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12: Eternity Conquest Parte I

—Tierra 8 - Queens, antes.

Desde las ventanas del departamento Richards, todos veían el caos sobre la o y policías, todos en un llamado que, sin saberlo, incluso a los Retaliators les iba costar detener. Aiden se asomó levemente por la puerta de su habitación, notando el movimiento provenir desde la habitación que Iman y  Jenna; el joven vio de reojo hacia algo detrás de Kamala: su traje arácnido. En el interior, Jenna se ponía rápidamente su traje mientras que Iman, ya vestida como Major Max, veía por la ventana, notando los cielos iluminados ya entre los combates de los neoyorquinos y las fuerzas del invasor espacial.

—¿¡Cómo se lo explicaremos a la niña!?— preguntaba Major Max, mientras abría la ventana y se preparaba para salir volando

—Soy policía y tu tienes entrenamiento militar— contestó Jenna sin girarse a verla, terminando por ponerse su máscara de azul y rojo —. Será fácil de explicar que fuimos a ayudar a la gente.

—¿¡Mamá!? ¿¡Iman!?—  se escuchaba desde fuera del cuarto, terminando por abrirse y revelar a un medianamente nervioso Aiden —¿¡Qué está pasando!?

—No lo sabemos, pero en ese estamos— contestó tajante y sin mirarlo Jenna, ya vestida como Ladybug; como siempre cuando de ponía uno u otro uniforme, se veía sumergida en el trabajo

—Una invasión alien— contestó Major Max, tras no ver a su pareja responder de manera alentadora o tranquilzante para su hijo —, tú espera aquí y cuida de Kamala, eres lo único que tiene de escudo si las cosas se ponen peligrosas.

—Pero puedo ayud...— aunque el joven pelinegro no pudo terminar

—Te quedas aquí con ella y la cuidas— clamó tajante Ladybug, mientras se acercaba a la ventana y posaba sus manos sobre el pecho de Major Max, quien rodeo la cadera de Ladybug con su brazo y la sujeto fuerte —¡Y es una orden, Aiden...!

Y así como así, Aiden vio a su madre salir volando en brazos de Major Max, rodeada de su característica energía cósmica a color rojo; Aiden solo pudo dar un gesto molesto y frustrado ante tal acto. Fue ahí cuando, entre un veloz movimiento, Aiden regreso a su habitación y saco de ella a Kamala, dispuesto a vestirse con su traje arácnido. Kamala solo pudo golpear la puerta sin alguna consecuencia de parte de Aiden.

—¡No puedes hacerlo!— gritaba Kamala, sin dejar de golpear la puerta y mientras trataba de evitar que Aiden siguiera con su acción

—Claro que si, mi ciudad, mi mamá, mi madrastra, mi responsabilidad— decía Aiden, ignorando los golpes de Kamala a la puerta y colocándose lentamente su traje púrpura; fue entonces cuando se giro hacia la ventana, notando que fuera ya estaban Nurse y Arachne —, mi equipo, supongo...

—¡Dejame ir contigo!— grito Kamala, tras finalmente abrir la puerta de un golpe y correr hacia Aiden, quien se dirigía hacia la ventana —¡Dame mis cosas! ¡Puedo ayud...!— aunque Kamala se vio interrumpida apenas piso un pequeño porta plumas y se fue hacia atrás, marcando en su futuro inmediato un fuerte golpe a su espalda, o al menos así iba a ser

—¡No!— contestó casi de un grito Aiden, sujetando la camisa de Kamala y evitando que esta cayera, dejándola en el suelo lentamente —No es seguro que Girl Power salga...

—¿Y que Kamala Khan se quede sin hacer nada durante una invasión si?— pregunto Kamala, poco antes de que Aiden disparará sus rojas redes a la chica, dejándola pegada al suelo —¡Oye!— reclamo la morena, mientras que Aiden se colocaba su máscara y le devolvía la mirada antes de saltar por la ventana

—¡Te me quedas ahí!— ordenó Widower, tras señalar a Kamala y dar un brinco hacia el exterior de la ventana, poco antes de que lanzará una telaraña para cerrar la ventana

—¡Aiden!— grito Kamala, viendo a duras penas como es que Nurse y Arachne le hacían compañía —¡Vuelve aquí!— continuaba, luchando por soltarse de las telarañas, aunque echando la cabeza contra el suelo ante la impotencia de su aprisionamiento, hasta que vio hacia un lado, bajo la cama, en un pequeño saco, algo dorado relucia con cada destello del exterior.

—New York - Ahora.

Los edificios se ensombrecian ante las llamas provocadas por el choque de las fuerzas invasoras y los héroes de Angor, siendo la ciudad de New York, y muchos de sus ciudadanos, las víctimas de ello. Los Retaliators eran casi siempre la fuerza de choque inicial en defensa de Angor, mientras que otros equipos del mundo, como los Crusaders, la Future Family y los propios Zen Men se encargaban de evacuar; hoy, los Retaliators quizás podrían no bastar; a lo largo de los suelos del lugar de aterrizaje de Tartarus, el loco nuevo dios de Nueva Génesis y su armada ínter galáctica, los Retaliators yacían desperdigados por el sombrío campo de batalla; Red Dragon y Stuntmaster, un invidente vigilante de púrpura cuyos sentidos se vieron aumentados tras un accidente en su infancia, se mantenían sobre las ruinas de una tienda de comida rápida, luchando contra múltiples de las tropas de Tartarus; Machinehead, Watch y Silver Sorceress se ocupaban de los cielos, derribando a todos aquellos que se mantenían arriba, disparando hacia la superficie, solo siendo víctimas de los ratos repulsores de Machinehead o la magia de Silver Sorceress; la atención fue ferozmente robada por un estallido lejano en donde las ruinas creaban ya un desamparante cañón en el medio de la ciudad; aquella explosión era de la potente energía que despedía Major Max, en uno de sus múltiples intentos esta noche, por lidiar con el tirano.

—¿D-Donde rayos esta el Crusader cuando se le necesita?— preguntaba Major Max, tras freír a unos cuantos aliens alrededor de Ladybug y concentrarse de nuevo el pelea principal

—¡Ahora!— ordenó con un grito al aire Ladybug, llamando la atención de aquellos Retaliators a su alrededor

La mujer arácnida tomó con sus azuladas telarañas las rocas a su alrededor, lanzandolas con el menor interés hacia Tartarus, cuyo cuerpo era indiferente, se veían destrozadas ante el avance imparable de Tartarus, quien igonaraba incluso a la lluvia de energía y pequeños proyectiles que Machinehead ahora le disparaba desde los cielos, cayendo entre este y Major Max, logrando renovar un poco los ánimos de sus aliados; Major Max cargo sus puños con energía cósmica y la disparó hacia el frente, volviendo lento el avance de Tartarus, pero no siendo nada que el villano no evitara con solo alzar su brazo y bloquear dicho ataque, avanzando con una sonrisa confiada, justo antes de recibir orbes mágicos de parte de Silver Sorceress, quien cayó en compañía de Watch, este último disparando aire a presión en conjunto a tal ataque, que logro causar una explosión ante los gritos de Major Max y Silver Sorceress, haciendo un esfuerzo inhumano por detener al conquistador alienigena que se vio envuelto en una potente nube de humo tras la explosión.

—¿Con eso habrá tenido el loco?— preguntaba Ladybug, mientras disparaba sus redes hacia los aliens a su alrededor, quienes se veían interminables

—¿¡Situación!?— pregunto Uni-Orb, llegando junto a Captain Speed, Fire Ball y Possum, un anti héroe meta humano de traje amarillo y café con actitud rebelde y violenta, miembro ocasional de los Zen Men

—Tartarus es demasiado fuerte ¿Qué tal van con sus soldados?— añadió con su característico sarcasmo Machinehead, dando un par de pasos hacia atrás

—Son demasiados, pero con Golem y Behemoth de un mismo lado, será pan comido para nosotros en media hora— añadió bromista Possum, mientras encendía un cigarrillo con las llamas en la cabeza de Fireball

—Retaliators...— se escuchas allá de la nube de humo dejada por el ataque en conjunto contra Tartarus; entre fuertes pasos que hacian temblar la tierra, emergió la imponente figura de Tartarus, sonriente y finalmente dignandose a hablar ante los héroes de Angor

—...seres repugnantes— terminó Tartarus, tras parar frente a los héroes y apretar sus puños con algo de entusiasmo ante el potencial de los Retaliators ante su persona —. Nada más que una plaga idealista y "altruista" similar a otras por toda el universo.

—No nos intimidas, nuevo dios...— confesó tajante Major Max, viendo con furia a su enemigo al frente, tras colocarse a un lado de Machinehead

—Aprenderán a hacerlo— contestó entre una sonrisa Tartarus, mientras estiraba la mano hacia el frente, alentando con sus dedos a los héroes de Angor

—Voy a dejar su barbilla como escroto— susurro Possum, dejándose el cigarrillo en la boca y estirando ambas manos, justo antes de dejar salir unas afiladas uñas de sus dedos —¿Le damos Scully?

—A darle, canadiense— confesó Fireball con una sonrisa, tras darle un par de palmadas a Uni-Orb, quien se llevó la mano al costado de su visor

—¡Retaliators!— clamó Machinehead, activando sus botas propulsoras y siendo el primero en lanzarse al ataque

Machinehead disparo con las palmas de sus manos y dejando salir algunos pequeños misiles que volaron en círculos alrededor de Tartarus, estrellándose con este lentamente; Uni-Orb disparo a toda potencia sus rayos oculares hacia Tartarus, impactandole al pecho a la par que las bolas de fuego de Fireball pegaba contra su pecho y rostro, sirviendo para así cegar al nuevo dios, lo suficiente como para permitirle a Major Max acertarle dos puñetazos directos al rostro a Tartarus, haciéndole girar la cabeza con cada golpe que le daba, rematando a su vez Captain Speed, quien a toda velocidad tomaba rocas y escombros de los suelos para golpear inútilmente con estos al villano.

—¡Ahora!— ordenó Silver Sorceress, elevándose con su magia y mientras, tras hacer levitar escombros y aliens a su alrededor, atacaba a Tartarus al lanzarle todo tipo de cosas, logrando abrumar al villano

Tartarus no era aquel bárbaro cuya reputación había corrido a lo largo de la galaxia alrededor de Angor, el era un experto en guerra y táctica, logrando verse menos que abrumado ante el ataque grupal de los héroes, viendo a cabeza fría el panorama, únicamente respirando las llamas de Fireball cual cálido aroma a pan, sonriendo justo antes de, por fin, actuar. Un simple y vago aletear de su gran mano bastó para desviar el puño rabioso de Major Max hacia un lado, y pudiera darle un potente cabezazo a la guerrera daxamita, logrando desorientarla lo suficiente para tomarla de la pierna y usarla como arma contra Captain Speed, quitándoselo de encima finalmente y tras dar un empujón a Fireball, logrando enviarlo hacia uno de los edificios ya en escombros; como si nada, Tartarus dio un colosal golpe al suelo, quebrando en parte el mismo, logrando que rayos multicolor de luz emanaran de su interior, logrando así derribar a un par con la luz dura que se creaba apenas emergía de entre las grietas; de la luz roja, un ardiente plasma se creo y baño un costado de Possum, quemandole hasta los huesos ante un increíble dolor aún con su factor curativo; de la luz azulada emergió agua que atrapó a Ladybug, lentamente elevandola tras atraparla y así dejándola impotente, ante la visión de cadenas verdes que aprisionaban a Uni-Orb, obligándolo a arrodillarse; por su parte, una especie de venas naranjas emergía de la luz homónima, atrapando, o intentando, a Silver Sorceress, quien se liberaba con su magia tan pronto estas la atrapaban. Machinehead rápidamente evito lo que sea que fuera a emerger de la luz índigo, y reanudó su ataque a Tartarus junto con Watch, quien atacaba con su rayo láser, logrando así acertarle ambos a Tartarus. Tartarus arrancó el puño de la tierra y acabo con aquellos destellos, logrando de tajo acabar con los efectos de estos sobre los héroes, permitiéndose lo siguiente; una patada que habría hecho puré a cualquier humano fue dada a Possum, quebrandole todos los huesos mientras aún se curaba del plasma; su puño amenazante se alzó hacia Uni-Orb, estando esto a punto de ser su final, de no ser por el hábil uso de  Ladybug con su telaraña; la magia de Silver Sorceress cayó sobre de Tartarus, bañandolo cuál cascada horizontal, pero este se vio afectado en lo mínimo gracias a su armadura, la cual parecía tomar la magia y darle más fuerza, tanta que, con un fuerte aplauso, disipó de golpe y logro afectar con esta a Silver Sorceress.

—¡Laura!— clamó Watch, frenado su ataque y quedando vulnerable ante el saltar de Tartarus, quien simplemente dio un fuerte rodillazo a su pecho, logrando incluso arrancarle un brazo

—Inútiles angorianos— retomo Tartarus, tomando con su enorme mano a Machinehead y cayendo ambos al nivel del suelo, estrellando violentamente al héroe contra el suelo, una y otra vez —¡No son nada contra el señor de los ocho...!

Boom. La barrera del sonido se quebró y evito que Tartarus diera la estocada final a Machinehead, girando este hacia aquel sonido, terminando esto con un puñetazo dado por un par de puños pulcros y estirados al frente, impactando directo al rostro de Tartarus y hasta separandolo del suelo, dejándolo vulnerable ante los ataques de Major Max, cuyo mentón se veía chorreado con la sangre de su nariz, quien lanzó uno de sus rayos de energía más potentes hacia Tartarus, rematandolo en conjunto a Uni-Orb y Fireball, e incluso agregados que, hace prácticamente nada, eran enemigos; un par de delgados rayos láser de intenso rojo y misiles creados sea luz dura.

—¿¡Ustedes!?— grito Major Max, tras girarse incrédula ante la vista en un plano abierto a quien había intervenido y salvado a su compañero, y que ahora también ayudaba a su lucha

—Creo que van a necesitar una mano con este ser— contestó Hyperion, incrédulo de lo que veía, y ahora hacia; el Squadron Supreme había venido en apoyo de los Retaliators, o mejor dicho, la gente de Angor

—¿¡La suya!?— pregunto entre sarcásticas risas Captain Speed, ayudando a su hermana a ponerse de pie, justo antes de verse apoyado por Whizzer, quien tomó el otro brazo de Silver Sorceress; Captain Speed asintió con gratitud

—Si— contestó Doctor Spectrum, mientras creaba cuentas de flechas que disparó a los soldados de Tartarus —, ahora mismo, importan las personas de este mundo, los problemas debemos...

—No podemos dejar que su mundo muera, no así, ni mientras podamos hacer algo— confesó Skymax, mientras se elevaba y veía a su alrededor

—T-Tiene razón— contestó rejega Ladybug, tras correr hacia Major Max y tomar por unos segundos sus manos, soltadolas apenas se percato de su bienestar —, se abrían ido de aquí si nos quisieran muertos...

Ante los incrédulos héroes de Angor, una tenue lluvia de disparos lásers cayó desde el cielo, revelando un enjambre de la estirpe voladora en la armada de Tartarus, llegando a atacar sin importarle en lo más mínimo quienes eran aquellos héroes desconocidos que habían llegado a atacar a su maestro.

—Esos seres ¿serán un problema?— pregunto Power Princess, mientras tomaba su escudo y espada, haciendo su espada brillar tras frotarla contra su escudo, amenazante ante los aliens

—Los he combatido antes— expreso Major Max, rodeandose de una aura carmesí a la par que se elevaba del suelo y veía a Fireball y Silver Sorceress replicar aquella acción, al mismo tiempo que Skymax y Doctor Spectrum

—Tomaré eso como un no...— finalizó Power Princess, estando ambos brazos en amenaza a sus enemigos, justo antes de tronar su cuello con su elegancia de mujer guerrera

—Antes que nada, Machinehead— inicio Hyperion, tomando el brazo de Machinehead con firmeza tal, que su armadura rechino un poco —¿Donde están los chicos?

—Y Nuke— añadió Nighthawk, mientras sacaba algunos hawkarangs se su cinturón

—¿Los chicos?— pregunto Ladybug, bajando su postura defensiva mientras trataba de entender sus palabras —¿D-De que están hablando!?

—El Young Squadron— susurro Hyperion, casi atónito de no ver respuesta en sus rivales; un creciente temor le nació en el pecho —, vinieron por una amiga, K...— pero aquello se vio interrumpido, ante el despliegue

—¡Angorianos!— grito Tartarus, mientras una amenazante aura tornasol emergía de su de rabioso cuerpo, dejando libre su vista hacia los héroes —. Unas cuantas manos extra no van a ayudar para nada...

—Puedo matarlo— sentenció confiado Punisher, tras apretar el gatillo de su arma y empezar a dispararle a Tartarus, en conjunto a las armas Machinehead en sus antebrazos y los hawkarangs de Nighthawk

—No creo que tengas una bala capaz— sentenció con pesar en su voz Possum, quien emergía de entre los escombros, ya recuperado de sus quemaduras y huesos rotos

—¡Behemoth...!— se escucho más allá de las columnas de humo que emeegian de los escombros, justo antes de develar al monstruoso miembro más poderoso de los Retaliators: Behemoth. La piel de algunos miembros del Squadron Supreme, incluso Hyperion, se erizo.

—¡...destruye!— continuó Behemoth, cayendo justo a un lado de Tartarus, quebrando el suelo bajo sus pies y logrando hacer tambalear a Tartarus, justo antes de darle uno de sus puñetazos más potentes.

—El Arca.

En el ala derrumbada de la prisión, el Young Squadron y aquellos que los habían interceptado en los pasillos se mantenían bajo los escombros; Kid Spectrum mantenía un escudo por encima de todos, protegiéndose a él, a sus amigos, y hasta a sus enemigos del derrumbe, soltando uno que otro quejido mientras que se mantenía con el puño en alto y la otra mano sujetando su muñeca en alto; American Crusader y el propio Kid Spectrum se mantenían despiertos ante una lucha por salir del lugar sin que este colapsara; Lasher y Ultragirl brillaban por su ausencia. Las explosiones lejanas del exterior hacían juego en contra de las sirenas de emergencia de la prisión.

—¿Q-Qué paso?— preguntaba Kite, viéndose ayudada por Bruce Wayne, mientras ambos veían escombros por encima de una especie de cristalino domo de energía

—Resiste, Kite, esto está lejos de terminar— decía Bruce Wayne a la hernia alada, mientras veía a American Crusader recibiendo golpes de parte de Reptil, para así poder regresar aquel impacto hacia el montón de escombros a su alrededor, intentando salir de su lugar de encierro —. Hay una invasión alienígena en el exterior.

—¡No se cuanto más pueda resistir!— gritaba Kid Spectrum, mientras luchaba por mantener su escudo activo, mismo que llevaba quizás ya horas manteniendo —¡Deben de haber al menos tres pisos encima de nosotros!

—¡Resita Cabo!— ordenó American Crusader, señalandole hacia LSD, quien yacía noqueada debido a una de las muchas roca —¡De usted depende la vida de tus amigos!

—¡Tratamos de matarlos hace un rato!— le grito Bruce Wayne, mientras veía parpadear por casi un segundo el escudo de Kid Spectrum —¿Por que crees que nos ayudarían?

—Si morimos, ellos también— contestó el Crusader, esperanzado —, además, quiero creer que son héroes que perdieron el camino, y eso no dice que así será siem...

—Cree demasiado en esos niños, Crusader— añadió White Skull, con una sonrisa tenebrosa —, son invasores de otro Angor...

—No puedo creer que alguien como White Skull tenga la misma opinión del Squadron Supreme que nosotros— opino extrañada Kite

—Si le creen a un tipo con cabeza de cráneo, no son muy listos— bromeó Reptil

—Todas las cabezas son cráneos, niño genio...— añadió murmurante White Skull

Nuevamente un temblor se hizo presente, aunque esta vez a un costado del domo que Kid Spectrum les había creado, rápidamente todos desviando su atención hacia la fuente de tal sonido; todos los héroes, atemorizados, se pusieron en guardia, listos para pelear contra lo que fuera que provocará tan fuertes golpes entre el exterior, y ellos. Por un segundo, no hubo bandos en ninguno de los presentes. Las rocas lentamente se agrietaron, al mismo tiempo que el domo de Kid Spectrum con cada golpe que las rocas causaban por inercia, incluso en un momento, sintiendo el techo de escombros sobre el colapsar finalmente, hasta que paso, o no, mejor dicho. Las rocas y escombros provinientes de la fuente de impacto cedieron, cayendo y dejando entrar la luz de la batalla exterior a través de un túnel similar a una cueva, hecho a puño limpio por alguien que, con todo y culpa, lograba sorprender a sus compañeros: Ultragirl. Kid Spectrum, entre quejidos, logro abrir un hueco hacia aquella abertura, desviando aquella energía hacia la parte superior del domo, reforzandolo y permitiendo así a los héroes salir por este, resaltando Reptil y el director Bruce Wayne, ambos llevando en sus brazos a LSD, quien permanecía inconsciente; American Crusader salio a la cabeza, en compañía con Kite a sus espaldas, recargandose con un brazo sobre Blur, y llevando su otra mano el escudo del Americommando; al salir, ambos bandos vieron atónitos el panorama: Ultragirl y Lasher dándoles la espalda, mientras que New York ardía ante la invasión extraterrestre de Tartarus. Una pelea, que hace rato había iniciado.

—Ustedes saben...— incio Ultragirl, justo antes de caer sobre sus rodillas ante la simple idea del dolor que esto traería; ante la simple idea, de todas las Susanna y Noh-Varrs que se perderían mutuamente hoy —¿Quien hace esto?— pregunto, esta vez con la mirada de pena volviéndose una de rabia e impotencia pura

—Es una invasión extraterrestre, Suzy— confesó Kid Spectrum, mientras veía aquel escenario y brutales recuerdos fugaces golpeaban, al igual que el resto del Young Squadron, sus mentes con la batalla contra Dione —, ellos, ellos necesitan nuestra ayuda...

—Despues de lo que hicimos— inicio Lasher, este de igual modo sin darle la espalda a los demás, aunque bajo su simbionte, con los ojos cerrados como sus puños —¿Qué nos dice que no nos dejarían morir mientras escapan o mientras debilitamos a sus enemigos?

—S-Somos héroes...—susurraba Reptil, tratando de hacer entrar en razón a sus amigos, a la par que creaba una camilla para LSD —, como Hyperion y el Squadron Supreme, ellos ayudarían, eso querrían...

—Esa es la respuesta correcta, joven.— susurro American Crusader, mientras se llevaba la mano al comunicador y veia zarpar jets de A.R.G.U.S desde el Arca —Y no va a hacer falta que su equipo se haga la pregunta...

—¿Q-Qué?— pregunto Ultragirl, finalmente girandose hacia los demás; su rostro mostraba de nueva cuenta aquel amargo sentir al mirar a los habitantes de tierra 8

—Es el Squadron Supreme, están aquí...— confeso American Crusader, incrédulo de lo que pronunciaba, pero con algo de alegría al final de cada palabra, sabiéndose victorioso en la batalla próxima, ante tan inesperada noticia que le era dicha al oído por Machinehead —y están ayudándonos...

—Queens.

En las calles de Queens, los alienigenas atacaban sin parar a los inocentes, buscando erradicarlos con sus disparos láser, bombas o incluso golpes gracias a la fuerza aumentada de sus trajes, siendo un golpe antes mortal, ahora sentencia de muerte. En Queens, los Crusaders se ocupaban de lidiar con las tropas qué atacaban a aquellas personas que aún no podían, o directamente no pudieron, escapar de la devastación que ejercía Tartarus sobre New York; Arachne y Widower se balanceaban por los edificios y casas, tratando de atrapar a los aliens a sus gigantescas redes, de azul y amarillo, cuales moscas, únicamente para ser rematadas por las armas que los tentáculos energéticos de Nurse disparaban, sumado esto a los objetos que los hermanastros arácnidos les lanzaban con sus telarañas.

—Me voy a quedar estas, son de mi estilo— decía Nurse, mientras más y más aliens caían a su alrededor; apenas despejo el área, gente comenzó a correr a sus espaldas hacia un callejón para refugiarse

—¿Donde esta Miss Latinamerica?— pregunto Arachne, aterrizando junto a Nurse y disparando bolas de telaraña amarilla hacia los aliens

—Ella, Tin Man y Black Arrow están ocupados en Brooklyn— contestó Widower, tras pegar sus manos a los rostros de dos aliens y dejarse caer con ellos, cayendo de manera elegante al suelo y azotando con violencia a ambos aliens —. Somos el respaldo de los Retaliators en estos momentos, creo...

—¡Bomba!— grito Arachne, tras señalar hacia el cielo y ser ambos cubiertos por los tentáculos energéticos de Nurse, solo siendo disparos por los aires en consecuencia a aquella explosion

Los oidos de los héroes retumbaban; sus visiones eran aun borrosas ante el más reciente ataque, únicamente pudiendo ver venir a los aliens de entre los escombros hacia ellos, entre un encorvado renguear. Sin pensárselo dos veces, los aliens se abalanzaron hacia los héroes e incluso los civiles, quienes fueron defendidos rápidamente por los oficiales de policía; Widower, al igual que sus dos amigos, rápidamente entraron en acción para defender a los ciudadanos; sus movimientos eran torpes, pero acertados en cuanto a sus ataques; Arachne saltaba del suelo a los edificios, tomando tantas cosas podía de los mismos y usándolas como armas contra los aliens; Nurse solo generaba múltiples tentáculos y con estos simplemente dio de vueltas, acabando con todos como si fuera una especie de carrusel heroico; finalmente Widower, envolvió sus puños con red y corrió entre un grito hacia los aliens, golpeando a como podía a estos aliens; pedazos de armadura, escamas y dientes salían despedidos ante tal golpiza que propinaba el joven héroe arácnido a los aliens, hasta que ocurrió lo peor, y empezó a verse superado, especialmente apenas uno de estos acertó un golpe directo al rostro de Widower con lo que quedaba del antebrazo de otra armadura, llegando hasta a romperle la máscara, esto sin frenar dicho ataque.

—¡Oye...!— se escucho, justo antes de que de un fuerte golpe, el alien saliera disparado y se revelará a su salvadora, quien no paraba de golpe a los aliens sobre

—¡Yo te cubro niño araña!— Kamala había llegado, con vestimenta de civil, pero haciendo uso de sus artefactos utopianos y sin dejar de golpear a los aliens, hasta lograr alejarlos de Widower

—No puedes estar aquí— decía Widower con molestia, tras haber sido levantado por Kamala como si nada; rápidamente Widower se llevó las manos a la cabeza y giro hacia Kamala, intentando ver que nadie la viera al rostro —¿¡Qué estás haciendo aquí!?

—¡Vine a ayudarte soldado!— grito Kamala, perdiendoaquella sonrisa y recuperando aquel gesto de molestia ante el recuerdo de como es que Aiden la había dejado pegada al suelo  —¿Querías ir solo a la guerra o que!?

Una explosión en la lejanía los interrumpió, resultando esto por ser nada más que un montón nuevo de aliens, logrando hacer suspirar a ambos jóvenes héroes, mientras que Arachne y Nurse se ponían espalda con espalda con ellos.

—¿Donde están las grandes ligas?— preguntó Nurse, tomando con los tentáculos de luz cada una de las armas que anteriormente había dejado caer

—He estado combatiendo a estos idiotas toda la noche— declaró entre un largo suspiro Arachne, sacudiendose el cabello ante lo que sabia que venía —, y no dejan de venir...

—Salve a un par de personas en el camino— señaló Kamala, mientras sacudía las manos, sintiendo sus brazaletes nuevamente con ella, además de los poderes que estos le concedian

—Y te expusiste, ahora toda Angor sabrá que Girl Power sigue por aquí...— finalizó Widower, antes de tomar la parte inferior de su máscara y elevarla por sobre de su mentón, buscando tomar aire fresco

El fuerte estruendo de la barrera del sonido siendo quebrada se escucho, haciendo a todos desviar las miradas hacia el nublado cielo, topandose con una especie de avión totalmente negro acercándose hacia ellos, justo antes de este mismo comenzar a dejar caer sobre los aliens una ráfaga de balas de alto calibre, con las que destrozo a los mismos en cuestión de segundos; los aplausos de los civiles y policías no se hicieron esperar; los héroes, en especial Kamala, vieron con cierto desprecio aquella acción, únicamente pudiendo evitar mirar hacia aquel sangriento escenario, al menos todos excepto Widower, quien si pena ni gloria alzó la mirada hacia aquel jet, mismo que paro al final de la calle donde los héroes estaban, dejando caer una larga cuerda sobre las calles, misma por la cual descendió una persona.

—¿¡Y ese quien es!?— clamó Kamala totalmente incrédula ante lo que, para ella, era una especie de Nighthawk más bajito

—Siempre tomándose su tiempo— susurro Widower con una sonrisa, una que compartieron también Arachne y Nurse, este último dándole un pequeño codazo a la pelirroja

—Siempre tengo que salvarte el trasero...

—¿No, Aidy?

—Manhattan.

La batalla, aun con el Squadron Supreme de su lado, era encarnizada para los héroes de Angor, logrando tener la respuesta de que, en efecto, Tartarus no era un enemigo cualquiera más. Las calles de Manhattan se veían demolidas por la lucha que el bien y el mal hoy libraba; Tartarus era capaz de hacerle frente al Squadron Supreme y a los Retaliators incluso en conjunto, logrando en verdad poner en jaque a los héroes, puesto que el poder del nuevo dios, era todo un reto; con el ardiente y rojizo plasma, Tartarus atacó a Machinehead y Arcanna, esta última salvándose al convertir dicho magma en una plaga de zancudos que dirigió hacia Tartarus, pero este ni se inmuto; de un fuerte golpe al escudo de Power Princess, este logro enviarla a mantenerse sobre sus rodillas, mientras que Ladybug trataba de frenar el avance de su brazo con sus telarañas, únicamente ganando tiempo para que Hyperion y Major Max le acertaran un fuerte golpe conjunto al monstruo con sus puños, logrando hacerlo trastabillar, lo suficiente como para que Behemoth cargará hacia él y lo tomara por el tronco, levantadolo y dejándose caer de espalda, clavando el rostro del nuevo dios en el suelo; un fuerte estallido de luz, esta vez amarillo, dejo salir ciertas de mangostas espaciales de dicho color, las cuales se abalanzaron sobre de sus enemigos, terminando estos por hacer uso de sus habilidades para ahora repelerlos, hasta que, entre un movimiento inesperado, Tartarus se puso de pie y con rabia alzó el puño, haciéndolo brillar con un intenso rosado y cerrandolo entre un furioso grito, logrando hacer que látigos de plasma sólido y rosa salieran de este, clavándose al suelo y generando cristales de color rosado qué fueron en dirección de los héroes, estos últimos teniendo que esquivarlos a toda costa. De no tener velocistas, habría acabo rápido. Hyperion voló con furia a través de estos, rompiendo todos estos a su paso con los puños al frente y dejando que los héroes pasaran a través de estos.

—¡Ahora!— ordenó Doctor Spectrum, creando una pala de barredora de nieve que Whizzer y Captain Speed empujaron con ayuda de Machinehead, logrando así destrozar más y más de esos cristales hasta llega con Tartarus, a quien impactaron con esta

—¡Detente ya, monstruo!— ordenó Doctor Spectrum, creando cadenas de Tartarus hacia el suelo, mismas que Arcanna y Silver Sorceress se encargaron de volver de titanio a base de hechizos; Ladybug, con ayuda de Major Max, lanzó telarañas hacia Tartarus, en búsqueda de hacerlo

—¿¡Cómo lo contenemos!?— preguntaba Skymax, mientras usaba su visión calorífica en conjunto a Hyperion y los rayos oculares de Uni-Orb

Machinehead e Hyperion compartieron una mirada de líder ante la situación, pues Tartarus se reponía del último ataque y los velocistas solo podían lanzarle rocas y escombros en conjunto a las hechiceras mientras que Watch dejaba caer con todo su furor su rayo láser sobre él; la decisión había sido tomada. Hyperion soltó un grito y desató su visión calorífica contra el pecho de Tartarus, al igual que Uni-Orb y Watch, esto a la par que Silver Sorceress conjuraba una runa platinada entre ambos, logrando aumentar todavía más los ataques láser de los héroes, dejándolo a merced de las cargas cósmicas de Major Max, los cañones repulsores de Machinehead y los relámpagos de Captain Speed, junto con los hawkarangs y las balas de amazonium de Red Dragon, aquel ataque en conjunto finalizó con un grito colérico y fulminante para todos los héroes, ante lo que fue un destello cegador a multicolores, dejando así a todos caer de rodillas exhaustos, ante un despliegue colosal de una columna de humo en el medio, todos compartiendo una mirada de auténtico alivio y, por unos segundos, solidaridad.

—¿S-Se acabó ya...?— preguntaba Silver Sorceress, tras caer sobre sus rodillas y ser ayudada por Watch, quien la tomó en sus brazos y levanto

—He enfrentado Thanagarianos— se escucho desde aquella columna de humo, no haciendo más que suspirar con fastidio e impotencia a los héroes, principalmente a Hyperion, que era aquel se mostraba más cerca a él que el resto —, Kryptoniano, Xebulonianos...

—...no me impresionas.— ahí estaba nuevamente: Tartarus; legítimamente se veía fastidiado por su situación, al igual que los héroes; su pecho emanaba el calor de la herida recibdia en batalla, y su aun impresionante postura no dejaban nada que desear, quizás la luz del sol es para debotos

—¡Behemoth...!— grito Behemoth, corriendo a torpes pasos, y violentos golpes a su pecho, hacia Tartarus, confiado como siempre, el Retaliator más fuerte

—¡David! ¡No!— advirtió Red Dragon, más fue demasiado tarde, y ambos colosos chocaron

El cuerpo de Tartarus brillo intensamente en un aura rojiza que le hizo hasta escupir una fugaz llamarada de plasma rojizo por la boca, tomando un par de golpes vagos de Behemoth y desviandolos, justo para así empezar con ello: una paliza. Un simple aletear de su puño incandescente logro desviar la enorme cabeza de Behemoth, justo antes de darle un puñetazo directo al estómago, haciendo retroceder a la enorme criatura azul; una patada directo a la rodilla de Behemoth lo hizo inclinarse de golpe, justo antes de tomar con una mano la cabeza de Tartarus y darle múltiples golpes con su puño, haciendo que el villano retrocediera, y dándoles por unos segundos la esperanza a los héroes, una esperanza, que solo seria eso. Tartarus dio un fuerte grito y soltó un puñetazo con tanta fuerza, que destrozo el costado de una cuenca de Behemoth, salpicando con su sangre azul los suelos, justo antes de que Tartarus barriera a Behemoth con si pierna, derribandolo boca arriba y atrapandolo en sus brazos antes de que este cayera.

—¡Para mi no eres más que un mono gigante!— gritaba Tartarus, con una sonrisa y mientras elevaba a Behemoth sobre sí; los héroes veían aterrados dicho poder —¡Ahora verán el verdadero poder de los espectros ancestrales!

Tartarus se hizo nuevamente del brillo multicolor de estos "espectros ancestrales", y soltó un grito casi como el de una bestia, antes de hacer algo que iba a dejar en shock a todos los presentes; Tartarus sujeto con fuerza a Behemoth de la pierna y su espalda baja, y entonces tiro con toda su fuerza de nuevo dios y la fuerza que aquel espectro le concedía, partiendo en dos a Behemoth en una grotesca escena para quien fuera que viera.

—¡Todos sus aliados caerán, ante el poderoso Tartarus!— Tartarus habia asesinado brutalmente a Behemoth, y había dejado que la sangre y vísceras de este le cayeran encima, al igual que a su alrededor, incluso llegando a salpicar a algunos de los héroes presentes; Tatarus solo sonrió, ante la imagen de shock que había causado en sus rivales, y sin más, dejo caer ambas mitades de Behemoth.

En la distancia, en uno de los pocos edificios aun de pie, un misterioso hombre veía toda la escena, con los dos ojos que tenia, uno siendo toda su cabeza, y el otro incrustado con largas y enormes venas a su pecho; parecía entretenido con la "conquista eterna" de Tartarus, y aquella alianza inesperada.

—Bueno, ahora podemos empezar...— confesó aquel "hombre ojo", mientras estiraba la mano hacia un muro y creaba un llameante portal, el cual atravesó cuál agua, y de un momento a otro, desaparecio.

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