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Oh oh...

Habían llegado al hospital y se podría decir que está vez una troca no fue chocada.
Ahora fueron 3.
Las primeras dos apenas llegaron a la sala de espera, la última terminó en un consultorio casi llevándose entre las llantas al doctor que atendió a los chicos en sus embarazos.
Si no que alcanzó a moverse evitó la visita con San Pedro.
Lo bueno es que ya estaba en el hospital así que no había ningún pedo.

Beni estaba diciendo que ya le sacarán al chamaco, que no podía creer que doliera tanto, ¿Cómo chingaos algo tan grande le cabia?
Entre su sufrimiento alcanzó a notar como Cochi parecía aguantarse la risa.

— ¿¡Qué traes pendejo!?— las contracciones eran cada vez más fuertes.

— Que esto seguro ya lo dijiste cuando fue tu primera vez con tu chile relleno.
"Es muy grande, sácalo. ¡Échale mínimo un poca de saliva!" — comentó entre carcajadas antes de recibir un chanclazo por parte de... ¿Secuaz?
Alamadre.
Juntarse tanto con los mexicanos le pegó ciertas mañas.

— Por... Por favor pasad a la sala de partos, la doctora Lanita ya los esta esperando.— dijo tímidamente una enfermera mientras se escondía tras una carpeta. Tuvo la mala suerte de ser ella quien tenía que atenderlos ya que los demás le tenían miedo a involucrarse en estos temas desde los pequeños errores con Roier y Robleis.
Igual eso de recibir amenazas por los héroes de Karmaland tampoco era muy bonito.

Cochi casi quería salir corriendo porque será macho muy macho con pecho peludo, pero ver como es el milagro de la vida le daría traumas.
Algo que los demás ya se esperaban y el otro secuaz se lo llevó cargando como costal de papas mientras entraban a quirófano.

Hubo un especie de silencio incómodo apenas la puerta se cerró.

Tanto Luzu como Quackity parecían tener cierto debate mental acerca de sus dudas sobre todo el tema de su relación.

Ellos seguro habrian terminado con la revolución en buenos términos sin la ayuda de Sapo Peta, ¿No?
Sus hijos eran prueba de ello.

Aún si el pensamiento del pato fue en cierto momento "No puedes dejar si te doy un hijo. Eres un caballero."

En su defensa, era algo que solía creer mucha gente de donde él era;

"Amarralo con un hijo."

"Sí o sí se hará responsable."

Aunque se pasó un poquito y le dió más de 10 chamacos.

¡Pero!
Porque hay un gran pero.
Estaba seguro que sus sentimientos eran sinceros.
No podía existir una máquina que los creará.
¿Verdad?
¿¡Verdad?

Y teniendo otra crisis existencial por otro lado, existía cierto rubio que sabía que no tenía porque estar ahí.

Se abrazaba así mismo manteniendo distancia al seguir hablando con el niñero de Mafer.
La única persona que de cierta forma lo hacía sentir aún en casa.
A pesar de los esfuerzos de los demás por darle paz desde el tema de sus padres, tenía muchos problemas que empeorarían con el nacimiento de su bebé.
Si tenía bien las cuentas, era cuestión de semanas para que ya le tuviese entre sus brazos.
Y con ello la verdad saldría a la luz.
¿Cómo podría explicar las cosas?
Era obvio que terminaría mal.

Todos fueron testigos de su actitud.
Sus acciones.

Nadie podría pensar mal de los involucrados, solo de él.
Y lo tenía bien merecido.

¿Esto era el karma?
¿Tan mal se había portado?

Quería llorar.
Estaba a punto cuando sintió una pequeñas patadas.

— ¡Fofo! — un pequeño apodo que le había puesto Hikari cuando se conocieron.— Tu cría quiere saludar.

Le veía emocionado notando como su vientre se movía.
Parecía buscar calmar sus malos pensamientos aunque fuera un rato.

Sonrió dejando que tocasen su estómago hasta que tuvo enfrente a Vegetta y Rubius.

Oh oh.

Olvidó que ellos también llegaron al hospital.

No quería ser grosero, entendía que tenían mucho de que hablar y estuvo a punto de empezar cuando un gran grito los alertó a todos que entraron sin dudar hasta la sala de partos.
Arrepintiendose totalmente cuando vieron dos cosas ;
La primera fue ver a Cochi entre Beni y su secuaz siendo de cierta forma golpeado.
Beni lo tenía sujeto del cabello mientras pujaba y su "tamalito de rajas" le apretaba tan fuerte la mano que Luzu les aseguró que se la habían roto.
(En base a su propia experiencia con Quackity)

Y lo segundo ya fue otro trauma para Carre quien no quería tener más hijos si "eso" pasaba cada vez.

¿¡CÓMO SALÍA UN BEBÉ DE AHÍ!?

Salieron rápidamente, siendo los padres que hasta juntaron las piernas como si sintieran dolor.
Dejando a las "mamis" con una sonrisa en modo "y tú querías más hijos..."
"Ándale, di que no era para tanto."
"Y eso que no fue un huevo."

Más gritos por parte de Cochi y pronto los llantos de unos bebés llenaron el lugar.

Pensaban que de cierta forma con la llegada de aquellos chilpayates las cosas comenzarían a tomar otro rumbo.
A como está la creencia "cada bebé viene con una torta bajo el brazo."

Los dramas tenían que arreglarse ahora o nunca.

Foolish ahora por su propio pie fue acercándose a los Rubegetta.

Quackity queriendo hablar con Luzu y...

"Ante todo pronóstico se ha anunciado un nuevo candidato a alcalde que busca hacer del pueblo un lugar mejor..."

Escucharon a lo lejos en una de las televisiones en la sala de espera.
¿Nuevo candidato?
Pero, nadie ha querido postularse.
Incluso los habitantes buscaban mantener a Luzu a cargo siempre que fuera posible.
Si acaso las elecciones seguían haciéndose por mandado de Merlon, el resultado siempre era el mismo.

"Aunque por lo que vemos, parece que la Alcaldía quiere seguir en la familia."

— ¿Qué?— Se miraron unos a otros. ¿Roier seguiría los pasos de su padre?
No, él dijo que eso no le interesaba.

¿Auron se postularía?
Porque eso podría provocar en evil Luzu 2.0

"Les presentamos a ..."

— No...— Quackity estaba a poco de sentir que se le bajaba la presión.

"Lorenzo Maldonado..."

Y parece que el drama se hizo más grande...

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