Roier creyó que Robleis bromeaba con lo de ver a dos bebés en el ultrasonido, quizás no sabía como entenderlo y lo que él creía que era otra cabecita podía ser la pancita del bebé o al moverse había dado la ilusión de ser dos.
No podía solo creer que después de tantas semanas apenas se enteraba de esto.
¿Qué clase de madre era?
Tantas visitas al doctor y ...
¿Nadie pudo ser tan amable de decírselo?
Claro que se le había insinuado que su panza no era normal, pero que también estaba lo de que comía lo triple.
Aprovechaba que nadie le podía prohibir tener antojos, aunque siendo honesto; a veces solo culpaba al bebé con su "el coso me patea porque quiere sus chicharrones con cebolla, salsa y mermelada de guayaba."
Cuando bien el bebé solo se movía buscando una posición cómoda para dormir.

Estaba acomodandose para un nuevo ultrasonido cuando vio a Spreen llegar junto con sus padres y suegros.

Roier miro a Spreen casi babeando.
Estaba con el labio roto, más no sabía si fue por la pelea con Cellbit o al caer al suelo por la noticia del otro bebé, cabello alborotado, respiración un poco agitada por ir corriendo y jodida mierda...
¿Ya habíamos terminado con lo que le pasa a la ropa cuando se transforman?
Porque ya entendía algunas cosas.

- O me haces otro bebé o un queso con toda la le...- y recibió un golpe con la chancla.
Que no lo había pensado, lo dijo en voz alta.

- Cálmate las hormonas mijo, que por andar en eso te rellenaron de más.

Roier solo pudo voltear avergonzado a la pantalla, notando con mejor detalle lo que aún se negaba a creer.

- No hay duda alguna, son dos bebés.- dijo la doctora fingiendo que no había escuchado lo anterior aunque el sonrojo en sus mejillas la delataba. - Parece que uno de los bebés solía jugar a las escondidas y ponerse detrás de su hermanito y apenas ahora se está dejando ver.

Sonrio congelando la pantalla unos momentos mientras iba señalando donde terminaba un bebé y empezaba el otro.

- Que tenes tan buen tino que le hiciste dos veces con un solo tiro.- comentó Carre recibiendo un chanclazo por parte de Spreen.
¿Qué?
Algunas costumbres se le tenían que pegar.

- ¡Que maravillosa noticia!
Que tendremos más Ozitos bebés- Vegetta casi quería llorar de la emoción, por fin se le cumplía su sueño de tener a más de esas cositas tan lindas, chiquitas, con orejitas y colita. Que no le bastaba con el otro que venía en camino, se quería armar su propia manada.- Debo empezar a tejer otro gorrito.

Dos bebés significaba el doble en todo.
El doble de comida.
La doble cantidad de pañales.
El doble de llanto.
¿Cómo iban a poder manejarlo?

¡Apenas y aprendieron como cambiar un pañal!

- ¿Ya sabían el sexo?
Puedo decirles o dejarlo como una sorpresa.- preguntó la doctora con una pequeña sonrisa.

- Sha no más sorpresas por favor - lloriqueo Spreen siendo que creía posible que al momento del parto apareciera un nuevo bebé.

- Bueno. - volvió a mover la sonda siendo la señal para uno de los bebés para abrirse de piernas casi exhibiendo lo que era- tenemos un varoncito que quiere presumir que está creciendo.

Y ahí estaba Missa.

- Y a una linda nena que ya está intentando esconderse.

Spreen miraba la pantalla totalmente perdido en la silueta de su pequeña.
Tendría una princesita.

¿Debía pedirle a los tíos de Roier una escopeta desde ya?

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Se me están terminando las neuronas para las actualizaciones x.x
Mándenme Café (??
Lo siento si no es muy bueno-
Pero no quería volver a abandonarles.
¿Cuál apodo creen que Spreen le pondrá a la nena?