Todos se habían reunido en el chiringuito a intentar obtener más contexto de lo que había pasado como para que Roier y Spreen solo admitieran que se casaron a escondidas desde quien sabe cuando.

Según lo que sabían, la boda se había movido de fecha por el embarazo de Roier, querían disfrutar sin preocuparse por la delicada salud que este tenía.
Luego cuando supieron las intenciones de Sapo Peta, hubo otro cambio.
Que incluso creyeron que se seguiría atrasando ahora que Spreen era el embarazado.
Una cosa era manejar el hermoso carácter del moreno en un estado normal y otra sería con tremenda carga de hormonas que tenía.

Ellos claro que querían dar explicaciones, pero cada que abrían la boca escuchaban más reclamos.

— Tantas horas de parto y así me pagas.—

—Si no querían gastar tanto hubieran dado sopa maruchan en la fiesta.—

— Entonces del centro de mesa. ¿Ya no hablamos?—

— Sos un mal amigo, te iba a organizar una despedida de soltero que jamás ibas a olvidar aunque terminaramos en no sé donde solo usando un sostén de cocos y una falda.—

— Me perdí el momento de llevar a mi osito al altar en vestido.—

Esperen.
¿Qué?
¿Por qué Spreen usaría vestido?
Ah no.
No iba a hacer esa estupidez del vestido y la peluca. En dado caso era cosa de Roier hacer eso, él ya está acostumbrado a vestirse de mujer.

Se quedaron callados escuchando reclamo tras reclamo hasta que IlloJuan fue en su auxilio dándoles comida y tragos a todos.
Así tendrían la boca ocupada y escucharían más.

Para los bebés solo basto ponerles peppa pig en una pantalla y se quedaban atentos casi sin parpadear.

— Nosotros claro que queríamos que todos ustedes estuvieran presentes en un día tan especial. Pero nos dimos cuenta que teníamos que hacer las cosas pronto, casi sin pensarlo demasiado antes que fuera tarde. — habló Roier calmadamente entrelazando sus dedos con los de Spreen.— Mi salud no estaba del todo bien, nos preocupamos mucho por eso y cuando quisimos buscar alguna respuesta, hacer trampa y ver algo de nuestro futuro, supimos que Juan estaba desaparecido.—

Esto tomó a todos por sorpresa.
Parece que estaban tan metidos en sus cosas que olvidaron por completo la existencia del chico.

— Por lo que sabemos, aquél día en que fue a llevar al pequeño Missa a su dimensión ya no supieron de él.
Solo despareció.
Llevamos meses buscando alguna pista de su paradero.
Y Merlon nos estuvo ayudando en ello.
¡Y antes que se molesten!
Sabemos que pudimos pedirles ayuda, contarles esto.
Pero todos estaban en un estado delicado. Más tú, má.— le dió una mirada a Quackity, sabía que sería el primero en reclamar pero mejor se quedó callado. Debía terminar de escuchar. —No quería que por ese estrés algo les pasará.

— Cuando volvimos a ir con Merlon ya que Roier se sentía bien, él nos comentó que teníamos que tener un enlace especial para evitar que esto fuera más peligroso para nosotros. Algo de almas gemelas o no sé. Ese viejito a veces está medio en las nubes.— suspiró mirando a sus padres y luego a sus hermanos.— Pa, tenés que saber que quise proteger a mi familia y no solo estoy hablando de mis hijos y Roier. Es en general.
Vos harías lo mismo de estar en mi lugar.

Vegetta solo podía preguntarse.
¿Cuándo fue que su osito bebé creció tanto?
Pareciera que fue ayer cuando lo tuvo en sus brazos mientras le cantaba canciones de cuna.

— ¿Y luego...? ¡Contanos todo o me va a dar algo, Spreen!— Carre ya estaba desesperado y seguía molesto porque no pudo siquiera hacerle una despedida de soltero a su mejor amigo.

— Tuvimos que hacer un ritual, que no sabíamos que contaba tal cual como boda.
Y sí, debimos imaginarlo cuando fue en la alcaldía pero estábamos más preocupados por buscar soluciones a cualquier problema que se nos pusiera enfrente que no prestamos atención a los detalles.
Ya los anillos fueron un regalo.
Pero nadie nos advirtió de esto.

Ambos se subieron las mangas mostrando unas marcas extrañas en sus brazos.
En el de Roier se notaban algunos símbolos que daban la silueta de un oso en color azul y en Spreen estaba la figura de una araña en color rojo.

— Gracias a esto pude sobrellevar el embarazo. Aunque Missa... — sintió una nudo en la garganta. Aquella imagen de su bebé sin vida le atormentaria toda la vida.— ya saben.

Los Rubegetta y Luckity estuvieron intentando proteger a sus hijos sin prestar la suficiente atención a ciertos detalles.
Era claro que ellos también buscarían formas de evitar la tragedia.
No se quedarían de brazos cruzados esperando que mami y papi resolvieran todo.

Ahora se sentían mal por reclamar con el tema de la boda.

Sapo Peta les siguió arrebatando buenos momentos con su obsesión del pueblo perfecto.
Ojalá el día en que fueran misericordiosos con él y le dejasen morir, pagará todos sus pecados en el infierno.

El silencio invadió el lugar.
Ya nadie comentó más.
Era como si siguieran asimilando todo.

— Aún pueden tener su boda.— la voz de Alexby llamó la atención de todos. También puede que quería quitar algo de tensión al cambiar de tema.—

Quackity se levantó de su silla entendiendo hacia donde iba su tocayo*.

— Esa boda contó como la boda por el civil, falta la de la iglesia. ¡Aún podemos hacer una boda digna de nuestra familia!

Y no tubo que repetirlo dos veces cuando la lluvia de ideas llegó.
Se encargarían de darles una boda soñada sin importar cuanto costase.
El dinero no era problema para Veg o Luzu.
Y con la ayuda de la familia de Quackity, ya tendrían todo listo incluso en menos de un mes.

Pero con ello también sabían que debían usar todas sus conexiones para saber en donde estaba Juan y si esto no era también obra de Sapo.

Ojalá no tuvieran otra sorpresa.
Algo de calma les iría bien.
¿No?

(Tocayo es una persona que lleva el mismo nombre. Es simple, por eso cuando una persona que se llama Juan y conoce a otra persona que se llama Juan le dice tocayo y si conoce a alguien que se llama Juana, le dice tocaya.
En este caso tenemos dos Alex.)

Hellouda
Aquí Kiwi mostrando señales de vida :)
Y siendo el penúltimo capitulo de esta hermosa historia, ayy.
Me voy a poner sentimental.
Perooo antes que entren en pánico.
Claro que haré una segunda temporada, quizás no sea tan buena como la primera, pero me voy a esforzar.
Aún hay mucho que contar.

Y sí, una actualización chiquita pero juro que valdrá la pena.
Por ahora
¡Alisten los trajes y vestidos!
¡Tenemos una boda!