Te mentí en Septiembre
En cuanto ambos nos fuimos a la cama, no dijimos nada al respecto. Puedo decir que hubieron momentos en donde cada uno nos mirábamos, esperando a que alguno dijera algo, y era claro, cada uno por nuestra parte, quería decir algo. Y eso se convirtió en palabras que serían un misterio para ambos. No lo conozco en lo absoluto, solo sé su nombre, y está claro, él sabe mucho de mi. Está claro que, él no me ha mentido sobre lo de James, porque si fuera mentira, yo no estaría tan intranquila.
A una temprana hora, me desperté y fui la primera en ponerme en pie. Eleonor y las chicas aun seguían profundamente dormidas, y verlas tan relajadas, me incitaban a arrojarme a mi cama nuevamente, pero no lo hice. Aun con mucho sueño, me metí al baño, observe mi cabello algo desaliñado, y con ambas manos, lo arregle lo que más pude, al menos, que bueno que anoche decidí ir a darme una ducha directamente.
Una vez vestida, salí de la habitación, pensando en actuar como si nada hubiera ocurrido, y aclarar todos mis pensamientos. Que desastre. Eso fue lo primero que paso por mis pensamientos cuando a la primera persona que vi en la sala común, fue a Ted, que parecía un tanto fastidiado. No pude ignorarlo.
–¿Te ha ocurrido algo? – comencé –, pareces fastidiado... o eso es lo que creo.
–Por favor... olvida todo lo ocurrido anoche – esa respuesta en verdad, logro sorprenderme–.
Se giro a mirarme, y en su mirada, se traslucía a simple vista, el temor. Debía de estar tan asustado como yo, de que quizá, si yo al menos actuó diferente con James, nuestra amistad se podría ir por la cloaca, y claro, Ted también saldría perdiendo, James acabaría enterándose de que fue él quien lo inicio todo.
–Las palabras dichas anoche... – a través del brillo de sus ojos, me vi a mi misma tan asustada por lo que podría ocurrir. Ambos estábamos en un problema, que lamentablemente no tenía solución alguna – nunca podrán desaparecer de mi mente.
Cuando no me dijo nada, en serio que fue una tortura. Una tortura que duro unos cortos minutos, pero una tortura que en verdad dolía.
–En verdad... lo arruine todo, arruine tu amistad con James, y claro, me eh convertido en un pésimo amigo – me daban ganas de reprocharle en su cara, que fue él quien comenzó con todo esto, que era su culpa. Pero, yo no era capaz de eso–.
–No se podrán borrar de mi mente – dije –, pero puedo fingir que yo no las eh escuchado.
No puedo hacerlo, me repetía miles de veces, en verdad, no puedo. Sin embargo, la mentira a brotado de mis labios como si nada. Jamás en mi vida, una mentira había salido tan natural. Quizá fue por eso, que inmediatamente me marche del salón. No deseaba seguir viendo su expresión de sufrimiento; no deseaba verme a través de sus ojos.
Y así fueron las cosas, solté mi primera mentira a un chico que solo sabía su nombre, me sentí horrible al respecto. Odio las mentiras. Sobre todo porque, esa mentira ni siquiera lograra ser cumplida, en lo que ha restado de mi semana, eh evitado a James. Eh pasado mi tiempo con el profesor Neville, otros momentos junto a Eleonor y sus amigas que pasean en grupo por los pasillos, y otros, simplemente en mi habitación leyendo un montón de libros Muggles.
–No estás actuando como siempre – Eleonor apareció en la habitación, tan sigilosa como acostumbra a ser–.
–¿De que hablas? ¡Sigo siendo yo! – reafirme con una sonrisa de oreja a oreja–.
–Puede que no seamos tan cercanas, sin embargo... soy observadora – cerré el libro con el marcador en dicha pagina –. Y se como eres Nina, lo sé.
–¿Eh...? – todo se va poniendo extraño a cada segundo–.
–Sueles preocuparte por las cosas más mínimas, y con ello, usas excusas tales como: ¡Iré a ver al profesor Longbottom! O ¡Adoro este chocolate caliente! Y eso, te tranquiliza por un tiempo. Por extraño que sea, nunca has llorado frente a tus amigos. Te emocionas por cosas simples.
¿Cómo... podía ser posible? ¿Cómo Eleonor me conocía como si fuese la palma de su mano? Percibí, que continuaría hablando.
–Detente... – susurre. Y no me hizo caso–.
–Eres débil – sus palabras no fueron dichas de una manera fría, pero... me molesto–.
Ignore su presencia, como si yo fuera una niña molesta, hui de la habitación sin decir algo al respecto. Hui de la habitación incluso con mi ropa de los fines de semana, y descalza. Allí me quede de pie, ignorando que no habían muchos estudiantes, solo estaba él de nuevo. Me miro cuando se dio cuenta de que había aparecido, parecía no comprender lo que sucedía, o al menos que estaba haciendo yo descalza, y de pie, con mi mente revuelta.
–Justo a tiempo – se acerco hasta a mi, con una mirada que ya conocía; estaba molesto –, quiero hablar contigo.
–Ahora no... – trate de ignorarle. Por ello, me volteé para ir a sentarme, y tomar un respiro de toda esta situación–.
–¿Por qué no has hablado con James? – todo empezó a dar vueltas – realmente, ¿seguirás así?
Entonces en verdad todo giro, todo estaba dándome vueltas. Mis piernas temblaron, y estás me arrojaron contra el suelo, y de pronto, todo oscureció, lo ultimo que sentí, fue como mi cuerpo se dejo caer a un lado, haciendo un sonido sordo.
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Ahorita a... esperar por el viernes, y seguir con la historia -w- por cierto, tengo un dato importante, la verdad estoy escribiendo muchas cosillas para publicar por aquí más adelante (entre ellas una novela con Newt <3) y esop, ¡Besos, y que tengan un buen Lunes!
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