Tu escondite
Para eso de la llegada de diciembre, el tiempo se hizo un poco más lento, habían exámenes. Estuve en la biblioteca, mis calificaciones eran normales. Las tardes cada vez eran más frías, bueno, era diciembre después de todo. Todo estaba cubierto de blanco, y la navidad ya estaba por llegar. El cumpleaños de Nina también, bueno, era lo más cerca, sin embargo, no sabía si comprarle un regalo, ahora que lo pensaba bien, no sabía que cosas le gustaban a Ninako; creí conocerla, pero, me equivoque.
–¿A dónde vas? aun no terminamos – escuche a lo lejos la voz tan seria de Rose, está no sonó muy elevada. Estamos en la biblioteca, y ella es la que más sigue las ordenes de no hablar fuerte, aunque de igual manera se le escucho–.
–Regresare de inmediato – el tono de voz de Nina, se escucho mucho más suave que todas las otras veces cuando le había oído hablar –, iré a dejar una carta, no tardare.
¿Hace cuantos días que no hablo con ella? Puf, como dos semanas diría yo. La eh visto en la sala común... con sus amigas. Y bueno, ella está sentada en la mesa de Hufflepuff, mientras que yo, me quedo en la de los Gryffindor. También, usualmente en las mañanas de los sábados no la veo, en las tardes la veo regresar, ella no se fija en mi persona, sube a su habitación, y no baja en horas. Realmente durante un tiempo, pensé que podía saber quien eras, que error. Devolví mi atención al texto, está vez, sin tomarle atención, las palabras pasaban, y se olvidaban, estaba leyendo, y a la vez, solo eran palabas vacías que no tenían ningún significado.
–Oye – no escuche ese llamado, hasta que recibí un golpe con un pergamino en la cabeza–.
–¿Qué? – repuse fastidiado–.
–Si tanto te molesta algo, puedes decirlo – esa respuesta fue sorprendente, me refiero a que viniendo de parte de James, jamás lo habría creído. En parte, creo que me alegre también, necesitaba el apoyo de mi mejor amigo–.
Dude si debía de confesarle que estaba liado por mis sentimientos, que finalmente, había perdido ante los encantos de una chica, a la cual creí conocer bien, solo porque escuche cosas de ella. La peor parte, de tener que decirle, era no saber como sería su reacción, por lo que yo sé, James sigue enamorado de Ninako, y aunque le dijera a ella misma, que no iba a intentar más, no sabría si eso le causaría molestias a él, que su mejor amigo, le diga que se enamoro de la chica a la que el tiene la vista fijada.
–Me gusta Ninako... – mis palabras sonaron como las de un cobarde, salieron tan distorsionadas, y tan lentas, que no parecía ser yo quien las dijera–.
–Lo sé, lo sé.
Me le quede mirando. Su mirada demostraba que en verdad tenía ese sentimiento de malestar, y de otros sentimientos fuertes. Sin embargo, pareció que no dejaría que ninguno se le escapara. James, se había hecho fuerte, no mostraba sus debilidades, pero tampoco mostraba sus habilidades, se había vuelto un secreto, o esa es la mejor palabra que encontré para describirle.
–¿Tanto miedo tenías de decirme eso? Ja, ya lo sabía – soltó una risa burlesca –, ¿por qué te has alejado si ella te gusta?
–Yo no me aleje... – suspire–.
–¡Aja! ¡Así que la vida te la quita! – en verdad, no me molestaba que dijera eso, aunque en verdad, no me ayudaba en nada –, pues, deberías de dejar que el viento te lleve, y la atraparas – el cambio de tono, me hizo confundirme respecto a lo que soltó, ¿dejar que el viento me lleve, y así podré atraparla? Eso no tiene en lo absoluto ningún sentido –. Hey, no me mires con esa cara de idiota. Estoy diciendo la verdad. Ninako, es un reto, por eso ella no es digna de estar con quien no entienda la vida, dime, ¿tu entiendes a la vida?
¿Quién diablos entiende a la vida?
–Tenía esperanzas, y con tus palabras, me dejas claro que para que logre avanzar hasta donde ella está, debo hacer cosas, debo entender cosas que prácticamente no tienen sentido alguno... – dije –, ¡es una locura! – exclame–.
No quería seguir dándole vueltas al asunto, ya no quería seguir así. No entiendo como fue que llegue a estar con Victoire, realmente, se me hace todo muy difícil.
–Oh... ¡Ted! – ese llamado, realmente fue lo que más llamo mi atención en el día. Y mi cabello volvió a cambiar de color, en serio, estoy hecho un desastre–.
Me puse de pie. Uno de mis pies se enredo con la silla, caí al suelo, y la silla tuvo la gracia de venirse abajo conmigo. Quede frente a ella. La vi alta, seguía siendo ella misma. Desde está perspectiva, se veía muy bonita. Su cabello estaba con una pequeña trenza hacia atrás, y el resto del cabello estaba desordenado, los mechones de su flequillo alcanzaban a meterse en los ojos, su cabello había crecido una fracción pequeña. Ella extendió una mano para mi, y luego apareció una sonrisa en sus labios. Acepte la ayuda, aunque prácticamente, ella no parecía tener fuerza.
–Hace días que no te veía – me dijo, y al mismo tiempo, soltó mi mano –, bueno, es bueno, si permaneces conmigo, Peeves podría molestarte también.
Tu sonrisa, no es una sonrisa. ¿Realmente estas bien? ¿Por qué no haces algo con Peeves? Fue lo que quería decir en ese momento. No sé porque razón me moleste en ese momento. Creo que mis sentimientos se acumularon demasiado, y se me escaparon de una mala manera.
–¡Haz algo con Peeves! ¡No permitas que te siga molestando!
Le termine gritando, cuando no quería gritar. Me mostraste una sonrisa, y soltaste una carcajada, mientras rascabas tu cabeza con tu mano derecha. ¿Por qué perdí el control de mi mismo? Yo no quería gritarle, y ahora no sé como decirle que no era así como quería hablarle.
– ... – ibas a decir algo, y las palabras no te salieron, y te marchaste–.
–Bien hecho, torpe – dijo James golpeandome con el codo–.
La culpa me lleno por completo, desee poder cambiar mis palabras. No haber reaccionado así. No contigo. Mi mundo es un desastre. Quería lograr pensar en tranquilidad, se que puedo hacer algo, es sábado en la tarde después de todo, pero... desde lo ocurrido en la mañana, no eh podido estar en calma.
–Ted, no actúes como un inútil y sígueme – James, me saco por las malas de la biblioteca, y me arrastro hasta lo que era la sala de menesteres, se diviso la puerta en menos de un minuto, y sin más James, me empujo hasta ella –. Ahora, espero que puedas arreglar las cosas – y sin más, me empujo dentro de la habitación–.
Me encontré con una gran desastre dentro, en realidad no entendía la razón de que yo debiera de estar aquí, hasta que, escuche un sollozo a lo lejos. Camine temeroso, y claro, con bastante cuidado, no me quería estrellar con absolutamente nada, o podía quedar bajo un centenar de cosas.
La encontré. Definitivamente era ella, su rostro estaba escondido entre sus piernas, sus manos abrazaban sus piernas, y las lagrimas caían al suelo. ¿Fui yo el provocante de esas lagrimas? Tengo bien sabido, que una chica no se merece a un chico que le haga llorar.
–¡Basura! – sus palabras sonaron temblorosas, no parecían haber sido dichas por ella, aunque, salieron así de extrañas debido por el llanto – ¡Tú... basura, tonto! – ella se dio cuenta de mi presencia demasiado rápido–.
–¿Basura? ¿en serio? – ella se dejo ver, no parecía haber estar llorando desde mucho – ¿Qué clase de insulto es ese?
–¡Basura! – lo dijo, y lo dijo como mil veces más, hasta que las palabras se le enredaron–.
Se seco las lagrimas, y se puso de pie sin decir algo más al respecto. Y comenzó a avanzar sin mi. Sin antes decirme algo.
–Espero que tengas una buena navidad Ted – mi nombre dicho de parte de ella, fue magia, una normal, y completamente simple –, no espero que me des algo... no, claro que no, no lo espero de nadie. Nos veremos, hasta que nuestros caminos se vuelvan a cruzar.
Navidad ya estaba sobre nosotros, y... no te volvería a ver en un tiempo, tu cumpleaños es mañana. Te tengo tu regalo, de hecho, lo tengo en mi bolsillo ahora mismo.
–Perdón por gritarte en la biblioteca, es solo que... me enfade porque te dejas lastimar por Peeves, en verdad, lo siento mucho.
Ni siquiera se volteo a mirarme, aun así, aproveche para acercarme y dejar caer aquel pequeño regalo en su bolsillo, ella lo vio.
–No lo abras hasta que estés en casa, ¿de acuerdo?
–Como digas... – dijo, aun con las palabras temblorosas – gracias Ted.
Y te fuiste, abandonaste este lugar. El lugar que automáticamente paso a ser "tu escondite" si, así sería como yo recordaría ese lugar. Aquí era donde te escondías cuando ya no podías aguantar más, aquí era donde, dejabas salir tus lagrimas, tal vez gritabas, o tal vez golpeabas cosas, o incluso, llegabas a quedarte dormida por todo el llanto. Yo no lo sé, pero, desde ahora, si no te encuentro en otro lugar, vendré corriendo hasta aquí, vendré a tu escondite.
---
¡Hey, tengan un lindo viernes! Yo por mi parte me sorprendo por como pasan de rápido los días, es que cuando lleguemos al mes de Diciembre, la novela se terminara de publicar aquí ;u; y tiene su continuación, pero aun la estoy escribiendo, ya que la segunda parte es más compleja, y quiero que los capítulos resulten ser largos. Pero bueno, espero que hayan disfrutado del capítulo, y nos leemos el lunes con otro nuevo Capítulo, ¡Besos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro