En los pedos y en las pedas...
Aunque Quackity no quería estar distante con Luzu, realmente las cosas que había dicho su padre le habían afectado, ¿Y si era cierto eso?
¿Se encapricho con Luzu solamente para llenar aquel vacío que dejó su progenitor cuando se fue?
Pensó en ello antes, más se negaba a verlo como una posibilidad.
Incluso cuando sus amigos solían decirle que Luzu tenía todo para ser un excelente padre, no lo vio de otra forma.
Solo como la persona ideal para formalizar.
Incluso puede que su anhelo de una familia con él era solo cuando vio que él era totalmente lo contrario a lo que solían contarle de su propio padre.
Aunque terminó saliendo con copias de él sin saberlo...
Jschlatt siendo el mayor ejemplo.
Desde su llegada se había negado a escucharle porque todo parecía una estúpida excusa de un hombre que nunca quiso tener una familia por las responsabilidades que conlleva.
Solo ahora viéndose necesitado de algo parecía querer jugar a la casita con la estúpida creencia que le recibirian con los brazos abiertos.
¿Por qué estaba en el pueblo?
Si bien pudo quedarse a pedir limosna a la demás familia.
Quizás le darían algo si prometía no molestar más.
Pero no.
Parece que alguien soltó la lengua y contó lo que era de su vida ahora.
Si venía por algo de dinero para luego irse, ahora saber que su primogénito era esposo del alcalde le daba su pequeña mina de oro.
No lo soltaría tan fácil.
Hasta tuvo el atrevimiento de querer acercarse a Staxx por una segunda oportunidad.
Lo cual resultó en que de puro milagro Willy no le rompió la cara.
(Le hubiesen dejado hacerlo, se lo merece ...)
— Vamos, Frank. Si decidiste ser la mamá de mijo, con ello también aceptas estar conmigo. ¿O ya olvidaste nuestras aventuras?— dijo queriendo usar sus "encantos" en aquella visita rápida que le dieron para asegurarse que Fargan estuviera bien.
Tuvo mucha suerte que solo le quitasen el celular.
Ya imaginaban llegar y encontrarlo golpeado o encerrado en una celda.
Cuando quisieron reclamar por su falta de atención, su pánico creció al notar la celda mal cerrada.
— Deberían mejorar la seguridad aquí, está bien fácil escaparse sin necesidad de sacar las habilidades del chapo. Solo que estoy portandome bien, quizás hasta reciba una visita conyugal, ¿No?—
Y si Willy no lo había golpeado, no podemos decir lo mismo de Staxx.
Ese si que mostraba que las costumbres mexicanas se le pegaron cuando le dió tremenda cachetada que hasta le dejo la mano marcada en la cara.
(...)
Con todo eso encima aún debían seguir con los planes de la fiesta de cumpleaños de los cuatrillizos.
Pensaron en cambiar la fecha esperando que de alguna forma sintieran calma, incluso ver que el abueloier estuviera bien, solo que el pensamiento de no disfrutar este evento les daba un mal sabor de boca.
Todos estaban dispuestos a dar una gran fiesta para casa uno de sus hijos como una forma de enmendar lo que se perdieron al estar con Mumza.
Cada momento debía ser disfrutado, con el miedo latente que fuese el último.
Ahora tenían está fiesta con una extraña temática que les hizo pensar : necesitan más terapia o que ya no les dejen cerca los libros para rituales.
¿Qué niños quieren una fiesta donde la piñata es una cabra con un pentagrama?
Sus hijos.
Claramente.
Y eso era lo más "normal" que pidieron.
No querían pensar mucho en la demás decoración porque poco les faltó para traer un padre a bendecir antes de que algún espíritu quisiera ser invitado.
La fiesta empezó normal como cualquiera hasta que como costumbre el lado mexicano salió la luz y la típica fiesta de niños terminó en una peda.
Los más pequeños se divertian corriendo sin problemas y aunque sus niñeras se supone también estaban para ayudar.
La mayoría ya se encontraban en el suelo rodeadas de alcohol y comida.
El; "Siéntase como en casa" fue tomado muy literal.
Rubius se acercó a Quackity bastante confundido al ver que este no había tomado nisiquiera un shot.
— Yo no me trago la excusa de que no tomas por el bebé. Que bien recuerdo que a la semana que nació Roier te pusiste una borrachera tan grande que terminaste semi desnudo en la campana de la iglesia.— bromeó queriendo aligerar el ambiente. — Así que dime, ¿Qué pasa, patito?—
El moreno suspiro dudando de hablar.
Dándole una leve mirada a lo que sucedía a su alrededor, sentía que debía estar más al pendiente.
Dejar su actitud vale madres y quizás dejar que Big Q fuera más participe aquí.
— ¿Cómo sabes que no estoy evitando tomar por solidariad con mis primos?— comentó tranquilamente dándole un trago a su agua de jamaica. Aún si por dentro pensaba que esto estaría mejor con un poco de tequila.
Rubius lo analizó un poco, era cierto que Cochi y Beni estaban evitando a toda costa el alcohol, si bien Beni sabia que no podía tomar al tener pavo en el horno. En el caso de Cochi fue porque para su mala suerte, él tenía todos los síntomas del embarazo, algo que es justo a fin de cuentas ya que se la había pasado burlándose de Beni durante la mayor parte del embarazo hasta que los ascos mareos y antojos comenzaron también en él.
Digamosle karma.
— Quizás esa excusa te sirva con los demás, pero no conmigo.
Esto tiene que ver con tu padre, ¿No?—
— Lorenzo.— corrigió el moreno.— Se llama Lorenzo. No es mi papá, no es nada mío.—
Se cruzó de brazos con molestia.
No quería que siguieran recordándole que estaba unido debido a la sangre con ese hijo de puta que no se tentó el corazón para dejarlo.
Se levantó rápidamente de ahí cuando sintió el ardor en sus ojos.
No iba a llorar.
No frente a todos.
No queria nada de lastima o terminar arruinando la fiesta de sus hijos.
Rápidamente fue seguido por el osito, quien dejó a su bebé en brazos de Spreen. Quien solo le dió cierta mirada entendiendo todo.
— Che Sammy, ¿Querés jugar con tus sobrinos y primos?— sonrió viendo como Roier intentaba no morir en medio de la pelea que se formó cuando los dulces de la piñata cayeron.
Rubius terminó abrazando a Quackity por la espalda al ver su negativa a darle la cara, este intentó alejarlo, pero al final solo se soltó a llorar. Tenía tantas cosas encima y no solo era la de su padre era saber que el abuelo estaba envejeciendo, ya no era el mismo hombre fuerte que les protegió durante tantos años.
Los años no pasan en vano y quizás aunque no quisiera tenía que hacerse la idea que llegaría el día en que el abuelo ya no estuviera.
Aún si le pedía ayuda a Mumza, no podía atarlo aquí por siempre.
— Tranquilo.— susurro de forma tranquilizadora.— Todo va a estar bien. Estiendo que estás pasando por situaciones demasiado complicadas y que a veces solo te gustaría cambiar todo, olvidar lo que te lastima. Y solo puedo decirte que eso tampoco es opción.—
Quackity se dió media vuelta y miró a Rubius algo confundido.
— Durante mucho tiempo no sentí que estuviera bien que tuviera la última oportunidad de estar con Veg.— se mordió el labio inferior ahora siendo él qien debía aguantar las ganas de llorar. — Hice un montón de cosas estúpidas y llegué a un punto en que cuando lo vi estando feliz con alguien más, aún si me quise rendir no podía.
Entiendo que hay variaciones de nosotros, hay múltiples universos donde cualquier cosa cambia tan fácil como el aleteo de una mariposa. Pero yo no quería dejar a Vegetta.
Sabía que en ese momento yo no era la persona que él merecía y me esforcé más de lo que podía para cambiarlo.—
Se recargó en la pared notando que Quackity parecía estar más tranquilo al estarle escuchando.
— Aunque a veces creo que llegué a los extremos. Hice mil estupideces más, estando con Vegetta solo una, pero al fin y al cabo una metida de pata.—
Su mirada terminó pasando hasta cierto chico rubio que veía con emoción a otro hibrido de tiburón.
— Incluso antes cometí el error de pensar que al tener hijos sabría que hacer, olvidándome de mis miedos y reviviendo los traumas que pasé con Brayan. Lo que casi me cuesta más de lo que me gusta recordar.
Vegetta estuvo ah, no me dejó solo incluso cuando yo le suplicaba que se fuera, que no merecía esto. Llegué a un punto en que estaba dispuesto a irme del pueblo así como anteriormente pasó.—
— ¿Te fuiste del pueblo?
Pero pensé que los únicos en hacerlo fueron Auron e Illojuan.—
El oso negó, tenía que terminar de contar esto. Esperando que fuera lo que Alex necesitaba para terminar con algunas de sus dudas y poder ordenar su vida.
— Quizás nos tomamos a broma el tema de que en una de mis vidas estuve con Juan.— soltó una risa nervisa.— Pero fue en el momento en que existió la posibilidad de que por fin solté a Vegetta.
Lo amaba tanto que prefería irme a seguir aferrandome y lastimarlo.
Así como Auron lo hizo con el tema de Luzu. — claro, ponle otra espina al corazón del pato. Trago saliva con dificultad.— Hice una nueva vida, intenté volver a enamorarme pero no resultó.
Y ya sé, te preguntarás; ¿Cómo es que recuerdo tantas cosas?—
Colocó ambas manos tras su nuca armandose de valor para seguir.
— Es debido a uno de los aparatos que usaba Sapo Peta para borrarnos la memoria.
Vio el shock en el rostro de Quackity.
— ¿Tú y él?—
— ¡No!, te juro que no es lo que piensas.— gruñó queriendo evitar más malos entendidos.— Un día fui a pedirle ayuda para superar el trauma que tenía con Brayan, fue después que sali del hospital por la caida de las escaleras.
Me hizo dormir y me conectó a esa máquina queriendo intentar encontrar una solución.
Mintió diciendo que era lo mejor, pero al final de cuentas resultó mucho peor.—
Una leve presión en su pecho comenzó.
— Repetí cada error una y otra vez. Recapitule mi vida, cada decisión, pensamiento, creencia. Como si buscará la perfección.—
Ahora soltó una risa algo irónica.
Debió imaginar que con ese poder, Sapo Peta podría tener otras intenciones.
Solo que en ese momento sus traumas no le permitieron pensar con calma.
—Te entiendo mejor de lo que puedes imaginar. Y ahora estás dudando de que si amas a Luzu por lo que es o por lo que anhelabas que fuera.—
Eso último le cayó como un balde de agua fría.
Quería preguntar más, pedirle incluso si sabría como usar esa máquina y sacarle de dudas. Pero los gritos de alguien llamaron su atención.
Beni estuvo de lo más tranquilo intentando comer unos tacos cuando sintió algo diferente, bajó la mirada creyendo que puede que era cierto eso de que ya no controlabas tus ganas de ir al baño en cierto punto del embarazo.
¿Qué?
Ya tenía meses que no podía ni verse el pito por tremenda panzota que cargaba y la sensación de orinar estaba incluso cuando estornudaba.
Pero luego un incesante dolor lo invadió provocando que sus gritos de pánico asustarán a todos, apenas iban a su auxilio cuando Cochi también empezó con su drama, solo que en su caso era al sentir que le iban a romper la mano cuando las contraccioned tambien empezaron en el clon de temu de Luzu. Ahora resulta ser que ambos bebés decidieron nacer este día.
Que bien, ¿No?
O hubiese así.
Lastima que la mayoría de los adultos "responsables" estaban un poquito (muy) ebrios, esto a causa de que el abuelo los había puesto a hacer un reto de bebida.
El cual ganó sin problema alguno, pero provocó que tanto Vegetta, Willy e incluso Luzu (¿Cómo lo convencieron de participar?) ahora estuvieran en el suelo desmayados.
Quackity luego tendría tiempo de tener más crisis existenciales, ahora debía estar feliz con la llegada de nuevos bebés.
Y ojalá fueran los últimos porque realmente la herencia no se puede estar dividiendo tanto, luego van a llegar un punto en que lo único que obtendrán será un kilo de maíz o una botella de vinito barato de luzu.
— Los que aún se sepan el abecedario al revés, subanse a las trocas, chocobos o vayanse a pata, pero nos vemos en el hospital.— gritó mientras subía a sus primos a la camioneta.
Los cuales no dejaban de gritar:
— ¡Ya me arrepentí!, ¡A la próxima me los trago!—
— ¡Ya no vuelvo a ir a la fiesta sin gorro!—
— ¡Castración ahí te voy!—
— ¡ESTO NOS PASA POR COGER EN CASA DE VEGETTA!—
¿EN SERIO?
Nadie respeta esa casa.
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2122 palabras.
Y los traumas siguen
El que llore cuida a los ebrios (?)
Neta que espero esto no sea mucho drama porque no pago psicólogos.
¡Y se vienen los bebés!
Nomás falta Foolish y tenemos el batallón completo
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