Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Sapo Peta.

Para cualquier otra persona ajena a esto, podrían creer que la única opción viable era la muerte.
Matar a Sapo Peta quizás parecía algo tan lógico, dejándose llevar por el ojo por ojo y diente por diente parecía una manera de vengarse por todo el mal que hizo desde hace tanto tiempo y ellos apenas iban asimilando.

Pero a este punto sabían que morir era lo que él más anhelaba, creyendo tontamente que sería enviado junto a los Dioses al lugar que siempre debió ocupar.
Y es que seguía diciendo que tenía razones suficientes para que se le perdonasen sus pecados.
Los héroes a veces tienen que hacer cosas que no quieren por el bien de los demás.
¿No?

Lastima que él no era un héroe.
Y aunque podrían tacharlo como villano, tampoco quedaba en la definición.
Se había cegado por el poder que tenía que nunca se detuvo un segundo en analizar cada una de sus acciones.
La primer muerte debió ser tomada con importancia, no podías creerte con el derecho de arrebatarle la vida a alguien solo porque afecta tus planes.

Y eso era lo que los tenía solo viéndole sufrir en una esquina de la habitación siendo custodiado por Fargan.
Spreen había logrado lastimarle bastante y sumando que gracias a Cellbit había perdido un ojo, sienten que se lo dejaron fácil.

Había muchos métodos de tortura y podían llevarlos a cabo usando a su favor la inmortalidad del moreno.

El lugar estaría casi en total silencio si no fuera por los pequeños ruidos que soltaban los bebés cada que Roier se movía para darles calor.
Era cuestión de minutos para que los demás llegasen pero se negaba a dejar a sus bebés en otros brazos.

Vegetta solo podía ver una y otra vez como la muerte de Brayan había sido planeada.
Sapo le llevo a base de engaños hasta esa cueva, alegando que ahí encontraría algo muy especial que le haría demostrarle a todos que era digno de ser un hijo de los Rubegetta.
Ya que sin siquiera saberlo, le había estado metiendo ideas a su pequeño donde debía ser digno de llevar tal apellido.
No podía ser la decepción, no cuando tenía tantos ojos sobre él.
Solamente que cuando las cosas fueron tornándose complicadas y él comenzó a suplicar volver a casa, el moreno no tuvo ni una pizca de compasión.
Le dejó ahí hasta que no pudo luchar más.

¿Desde cuándo estuvo cerca de ellos?

Porque jurarian que la primera vez que lo vieron fue en aquel tiempo en que Quackity llegó a sus vidas.
Y ahora resulta que bien pudo estar siguiendo sus pasos desde antes que ellos decidieran llegar a Karmaland.

Si bien parecía que todo se repetía o tenía sus variaciones, cuando dos personas más se unieron al pueblo todo pareció tener otro significado.
Auron decidió irse y con ello otro universo fue creado.

Seguía siendo complicado de entender como el aleteo de una mariposa podía cambiar lo que el futuro te depararía.

Quackity claramente sabía que no pertenecía aquí, incluso antes intento de mil maneras volver a lo que creía su hogar.
Era una falla en todo este sistema que tarde o temprano tenía que regresar a su línea.
Solamente que al desarrollar sentimientos por Luzu pensó que había llegado aquí porque era parte de su destino.
Luego una cosa llevo a la otra y el lore ya se lo saben.

Sus vidas se unieron y a pesar de lo que sucedió aquel día en las elecciones, parecía que su amor podría con ello si tenían paciencia.
De ahí lastimosamente creyeron que la ayuda que había sido brindada por el semi Dios era como buena intención.
Ahora caen en cuenta que estuvo dispuesto a usar sus recuerdos a como le convenía.

Llegó a pensar que si Sapo hubiera querido robarle a Quacks, la historia sería diferente.
Sabía de sus sentimientos y lo que pasó en sus momentos más dramáticos.
No podía molestarle.
Podría decir que entendía las razones pero ¿Cómo asimilas esto?
Estaba dándose cuenta que hasta la concepción de Roier había sido planeada por alguien más y no ellos.

Todos los hijos de los héroes tenían que nacer para que el plan B siguiera su curso.

Ya cuando se dió cuenta que tampoco había funcionado, esperó el tiempo suficiente para meter las manos desde antes que alguien pudiera siquiera reaccionar.

- ¿Qué deberíamos hacer?- preguntó Fargan mirando tanto a Sapo como a Cellbit. Este último se había dejado esposar sabiendo que debía pagar por ser cómplice en esto.
Y no sería de sorprender si Forever ya estuviese en alguna celda.

El gatinho no quería meterlo en esto, su desesperación llegó a tal punto que cayó en las garras de un maldito.
Jodio la vida de tantas personas por su capricho.

Si tan solo hubiese sido más lógico, si tan solo hubiera dejado esos sentimientos atrás.
El hubiera no existe y lo que pasó, pasó.

- Está claro que Cellbit debe cumplir una condena al haber secuestrado al hijo del alcalde.
Pero sería mejor que fuera lejos de aquí, lamento decirlo chaval, pero no podemos arriesgarnos a tenerte aquí y te dé algún brote psicótico.-  comento Vegetta queriendo mantener la calma sin apartar la vista de la pantalla.
Le había pedido a Luzu que congelase la imagen justo donde podía volver a ver el rostro de su hijo.
Si no fuera por todas esas fotos que habían logrado esconder, ya no le recordaría.
Tal vez él y Rubén serían los más indicados para ayudar a Roier a superar la perdida de quien fue su primer hijo.
Una cosa es tener leves deja vu de lo que creías fue de tu vida y otro es confirmarlo de la peor manera.

Dudaban de seguir viendo los archivos por temor de descubrir que había más cosas de las que habían sido ignorantes.

Luzu siendo quien peor se sentía con ello.

¿Quackity le habría perdonado sin ayuda de Sapo Peta?

¿Hubieran estado juntos sin que se les hubiera borrado la memoria?

La única cosa clara aquí es que todos habían sido manipulados.

Luzu no sabía a donde mirar, algo dentro suyo le carcomía haciéndole creer que lo mejor era tomar distancia hasta aclarar su mente.
Se apartó de todas las máquinas y su mirada fue directo a su hijo teniendo en brazos a los bebés que realmente parecían querer dar una entrada dramática.

No les bastaba con tardar tanto en nacer, si no que decidían hacerlo en el peor momento.

Y aunque Quacks siempre discutiera diciendo que Roier era una mini versión suya y que si no fuera porque él lo parió nadie creería que era su hijo.
Podía ver tantas similitudes, más en forma de ser, una tan encantadora que le hizo caer sin siquiera pensarlo.

Si le dieran la oportunidad de volver en el tiempo y cambiar las cosas o tomar el mismo camino.
¿Qué elegiría?

Soltó un suspiro cansado.

No era momento para esto, no dejaría que sus pensamientos intrusivos le distrayeran de lo que era realmente importante;

Hacer pagar a Sapo Peta.

Apenas quería dar una idea cuando
escucharon un estruendo que los alertó al punto que tenían sus armas listas para atacar.
Dándose cuenta que Sapo no parecía querer rendirse sin dar más pelea, había intentado activar una de sus bombas ocultas y parecía ser capaz de explotar todo con ellos dentro.

Lastima que una bala le quitó aquel control de las manos juntos un par de dedos.

- No te vas a quedar con toda la diversión, Luzuriaga.-

Había despertado.
Quacks, su Quacks estaba frente a él usando aquel traje de la revolución, soplo la punta de aquella pistola con una sonrisa altanera.
Detrás suyo estaban Cochi y Beni con armas cargadas.
Rubius en un 80% en su estado animal a sabiendas que debido al embarazo tenía que controlar en que momentos se transformaba para no poner en riesgo a su bebé.
Lolito y Mangel sin perder el tiempo de demostrar porque era mejor tenerlos de amigos y siendo lo más adecuados en cuestión de torturas.
Willy teniendo en sus manos lo que quizás era la respuesta a todas sus preguntas.
Y por último pero no menos importante,  Alexby quien volvía a mostrar porque fue uno de los mejores policías en el pueblo en su anterior vida al tener ya su espada cerca del cuello de quién alguna vez se pensó era el guía del pueblo.

- La pura verdad estoy molesto porque parece que no ibas a esperar  por mí para hacer esto.
Todos aquí tenemos que hacerle pagar por todo el daño que nos hizo.
Y realmente estuvimos hablandolo de camino acá
¿Por qué no hacemos lo mismo?
Está claro que sabemos para que son estas máquinas y no creo que sea tan complicado manejarlas.- fue acercandose hasta su esposo con un aire imponente que demostraba quien era y porque destacaba tanto..- No podías dejarnos fuera de esto.

Luzu se relamio los labios mientras tomaba con cuidado de la cintura a Quackity, tenía tantas ganas de besarle.
Ya tendrían tiempo para eso.

- ¿Debería darte todos los honores?- no era el momento ni el lugar más adecuado para coquetear, pero...
¿Qué hacerle?

Se quedaron mirando fijamente hasta que la voz de Roier inundó sus oídos.

- Yo quiero hacerlo. Me va a encantar ver suplicar a este hijo de puta.
Queriendo clemencia y estúpidamente creyendo que los Dioses harán algo por él.

Vieron el pánico en el rostro de Sapo, parecía no querer creer que estaba rodeado de sus verdugos.

Comenzó hacer sus cantos a los Dioses, creyendo que ellos bajarían a ayudarle.
No podían dejarle solo.

Tenían que entenderle.
No había tenido opción.

Mirando hacia arriba en espera de que alguien estuviera atento a lo sucedido y le diera otra oportunidad.
Y claro que había alguien ahí.
Viéndole con desprecio mientras sostenía un hilo dorado entre sus manos y lo estiraba lentamente causándole un dolor en el pecho.

¿Era ella?

De todos los Dioses.
La habían elegido a ella, era la única que podía hacerle pagar.

No, por favor.
Piedad.

No quería hacerlo.

Él solo buscaba la paz en el pueblo.

Tenía que asegurarse que todo estuviera bien.

Tienen que entender que todo fue en búsqueda de la perfección.

Quackity le siguió la mirada soltando una risa maniática.

-¿Qué pasa, Sapo Peta?
¿Acabas de ver a la muerte?- comentó con burla apuntandole con su arma.-
Parece que eres más imbécil de lo que creíamos.
¿Ya olvidaste que yo conozco perfectamente a Mumza?
Claro que no había tenido la necesidad de contactarla hasta que cierto pajarito me vino a decir que lastimaste a mi nieto.- su mirada perdió todo aquel brillo, incluso su voz se escuchaba tan monótona.

- Está claro que ella no está contenta porque alteraste su trabajo.
Ella es la única que tiene permitido arrebatar vidas y por lo que veo, la que trae entre sus manos es la tuya...
Deberías agradecerme porque le pedí tiempo para tí.
Ella ya solo quería seguir estirando ese hilo hasta que sintieras como tú corazón dejaba de latir.
La inmortalidad puede desaparecer cuando menos te lo esperas.

Le vió llorar como un crío, intentando darles lastima y esperando que todos sus pecados fueran perdonados con las heridas ya hechas en su cuerpo.
Nada parecía ser suficiente para equilibrar la balanza.
Podía sufrir por un millón de años y no estaría ni cerca de pagar su penitencia.

- Big Q is still here.

Y lo siguiente que se escuchó fue el tic tac de un reloj junto a varias máquinas encenderse.

No podían perder la oportunidad de jugar las mismas cartas.

¿Villano?
¿Antagonista?
Lo que sea que fuese Sapo Peta, dejaría de existir para dejar solamente un cascarón vacío.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Vale, que algunos dirán que no es suficiente para hacerle pagar.
Que está claro que es un villano y blabla.
Pero tienen que verlo desde otro punto de vista.
Saber que quizás tenía las mejoras intenciones pero al querer llevarlas a cabo perdió el camino.
Ojalá Mumza se lo recuerde.

Y esto no es el final, para eso falta bastante.

Creo ha sido mi actualización escrita más larga...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro