Avisé a mis amigos que saldría por la noche, así que cenamos y ellos se fueron a dormir dejándome la condición de al menos llegar algo temprano para descansar un poco.

Mi reloj marcaba las 2:00 de la madrugada cuando decidí levantarme de nuestro sillón de tronco e irme.
Gracias a la temporada podía andar sin ropa térmica y éso me hacía sentir más ligero al caminar. En invierno parecía oso.
Llegué a donde se suponía que estaba la división del bosque, aunque ahora sin la nieve era más complicado apreciarla claramente.

Me guíe sólo por las flores que se veían más coloridas y por tantos animalitos que pasaban por todos lados, pensé que era ahí.
En mi caminata anterior no había visto animales y las plantas no eran de colores tan brillantes, así que ahora tomaría ésos dos detalles como referencia.

Unos segundos después de mi llegada pude divisar una silueta acercándose a lo lejos y grité por impulso. Estaba impaciente por ver a mi hada.

- ¡Jiminie, volví! - alcé la voz feliz y agité los brazos, pero conforme más se acercaba, menos se parecía a él - ¿Jimin-ah?

- Así que regresaste, veo que nuestras amenazas no te surtieron efecto. - demonios, era la amiga de Jimin.

- No... - evitaría pelear con ella, en primera por ser mujer, y en segunda... Por conservar mi salud física y mental intactas - ¿Donde está?

- Vendrá en un momento, está practicando salir en climas cálidos. - su voz sonaba delicada pero seria - Me pidió acompañarlo para mostrarle cómo era la primavera.

- ¿No se hará daño si sale?-- pregunté preocupado.

- No porque no poseé alas. - ladeé la cabeza confundido, ella hizo una mueca - Las alas son las que no resisten los cambios de clima, su cuerpo puede estar bien sin el frío.

- Que alivio... - suspiré - Y... ¿Puedo saber porque aún no me matas? - disculpen, no sé que más decir en momentos donde no le caigo bien a la gente. Mucho menos en mi situación actual.

- Porque Jimin nos prohibió herirte. - sonreí ligeramente - Y porque quiero preguntarte algo.

- ¿Que... Cosa? - quité mi sonrisa.

- Tu amigo... ¿Como se llama? - preguntó un poco sonrojada, y entonces entendí quien era la que nos seguía hace unas horas.

- ¿Al que estuviste acosando? - reí levemente - Es Jung Hoseok, ¿porque?

- En primera, no era yo eran mis... Vigilantes para detectar extraños, ellos me contaron... Y en segunda... Parece agradable. - desvío la mirada - Tal vez podrías presentarme con él...

- Que vigilancia tan chismosa. - volví a reír - ¿Y prometes no dañarme a mi ni a él? - asintió y le sonreí - Vale, lo traeré conmigo mañana.

- ¿A quien traerás? - habló detrás de ella, estaba feliz y emocionado de verme - ¡Sí volviste!

- Lo prometí ¿o no? - me acerqué para abrazarlo y me correspondió - Te extrañé mucho.

- Yo también a ti. - nos separamos unos pocos centímetros - Veo que ya conociste a Caroline de forma no agresiva.

- Así que así te llamas. - le sonreí a ella - Un gusto, Min Yoongi. - me presenté formalmente.

- Un gusto. - sonrió de forma apenas perceptible - Los dejaré solos.

- Mañana te presentaré a Hoseok. - ví que se sonrojó y desapareció como un remolino de pétalos - ¿Y ella que es? ¿También un hada?

- Parecida, una dríada. - hice una mueca indicando que no tenía idea de lo que era éso - Ven vamos al lago, te lo explicaré mejor allá.

- ¿No tendrás problemas? - me frené antes de cruzar la división.

- No por ahora, mi reina está dormida y no se enterará si estás o no aquí. - sonrió y nos fuímos tomados de la mano.

Aún me preocupaba bastante los conflictos que pudiera ocasionarle por cruzar a su parte del bosque sin permiso de la famosa reina, pero veo que encontró una forma de pasarla por alto.
No suena bien éso, pero si sólo así podré verlo, entonces me conformo.

Ya en el lago, ahora descongelado y sin rastros de nieve, me empezó a explicar lo que era una dríada y he de admitir que no le ví demasiada diferencia con un hada. Mínimos detalles eran lo que separaban ambas especies.

- Las dríadas son parientes de las hadas, sólo que no tienen alas por naturaleza y todas son protectoras únicamente de los árboles. - me explicó.

- No son muy diferentes a ti. - rió y me dió un pequeño golpe en el pecho - Lo siento... - reí también - ¿Y suelen ser agresivas? Porque Caroline lo es.

- Se supone que no, pero ella a tenido una vida difícil, así que tal vez por éso lo es. - encogió sus hombros - Sus penas personales no te las contaré, cosas de amigos.

- No hay problema, sólo quería saber porque quería matarme. - reímos - Además... Presiento que será amiga mía de alguna manera.

- ¿Por Hoseok? - asentí - Si... Creo que le pareció lindo.

- Yo pienso que dejará de odiar a los humanos pronto. - afirmó mi idea.

Seguimos hablando cambiando de tema, me contó lo que había hecho durante los dos meses que no estuve aquí y además aprovechó para agradecerme por el regalo de año nuevo que le había dejado. Entonces supe que sí le agradó y que por suerte sí lo encontró él mismo.

- Gracias por las flores y la nota, fue un hermoso detalle. - me sonrió con ternura.

- ¿En serio te gustó? Lamento no haberte regalado algo mejor pero no tuve más tiempo y... - me interrumpió besándome.

- Yoonie, lo amé. - acarició mi mejilla al separarnos - Aún las conservo de hecho.

Retrocedió levemente, su mano se iluminó por unos segundos y apareció una bola de escarcha congelada, dentro se veía el ramo de flores en perfecto estado.

- ¿No se derrite? - negó con la cabeza.

- Mi magia la mantiene así, las flores guardan su calor natural y no se marchitan. - la desapareció de nuevo en escasos segundos - Es otro de mis trucos.

- Es muy impresionante. - lo besé cortamente - Así que... Estás aprendiendo a salir a climas diferentes eh...

- ¿Caroline te dijo? - asentí - Que buena es para los secretos... - bufó.

- ¿Lo haces para poder verme? - bajó la mirada sonrojado - ¡Que lindo eres!

- ¡No soy lindo! - cubrió su rostro entre sus manos - No podía esconderme igual que siempre... Quería salir y poder verte aún sin el frío...

- En primer lugar sí eres muy lindo. - quité sus manos para observarlo - Y en segundo lugar, es lo más bonito que alguien a hecho por mi.

Sé que somos muy empalagosos pero no nos pueden culpar, tomen en cuenta que sólo podemos vernos periódicamente y éso hace que se acumule el cariño que tenemos para dar. En pocas palabras, debemos aprovechar el poco tiempo que compartirmos para vaciar nuestro amor.

En fin, luego de un rato más decidí regresar al campamento, ya habían dado las cuatro y algo, no recuerdo bien.

Me despedí de él con un beso no muy corto y me dijo que podríamos vernos mañana por la tarde, me aseguró que no habría inconvenientes. Prometí hacerlo y me fui a paso normal, según yo, ya no es necesario correr.

Cuando llegué con los chicos ví que la tienda que estaba disponible para mi era la de Hoseok, así que entré en ella en silencio y me acomodé cuidadosamente.
Él, como saben, no se despierta fácilmente así que no notó la intromisión a la tienda, ya por la mañana le diría lo que sucedió.

Yo lo dije de broma, pero al parecer sí era verdad.
Un ser mágico podría estar enamorado de él, o más bien, enamorada...

¿A alguien más le parece familiar el nombre Caroline o sólo soy yo?

Los amo. ❤