Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1: Once meses después

—Squadron City - Multiverso Rojo, Tierra 710.

Casi un año paso para este mundo, y aunque pareciera que dicha tragedia había pausado al mundo desde entonces, no fue así, el mundo continuó, y las amenazas también lo hicieron. La ciudad insignia, y en parte hasta hogar, del Squadron Supreme se mostraba casi intacta ante la batalla más fresca y casi interminable, pues por más que lo había intentado incansablemente el más reciente invasor, el Squadron Supreme y algunos de sus más fieros aliados, había logrado mantener a ralla las huestes del planeta Nibiru. Si bien apenas un par de decenas de calles de dicha ciudad habían sido tocadas por el conflicto, estas ruinas habían bastado para evacuar a las multitudes y dejar que un sonido imposible resonara entre sus calles y hogares, marcando fin a tal bélico evento. El mundo fue testigo de un sonido, un sonido que jamás se había escuchado, pues era el sonido de Hyperion, rompiendo la quijada de un titan.

—Patético...— susurraba Dione, aquel intento de personificación de la entropia para este universo, mientras curaba sus heridas en batalla con los anillos del infinito que aún le quedaban —, de verdad creen... ¿¡Qué pueden vencer a la muerte misma!?

Dione, el titan mutante del planeta Nibiru, había invadido la tierra por casi una semana, y los esfuerzos de los defensores de este planeta impidieron que la destrucción llegará más allá de un par de ciudades caídas en batalla hasta que lograron quitarle uno de los anillos del infinito y pudieron atraerlo a su ciudad, Squadron City, en medio del desierto de Nevada, donde la batalla obtuvo las bajas mínimas, siendo que, al menos de los héroes, la única baja había sido el deceso de Blue Eagle.

—¡Se acabó, Dione!— gritaba con orgullo el último eterno: Hyperion. —¡Tenemos los anillos de la cólera y el deseo!

Hyperion se posaba triunfal a unos metros tanto de él, como del suelo, con su pequeña armada de héroes para hacerle frente de manera definitiva en contra del titan loco. A sus espaldas se mostraban con igual rabia a Nighthawk, Shape, Skymax, Power Princess, Whizzer, Doctor Spectrum, Nuke y finalmente la hechicera Arcanna, todos y cada uno dispuestos a poner fin a esta amenaza bélica que, seguramente, habría diezmado a la humanidad si se le daba tiempo. El líder de los héroes no mentía, si bien los anillos sólo eran un cartucho en el cual poner la bala que eran las gemas del infinito, ya había perdido la mayoría, únicamente teniendo en su mano el anillo púrpura y el dorado; las gemas de la empatia y la dicha; a sus pies caían a casi diminuta escala las esquirlas del moribundo anillo dorado, mientras que cerca de él, podía ver la gema amarilla, la del pavor, en el suelo y sobre los restos del anillo que la contenía.

—¡No tan rápido berenjena!— exclamó Whizzer, tras correr tan rápido como pudo y tomar en un contenedor especial dicha gema, apartandola del tirano nibiruiano

—Ya no eres una amenaza, Dione— contestó Nighthawk, mientras le apuntaba a Dione con un boomerang hecho de una mezcla de adamantium, vibranium y uru —, incluso ahora podríamos matart...

Grande fue la sorpresa del halcón de New York, cuando vio los rayos oculares de Hyperion a máxima potencia, atravesando el cráneo del debilitado Dione, únicamente para salirle por la nuca, acabando con la vida de auto proclamada "entropia". Este un estruendo que sintieron incluso aquellos que estaban en el aire, Dione cayó sin vida al suelo sobre sus espaldas, nada más que un cadáver aún caliente en el suelo, uno de muchos gracias a todos los Chitauri que había traído con él y ahora plagaban los suelos y alrededores de Squadron City.

—El "podríamos", no era mutuo, Richmond— confesó tajante Hyperion, mientras descendía al suelo y tomaba en sus manos la gema del pavor, apretandola en su puño y mirando con repudio al titan; Nighthawk y algunos de sus compañeros, compartían una mirada de desaprobación en Hyperion —¿Qué? ¿Querías que esperara a que nos engañará y te matará con sus ondas alfa o una estupidez cósmica así?

—Con la suerte de Nighthawk, seguro terminaría en el pasado— completo Power Princess, mientras llevaba su espada hacia su hombro y se apartaba un par de mechones sudados de cabello del rostro

—Spectrum ¿Cómo le fue al Young Squadron con las Musas de Nibiru?— preguntó con algo de temor, y preocupación, Hyperion, mientras se veía bañado por la luz del sol saliente entre las columnas de humo, como si acabase de erradicar todo el mal del mundo

—Reportense Young Squadron— llamó Doctor Spectrum a su prisma, mientras que este flotaba al centro de los héroes, buscando una conexión

—Whizzer, encárgate de saber que ocurrió con los Redeemers en Europa— podio Nighthawk, justo antes de ver desaparecer a Whizzer entre un intenso borrón amarillo y azul

—Aquí Kid Spectrum— se oía a través del prisma la voz del discípulo de Doctor Spectrum, Samuel Alexander alias Kid Spectrum. —, situación controlada, sin bajas del equipo y solo un par de las Musas de Dione.

—Tique nos ha bendecido en este combate, mi amado— le decía Power Princess a Hyperion, mientras esta se dejaba caer en el pecho del eterno y este rodeaba su cadera con el brazo, pegandola más a él

—Ahora toca reconstruir— susurro tajante Skymax, mientras se elevaba por sobre del resto de los héroes —, informaré al presidente Coulson que puede informar al mundo...— finalizó mientras se iba volando

Hyperion mantenía la mirada hacia el horizonte más allá de las desérticas llanuras aledañas a Squadron City y sus columnas de humo; mas no salía de su mente aquella única tragedia, la explosión de Joy Coast y la muerte de tantos inocentes a manos de un misterioso enemigo, enemigo que no pararía de buscar hasta aniquilarle, una rabia profunda que pensaba jamás podría cerrar, y no podia ni empezar a imaginar en la pena de aquellos cuya perdida había sido más allá que un golpe abismal al ego, aquellos que habían perdido a alguien. Un par de semanas pasaron tras la invasión definitiva de Dione a la tierra, terminando por una victoria para la humanidad a manos de sus héroes más grandes, el Squadron Supreme, y ahora sólo quedaba reconstruir el mundo; Richmond Enterprises y todas sus subsidiarias se encargaron de los presupuestos para dichas reconstrucciónes, incluso viéndose ayudados por uno que otro villano en aras de restablecer el mundo a su mejor versión tras sobrevivir a Nibiru. Las semanas pasaron y el mundo se vio obligado a seguir, pero el Squadron Supreme y sus miembros no perdonaron, y nunca olvidaron.

—Cosmopolis, New Troy - Richmond Enterprises.

Una noche más para la ciudad que nunca duerme, y también una noche más para que Mink siguiera con su labor de vigilante y ladrona del rico. Mink, de nombre Julie Steel, era una bien entrenada acróbata, asistente de Nighthawk, Kyle Richmond, y ahora solo la intermitente acompañante del halcón. La ladrona de cabellera blanca portaba como "traje" un gran saco esquimal de color beige. Esta noche, la tarea personal de Mink era infiltrarse en la oficina del patrón de la famosa empresa; de un brinco ágil entre las cornisas del edificio, llegó hasta el enorme ventanal del jefe empresarial; rápidamente, y haciendo uso de sus armas predilectas, tres garras metálicas que portaba en cada mano, corto el cristal con delicadeza y haciendo uso de una ventosa tomo el cristal y lo coloco con delicadeza sobre el suelo, justo detrás de la silla tras el enorme escritorio.

—¿Hay alguien en casa?— pregunto con una sonrisa mientras entrecerraba los ojos, buscando ver entre la oscuridad de tan enorme oficina

—Vete de aquí, Julie, no voy a hacer esto— llamó entre la penumbra una voz familiar, haciendo que la mujer buscará fallidamente su origen —, no hoy...— aquella voz desganada, era Nighthawk, seguramente penandose en algún rincón de la oficina

—¿Kyle?— exclamó Mink, llamándole por su nombre una vez entendió la situación y seriedad del momento —¿Donde estás?— insistió Mink, mientras echaba hacia su espalda la enorme mochila que llevaba colgando de su hombro

—La contraseña de la caja fuerte es 121988, toma lo que quieras y vete ya, Julie— quizás era la forma en la que arrastraba las palabras con rabia y melancólia, el desinterés o el hecho de que solo había llamado Julie y no Mink, sea cual sea la razón, ella no iba a dejarle

—Kyle, voy a encender la luz— advirtió Mink, mientras se acercaba al apagador en el muro con prisa

—¡No lo hagas Jul...!— exclamó Nighthawk más en una petición, que una orden como le era usual

—Dios...— susurro Mink apenas presionó el apagador y vio a su amado —Kyle, querido...

Sentado en la esquina más oscura de la oficina, estaba Kyle Richmond sobre un sofá rojo y una botella ya vacía de whisky a sus pies, mientras sostenía una medio acabar en la mano; ahí estaba el imponente Nighthawk, abatido; no había sido una de sus habituales luchas con Jester o algún otro villano, o incluso algún héroe, había sido únicamente un recuerdo y el aguardentoso sabor del whisky a tragos grandes que daba desde hace ya un rato. Mink casi se rompe al ver en tal estado a su amante que, incluso con ella, había sido siempre tan o más firme que su padre el original Nighthawk; a pasos lentos y mientras se quitaba la mochila, Mink avanzó hasta Nighthawk, quitándole la botella de la mano y haciendo que este se girará para verla. A juzgar por el enrojecimiento de sus ojos y el líquido que corría desde estos, había estado llorando.

—No quiero que me veas así, Jules— pedía Nighthawk al borde de la suplica, mientras su mirada era guiada por la mano de Mink, que lo tomaba del rostro y con el pulgar limpiaba sus lágrimas —. Por favor...— termino a un volumen casi inaudible

—Cariño ¿que crees que estas haciendo?— preguntó Mink, arrodillanzose para ver directo a los ojos a Nighthawk, quien poso su mano por encima de la de Mink en su mejilla y suspiro entrecortadamente

—Hoy cumpliría dieciocho años. Miles...— declaró Nighthawk, mientras desviaba la mirada hacia un enorme cuadro donde se veían él, con su traje empresarial, y Miles, el fallecido Falcon —, estaría aquí con nosotros...

—Querido— llamó Mink, mientras llamaba la atención de Nighthawk más allá del cuadro —, ¿que habrías podido hacer tu contra lo que le paso al chico?

—L-Lo que sea, pude haberlo sacado de ahí rápido, o tal vez alejarlo de ahí y dejar que la bomba estallará— decía entre un marcado ceño fruncido Nighthawk, tras tomar la botella vacía del suelo y lanzarla con violencia hacia un muro, logrando destrozarlo —, en lugar de eso, estaba combatiendo contra la estúpida pandilla de los inhumanos...

—¿Y crees que Miles habría querido que dejaras a los inhumanos tomar New York?— preguntó Mink, tomando ahora con ambas manos el rostro de Nighthawk —Kyle. ¿O abandonar a sus amigos y una ciudad a su muerte?

—Fue mi culpa— decía mientras buscaba tomar la botella de manos de Mink, quien simplemente la alejo y este bufo con una sonrisa que se volvió un quejido de dolor —, debí tener un plan o algo, soy Nighthawk, debía tener un plan para Falcon, debía salvarlo de...

—¿De algo que nadie vio venir, Kyle?— contestó Mink, obligando a Nighthawk a verla —, no eres un dios para tener planes para todo, Kyle, eres solo un hombre, un hombre entre dioses— Mink ahogo el llanto de tal situación, el llanto del dolor de ver a su amante así, y de la muerte de Falcon, ahogo ese llanto por él —, el hombre que amo. Y no voy a dejar en pedazos a ese hombre ¿lo entiendes?

Tras esto, un largo silencio se hizo presente junto a ellos en aquella oficina, únicamente dejando que el ruido de la ciudad estuviera presente en tal momento, y para ellos, ni eso bastaba para romper tal momento. Una mirada mutua se hizo presente y Nighthawk se quito la máscara, dejando ver el rostro de un hombre cansado y adolorido, que aún encontraba las fuerzas para sonreír por alguien, por ese alguien. Mink por su lado tomó la mano libre de Kyle y se la llevó al rostro, posandola sobre su mejilla en búsqueda de encontrar fuerzas para tal momento, lograndolo tras el firme tacto de Kyle sobre su rostro. Ambos compartieron una sonrisa melancólica que fortaleció aquel momento hasta que la calidez de aquella fría noche se vio rota por el sonar del comunicador de Nighthawk, acto que hizo a ambos suspirar con fastidio.

—A-Aquí Nighthawk— contestó con molestia tras tomar su comunicador —, ¿cuál es la situación, Blue Marvel?

—Estoy en Squadron City, ya tenemos informes de una situación pendiente Neil— contestó Blue Marvel al otro lado de la "llamada"

—Lo que sea que sea, Blue Marvel, puede esperar a mañana— contestó Mink en voz alta, asegurándose se que fuera oída

—Pero, Nighthawk, es sobre el incidente de Joy Coast— contestó tajante Blue Marvel, dejando unos eternos segundos de silencio entre ambos a la par que cada uno de sus poros se erizaba y, en el caso de Nighthawk, su corazón se aceleraba

—Y-Ya oíste a Julie, Brashear, mañana en la mañana, esta noche no, estamos ocupados— declaró tajante Kyle al comunicador, aun con un marcado arrastre de palabras

—Entendido, informaré al Squadron, Kyle.— finalizó Blue Marvel antes de cortar la llamada y dejar de nueva cuenta ambos en silencio, hasta que Mink lo rompió

—Me duele que hallas creído que solo venía para robarte— decía con una sonrisa apagada Mink, mientras abría el largo cierre de su mochila

—Escucha, Julie...— trataba de decir Kyle, justo antes de ver como Mink sacaba de su mochila un pequeño pastel con decorado rojo y blanco en un empaque de plástico translúcido

—El habría querido esto— confesó Mink, abrirlo y ponerle encima una vela, misma que encendió

—Tú no puedes dejarme, Jules— finalizó Kyle, acercarse a Mink y besarla con una melancólica pasión hasta que se seperararon en búsqueda de aire y finalmente, esta hablo mientras abría lentamente los ojos

—Nunca en esta vida.

—Squadron City.

Entre un destello de mágicas partículas, el Squadron Supreme apareció a las afueras de Squadron City gracias a la magia de Arcanna. De aquel portal, todos salieron lentamente, viendo sorprendidos la presencia de Mink, a un lado de Nighthawk, cuyo semblante había vuelto a ser el mismo de siempre, frío y serio. Tras todos alzar la mirada hacia Squadron City, Arcanna alzó las manos de nueva cuenta, conjurando un portal más del que salió Hal Chandler, un miembro de apoyo del Squadron Supreme conocido como 3-D Man, capaz de moverse en tres dimensiones y usar los poderes de estas. Rápidamente, Hyperion miró hacia la ciudad ya reconstruida, notando un aire de calma y escalofriante esperanza de revancha.

—Y ya somos todos— clamó Arcanna, mientras cerraba ambos portales

—¿Acaso esperábamos a alguien más?— preguntó con intriga Golden Archer, mientras tomaba de la cintura a Lady Lark

—Gusto verte, Chandler— sentenció a secas Doctor Spectrum, mientras miraba al resto del equipo —¿Los llevo?

Entre un nervioso aire de incertidumbre, aquellos miembros del Squadron Supreme que tenían la capacidad de volar iban al frente del grupo mientras que el resto de los héroes no voladores, iban dentro de un teleférico que Doctor Spectrum había creado para así acelerar el proceso de llegada. Apenas todos aterrizaron deprisa sobre el suelo de Squadron City, fueron presentes de tres héroes más que los esperaban ya en el lugar; la primera heroína de casi total aspecto rojo era Rachel Summers, la viajera del futuro y heroína conocida como Support Red, y su mejor amiga, Green Scorpia, Elaine Coll, una científica y aventurera. Finalmente estaba a un lado de ellas Whizzer, quien en principio había salido del portal junto a ellos, pero a su vez, y por sus características actitudes como velocista, había decidido llegar a toda velocidad y esperarles con impaciencia.

—Al fin llegan— contestó bromista Whizzer, tras ver finalmente aterrizar a todos sus compañeros

—Más vale que Blue Marvel tenga una buena razón para llamarnos tan urgentemente— decía Hyperion, mientras veía detenidamente los rostros del dueto heroico y trataba de ver más allá de ellas, en los edificios —, Zarda y yo pensábamos por fin darnos nuestra luna de miel— continuo tras un molestó suspiro

—No verás nada, Marcus, los edificios son de plomo— confesó con orgullo Nighthawk

—Y más vale que tu tengas una buena razón para usar la ropa interior por fuera— exclamó bromista Green Scorpia, mientras terminaba algunos cálculos en su calculadora y daba un brinco con las manos en alto hacia Support Red

—¡Dame esos diez!— grito Support Red, chocando ambas manos con las de Green Scorpia

—Elaine, Rachel— declaró imponente Hyperion, mientras las veía con seriedad más allá de una noble sonrisa

—Okey, okey— declaró nerviosa Elaine, tras reponer su compostura de sería científica —, acompañennos, esto lo valdrá, sobretodo para ustedes— finalizó Green Scorpia, tras señalar con ambas manos hacia el enorme edificio central de la ciudad, cuya principal razón de existencia, más allá de política y socialidades, era servir de laboratorio para el Squadron

A pasos lentos, incluso para Whizzer, todos se abrieron paso por los campos esmeralda en medio del desierto que habían creído en Squadron City; la principal razón de la ciudad, más allá de elevar el nivel moral y político de los héroes, era también tener no sólo una base de operaciones, sino también un lugar en el cual tener seguras a sus familia amigos cercanos; gracias a aquella ciudad, muchos secretos del Squadron Supreme habían logrado mantenerse ocultos, como aquel robot Fool-probe que se salió de control, creado por el primer Nighthawk en harás de mantener a raya a los heores que decidieran cruzar la línea, irónicamente, cruzando la línea y matándolo. O experimentos tales como los que hacia Blue Marvel, en búsqueda de hallar otras dimensiones; esto último, había sido finalmente un caso positivo, y no como aquella vez en la que Blue Marvel por accidente se encontró con una tierra donde los nazis habían ganado y a su vez buscaban expandirse por el recién descubierto multiverso. Al entrar al edificio central, los héroes caminaron por algunos minutos entre los brillantes y largos pasillos del lugar, hasta llegar finalmente a la sala que, sin saberlo, habría empezado con su perdición.

—Squadron, sean todos bienvenidos a mi humilde chosa de científico— decía Blue Marvel a brazos extendidos tras ver las puertas abrirse y a los héroes entrando por estas

El laboratorio de Blue Marvel estaba lleno de tanto experimentó imaginable era posible ver para la vista; máquinas cuya apariencia era tan bizarra como su función inimaginable, máquinas expendedoras de comida y bebida cada tantos experimentos; mesas llenas de químicos en tubos de ensayo y en enormes tubos de cristal con el tamaño para contener a una persona. Los héroes caminaron, y otros más volaron sobre los experimentos y las máquinas, no perdiendo la curiosidad en cada mirada a todas estas, al menos no hasta que vieron lo que había al final de dicho salón y sobre una placa en forma de dodecaedro metálico; ante las miradas atónitas de los héroes, y cubierto de con un enorme domo de cristal que se adecuaba a la forma de la placa, estaba ahí aislado un trozo de tierra arrancada del suelo, el hacha de Wundajin.

—Damas y caballeros, les presento...— iniciaba Blue Marvel tras ver a Green Scorpia y Support Red colocarse a su lado; Blue Marvel entonces avanzó hacia una manta que cubria una máquina alargada y delgada que se mantenía conectada a aquella placa de metal dodecaedral, y a su vez llevaba hasta un círculo metálico en el muro

—...la Tandem dimensional.— finalizó, descubriendo aquella maquina

Al Blue Marvel descubrir aquella máquina, dejó a la luz una versión futurista y sacada de los sueños de Fillipo Marinetti, creada a partir de la máquinaria más avanzada, estaba ahí una bicicleta doble, si se le describía de manera burda. Los héroes vieron con extrañeza aquel aparato cotidiano vuelto en una máquina del futuro, conectada a tan complicado mecanismo.

—¿Una bici de dos?— pregunto extrañada Mink, mientras veía de pies a cabeza aquella máquina

—Tragiste el arma de ese hombre— inició Power Princess, ignorante a la pregunta de Mink —. ¿Cómo? Nadie pudo levantarla, ni siquiera Hyperion...

—Tuvimos que hacer que una maquina la arrancará del suelo— respondiendo Green Scorpia mientras teclaba en una computadora y empezaba proyectar hologramas sobre todo el mecanismo

—A la vez que usaba un proyector de luz sólida fabricado en base al prisma de Joseph— continuo Support Red, mientras caminaba en círculos alrededor de los héroes y señalaba los hologramas que mostraban una representación holografica del suceso de Joy Coast

—¿Y la bici es para...?— pregunto extrañado Shape, mientras estiraba de manera mórbida el cuello hacia la bicicleta

—Necesitamos la energía cinética para poder reabrir la ventana que dejo entrar a estos extradimensionales— explicó Blue Marvel, tras mostrar algunas de las fotografías que se lograron tomar de Wundajin y D.C Man —, necesitamos que Whizzer e Hyperion pedaleen en la tandem espacial para generar la energía

—¿Y que hace 3-D Man aquí?— pregunto Amphibian, tras señalar hacia el hombre de traje verde y rojo

—¿De verdad es Amphibian quien lo pregunta?— añadió sarcástico Golden Archer

—Centremonos ¡Ahora!— ordenó tajante Hyperion, a brazos cruzados y con la mirada fija en la tandem espacial —¿Está lista?

—Bueno, eso depende— declaró Green Scorpia, mientras oprimía un par de botones digitales a un costado de la tandem

—¿Continúa?— pidió Lady Lark, mientras suspiraba ante el típico hablar incompleto de Support Red y Green Scorpia

—Ya puede hacer viajes por el multiverso, ergo, ya podemos ir a otras tierras— explicó Support Red, mientras mostraba fotografías de Wundajin y D.C Man, rodeados de un aura azul

—¿Pero...?— añadió Skymax, mientras veía con intriga la explicación

—Aunque ya podemos viajar a otras tierras, tenemos dos hipótesis— inicio Blue Marvel tras aclarar la garganta —la teoría poco probable, ellos vienen de una tierra tan distante que su espectro energético multiversal es distinto, o la más probable...

—Vienen de otro multiverso— confesó tajante Nighthawk, con una cara mostraba la fascinación e incredulidad que sentía hacia la charla que llevaban a cabo en este momento

—Espera, espera— intervino Nuke —Me estas diciendo que no solo hay todo un multiverso, sino que incluso... ¿Hay dos?

—Exactamente— intervino Blue Marvel, mientras se giraba hacia la máquina —, necesitamos que Hyperion y Whizzer pedaleen en la tandem espacial, potenciandola con la energía suficiente como para hacer el viaje...

—¿Qué clase de viaje?— pregunto Amphibian, mientras rascaba con delicadeza las branquias ocultas bajo el cuello de su traje

—Trajimos a todo el Squadron Supreme para cubrir todas las futuras medidas, como que alguna tierra en el camino...—explicaba Blue Marvel, mientras terminaba simulaciónes holograficas de Hyperion y Whizzer pedaleando

—O la tierra en cuestión— intervino Green Scorpia

—Sea demasiado hostil.— finalizo Support Red, mientras señalaba con el pulgar sobre su hombro hacia atrás

—El lado bueno, es que una vez hecha la conexión, no hará falta todo el proceso de nuevo, bastará con activar el portal— añadió Blue Marvel, mientras terminaba los cálculos finales para ya empezar

—¿Y cuando empezamos?— preguntó Hyperion, desabrochaba los enormes botones de imán que unían su capa al resto de su traje; fue entonces cuando una casi instantánea ráfaga de aire le interrumpió —¿Qué fue eso?

—Fuí super rápido al baño para no perderme nada— Whizzer mintió —, pero creo que ahora de verdad, necesito ir...

—¿¡Enserió!?— declaró al aire Doctor Spectrum, con una notable molestia —¿¡Casi un año para ser inoportuno y se te ocurre ahora, Rob!?

—Será rápido, voy y vengo chicos...— decía con prisa Whizzer, justo antes de salir disparado a máxima velocidad, dejando únicamente ahí a los impactantes héroes.

—En alguna parte de California.

En alguna de las muchas carreteras que conectaban a Nevada con California, corría Blur, un joven velocista aprendiz de Whizzer y miembro del Young Squadron de la costa oeste. Este iba tan a prisa como sus poderes y cuerpo le permitieron, al menos hasta que, en un ágil movimiento que lo lanzó con toda velocidad hacia el lago junto a la carretera en la que iba, Whizzer le freno. El velocista mayor simplemente corrió hasta el agua y con sus brazos hizo un par de torbellinos, sacando a su secuaz del agua y tomándolo del traje, llevándolo hasta la costa del lago y mientras daba impacientes pisotones a máxima velocidad, incluso tornando la arena en cristal.

—¿¡Q-Qué te pasa, Stanley!?— preguntaba Blur, mientras vibraba su cuerpo y se secaba

—¡Saliste de Squadron City creyendo que nadie te había notado!— reclamó con furia Whizzer, mientras caminaba rápidamente alrededor de su aprendiz —¿¡Qué es eso de espiar, Jeffrey!?

—Parecía algo preocupante, Green Scorpia llamó a Lasher y le pidió que si había algún miembro del Squadron Supreme le pidiera ir a Squadron City— explicaba el joven velocista, mientras se quitaba su rojizo y translúcido casco para volver a peinarse —¿¡Qué está pasando, Stan!?

—Nada que te incumba por ahora, Jeff, ahora vete al faro, largo chico— ordenó Whizzer tras darle un par de palmadas y ver a su aprendiz reanudar su camino, justo antes de este darse la vuelta y empezar su regreso hacia Squadron City.

—Faro del Young Squadron - San Francisco.

El Young Squadron se había instalado en la base oeste, que pertenecía a la facción secundaria del juvenil equipo, una que ahora fungia como única base de los héroes discípulos del Squadron Supreme. Hace no mucho que mil y un castigos se le habían pasado por la mente a Susanna Sherman, Ultragirl, desde aquella vez en que sostuvo el cadáver a medio calcinar de Marvel Boy. Apenas supo de la prisa con la que Green Scorpia llamaba a los miembros del Young Squadron, llegó a la verdad e hizo uso de sus nuevos miembros de equipo en el Faro del Young Squadron; un enorme edificio residencial en la costa, cuyos últimos pisos eran de cristal, permitiendo que la luz saliera y se viera cual faro. Un lugar simbólico para los habitantes de la ciudad y los mismos héroes y su identidad para con las personas del mundo.

Ni una hora paso tras la llegada de Blur al edificio, y ya todo el equipo, con Ultragirl al centro de la sala y "dirigiendo" la platica. En el lugar estaban a su alrededor Girl Power, Kamala Khan, la aprendiz de Power Princess cuyos poderes eran dados por unas bandas utopianas; Kid Spectrum, Sam Alexander, aprendiz de Doctor Spectrum, evidentemente, cuyo poder yacía en su casco, casco prácticamente bendecido por el prisma del héroe mayor; Reptil, Humberto Lopez, un joven capaz de tomar la forma de cualquier dinosaurio gracias a un antiguo cristal en su cuello como colgante; finalmente, estaba Lasher, un joven latino que había sido ocupado como huésped por un alienígena viscoso de raza Klyntar, y era el ya mencionado discípulo de Green Scorpia.

—Comprendo...— decía Ultragirl mientras sostenía los planos del portal que Blur había copiado a mano y a máxima velocidad, por petición suya

—¿Cuanto tardaríamos en hacer una así?— pregunto tras una honda respiración, girando la cabeza pero sin ver del todo al joven equipo

—¿Qué dices?— pregunto Kid Spectrum, un tanto nervioso y mientras buscaba apoyo en Reptil y Girl Power; estos últimos solo agacharon un poco la cabeza —N-No creo que sea una muy buena idea ¿sabes?

—Suzy, no se si sea bueno que...— intento decir Girl Power, en apoyo a Kid Spectrum, pero no pudo hablar más

—Lasher es el discípulo de Green Scorpia— inició con frialdad Ultragirl, mientras miraba con detenimiento los cálculos en las pantallas —, yo tal vez sea un tercio Kree, y otro Milton, pero ahí, en el fondo y justo donde importa, hay algo de Burbank en mí, podríamos construirla.

—Bromeas ¿verdad?— pregunto Reptil, en un intento de hacerla entrar en razón

—¿Y ustedes?— contrarresto Ultragirl, finalmente girandose hacía su equipo —. Marvel Boy y Falcon murieron junto a miles de personas en Joy Coast, lo menos que podemos hacer, es llevar a los responsables a la justicia— apenas terminó de hablar, la sala quedó en total silencio, únicamente escuchándose el ruido de la marea rompiendo en la costa, hasta que Susanna decidió hablar nuevamente —. Y bien ¿quién está conmigo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro