La Tierra. Un planeta completamente diferente a muchos otros. En parte, cubierto con mar, y el resto cubierto con islas gigantescas, que llamamos continentes. En este sitio, hay vida, una cosa que no hay en muchos planetas. En este planeta, hay mucha gente, que a veces prefiere trabajar, para poder vivir una vida tranquila, y hay otra, que a veces prefiere no hacer nada, por lo que sus planes no pueden ser ejecutados.
En América, uno de los continentes, se encuentra Estados Unidos.
Un sitio muy conocido, con mucha gente inmigrante y gente nacida ahí. Pero hoy no vinimos a hablar de geografía o ciencias sociales, hoy vinimos a hablar de un muchacho en especial. En la ciudad de Nueva York, Hay un niño de 11 años, llamado Manuel, con ojos verdes claro, y una camisa azul oscuro, y pelo marrón, que esta apunto de mudarse a Miami. El juega mucho tiempo, y su juego favorito es Splatoon. A el, la idea de ser un calamar e ir saltando y pintando, le parece genial. El piensa que algún día, el será transportado a ese mundo, con calamares humanoides que pintan y se deslizan por tinta, llenando el mundo de color.

-Mamá! -Dijo Manuel- No quiero irme!
-Tenemos que irnos, Manuelito! Porfavor, no me hagas la vida imposible.
-Pero mamá! Estoy bien aquí!
-Lo siento, pero queremos vivir en un sitio tranquilo, al lado del mar, con un bonito so.....
-Manuel interrumpe a su mamá- El Mar!? Porque no me dijiste antes! Vámonos!
-ay... Este muchachito, siempre causando problemas...