— exclamó Vance, al ver a Susanna en silencio, en una clara sesión de razón a Nighthawk —No estarás pensando en unirte a ellos ¿o si?

—Cuando el Squadron Supreme fue a hablar con ellos sobre lo ocurrido con la bomba, murieron héroes— susurrana Susanna, mientras que veía a Vance con pesar en su voz, y algo de dolor en su mirada; Vance solo miró a su alrededor, esperando pensar en algo o tener alguna respuesta a la situación; Susanna solo siguió hablando —, también cuando el Young Squadron trato de ir a tierra ocho. Haríamos lo correcto, solo los Retaliators, los demás equipos, incluso los Crusaders y los civiles, están fuera de esto.

—Además, ellos tampoco son los más inocentes— Master Menace hablaba mientras se dirigía hacia las enormes puertas metálicas, logrando hacer que ambos jóvenes lo siguieran con la mirada, tan intrigados como preocupados, en el caso de Vance —Tengo una buena fuente y... ¿Sabias que White Skull es hijo de American Crusader?— soltó sin más, mientras se colocaba de nuevo el casco metálico, y su voz volvía a ser aquel eco metálico —. Es por ello que te fue difícil llegar a él, y lo defendió ese día.

—Kyle— intervino Mink, mientras tiraba levemente de la capa de Nighthawk, logrando que el oscuro héroe le prestara atención —, nos esperan en la sala de reuniones.

—¿En plural? ¿¡Quien más esta ahí adentro!?— pregunto nervioso Vance, mientras se acercaba más a Susanna y la sujetaba de la muñeca, alistándose para lo que sea —Nos ocultan cosas y...

—No oculte nada, los Redeemers están ahí dentro— sentenció mientras ambos se acercaban a las puertas, dejando que se abrieran para revelar un pulcro y gran cuarto blanco, en donde múltiples y coloridos vigilantes esperaban por ellos —, y esperan por nosotros. Por todos nosotros.

Con temor, y sorpresa, Vance y Susanna los siguieron, entrando lentamente en aquella habitación, y quedándose impactados ante tantas presencias ahí. Justo al otro lado de la mesa, en una silla de gran tamaño, estaba Redstone, luciendo su traje rojo con detalles plateados y una gran letra "R" en el vientre, justo debajo de un pecho peludo y descubierto; a su derecha, estaba el ya conocido Golden Archer, esperando con sorpresa en su rostro al ver ahí, no sólo a Susanna, sino también a Vance; a su izquierda, además de una silla vacía que seguramente sería ocipada por Mink, estaba un hombre de aspecto punk y de oficina a la vez, teniendo un traje desfajado, con guantes, gafas y corbata rosas, todas a juego con su moicano rosa y su delgado aspecto, este era Remnant; frente a él, se hallaba Inertia, con su ceñido traje color piel con tallas blancas y manchones en verde; a un lado de ella, estaba Moonglow, una hábil ilusionista tridimensional, que claramente lucía como una; frente a Moonglow, estaba el héroe extra grande Pinball, con su llamativo traje verde; en penúltimo lugar, estaba Thermite, un héroe que usaba un traje bicolor en celeste y amarillo naranjezco, muy a juego con sus habilidades de fuego y hielo; finalmente, pero no al último, estaba Haywire, luciendo su traje a tonos de verdes y jugando con alambres entre sus dedos, como si de ligas se tratara. Ellos eran los Redeemers, el equipo menos moral de Nighthawk, hechos para misiones cuya finalidad, o camino a la meta, amenazaba con cruzar la línea.

—Veo que no estamos todos— pregunto Mink, tras tomar asiento junto a Redstone

—Seh— respondió sin mucho interés Haywire, rompiendo los alambres en sus manos y dejando sus palmas extendidas sobre la mesa —, Foxfire y Lamprey están aún ocupados en algún club apostando, o eso fue lo último que supe de ellos.

—Empezaremos sin ellos— señaló con seriedad Nighthawk, mientras se recargaba sobre la mesa y veía a su equipo —, es hora de tomarnos las cosas en serio.

—Squadron City.

A través de un jet construido con múltiples colores de luz cristalina, descendió el Young Squadron; Girl Power, Kid Spectrum, Blur, Lasher y Reptil, emocionados tras una pelea contra la iglesia de la nueva oscuridad y su lider, incluso viéndose entusiasmados otros como LSD, quien había llegado para llenar vacíos de personal en el equipo.

—¿Misión agitada?— pregunto Power Princess, mientras veía con orgullo a los jóvenes héroes, pensando con cierta amargura, en el futuro del mundo

—Fue escalofriante, el líder de esa secta trató de copiar nuestros poderes y juntarlos para él— explicó Girl Power, mientras veía sorprendida a diversos miembros del Squadron Supreme llegar a través de portales o vehículos; sus compañeros también se mostraron nerviosos —Este... Power Princess...

—¿Si?— pregunto la guerrera, mientras alzaba la mano para saludar a Lady Lark y Arcanna, ambas a lo lejos —Tienen preguntas sobre todo esto ¿no?

—¿Estamos siendo invadidos otra vez?— añadió Kid Spectrum, mientras se asomaba atrás de Girl Power y tras alzar una mano sin mirar hacia atrás, desvanecia el jet en el que habían llegado

—Digamos, que es el día opuesto, chicos— añadió Blue Marvel, mientras alzaba la mirada hacia el cielo, viendo llegar a Hyperion, Doctor Spectrum y Nuke

—Squadron Supreme— —, Young Squadron, miembros nuevos, aliados ocasionales ¿Qué está pasando?

—Niños...

—...no tienen idea.

A sus espaldas, el secretario de defensa Fisk, llegaba junto a un grupo de hombres fuertemente armados, que salían de debajo de la capa de un hombre afroamericano qué portaba dicha capa púrpura, como si aquel hombre fuera una especie de portal vivo.

El rato paso, y dentro de uno de los muchos salones para reuniones dentro de la ciudadela heroica que era Squadron City, yacian los héroes de casi todos los equipos en tierra setecientos diez, listos para el discurso de su líder; Hyperion, nervioso y hasta culpable, sujeto con ambas manos la mano de Power Princess y la beso con calidez, tomando aire para así subir hacia el pedestal frente a todos los héroes, atravesando un pequeño corredor hecho por los miembros originales del Squadron Supreme, a excepción del ausente Nighthawk. Rápidamente, todos centraron su atención en el super hombre, deteniendo sus charlas y suspirando con alivio, como si su sola presencia les dijera que todo estaría bien, al menos para aquellos menos involucrados en la situación con Angor, pues rápidamente, Girl Power noto la incertidumbre en el rostro de Hyperion, y de su propia mentora tras él.

—Muchachos, escuchen...

—...tal vez les estamos pidiendo mucho, especialmente con lo que han pasado este último año— era como si las palabras de Hyperion costarán trabajo, no quería ni confiaba en una opción así, tantos años de experiencia no habían sido en vano —, y por eso se lo pongo a votación, quienes estén a favor voten...

—Y quienes no, esta bien, lo entendemos— intervino Power Princess, colocándose de pie junto a Hyperion

—¿Q-Qué esta pasando?— pregunto Arcanna, algo extrañada mientras cargaba a uno de sus gemelos prácticamente recién nacidos

—Hyperion, diles de una vez, tengo una misión que atender en Bucharest— contesto con fastidio el Secretario Fisk, tras haber visto su reloj de bolsillo

—¿Deberíamos preocuparnos?— interrumpió Hyperion, con una mezcla de molestia y auténtica preocupación

—Un antiguo dios azteca y su novia, nada que no pueda controlar el Squadron Savage— informó Fisk, tras revisar su teléfono y dar un par de golpes al suelo con su bastón, volviendo a la platica —, pero se breve, o el Presidente Coulson querrá mandarlos a ustedes.

Hyperion suspiro aún más molesto, y muchas de las miradas de los héroes se clavaron en Fisk y sus hombres cuales estacas, logrando así que, aunque sus hombres estuvieran ahí, Fisk decidiera perder aquella postura más agreste y optar por una más calmada.

—Sin Nighthawk aquí, este pelón esta cumpliendo el rol ¿eh?— le susurro Reptil a su equipo, logrando que estos rieran entre murmullos; esto nuevamente evoco a la mirada molesta de Fisk hacia ellos

—¿¡Y cuál es la misión!?— clamó de un grito al fondo, Golden Archer, recién llegado

—Creemos estar muy cerca de saber en que tierras se encuentran los miembros de la Sense of Right Alliance— explicó Tom Thumb, mientras mostraba hologramas de los mencionados —, pero solos no somos suficientes.

El Young Squadron rápidamente compartió miradas entre si, cayendo en cuenta de hacia donde iba a ir dicha reunión. Girl Power trago saliva y miró de reojo hacia Power Princess, ella se mantenía firme, pero evitaba contacto visual más directo entre ella y su aprendiz; muchos de los héroes presentes se miraron entre sí, y luego hacia los jóvenes héroes, empezando a notabdo con algo de preocupación aquellas presencias juveniles.

—¿Y solo iríamos nosotros?— pregunto Whizzer, tratando de hacer que los demás fluyeran en la charla; algunos de los que habían ido a la reunión anterior, solo miraron a Whizzer con molestia —¿o también los Retaliators?

—Y los Crusaders— informo Hyperion entre un largo suspiro, sabiendose consciente de lo que venía —, e incluso otro equipo suyo, los Zen Men.

—Espera ¿Vamos a trabajar con ellos?—  pregunto LSD, alazandose de entre los demás miembros del Young Squadron

—Yo también veo un poco complicado esto—  interrumpió Lady Lark, avanzando al centro de la sala —¿quien nos dice que no nos venderán al tipo ojo?

—No lo sabemos, y ellos tampoco saben si lo haríamos, pero lo deben pensar— añadió Doctor Spectrum, mientras se elevaba sobre todos, incluso más que LSD —. Pero es eso, o se acabó.

—Son similares a ambos bandos, y de diferentes mundos— continuó la platica, aunque esta vez, fue Fisk quien continuó aquel discurso sin mucho interés —Si nuestras dos fuerzas dudan en poder hacerlo ¿qué les hace pensar que solos podremos?

—No te imaginaba tan cooperativo, Fisk— señaló Golden Archer, viendo con extrañeza, y desinterés, al secretario de defensa

—Se llama autopreservacion, tal vez lo sabrías si no pelearas contra los malos usando palos y cuerda— contestó Fisk, causando un par de risas en los presentes

—Yo se que juntos podemos— confesó Arcanna, mientras estiraba las manos y creaba pequeños fuegos artificiales mágicos de sus dedos —¡Lo se!

—Son héroes en su mundo, a fin de cuentas— remarcó Hyperion, con la vista hacia el vacío, únicamente pensando en el bien mayor y de los suyos también —, si hemos perdonado a otros como el Squadron Savage, Mink y algunos más que están aquí con nosotros hoy o en Edén ¿Por que no confiar en ellos y...?

—¡Estoy dentro!— interrumpió de golpe Girl Power, mientras alzaba ambas manos

Con una mirada a su alrededor bastó, para así ver lentamente a muchos de sus compañeros, con la excepción de LSD y Reptil, empezaron a levantar sus manos, al igual que la mayoría de los héroes presentes, todos a favor de la misión a distintas tierras hacia la supervivencia. Hyperion sonrió amargamente al ver tal entusiasmo en su gente.

—Tierra 8 - New York.

Entre las calles de una nublada New York, los Crusaders, o la mayoría, combatian en las calles contra matones que habían estado robando varios bancos a lo largo del día. Mientras que el impulsivo Widower solo tomaba a las armas de los ladrones y los regresaba a otro ladrón, golpeando lo así con estas; por su lado, Arachne replicaba la acción, pero esta vez con los casos de dinero y los objetos robados, acumulandolos en bolas de telaraña en lo alto de los edificios, impidiendo que algún cobarde ladrón escapara de la pelea; en el callejón, y devolviendolos con sus golpes, estaba también Nurse, estirando sus tentáculos de energía hasta lograr dejarlos fuera de combate. El combate, como casi todos los combates donde estaba Widower, eran un despliegue de combate errático y acrobacias; un espectáculo que solo incrementaba al verse envuelta Arachne, con su estilo de pelea más inspirado en la elegancia del bailarina de ballet; finalmente estaba Nurse, que era un intermedio entre ambos hermanos arácnidos, pues peleaba con la inpulsividad de un jugador, y con la elegancia que el entrenamiento le permitía.

—¿Si diga?— pregunto Widower, tras llevarse el celular al oído mientras esquivaba los golpes de los ladrones como si no fueran nada

—¿Tan serio es?— continuó, esta vez alejándose del conflicto tras haber saltado hacia una farola; mientras este hablaba al teléfono, uno de los ladrones sacó su arma y le apunto, siendo la única reacción del vigilante, el señalar hacia atrás, poco antes de que el ladrón fuera noqueado por Arachne —. Esta bien, esta bien mamá, vamos para allá.

—¿Ahora que hicimos?— pregunto Nurse, dejando caer a los matones qué sostenía con tentáculos de luz

Widower colgó la llamada, y se dejó caer hasta el asfalto, cayendo de pie por apenas unos centímetros en su giro; Nurse sostenía a los ladrones mientras Arachne los envolvía en telaraña, ambos compartían una mirada de nervios bajo las máscaras ante la nula respuesta de Widower.

—Es sobre los locos de otra otra dimensión— confesó con frialdad Widower, pateando sin ganas a uno de los criminales en los suelos —, creo que quieren que vayamos a la torre de los Retaliators.

—¡Yuju!— grito Arachne entre un brinco a lo alto, logrando hacer que ambos la vieran extrañados —¿Qué? Yo jamás he estado ahí.

—Kravia.

En la fortaleza del cacique de Kravia, y mítico hogar de la dinastía real, Lord Havok esperaba con los brazos tras su espalda mientras veía con una sonrisa entusiasta hacia el anillo metálico frente a él, aún siendo manipulado por sus científicos e ingenieros. A las espaldas del dictador, se encontraban Death Bat, ya con su atuendo tribal de batalla y mientras planeaba sobre una especie de híbrido biotecnologico entre un murciélago y un planeador; en el suelo, y prácticamente bebiendo de una lata de cerveza a mordidas, estaba Tracer, una especie de intermedio corpulento entre un neandertal y un agresivo hombre moderno; terminando cálculos en una computadora alejada del resto, estaba Gorgon, un regordete hombre de baja estatura cuyo cabello se movía cual tentáculos vivientes, haciendo aún más cálculos para él.

—¿Y funcionará?— pregunto en voz baja uno de los ingenieros, justo antes de sentir la silueta de Lord Havok sobre él

—Mis cálculos y planes son precisos, además— un repentino chispazo interrumpió las palabras de Lord Havok, logrando que este mantuviera con un animado —, ya están aquí.

Aquel anillo, cuyo centro era ahora pura energía, lentamente obtuvo una forma cónica mientras que su azulado color pasaba a uno rojizo, dejando ver lentamente las siluetas de múltiples personas llegando desde el otro lado de aquel portal. Entre una fugaz explosión de azufre, justo tras Lord Havok, apareció Dreamslayer, un delgado ser de traje púrpura cuya cabeza era un aforme cúmulo de llamas infernales.

—Están en la torre— informó Dreamslayer, mientras generaba un orbe que mostraba una especie de domo en medio de una verde planicie —, todos. Podemos ir por el chico.

—Eso es bueno— sentenció con seriedad Lord Havok, divisando finalmente las siluetas de sus invitados —, pero debemos esperarla, con ella será más fácil hacer que entienda.

—Es hora de los negocios— sentenció Master Menace, tras emerger del portal junto a Ultragirl, Justice y Nighthawk

—Tú eres Lord Havok— señaló Nighthawk, con cautela y a la vez analizando de pies a cabeza al soberano de Kravia

—He oído de ti, Nighthawk— expreso Lord Havok con quietud

Lord Havok entonces extendió su mano hacia Nighthawk, muy lentamente y logrando llamar la atención de ambos jóvenes héroes, especialmente cuando Nighthawk no le correspondió.

—Estoy muy seguro de que es uno de los muy malos— le susurro Justice al oído a Ultragirl, quien río timidamente

—Si lo soy, no deberías murmurar en mi hogar— contestó Lord Havok, logrando que la piel de Justice se erizara incluso antes de que Lord Havok le miras directamente; tras esta mirada, Lord Havok solo bajo un poco, topandose ahí con una Ultragirl en estado de alerta, analizando con la mirada a todos los presentes —¿Esta es la chica?

—¿La chica?

—Tsu-zana— la impresión de Ultragirl ante aquel llamado, carecia de precio especialmente ante la indiferencia de Lord Havok hacia su reacción —. Una clon con los suficientes motivos para enfrentar a los Retaliators— Alexi continuó, logrando intrigar a Nighthawk —. Después de ese Hyperion, eres la última eterna. Eso te vuelve casi de la realeza, Tsu-zana.

—Susanna esta bien— suplico, mientras se tomaba del brazo y veía intimidada a Lord Havok y Dreamslayer —, o también Ultragirl.

—¿Qué quieren con Suzy?— interrumpió de golpe Justice, mientras veía a su alrededor; de un momento a otro, todos los presentes lo miraban

—Lo mismo por lo que estamos aquí hoy— sentenció Master Menace, mientras se separaba de los extranjeros de Angor y se acercaba a los villanos —, ayudar a alguien.

—Algo me dice, que tu "alguien", es más especifico— expreso Nighthawk, intentando ver alguna pista alrededor, solamente chocando miradas con Lord Havok

—Así es— le respondió el soberano de Kravia, dándose la vuelta hacia Dreamslayer —¿esta libre el camino para verlo?

—¿Para verlo?— pregunto Ultragirl tras ver asentir, o lo que pareció serlo, a Dreamslayer, que conjuro un portal de fuego

—Una reunión ultra secreta con los Redeemers y ahora esto— Justice paso saliva, y tras sentir la mano de Ultragirl buscando la suya, este decidió continuar con más seguridad y una sonrisa —. Va a ser de los capítulos más importantes en mi diario...

—Algún punto en la frontera de Kravia y Gardevia.

Un portal se abrió en medio de la "nada", dejandolos salir en medio de una larga y verde planicie cuyas hierbas danzaban con el viento nocturno; Lord Havok fue el primero en avanzar más allá del portal, caminando entre la hierba y confundiendo a los héroes de tierra setecientos diez, algo que Master Menace no sufrió, pues su mente de villano trabajaba similar a la de Lord Havok. Nighthawk miró a su alrededor, buscando lo que fuera para tener una pista, pero únicamente viendo que más allá de un par de metros frente a ellos, la hierba no danzaba con el viento, solo estaba estática.

—¿Qué es este lugar?— pregunto la rubia, notando también lo que Nighthawk

Nadie dijo nada, y Ultragirl quedo ahí con la duda, solamente esperando. Lord Havok solo se puso de pie frente a aquel punto sin viento y espero, hasta que una muy delgada línea de luz, más fina que un hilo, apareció frente a él y rápidamente se partió, dejando ver lo que parecía ser un pasillo muy iluminado frente a ellos, con hombres bien armados portando la bandera de Kravia en los hombros de su armadura. Tras hacer una reverencia a su soberano, estos volvieron a su postura inicial, aunque viendo a los visitantes a través del visor negro que cubría todo su rostro; lentamente los héroes también avanzaron, detrás de Lord Havok y sintiéndose observados por aquellos guardias, temiendo un ataque tan pronto las puertas se cerraron detrás de ellos y quedaron dentro de aquel cuarto blanco.

—"Venga el reino"— hablo Lord Havok, en su lengua natal hacia una especie de altavoz

Aquello dio paso a que, lo que parecía el final del pasillo, se abriera mostrando otras dos puertas y finalmente, una carretera en medio de varios maizales, con un letrero a varios metros, iluminado por tenues luces amarillas de pequeños bombillos. Temerosos, Ultragirl y Justice siguieron a los tres más grandes, topandose con una nerviosa escena; mientras que Lord Havok parecía avanzar como si nada, Master Menace analizaba todo a su alrededor, notando que detrás de ellos, y seguramente gracias a la ilusión, la carretera seguía, incluso cuando ellos sabían que no; finalmente Nighthawk, veía con intriga aquel letrero, y que no muy lejos de ellos, quizás a tres o cuatro kilómetros, había un pueblo con granjas a su alrededor.

—¿Marville?— leyó Justice, con intriga y nervio aquel letrero que daba la bienvenida al "pueblo"

Un acto que logró incomodar hasta a Nighthawk, fue el hecho de que el propio viento que hace poco escucharon, no existía ahí, solo silencio, grillos y luciérnagas, además del tintinear de las luces en el letrero del pueblo que anunciaba como habían leído, la llegada a Marville en letras de lámina roja sobre tablas barnizadas.

—¿Qué es este lugar?— pregunto Ultragirl, mientras seguía junto al grupo, el camino de la carretera

—Una jaula.— contestó tajante Lord Havok, sin mirar a Ultragirl

Pasó casi una hora hasta que llegaron al pueblo, adentrandose entre las calles y gente del mismo, topandose con algo extraño: nadie actuaba raro ante su presencia. Al contrario, muchos de los pueblerinos, que extrañamente lucían más norteaméricanos que kravianos, y su acento no era el típico acento ruso, como el que poseía Lord Havok y su gente, sino de igual manera, uno neutro y hasta levemente sureño; aun así, estos hacían una alegre reverencia cada vez que veían a Lord Havok.

—Si esta es una jaula— pregunto Nighthawk, mientras veía a su alrededor y, al igual que todos, seguían a Lord Havok por las calles —¿quien es el ave?

Más Lord Havok resguardo su respuesta, únicamente entrando junto al resto a la cafetería más grande, sino la única, de Marville. Apenas la campana qué daba aviso de su entrada guardo silencio, todos los presentes se alzaron e hicieron reverencia a su soberano, justo antes de volverse a sentar y seguir con su platica y cena como si nada, todo esto mientras la rocola reproducía la parte fuerte de la canción "Save me", del artista Remy Zero; Lord Havok, con una sonrisa de orgullo, avanzo hasta la barra y, ante la mirada extrañada de los cuatro visitantes, continuó con tan bizarro show.

—Los Welling— dijo, mientras posaba ambas manos metálicas sobre la barra y esperaba la respuesta de la mujer, quizás en sus sesenta años —¿Qué tal esta la familia?

—Roy y su esposa Johana están en su granja— cuando la mujer hablo, todo acento norteamericano se perdió, dando flor a su acento natal, el Kraviano —, Georgie está en el piso de arriba, bebiendo café.

Lord Havok asintió, y cuando la mujer se dirigió a ellos, el acento norteamericano había vuelto, cosa que habría extrañado a Ultragirl y Justice, de no ser por que les ofreció deliciosas variedades de café qué aceptaron gustosos.

—Buen adoctrinamiento Alexi— señaló Master Menace, mientras subía las escaleras junto a Nighthawk y los chicos —, podría aprender una cosa o dos de este tour.

Al llegar a la planta alta, una carencia de gente se hizo presente, no habiendo más que quizás seis personas en todo el nivel, esto debido a las horas de la noche. Lo que esta vez de verdad intrigó a Nighthawk, fue el hecho de que los que estaban presentes, los vieron si, pero esta vez no hicieron reverencia, en especial un chico rubio que bebía en la esquina al final del lugar, pues este directamente ignoraba su presencia al estar centrado en su bebida caliente y su pan dulce.

—Respondiendote, Nighthawk. Él— se digno en hablarle finalmente, tras alzar su metálico brazo y señalar con su dedo hacia aquel chico rubio, el único que mi se había percatado de su presencia —, vinimos por él.

—¿Y el quien es?— pregunto Master Menace, entre susurros buscando no alertarlo

—El es George Welling— presentó Lord Havok —, o al menos así le pusimos, los nazis de quien lo tomamos solo repetían "Sohn von El". Hasta donde él sabe, siempre ha sido solo George Welling.

—¿Y quien es en realidad?— continuó Nighthawk, deseando correr hacia aquel asiento y descubrirlo por si mismo

—Digamos, que es como el hermanastro de otra dimensión...— incio Lord Havok, mientras avanzaba lentamente hacia George, y los demás presentes en las mesas empezaron a ponerse de pie y dirigirse hacia las escaleras —de Tsu-Zana.

—New York - Torre de los Retaliators.

En la torre de los héroes más poderosos del planeta, o de este, los diversos grupos de héroes de Angor se reunían y alistaban para la misión que podría definir el destino de su hogar; a la cabeza de los Zen Men, Uni-Orb veía junto a Doctor Diehard, los cálculos que aparecían en pantalla, esperando ver el resultado exacto de la ubicación de sus nuevos enemigos; del lado de los Retaliators, todos ellos se mantenían en la mesa al centro de la sala, con excepción de Major Max y Ladybug, quienes se mantenían al frente de los Crusaders que habían logrado estar presentes. En la torre, se lograba sentir todo el peso de la tensión.

—Una misión a distintos universos, donde hasta a nosotros nos quieren para pelear— decía Widower, tras quitarse la máscara y dejarla sobre la mesa, viendo a los dos equipos heroicos a su alrededor —¿Y tú accediste? Eso es lo que me sorprende.

—No lo hice, yo vote en contra de que fueran, pero la decisión de ustedes dara la respuesta— confesó Ladybug, con incertidumbre, temiendo la decisión de los Crusaders —¿Y? ¿Irán o no?

—Pues...— intento decir Arachne, justo antes de ser interrumpida

—Tienen que saber, que esta misión no es como otras a las que los hallamos mandado antes— Major Max tomo la mano de Ladybug, buscando calmarla, y que sujetar la mano de su amada también la calmara —, esta misión es muy peligrosa, incluso para nosotros.

Nuevamente, el silencio, Zen Men y Retaliators, sabían que era una petición difícil de hacer, pero efectiva; y aún así, verla siendo propuesta no era de su agrado en lo más mínimo. American Crusader no podía más que ver la mesa, no podía ver hacia la escena que sus decisiones le estaban entregando: dos madres pidiéndole a niños que prácticamente criaron, el ir a una misión de muerte segura.

—¿Donde están Lucas y Kitrina?— pregunto Widower, mientras trataba de buscar con la mirada hacia las sombras o entre los demás héroes —Creo que para esta situación, los Crusaders completos deberían estar aquí, incluida Dark Arrow.

—Daybreaker, Catgirl y Dark Arrow decidieron votar a favor de la misión— declaró American Crusader, finalmente dignandose a mirar a Aiden y su joven equipo —, pero se quedarán para cuidar de Angor mientras no estemos.

—Squadron Supreme, Retaliators, Zen Men, Young Squadron y Crusaders— intervino Miss Latinamerica, quien recién había llegado junto con Tin Man y Possum, este último fumando un cigarrillo —, no voy a mentir, suena al tipo de amenaza de "un loco se quiere comer al planeta", o algo así...

—¿Y el Squadron Supreme qué dijo?— pregunto entre susurros Widower; por un momento todos callaron

—Aún no sabemos, los veremos en una hora y sabremos— explico Watch, logrando que muchos de los héroes le miraran con duda e incredulidad; Watch agregó algo más, para calmarlos —, tal vez dos.

—Esperen ¿nos iriamos ya?— dijo Arachne, incrédula de lo que oía y rápidamente alertandose —P-Pero...

—El tiempo es vital para esta misión, niños— declaró Blue Jay, un héroe de armadura en distintos tonos de azul y cuyo poder era cambiar de tamaño

—Mi padre habría ido, así que, a la mierda, yo también voy— intervino Nurse, mientras se sentaba junto a la mesa y subía los pies sobre la mesa; las fulminantes miradas de American Crusader y Ladybug, lograron hacerlo cambiar de actitud —, p-perdon. Yo voto a favor de ir.

—Y-Yo también— sentenció Widower tras ver hacia su hermanastra, y verla asentir a favor de ir; Aiden se sentía nervioso, pero seguro de que era algo que debía hacer —¿Cuando salimos?

—Tan pronto terminen de localizar bien los mundos de la Sense of Right Alliance— explicó Silver Sorceress, mientras mostraba las imágenes en pantalla de Frank Future y Creature, aquel científico corpulento de los Zen Men, terminando una enorme placa de metal, donde seguramente se subieran los héroes

—Señores— llamó Watch, mientras detectaba la energía universal proveniente de tierra setecientos diez —, un portal se abre en la ala científica. Es el Squadron Supreme, y compañía.

Todos se miraron entre sí, esperando algo que aliviará la tensión en el lugar, pues el momento ya había llegado, la decisión que él Squadron Supreme hubiera tomado, iba a afectar a los Retaliators, y viceversa; Uni-Orb infló su pecho y miró a su equipo, intentando decir algo que alentara a los suyos, pero esto simplemente no podía ser. Del lado de la familia Richards, Ladybug y Major Max solo de dignaron a ver a los chicos, con una melancólica mirada en sus ojos, como si el mero hecho de haber pensado en decirles las persiguiera. Más fue American Crusader quien tomó aire, porto su escudo en mano y tras exhalar, el héroe de otro tiempo hablo.

—Y así empezamos.

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