Desde la suave cama individual en su habitación de infancia apenas podía ver algunos rayos de sol pasar por las cortinas que cubrían su ventana.

Había dejado que la oscuridad fuera su acompañante el último par de días.

Se sentía muy solo.

Su madre estaba preocupada, se lo había hecho saber. Pero por más que no la quisiera hacer sentir mal, no sabía cómo solucionar esto.

Las últimas ocasiones YoonGi lo había acompañado a casa la mayor parte del tiempo, por lo que la espera fue más corta, pero aun si ya faltaba poco, no creía poder sentirse mejor hasta verlo otra vez.

La puerta fue tocada un par de veces antes de abrirse lentamente.

—Cariño... te traje algo de comida.

Se enderezó lentamente para observar el semblante preocupado de la mujer.

—N-no tengo mucha hambre —murmuro por lo bajo.

—¡Mírate, cielo! estas muy delgado. YoonGi no dejaría que te vuelvas a quedar conmigo si te ve así. ¡Prometí que subirías un poco de peso estando aquí y es lo que voy a hacer! —Intento bromear para subirle un poco el ánimo, pero no funciono.

—Lo e-extraño mucho... —sollozo bajito, dando comienzo a su silencioso llanto

Todo iba peor de lo que imaginaba. Nunca había visto a su retoño de ese modo.

Temía que su pequeño JiMinie se marchitara antes del invierno.

Quizá tendría que llegar un poco antes este año.

Aun escuchando a su hijo llorar, dejó el plato de comida a un lado para cuando le apeteciera probar bocado, para después arroparlo en su cama con cuidado.

—Solo unos días más, cariño. Descansa un poco. —dijo antes de retirarse.

Era una decisión difícil para ella, también lo echaba de menos cuando no estaba.

Quizá había sido muy egoísta. Durante muchos años se había aferrado a ese estúpido acuerdo para poder tener a su hijo junto a ella un tiempo sin preguntarse si era lo que quería.

Y si lo pensaba, JiMin ni siquiera iba a visitarla fuera de los seis meses que estaba con ella.

¿Sería el momento de dejar ese pensamiento de lado?

Era su madre, sí, pero no podía ser tan posesiva con él.

En el pasado se dejó llevar por el enojo y la desesperación, queriendo alejarlo de YoonGi lo más posible porque ¿cómo alguien como su hijo podría estar con el rey del inframundo?

Aunque ahora hasta se había encariñado con el muchacho, y es que realmente le demostró que amaba a JiMin y que lo cuidaría con su vida.

Sí, eso era lo que tenía que hacer.

Pero por ahora, contaba con un par de días más antes de despedirse de su pequeño. 

¿Será que la mami de MImi lo dejara libre?

Upsi espero no tardar mucho en actualizar

Dejenme saber si les gusto en comentarios y no olviden dar su estrellita, es un gran animo para seguir escribiendo :)