Corriendo con la vida
Ted Lupin
Albus tuvo la completa razón aquel mal recuerdo, fue reemplazado por su sonrisa. Su rostro lleno de felicidad por un gesto tan simple se quedo grabado en mi memoria. Sobre todas las cosas, fui feliz de que pudiera sonreír, y que esa sonrisa no se borrara fácilmente. Me pregunto si ella se sintió así de feliz en verdad, o si solo fingía. Sus ojos brillando me decían que en verdad la hice feliz en el momento. ¿Desde que momento te convertiste en una amiga para mi? Creo que fue cuando te conté lo de James, no se porque lo hice, se que lo comente por James, y en cierto punto, eso tiene algo de verdad, aunque, en el fondo es mentira. Desde ese momento, creo que vi que eras una buena chica, y yo era el único que lo sabía, además de saber como era James. Supe que tu no te fijarías en él, lo supe porque tu eras muy parecida a mi. Sobre todo, lo supe porque tu perseguías otras cosas; tu seguías a las mariposas en los días de primavera, tu corrías con el viento, como si fuera una carrera, a veces dejabas que el viento llegara directo a tu rostro, como si este te besara, y tu lo aceptabas gustosamente. Tu perseguías la vida. No eres el tipo de chica que el debe de tener en su vida, así que creo que por eso lo dije. Además, todo eso lo sé, porque James me lo conto. Aun no puedo creer que se fijara tan bien en ti. Describía cada cosa con emoción. Cuando aun no te conocía, pensé "wow, ella es una buena chica, debe de estar en su vida" rayos, creo que lo arruine, en verdad eras muy buena influencia en su vida, y te aleje de él. No, no te aleje de él, tu... tu siempre habías caminado por delante de James, él solo intentaba seguirte el paso torpemente, es triste saber que nunca lo pudo conseguir. Es ahora cuando me pregunto, ¿habré hecho bien en meterme en medio? No lo sé, pero, las cosas se pusieron muy raras desde eso. Aun recuerdo cuando Peeves nos arrojo pintura, en esos entonces, no me importa mucho ser tu amigo, tampoco se la razón porque te protegí, o trate de protegerte. Supongo que te vi como alguien débil, pero tu quitaste esa idea de mi cabeza, cuando tomaste mi mano por primera vez, y me hiciste correr junto a ti. Tu mano estaba fría ese día, pero me habías jalado con tanta fuerza que era sorprendente. Ese día me fije bien en tu espalda, y tu cabello corto, un tono chocolatoso, que estaba cubierto por pintura azul. Tu espalda era tan fina y delgada, que parecías una muñeca real. Ahora entiendo un poco mejor la razón de que seas tan frágil, no estas del todo sana. Era por eso que siempre en las tardes ibas a la enfermería. Fue por eso que te desmayaste. Hasta ahora no ha vuelto a suceder, pero quiero saber la razón de porque no estas bien. ¿Acaso estas enferma? ¿Tu salud es débil? ¿Qué es? ¿te habías desmayado ya antes? Pensé mucho en eso, si ya te había ocurrido antes, me dije que no. Y bueno, hay partes de ti que conozco, las cuales James desconoce. El nunca me conto como era cuando llorabas. Como gritabas desesperadamente cuando algo te asustaba, pude saber que eras así, cuando te vi caer, golpeando tus piernas, en la búsqueda de esperanza. Ese momento fue una tormenta para ti, y claro, para mi también. Ya eras mi amiga en ese entonces. Cuando sonreíste ese sábado en la tarde, por tan solo llevarte chocolate caliente, tu sonrisa fue como un arcoíris, la tormenta ya se había esfumado. Habías vuelto a ser la misma chica de la cual James me hablaba. No, había algo diferente. James, ya no me estaba contando de ti, él ya no era parte de tu vida. Me siento algo culpable por eso, pero tu no pareces triste, de hecho, ninguno de los dos demuestra lo contrario. ¿Hice bien? Nunca lo sabré. Pero, quiero comentar que por todo lo ocurrido conocí a una buena amiga; Ninako, ahora yo puedo hablar de ti, puedo decir que sientes un amor profundo por el chocolate caliente, aun cuando no hace ni el más mínimo frío. Bueno, te conocí un día, y tomabas chocolate. Tal como lo decía James, sigues enamorada de la vida, y yo aun no puedo creer como eso es posible.
Un martes por la tarde recuerdo verte llegar a la sala común con tu nariz sangrando, supuse que había sido Peeves. Me miraste, y pusiste tu dedo en medio de tus labios. Luego de eso, subiste hasta tu habitación corriendo, te gusta correr. Aun me suenan extrañas tus palabras ese sábado en la tarde; "Gracias por está bienvenida de noviembre" Eso fue lo que dijiste, aunque noviembre ya había llegado hace días atrás, no lo entenderé nunca. Luego de ese suceso del martes, no te vi salir más. Vi a mis amigos, y me olvide de ti.
–Dylan, ¿te puedo preguntar algo? – aquel chico de cabello rubio platinado, me miro y dejo su cuaderno a un lado, poniendo toda su atención en mi–.
–Si, claro.
–¿Cómo es que alguien se puede enamorar de la vida? – me anime a preguntar, necesitaba salir de dudas–.
Se mantuvo pensativo, de hecho se tomo su tiempo. Miro hacía todas partes, y finalmente sus ojos celestes me miraron de nuevo. Ya tenía la respuesta.
–Bueno, yo diría que eso es lo que les ocurre a las personas libres, no se enamoran de ningún ser humano, porque eso significaría tener menos libertad. Así que se enamoran de cosas simples; como la vida. Solo las personas realmente libres, tienen el poder de hacerlo. Esa clase de persona, es muy difícil de encontrar. Sobre todo, porque corren solas, no esperan a nadie. Hacen lo que les gusta, para no arrepentirse luego. Se da eso, porque en un principio están solas, y lo único que les acompañaba era la vida, así que se enamoran de ello.
Así que, ¿estuvo sola en algún comienzo? Bueno, todos en Hogwarts a veces estamos solos, como esa chica que estudio con mi padrino; Luna Lovegood. Ella estuvo sola, hasta que luego hizo amigos. Acaso, ¿Nina estuvo sola un tiempo?
El miércoles recuerdo que me quede dormido en el sofá, estuve perdido en mis pensamientos todavía. Me sentí perdido. Abandonado. Y ella se apareció en la mañana, desordeno mi cabello, y eso fue lo que me despertó.
–¿Es muy tarde? – quise saber, ella negó con la cabeza –, entonces, ¿por qué me has despertado?
–Supuse que luego te atrasarías, así que opte por despertarte – dijo, y estaba a punto de salir por la puerta–.
–¿A dónde vas?
–A la enfermería.
Decidí acompañarla, ahora que me había despertado, ya no tenía mucho que hacer, anoche me había dado una ducha, y me había dormido aquí, luego de platicar con los chicos, creo que tuve un poco de flojera de subir a dormir a mi cama, y ya era tarde, porque mis ojos no aguantaron el sueño. Estuvimos caminando tranquilamente, ella se quedaba detrás a momentos, y por ello, apresuraba su paso, quedando un poco más delante que yo. Y comenzó a correr. Ella no espero a que yo le dijera que quería correr, solo se empezó a mover.
–¿Por qué corres? – le pregunte con una sonrisa–.
Ella mientras corría se giro por un momento, y sin más soltó una risa adorable. Le tome una fotografía con mi mente, no se porque lo hice, fue inconscientemente.
–¡La vida nos dejara atrás si no lo hacemos! ¡Corre con la vida! – su respuesta fue tan propia de su parte–.
Corrí, y fue tan extraño ver como no le pude alcanzar, como no pude correr a su lado. Sorprendentemente ella era muy rápida, a ella en verdad le gusta correr, y creo que se siente bien, no lo había hecho diariamente, o cuando me diera la gana. Ninako, eres libre, y eso nadie te lo niega. La vida te ama, la vida está orgullosa de ti. Eres digna de ser quien corra con la vida.
---
Hoy tengo una flojera de lunes uwu les dejo el capítulo nuevo, espero lo disfruten, y que mañana pasen un buen Halloween! nwn
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro