—¿Cómo te fue en la escuela?—Preguntó Jessica en cuanto vio a MJ llegar.

—Bien.—Dijo la adolescente mientras que se quitaba la mochila. Obviamente mentía, no iba a decirle a Jessica lo que había pasado en su primer día de clases.

—¿Te encontraste con alguno de tus viejos compañeros?—Jessica sonaba preocupada.

—Solo con Ned.—Cuando Mentita fue hacia ella se agachó y le acarició la cabeza a la gatita. La tomó en sus brazos y miró a Jessica.—No puedo creer que no lo contacté después de enterarme de lo que pasó. En la cafetería se sentaba solo, aislado de los demás...

—Tú misma te pusiste muy mal cuando te enteraste, MJ. Es entendible que no haya pasado por tu cabeza el ponerte en contacto con el chico.—Dijo Luke sentado en la sala.

«Sí, no pensé en contactar al que fue el mejor amigo de mi novio después de que murió porque estaba muy ocupada con mi propio dolor. Fui una egoísta y no pensé en cómo Ned se sintió o cómo está procesando la muerte de Peter.» Pensó MJ en sus adentros, segura de que era cierto. De que era una egoísta por no haber pensando en cómo Ned se sintió al enterarse de la muerte de Peter por haber estado ocupada llorando encerrada en su habitación y empezando a dudar si su realidad era real o no.

—Pero hoy llegó un chico nuevo a la escuela y él fue el centro de atención, así que no me prestaron mucha atención a mí.—Otra mentira. Ella había sido el centro de atención después de aquel mensaje escrito en su casillero. La gente murmuraba cuando caminaba por los pasillos, le lanzaban bolas de papel con comentarios groseros escritos durante las clases y durante la clase de educación física alguien le había lanzado un balón el cual le había golpeado en uno de sus costados.

—¿Tal vez podrías intentar ser amiga de ese chico?—Luke sugirió, encogiéndose de hombros.—Para empezar de nuevo, quiero decir.

MJ suspiró.

—No me interesa hacer amigos ahora mismo.—Solo quería concentrarse en estudiar para graduarse e ir a una universidad lo más lejos posible de Nueva York para poder verdaderamente empezar desde cero. Sin esperar respuesta de Jessica y Luke fue hacia su cuarto y cerró la puerta detrás de ella, suspirando mientras que se acostaba en la cama abrazando a Mentita.

Se preguntó qué pensaría Peter de toda la situación en la que estaba. Si la defendería de las burlas de la escuela. Extrañaba a su chico como nunca antes había extrañado a alguien en su vida.

De la misma forma que lo había querido como nunca antes había querido a alguien en su vida.

No supo cuándo exactamente se quedó dormida, pero al despertar ya era de noche, y Mentita maullaba pidiendo comida.

Suspiró, se levantó y salió a la cocina, y al ver que las luces estaban apagadas en la sala y cocina supuso que era tarde en la noche, y Jessica y Luke ya se encontraban durmiendo. Después de alimentar a Mentita, se cambió a una pijama, tomó su teléfono y salió a la plataforma de la escalera de incendios afuera de su ventana. Abrazando a Mentita contra su pecho subió la escalera y se sentó en el borde de la azotea del edificio, Mentita a su lado acostada ronroneaba mientras que MJ la acariciaba.

MJ revisó su teléfono, desde que había cambiado su número las únicas notificaciones que tenía eran de mensajes o llamadas de parte de Luke y Jessica, pero se sorprendió al ver la notificación de un mensaje de un número desconocido.

Resopló molesta ante la posibilidad de que alguno de los haters que había conseguido desde su entrevista en el Bugle había conseguido de alguna forma su número y le estaba mandando un mensaje para decirle de mil maneras diferentes que era una mala persona.

Pero se relajó un poco al leer el mensaje.

"Hola MJ, soy Ned. Me puse en contacto con tu hermana y ella me dio tu nuevo número. ¿Cómo estás?

Guardó el número de Ned como un nuevo contacto y después de pensar en qué podría responder, escribió:

MJ:
"Hola Ned. Sé que es tarde, lamento no haber respondido antes pero me quedé dormida tras volver a casa de la escuela. Estoy bien, gracias."

Eso era una mentira y ella lo sabía, y tal vez Ned también lo sabría, pero no le importaba. Miró a Mentita acurrucada a su lado y le tomó una foto para luego enviársela a Ned junto con un mensaje.

MJ:
"Ésta es Mentita, mi gatita. La recibí como un regalo de parte de Peter. Todavía es una bebé, creo que tiene tan solo unos meses. Creo que podrías decir que ahora soy una loca de los gatos."

Apagó su teléfono sin esperar una respuesta de parte de Ned. Suspiró y miró la vista que la ciudad le daba estando ella ahí sentada en el borde del techo de su edificio. Las luces de Nueva York eran hermosas. La casas, los autos y los edificios.

Acariciando a Mentita, miró el edificio más alto de todos: Donde alguna vez estuvo la torre de los Avengers, ahora se encontraba la torre de Oscorp. Tony Stark le había vendido la torre a Norman Osborn hace varios años, según recordaba MJ, en ese entonces fue cuando Peter descubrió que el padre de Liz, la vieja compañera de los dos, era un villano. Y debido a que Norman junto con su hijo Harry habían muerto en el chasquido la remodelación de la torre no pudo ser terminada si no hace unos pocos meses. La enorme «A» de Avengers que alguna vez fue un símbolo de esperanza para todos los que la veían había sido reemplazada con las letras oscuras que escribían «Oscorp».

Un recuerdo llegó a la mente de MJ, de cuando ella y Peter tenían trece años y toda la clase de ellos fue a un viaje escolar. Mientras que estaban en el autobús, Peter chilló de emoción cuando pasaron por la torre de los Avengers. Chilló tan alto que todos en el autobús se rieron, a excepción de MJ, ella simplemente lo miró con su típica expresión de aburrimiento, cuando en realidad en sus adentros se sentía enternecida por el entusiasmo de Peter y admiraba el que él fuera tan orgulloso de ser un fanático de los superhéroes.

Él había admirado tanto a los superhéroes, pero aún así estaba muerto y era recordado como un villano.

MJ sintió un enorme peso en sus hombros. Sintió ganas de llorar. Miró hacia abajo y, durante un pequeño momento, pensó en saltar.

Si saltaría, su héroe no estaría ahí para atraparla.

Se asustó ante aquel pensamiento y gateando hacia atrás se alejó del borde de la azotea. Mentita se despertó y levantó en lo alto ambas orejas, viéndola con la cabeza ligeramente inclinada.

MJ sintió un fuerte apretón en su pecho. Sintió que no podía respirar. Su respiración se aceleró y abrazó sus piernas contra su pecho cuando rompió en llanto.

Lo que más deseó fue que Peter se encontrara ahí con ella. Que la abrazara, que la consolara. Pero eso jamás pasaría.

MJ no estaba segura si creía en la existencia de un cielo o un infierno, pero si había un cielo para la gente muerta, esperó que Peter se encontrara ahí. Se preguntó si él podía verla desde arriba. Se preguntó si ahora él era su ángel guardián.

Miró el oscuro cielo en el que no había ni una estrella, y suspiró.

—Te extraño tanto...—Murmuró sollozando. El dolor en su pecho le sofocaba. Se levantó, y caminó lentamente hasta el borde del techo, mirando hacia abajo.—Si eres un ángel ahora, entonces... si caigo... ¿me atraparías...?

Sin pensarlo, levantó un pie como si fuera a dar un paso, tragó saliva, tomó aire y estuvo lista para tomar el otro paso cuando escuchó a Mentita maullar a sus espaldas.

La gatita mordió el borde de la manga del pantalón de pijama que alguna vez perteneció a Peter y lo jaló, como si intentara alejar a MJ del borde del techo. Jaló fuertemente y al ver que MJ no se movía rasguñó su pierna, pero no lo suficiente para hacerle daño, ya que sus garras eran cortas.

MJ jadeó sorprendida, y luego sintió que sus ojos volvían a llenarse de lágrimas. Se alejó del borde del techo, se agachó y abrazó a Mentita. La gatita lamió las lágrimas de sus mejillas.

—Lo siento...—Murmuró acariciando la cabeza de Mentita.—Lo siento tanto, pequeña...

Tal vez, Peter le había dejado a Mentita antes de irse, porque, de alguna forma, sabía que la gatita cuidaría de MJ ahora que él ya no estaba.