MJ miró con una mueca la ropa que Jessica había puesto encima de su cama: un vestido negro, pantimedias negras y zapatillas negras.

—¿A dónde vamos?—Preguntó, mirando a su hermana, quien también vestía completamente de negro.

—A ver a la familia Stark.—Dijo y MJ abrió los ojos con sorpresa.—La viuda de Tony, Pepper, sabía lo mucho que Tony quería a Peter, y ella también sabe que él era inocente, así que ya que normalmente no se le hacen funerales a personas que fueron culpadas de la forma que Peter lo fue, van a hacer algo para él, para conmemorarlo.

MJ simplemente asintió. Jessica salió de la habitación y cerró la puerta. La chica se sentó en su cama y suspiró, para luego sollozar.

Estaría yendo al funeral de su novio.

A ella no le gustaban mucho los vestidos, pero aún así se puso el vestido que Jessica había escogido para ella con las pantimedias y las zapatillas debajo, y debajo del vestido se puso una de las camisetas de Peter, una de Star Wars. Se vio en el espejo y por primera vez desde su ataque de histeria en el que se cortó y tiñó el cabello se dio cuenta de lo poco femenina que se veía con cabello corto. Hasta parecía un poco raro el que usara vestido.

Cuando estuvo lista sostuvo entre sus dedos el dije medio roto del collar de dalia negra que Peter le había regalado y lo besó.

Suspiró para luego salir de su habitación. Jessica se encontraba en la sala. Supuso que Luke no las estaría acompañando ya que aquel día tenía trabajo.

MJ no dijo nada en todo el camino hacia la casa de los Starks. No sabía qué decir o cómo sentirse. Trajeron a Mentita con ellas y en el auto la gata se acurrucó en su regazo.

Cuando llegaron ambas salieron del auto tras estacionarse en frente de una adorable cabaña. Jessica tocó la puerta y ésta fue abierta por una mujer de cabello rubio rojizo, la cual les sonrió. Era Pepper, la esposa del difunto Tony Stark.

—Hola, ustedes han de ser las hermanas Jones.—Dijo Pepper dejándolas entrar.

—Sí, soy Jessica y ésta es mi hermana MJ.—Dijo la mayor de las hermanas y Pepper miró a MJ de pies a cabeza para luego sonreírle.

—Es un placer, MJ.—Sorprendió a MJ abrazándola.—He oído mucho sobre ti.

—Lo mismo digo, señora Potts.

—Puedes llamarme Pepper, y, por cierto, después de que Tony murió tomé su apellido, así que soy la señora Stark.

—De acuerdo.—Dijo MJ asintiendo, con una ligera sonrisa.

Pepper miró a Mentita, se agachó y acarició la cabeza de la gatita.

—A mi hija le encantan los animales. Últimamente ha tenido preferencia por los gatos.

Se dirigieron hacia la sala en la que estaba una pequeña niña viendo la televisión al mismo tiempo que jugaba con unas muñecas. MJ la reconoció de inmediato: Morgan Stark. La pequeña hija de Tony y heredera de industrias Stark. 

Morgan volteó a verlas con una sonrisa y MJ sonrió un tanto nerviosa.

—¡Gatito, gatito!—Exclamó Morgan corriendo hacia Mentita y tomándola en sus brazos, abrazándola.

—Morgan, hay que pedir permiso antes de jugar con las mascotas de otras personas.—Dijo Pepper y Morgan sonrió nerviosa.

—Está bien, Pepper.—Dijo MJ agachándose a la altura de Morgan.—Su nombre es Mentita, y ella es muy cariñosa, así que puedes jugar con ella si quieres.

—Gracias...—Dijo Morgan acariciando la cabeza de Mentita. La gata estaba acurrucada en los brazos de La Niña.—El tío Happy me contó sobre ti, ¡eres la novia del señor Peter!

MJ se sonrojó fuertemente y apartó la mirada de la niña, entristecida. Pepper se aclaró la garganta.

—Morgan, querida, ¿porqué no vas a jugar con Mentita mientras que yo hablo con la señorita MJ?

Morgan asintió sonriente, y salió al jardín aún sosteniendo a Mentita. MJ, Jessica y Pepper se sentaron en el sofá.

—De verdad aprecio el que estén haciendo algo para conmemorar a Peter.—Dijo MJ mirando a la mujer.

—Tenía que hacerlo. Tony adoró a ese chico y el que ahora esté muerto...—Pepper suspiró. MJ tragó saliva.—Pobre muchacho, no lo merecía... intenté ayudar durante el juicio como pude, pero eso no impidió el que lo declararan culpable...

Fue entonces cuando MJ recordó: Pepper había testificado en el juicio de Peter, diciendo que él era un buen chico y que si Tony Stark había confiado en él jamás sería capaz de cometer las atrocidades por las que se le culpó.

—Agradezco que haya intentado ayudar a Peter.—Dijo MJ suspirando. Sintió la mano de Jessica acariciándole la espalda.

—MJ, vi tu entrevista en el canal de noticias del Daily Bugle—La adolescente sintió sus mejillas sonrojarse de vergüenza. La habían humillado durante su entrevista y el acoso que había empezado a recibir fue tanto que tuvo que cambiar su número de teléfono y cerrar todas sus redes sociales.—, y me parece horrible lo que te hicieron ahí. Jameson fue muy cruel contigo y hasta te hizo gaslighting acusándote de haber imaginado tu relación con Peter.

MJ miró a Pepper sorprendida. Notó que Jessica apretaba los labios y negaba con la cabeza.

—Yo...—Suspiró.—De verdad me arrepiento de haber ido al Bugle. No debí de escuchar a aquel maldito reportero...

—¿Cuál reportero?—Preguntó Pepper.

—Uno llamado Eddie Brock. Me dio su tarjeta y me convenció de ir al Bugle porque pensé que podría dar mi lado de la historia y hacer que Peter pareciera inocente ante los ojos de más personas. En lugar de eso me gritaron y acusaron de ser una loca.

—De verdad lamento que esto te esté pasando, MJ...—Dijo Pepper extendiendo sus manos y tomando las manos de MJ.—No puedo imaginarme por lo que has de estar pasando...

Pepper había perdido a Tony como MJ había perdido a Peter, pero ambos habían muerto en circunstancias diferentes: Tony se había sacrificado para salvar al universo y ahora era recordado como un héroe, y Peter al perder toda esperanza se quitó la vida y ahora era recordado como un villano.

Aún así, tanto MJ como Pepper estaban de luto y lamentaban las muertes de quienes habían amado.

MJ y Jessica se sorprendieron cuando Pepper les pidió que la acompañaran a las instalaciones de los Avengers. Era la primera vez de MJ ahí, y estaba segura de que también sería la última. MJ supuso que, al ser Pepper la viuda de Ironman, tenía acceso a aquel lugar.

Fueron a una parte del jardín de atrás de las instalaciones algo aislado del resto del lugar, y MJ se sorprendió al ver a dos hombres, uno de piel oscura y cabello afeitado y otro de piel clara y cabello largo, parados en frente de unas tumbas.

—Señor Wilson. Señor Barnes.—Dijo Pepper llamando la atención de los hombres, y MJ jadeó sorprendida al reconocerlos: Falcón. El soldado del invierno. 

Morgan, quien llevaba uno de los ramos de flores que Pepper había traído, le sonrió a los hombres y fue a dejar las flores encima de una de las tumbas.

—Éstas son MJ y Jessica, de quienes les hablé.—Dijo Pepper.

—Hola...—Saludó MJ nerviosa, sin saber bien qué decir.

—Es un placer.—Dijo Jessica dándole un apretón de manos a ambos hombres.

—Señorita Jones.—Dijo Falcón sonriéndole a MJ.—Soy Sam Wilson. Éste es mi compañero, James Barnes.

—Llámeme Bucky.—Le sonrió a MJ y la chica le devolvió la sonrisa.

—Nosotros éramos amigos de Steve. Supongo que ustedes saben sobre...

—Sí... ¿cómo es que el Capitán Rogers murió?—Preguntó Jessica.

—Se murió por viejo. Y estúpido.—Dijo Bucky suspirando, y apartando la mirada con desdén en sus ojos.—Había hecho una vida aquí, y aún así decidió volver al pasado, todo por una chica...—Bucky apretó los puños y Sam le susurró algo al oído. El de ojos azules suspiró y abrió las palmas.—Steve murió por causas naturales. Estaba muy viejo, y...—Bucky volvió a suspirar, obviamente quería decir más cosas sobre Steve, pero tal vez pensaba que no sería apropiado.—Vivió una buena vida. Dejó su legado como el Capitán América y todo eso.

—¿Ustedes conocían a Peter?—Preguntó MJ.

—No mucho, pero sabemos que él era un buen chico, y es una lástima todo lo que le pasó...—Dijo Sam, y miró las tumbas a sus espaldas.

Fue entonces cuando MJ vio los nombres en las tumbas, y sus ojos se llenaron de lágrimas al ver el nombre de la última lápida:

«Anthony Edward Stark. Steve Grant Rogers. Natalia Alianovna Romanova. Peter Benjamin Parker.»

—Él...—MJ jadeó con voz quebradiza mientras que sentía las manos de su hermana en sus hombros. Morgan había puesto una flor del ramo en cada tumba, y ahora estaba sentada en el césped al lado de la tumba de su padre, acariciando a Mentita, la gata estaba acurrucada en su regazo.—É-Él... está aquí...

—La tía de Peter vino a nosotros y literalmente nos suplicó que dejáramos que Peter tuviera un lugar aquí, junto a las tumbas de Tony, Steve y Nat.—Dijo Sam.

MJ sollozó. Peter estaba ahí, al lado de sus héroes favoritos. Al lado de Tony Stark, a quien había admirado y visto como un padre.

A su lado, Jessica le sonrió de manera cálida mientras que le daba un ramo de flores. MJ lo tomó, se acercó a la tumba de Peter y se agachó poniendo las flores en frente de la lápida.

—Que descanses, mi héroe.—Susurró tomando el dije de dalia negra entre sus dedos y besándolo.

Ahí era donde Peter merecía estar ahora que había muerto.

Estando su tumba ahí, al lado de las tumbas de héroes tan grandes como Ironman, Black Widow y el Capitán América, Spider-Man estaría descansado en paz.

Y MJ no pudo evitar sentir verdadera felicidad ante aquel pensamiento. Por primera vez en mucho tiempo sintió paz interna. Volvió a sollozar, pero ésta vez sus lágrimas eran de alegría al saber que, sin importar dónde Peter se encontrara ahora que estaba muerto, él estaba descansando en paz, y sus héroes estaban ahí con él.