Adiós Missa y ... ¿Spreen?
Aquella reunión en casa de Sapo Peta no fue como lo imaginaban, si bien se tocó el tema de el porqué Missa llegó aquí se habían generado más y más dudas.
Existiendo tantos universos, ¿Por qué eligió este?
Juan (tomando su debida distancia porque Vegetta le veía con cara de pocos amigos) intentaba explicarse sin tocar tantas fibras sensibles y sin dar más información del futuro, sabía como actuaba el efecto mariposa y entre menos supieran, mejor
Tampoco quería provocar un desastre mas grande o adelantarlo.
Pero había cosas que tenía que decir sin importar qué.
- Sabía que tenía que traer a Missa aquí para evitar que sucediera lo mismo que en... Ya saben. - tragó saliva mirando a Luzu y Quackity, los cuales entendieron rápidamente. - Parece ser que algo o alguien provocó que Spreen y Roier tuvieran cierto problema que fue creciendo y creciendo hasta que uno de ustedes... casi muere.
Los mencionados se voltearon a ver apretando más el agarre entre sus manos, si bien sabían que eran diferentes en varios aspectos, no creían que llegase hasta el punto de odiarse.
- Missa es hijo suyo claro está, pero es de cierto universo futuro no muy alejado de este.
- Ojalá sea lo suficientemente alejado porque no quiero un bebé en 9 meses, primero se me casan y luego ya.- Dijo Quackity queriendo aligerar el ambiente. No había querido soltar a Missa, hasta le había puesto un gorrito de pato que parecía gustarle casi tanto como su máscara de calavera. - Voy a extrañar a este chilpayate...
- Sé que quizás suena muy loco pero se me ocurrió que si lograbamos mostrarles lo bien que se complementaban y el amor que podían darle a un bebé, evitaríamos la tragedia lo mejor posible o no sería tan grande.- Cargó a Missa listo para devolverlo a su hogar, puede que con ello también les había dado un tiempo de paz a los padres originales (si el nene era tan desastroso como lo vieron, merecían unas vacaciones.)
Todos se habían encariñado demasiado con él y aunque sabían que en unos años (o meses, si es que Roier era tan igual a Quackity) lo volverían a ver, sabían que seguía siendo complicado saber que ya no estarían a su cuidado.
Dejó que cada uno se despidiera del menor, claro que Vegetta fue el que más quiso llorar diciendo que extrañaría cargar a un "Ozito" aunque seguían con la curiosidad si había heredado esa parte de la familia.
- Así que te vas, coso. Nos diste muchos problemas y mira que algo se queda conmigo además de los recuerdos. -mostró la marca de aquella mordida en su brazo haciendo reír a Missa. - Eres un coso, bebé, ozito, lo que sea...
A quien voy a adorar tener en un futuro.
Le despeinó un poco el cabello, queriendo no mostrarse tan débil.
A pesar que sus padres le criaron con mucho amor y haciendole saber que estaba bien mostrar sus sentimientos, seguía costandole en ocasiones.
- Diría que pueden irlo a visitar pero ya tendrán al suyo aquí. - Bromeó Juan levantando ambas cejas pícaramente, lo que provocó un gran sonrojo en el rostro de Spreen.
- Juan, es hora que Missa vaya a su hogar, mientras yo les seguiré explicando las cosas. - Habló Sapo Peta al momento en que aquel portal se fue creando.
- Adiooo... -
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